Nos juntamos en el centro en la cede del SERPAJ, con algunos otros detenidos y algunos de los abogados, del organismo. Comentamos diversos hechos ocurridos durante nuestra detenci�n. Hablamos sobre los casos de los menores y de las mujeres, de chicos que salieron muy asustados y que la pasaron muy mal (mal la pasamos todos, pero en algunos casos fue peor), sin motivo alguno, �c�mo van a detener a chicos de 14 a�os?. Pero lo principal fue la situaci�n de los que est�bamos presentes, las causas que nos abrieron, y las acusaciones falsas que recibimos. Hablamos sobre muchas irregularidades, algunas que coment� antes, como que nos filmen con la cara tapada, o que no se nos de el derecho a llamar a nuestras casas. Uno de los chicos, cuyo nombre no voy a hacer p�blico, coment� algunas irregularidades que el resto no conoc�a, ya que hab�a sido separado del resto porque ten�a una lesi�n en su pierna, causada por la agresi�n f�sica que la polic�a ejerci� sobre �l en el momento de su detenci�n. Mientras esperaba para recibir atenci�n m�dica (aclaraci�n, hubo otro detenido con un golpe en su cabeza y su remera ba�ada en sangre que no fue atendido, casi sin lugar a dudas lo ocultaron para que no sea visto por quienes estaban afuera de la comisar�a), pudo escuchar los comentarios de algunos polic�as. "hab�a que detener a 40, esa era la orden" fue lo que dijo uno de los polic�as, claro sin importar a quienes. Tambi�n comentamos sobre lo que vimos de la marcha, de los que tiraban piedras, que eran muy pocos, nadie sabe quienes eran, y la polic�a no los detuvo (�por qu� ser�?). En la primer marcha, la del lunes 3, hubo aproximadamente 10 detenidos (entre ellos un pintor que nada ten�a que ver con la marcha, pero a quien creyeron haber marcado con la pintura que tiraba la polic�a), en la segunda marcha fuimos 40 �qu� nos har�n en la tercera?. Esta es una prueba de que las �rdenes ya est�n dadas antes de comenzar la marcha existan o no los "revoltosos", existan o no los incidentes. La orden viene de arriba. Personalmente intuyo que la intenci�n es asustarnos, es meternos miedo. No tenemos que ceder. No tenemos porque tener miedo, no hicimos nada malo, solo marchamos pac�ficamente en solidaridad con las v�ctimas de una tragedia que, a mi entender, pudo ser evitada.

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