Argentina: La lucha continúa
|
Preso por caminar
Ramiro
Ramiro, de la murga "Los Guardianes de Mugica", denuncia aquí las
circunstancias de su detención por haber ido a la movilización del jueves.
Llegué el jueves para estar en la segunda marcha, y acompañar a quienes la
convocaban. Para acompañar a quienes perdieron a seres queridos y como uno mas
de los que no soportamos que pasen este tipo de tragedias, que pudo ser evitada.
Para pedir justicia, y acompañar las consignas que surgieron. La marcha fue
tranquila y bastante silenciosa, como se preveía, ya que era una marcha de dolor
y quienes convocaban así lo pedían. Si bien no pertenezco a ninguna agrupación
partidaria, si soy un militante, y entre algunas conversaciones con otros
murgueros, optamos por no llevar nada distintivo con nuestras organizaciones por
respeto a sus convocantes, solo ir a la marcha a colaborar con el cuerpo y
acompañar en lo que se me necesite.
Finalizada la marcha desconcentramos. Yo salí por Rivadavia, con otros tres
amigos, en total tranquilidad, al cruzar la nueve de julio nos enteramos que
había algunos incidentes por la televisión de un bar, seguimos caminando con
mucha gente que se iba marchando pacíficamente por Rivadavia, después vimos
pasar alguno celulares pero mantuvimos calma, de hecho a veces algunos empezaban
a correr y fui yo quien levantaba al mano para que no corramos. Llegamos a Callo
y doblamos hacia corrientes para desde ahí tomar algún transporte que nos lleve
hasta Almagro ya que pensábamos encontrarnos con un amigo que vive ahí y que se
había ido antes de la marcha.
Sobre Callao, llegando a las esquina con Mitre, mientras caminábamos, unos
policías aparecieron sorpresivamente y empezaron a pegarle a muchos, de los 4
amigos que éramos nos detuvieron a dos sin, motivo alguno, elegidos a dedo: "el
y el" dijo un gordo y entre dos me agarraron con poca ternura y me tumbaron (si
me comí un palaso o no sinceramente ni me acuerdo). Nos tiraron un rato al piso
con la mano en la espalda y esposas ante los humillantes flashes de los
fotógrafos y las luces de las cámaras de televisión, mostrándonos a cualquier
televidente como "delincuentes"(¿me entiende?), y sin pensar en el sufrimiento
que le generarían a mis familiares y seres que queridos que miraban la tele.
Nos metieron en un carro y nos llevaron bastante lejos, a la comisaría 2da, en
el barrio de San Telmo.
Cuando llegamos nos pusieron contra la pared, así nos tuvieron un par de horas
mirando a la pared con las manos contra la pared. Una chica bastante joven,
llegó muy nerviosa y angustiada, sentí la impotencia de no poder hacer nada,
solo me limitaba a consolar a quienes tenia al lado pidiendo tranquilidad, que
íbamos a salir rápido, que estaba todo bien, aunque los botones a cada rato nos
callaban. En un momento escucho que entra gente, giro la cabeza disimuladamente
y era los policías de civil (mas conocidos como "servicios"), que llegaban de la
marcha con remeras de bandas de rock, vi un par con caras conocidas, de la
Facultad de Ciencias Sociales, obviamente, que se hacían pasar por estudiantes
para investigarnos (personalmente creo que tenemos que juntarnos con estudiantes
de mi facultad y me ofrezco a colaborar con todas las investigaciones).
Después de estar un buen tiempo parados con las manos en la pared, nos iban
llamando de a uno para hacer un trámite y después meternos en la celda.
Primero me sacaron las pertenencias mientras me tomaban los datos, con un
detalle que asusta: un tipo con la cara tapada con un pañuelo nos filmaba a cada
uno, después nos sacaron esas fotos y un par de cosas mas. Otra cosa para
remarcar es que no nos permitieron hacer una llamada telefónica a nuestras casas
como supuestamente lo indican nuestros derechos.
Estar ahí adentro tiene sus cosas, además del calor, el mal olor y la
preocupación por estar incomunicado con el afuera. Pero también había esperanza,
principalmente a los muchos compañeros que llegaron a la comisaría poco tiempo
después de que fuimos detenidos, y se escuchaban de a ratos sus cantitos "Soltá
a los pibes la pu.. que te pa..", o "Libertad, libertad a los presos por
luchar", lo que a los que estábamos adentro nos consolaba mucho, principalmente
para saber que no estábamos solos.
Muchas gracias a todos, no saben lo importante que era para los que estábamos
adentro, cuando de repente se escuchaba algo que podía venir de afuera todos nos
callábamos para escuchar, nos llenaron un vacío importante.
Obviamente eso generó una presión que seguramente aceleró nuestra detención y
que regulo en parte el trato que recibimos (aunque tengo que comentar que
algunos policías trataron muy mal a algunos compañeros) . De las cosas que nos
mandaban de afuera (comida y bebidas) llegaron algunos, principalmente agua, que
era muy deseada por los que estábamos adentro, pero también vimos que los
policias se tomaron una gaseosa que nos correspondía y que uno entró con dos
bolsas llenas de facturas, que nunca llegaron a la celda, un compañero que justo
estaba afuera "tocando el pianito" , vio como las bolsas desviaron el camino con
la excusa de que íbamos a "hacer miguitas" en la celda(aclaración, la celda no
era ningún símbolo de pulcritud, llena de orín, entre otras cosas). Entre los
compañeros de celda nos apoyamos mutuamente, dentro de este episodio, fue un
gusto haberlos conocido, había seguidores de la banda, murgueros, y también
militantes, pero todos tirando para el mismo lado. Quedamos en reencontrarnos y
formar una comisión antirepresiva de jóvenes, y transmitir nuestra experiencia
para intentar evitar que les pase a otros, y si les pase tengan la información
necesaria para manejarse correctamente.
Cerca de las 10 de la mañana (unas 10 horas después de haber entrado) empezamos
a salir de a uno.
Cuando salí, obviamente era otro ambiente: la luz de día, los aplausos de
quienes se quedaron toda la noche aguantando ne la puerta para que nos saquen y
muchos abrazos. Allí estaban mis familiares, mi vieja y seres mas queridos
esperando. Ahí estaba Nelly, también Susana, Nacho, Miguel, Laura y muchos otros
amigos esperándonos.
Ahora hay que seguir adelante, con los compañeros adentro, coincidíamos en que
esto fue para amedrentarnos, para que nos asustemos. El peor enemigo es el
miedo. Ahora tenemos que denunciar esto, tenemos que seguir adelante, esto no
puede pasar mas, no pueden detener a nadie solo por caminar.. A otros los
agarraron de a dentro de un bar, o también por ir caminando como yo. El
gobierno, con su hipocresía, es responsable y culpable de lo que nos pasó, y la
tiene que pagar.
Lo último que hay que tener es miedo, es lo que ellos quieren, hay que seguir
adelante y voy a seguir adelante.
Fui preso por caminar, por manifestarme en paz, preso político.
Buenos Aires 7 de enero 2005 Agrupación Murguera Los Guardianes de Mugica" <guardianesdemugica@yahoo.com.ar