Argentina: La lucha continúa
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El paro petrolero sigue por tiempo indeterminado
El Patagonic Online
Los dirigentes gremiales de los petroleros se reunirán el próximo viernes en
Buenos Aires con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y el gobernador Mario
Das Neves. La cita se acordó luego de la movilización que ayer convocó a unas
3.000 personas, quienes en una asamblea realizada frente a la capital
alternativa decidieron seguir con el paro hasta que lleguen respuestas concretas
a su pedido, que ahora tiene nuevas demandas.
'El gobernador Mario Das Neves está en comunicación con las operadoras, pero no
se trata de los 260 pesos nada más. Se trata de conservar los 350 pesos; la
suspensión de los telegramas (intimando a retomar las tareas); el tema del
impuesto (elevar el monto imponible para tributar Ganancias) y que se deje de
hablar de la intervención del sindicato», sostuvo Mario Mansilla, titular del
gremio de los petroleros que ayer movilizó a unas 3.000 personas por las calles
de Comodoro.
Los petroleros partieron de la sede sindical de la calle Viamonte alrededor de
las 10:30 y a medida que avanzaba la columna se engrosaba con trabajadores que
acudían acompañados por sus esposas e hijos. Por la calle Rivadavia bajaron
cantando hasta Alsina, para luego ingresar al centro por la calle San Martín.
A ellos se sumaron integrantes de ATE, de la Federación de Trabajadores
Combativos, de la Corriente Clasista y Combativa, docentes universitarios y
trabajadores del Hospital Regional, los trabajadores de la construcción de Cerro
Dragón y el Sindicato de Camioneros.
Por entonces se comentaban las repercusiones de la presencia del intendente Raúl
Simoncini en la sede sindical la noche anterior, aunque otro tema también estaba
presente: los 900 telegramas de intimación laboral enviados a los trabajadores
por las empresas petroleras.
En cada esquina los manifestantes se detenían, cantaban y saltaban un rato,
mientras dedicaban canciones críticas al gobernador Mario Das Neves y al
representante de los petroleros de Chubut en la Federación, Carlos Flaquier, uno
de los más cuestionados en la manifestación de ayer.
La columna avanzó ante miradas sorprendidas y gestos de apoyo. La mayoría de los
negocios permanecieron abiertos, aunque algunas firmas importantes que rara vez
cierran sus persianas esta vez lo hicieron. Los vecinos tomaban fotos con
celulares, cámaras caseras y desde los balcones los petroleros saludaban a sus
conocidos.
Desde el Sindicato se informó que contabilizaban 4.000 manifestantes, aclarando
que muchos trabajadores permanecían en los piquetes de los yacimientos. Los de
Sarmiento, por ejemplo, se quedaron en Cerro Dragón a la espera de novedades y
«cuidando sus fuentes de trabajo», dijo el delegado.
Respuestas oficiales
Tal como se había anunciado, los pasos obligados antes de llegar al edificio de
la capital alternativa, fueron el municipio y el Concejo Deliberante.
Un grupo de policías esperaba a los manifestantes dentro del edificio municipal.
Con petardos y cohetes, los trabajadores se anunciaron y esperaron a Simoncini,
que salió acompañado por el concejal Ricardo Trovant y algunos funcionarios.
Tras pedirle sin suerte al jefe comunal que los acompañara hasta la calle
Democracia, los petroleros siguieron camino, no sin antes dedicarle algunas
críticas, aunque no lo dejaron aclarar públicamente por qué optaba por
permanecer en su despacho.
Por Rivadavia, fueron luego los petroleros hasta el Concejo Deliberante donde
pidieron a los concejales uno a uno su adhesión al reclamo. Los primeros en
aclarar su postura fueron los radicales Jorge Aubía, Ana Iturra y Carlos Vargas,
a quienes luego se sumarían los justicialistas Alicia Dubreuil, Héctor Cercós,
Carmen Farías y Jorge Herrera. La mayoría comenzó a marchar junto a los
manifestantes hasta el ex edificio Amoco, donde además de la capital alternativa
allí tiene oficinas la petrolera Pan American.
Sigue el paro
Unos 100 efectivos policiales estaban apostados en el ingreso a la playa de
estacionamiento, situación que no hizo más que enardecer a los trabajadores que
no dudaron en avanzar hasta llegar a la escalera de ingreso al edificio.
Forcejeos, empujones y pirotecnia generaron un clima de tensión en el que los
obreros avanzaron sin mayores dificultades. En el medio, la concejal Farías se
desvaneció y dos efectivos policiales la llevaron hasta el edificio.
La situación fue angustiante y los epítetos contra los funcionarios del gobierno
provincial se incrementaron cuando salieron el presidente de Petrominera, Néstor
Di Pierro, el secretario de Hidrocarburos de la provincia, Rubén Bambaci y el
diputado provincial, José Karmarko, entre otros.
Luego llegaría la primera respuesta oficial al reclamo que se venía haciendo
desde el primer día de este paro de 96 horas que concluyó anoche: Di Pierro -que
tampoco pudo hablar ante la multitud porque esta se lo impidió- anunció a la
cúpula del sindicato la concreción de una reunión con funcionarios nacionales y
provinciales, el próximo viernes en Buenos Aires. Allí estarán, entre otros, el
gobernador Mario Das Neves y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
En este marco, los trabajadores realizaron una asamblea en la que se cuestionó
-fundamentalmente- el envío de telegramas de intimación laboral por parte de
algunas empresas. Por eso decidieron mantener el paro por tiempo indeterminado
hasta obtener una respuesta concreta a sus pedidos.
Ahora, a los 260 pesos de plus que cobran los obreros de Santa Cruz y a la
elevación del mínimo no imponible a la hora de tributar el Impuesto a las
Ganancias, se suma la exigencia de dejar sin efecto los famosos telegramas