Argentina: La lucha continúa
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Los verdaderos números de las elecciones
Claudio Lozano
Más ausentismo e impugnaciones que apoyo al gobierno
Presentamos el informe "Primeras precisiones sobre el resultado electoral",
difundido por el Instituto de Estudios y Formación (IDEF) de la CTA, que dirige
el economista Claudio Lozano. De allí se desprende que el 35,4% del padrón
electoral no fue a votar (29 %) o lo hizo en blanco (9%) y que el oficialismo
obtuvo el 26,1 % de respaldo de la totalidad de los votantes. El oficialismo ha
recibido un aval moderado por parte de la población, insuficiente para hablar de
plebiscito y, menos aún, de "cheque en blanco". (ver cuadros)
- El 29% de los que estaban en condiciones de votar prefirieron no concurrir.
Este porcentaje es mayor al de la última elección presidencial (22%), al de 1989
(18%) e incluso superior a la elección legislativa de octubre del 2001 (26%) que
marcó un punto álgido en la crisis política de finales de la Convertibilidad.
- El 9% de los que fueron a votar prefirió no elegir a ninguna de las ofertas
electorales presentes.
- Esto muestra que el 35,4% del padrón no definió ningún tipo de participación
en las elecciones (el porcentaje más elevado del padrón) y que el oficialismo
obtuvo un 26,1% del padrón. Pobre porcentaje para hablar de plebiscito, menos
aún de "cheque en blanco".
- Lo que agiganta el triunfo oficial no es la "participación de la sociedad"
sino las derrotas, a manos de Kirchner, de Duhalde, Barrionuevo y Menem, así
como el hecho de que prácticamente ninguna fuerza de oposición supera el 10% de
los votos (el radicalismo en declive apenas llega al 10,5%).
En síntesis, el oficialismo ha recibido un aval moderado por parte de la
población, lo cual sigue indicando que la reconciliación efectiva de la política
con la sociedad solo podrá lograrse cuando los efectos materiales y concretos de
una gestión de gobierno impacten (seriamente) sobre la vida cotidiana. Sin duda
alguna, la ausencia de políticas explícitas de redistribución del ingreso y de
una apuesta estratégica a un nuevo proyecto de Nación Industrial, son las claves
para modificar esta situación y reconstruir esa potente noción de futuro que
históricamente tuviera la sociedad argentina.
Informe completo:
Los resultados de la reciente elección legislativa han sido presentados, por
medios, dirigentes y funcionarios, con cierta intencionalidad. Por un lado, se
habló del mas alto grado de participación electoral en mucho tiempo, por otro,
se habla de que la elección supone casi un plebiscito y, por lo tanto, un
"cheque en blanco" para la gestión de gobierno.
Sin embargo, un examen mas puntilloso de los datos electorales obligan a revisar
ciertas argumentaciones.
El cuadro Nº1 presenta la información de la asistencia al comicio. Se observa
que el 29% de los que estaban en condiciones de votar prefirieron no concurrir.
Este porcentaje es mayor al de las última elección presidencial (22%), al de
1989 (18%) e incluso superior a la elección legislativa de octubre del 2001
(26%) que marcó un punto álgido en la crisis política de finales de la
Convertibilidad. Está claro que lejos de disminuir, la tendencia es un aumento
de las personas que deciden no asistir al acto electoral.
El cuadro Nº2 presenta el porcentaje de votos en blanco e impugnados de los que
concurrieron al comicio. El 9% de los que fueron a votar prefirió no elegir a
ninguna de las ofertas electorales presentes. Es un porcentaje que también es
superior al de las elecciones presidenciales de 1989 (5%) y del 2003 (2%) pero
inferior al de la elección legislativa del 2001 (21%).
De esta manera, ya sea porque no asistieron o porque no encontraron ninguna
opción válida, lo cierto es que el 35,4% del padrón no definió ningún tipo de
participación en las elecciones (ver Cuadro Nº3).
Por otro lado, frente a los intentos de pensar el resultado electoral como un
plebiscito de la actual gestión la información obliga a ser mas cautos. La
afirmación se sustenta en los datos del Cuadro Nº4 donde, sobre la base de los
votos positivos, se computa que el oficialismo obtuvo un 40,4% de los votos.
Porcentaje que es ampliamente superior al del resto de los participantes de la
contienda.
Sin embargo vuelve a ignorarse al conjunto de la sociedad que decidió no asistir
a sufragar o qué realizándolo optó por no elegir ningún candidato.
Incorporándolos resulta, tal como presenta el Cuadro Nº5, que son el porcentaje
más elevado del padrón (35,4%) y que el oficialismo obtuvo un 26,1% del padrón.
Pobre porcentaje para hablar de plebiscito, menos aún de "cheque en blanco". El
otro dato a considerar es la elevada dispersión de votos. Ninguna oferta
electoral (obviamente exceptuando la oficial) ha logrado superar el 10% del
padrón.
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio del Interior y diario Clarín 25/10/05
Debe considerarse que el 35,4% del padrón que no encontró representación en el
comicio tiene incorporado al porcentaje del padrón que históricamente no viene
concurriendo a los comicios. Desde inicios del período democrático y hasta 1989
(fecha a partir de la cual el ausentismo empieza a crecer en porcentaje del
padrón) el ausentismo se ubicó, con leves oscilaciones, en torno al 15% del
mismo. Por ende, descontando este porcentaje resulta que entre los nuevos
ausentes y aquellos que no votaron en blanco y/o impugnaron agrupan al 20,4% del
padrón (ver cuadro N º 6). Es decir, constituye el segundo conglomerado de
significación del padrón a una distancia no significativa del que obtuviera la
opción oficial.
Fuente: Elaboración propia en base al Ministerio del Interior y diario Clarín
25/10/05