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Un nuevo riesgo para la salud y el ambiente: los cultivos farmacéuticos
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Los cultivos farmacéuticos son aquellos a los que se les incorpora genes de productos para ser usados en medicina o para otras aplicaciones industriales, para usos distintos a la alimentación.
El Centro por la Ciencia para el Interés Público, publicó recientemente un
informe llamado ?Sembrando secretos: la industria biotecnológicos, y los
cultivos farmacéuticos en Estados Unidos?.
El informe reporta que entre mayo del 2003 a abril del 2004, empresas privadas e
investigadores públicos han presentado 16 peticiones para sembrar cultivos
farmacéuticos a nivel experimental o para comercialización a gran escala.
Los cultivos farmacéuticos son aquellos a los que se les incorpora genes de
productos para ser usados en medicina o para otras aplicaciones industriales,
para usos distintos a la alimentación. Son una especie de fábricas vivas, en las
que el maíz o la soya producen qu;imicos útiles para la industria, en lugar de
ser producidos en laboratorios.
Entre los genes insertados en las plantas, se incluyen genes humanos que
codifica la insulina, la albúmina humana, pero también se manipula cultivos para
que produzcan vacunas para la hepatitis B, cólera y otros.
El cultivo más utilizado en ese tipo de manipulación es el maíz. Otros cultivos
manipulados para la biofamaceútica incluyen la papa, la mostaza india, todos
cultivos alimenticios, el tabaco y otros.
Hasta noviembre del 2002, los cultivos farmacéuticos se habían llevado a cabo
prácticamente en la clandestinidad. Entonces se hizo público que Prodigene, una
empresa biotecnológica había violado la regulación del USDA de mantener sus
cultivos en confinamiento, y había contaminado una carga de soya con un maíz
producido por esta empresa, manipulado para que produzca una vacuna porcina. El
gen había entrado en la cadena alimenticia humana. La empresa tuvo que pagar una
multa de US$ 500.00 y destruir miles de toneladas de soya contaminada, lo que le
costó al gobierno US$ 3 millones.
Este incidente inició un caluroso debate sobre este tipo de cultivos por los
impactos que podrían generarse. Por ejemplo, los genes farmacéuticos pueden
contaminar cultivos alimenticios convencionales, o a parientes silvestres de
estos cultivos. El caso del maíz puede ser dramático, sobre todo si se toma en
cuenta que este es un cultivo de polinización abierta y polinizada por el
viento. Para la región de América Latina la contaminación nuestras variedades de
maíz tradicional con genes farmacéuticos o industriales, podría producir serios
impactos culturales y ambientales.
A partir de este incidente, la USDA requirió a las empresas biotecnológica hacer
una petición antes de proceder a establecer un cultivo farmacéutico.
Anteriormente estas únicamente tenían que hacer una notificación a la USDA. Sin
embargo, no se requiere realizan ningún tipo de evaluación de impacto ambiental.
Tampoco se ha establecido ningún tipo de restricción en relación a si estos
cultivos pueden ser usados como alimento humano o animal. El solicitante del
permiso, no necesita aclarar si el cultivo será con fines experimentales o a
nivel comercial y a gran escala. No se necesita informar o contar con la opinión
de sectores que podrían tener algún tipo de interés como los agricultores
vecinos, los procesadores de alimentos o el público en general.
Paradójicamente, la empresa que más solicitudes ha presentado es la propia
Prodigene.
De las 16 aplicaciones, el USDA a otorgado ya 7 permisos y las otras 9 están
pendientes.
Entre los peticiones hechas se incluye por ejemplo una presentada por la
Universidad Estatal de Iowa para producir en plantas una vacuna humana o animal
en contra de la diarrea. Los aplicantes dicen que esto ayudará a prevenir la
muerte de miles de niños en el Tercer Mundo. Esta aproximación al problema de
muertes por diarrea es muy reduccionista, porque los niños mueren debido a que
nuestros países no han podido solucionar problemas estructurales como bunas
condiciones de salubridad y otros relacionados.
Otro de los proyectos que ha causado mucha preocipación entre organizaciones
cient;ificas, de consumidores, ambientalistas est;a relacionada con una
propuesta hecha en Californa para sembrar a nivel comercial, un arroz que
produce lactoferrina y lisocima, dos proteínas humanas que son segregadas en la
leche, lágrimas, saliva y que poseen propiedades antibióticas y antivirales. La
organización oficial encargada de dar los permisos, aceptó la aplicación.
La expansión de los cultivos farmacéuticos no se limitan a Estados Unidos. El
año pasado el Edmonds Institute denunció que el sitio web