Medio Oriente - Asia - Africa
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Sobre el documental Sala de Control
Disparando misiles contra Al-Yazira
Mike Whitney
Hay una escena escalofriante en el nuevo documental "Sala de Control"
[Control Room] de Jahane Noujaim, en la que se ve a un F-16 estadounidense que
se desplaza lentamente por el cielo sobre Bagdad. El avión hace un arco perezoso
en el cielo azul y luego apunta rápidamente hacia abajo, siguiendo una línea
recta hacia el edificio que alberga la oficina noticiosa de Al-Yazira.
Un destello, y dispara dos misiles guiados por láser hacia el edificio y su
impacto apaga la pantalla.
Todo sucede en segundos.
El veterano periodista Tarik Ayoub murió instantáneamente en el ataque.
Más tarde, ese mismo día, pilotos de aviones caza bombardearon la instalación de
medios de Abu Dhabi, de la misma manera.
Los eventos del día terminaron en las calles de Bagdad cuando un tanque Abrams
volvió lentamente su torreta hacia el Hotel Palestine; alojamiento de todos los
medios noticiosos de visita en Irak.
El tanque levantó su cañón hacia el 13 piso y disparó un poco más tarde...
matando a un periodista español e hiriendo a tres más.
Ninguna persona que vea esta atroz secuencia podrá confundirla con otra cosa que
lo que es... asesinatos a sangre fría, preparados y dirigidos por el Secretario
de Defensa, Donald Rumsfeld. (Al-Yazira incluso suministró al ejército de EE.UU.
los coordinados exactos [de su oficina] para que no ser atacados como sucedió en
Kabul).
Ningún oficial, por más vengativo que sea, pondría jamás en peligro su carrera
con un ataque tan insensato e implacable contra gente inocente.
La orden vino directo desde arriba, y lleva el imprimátur de Rumsfeld.
La secuencia de los colegas de Ayoub en Doha es devastadora.
Todos saben lo que acaban de presenciar y la sala de control guarda silencio con
un sentido palpable de horror.
Nadie tiene duda alguna sobre el mensaje que se les está dirigiendo.
Como afirma el gerente de Al-Yazira, mientras fuma un cigarrillo tras otro: "Nos
dicen que ‘o ustedes están con nosotros o contra nosotros’... hemos acusado
recibo de ese mensaje".
Es desgarrador.
La mayoría de los estadounidenses descarta a Al-Yazira como propaganda
musulmana, radical.
Tienen que esperar con su opinión hasta que vean esta película... y decidir
después.
La sala de noticias de Al-Yazira me recuerda una de las viejas películas de
Billy Wilder en las que todos se entrechocan mientras tratan de terminar una
historia.
No tiene nada que ver con las emisiones noticiosas de cadena de montaje que hay
en EE.UU., con modelos masculinos vestidos con mucho estilo que entregan las
versiones "amistosas hacia las corporaciones" de los eventos, diluidas
adecuadamente con interminables interrupciones comerciales e historias idiotas
de supuesto interés humano.
Son noticias duras.
Es más fácil imaginarse a Mencken o a Edward R. Morrow vagabundeando por estas
salas que gente como Brit Hume o, Dios nos guarde, el fatuo, grasiento, Bill O'
Reilly. ("¡Cállate y basta!")
La mayoría del equipo de Al-Yazira son graduados de la BBC, una
institución que sigue siendo respetada en todo el mundo por su objetividad y sus
reportajes en profundidad. (aunque la calidad de los informes de la BBC
parece estar en continuo deterioro).
Esto asegura que los niveles periodísticos son elevados y que el equipo de
talentosos y comprometidos reporteros es bastante comunicativo. (De cerca, sin
embargo, los reporteros sólo parecen ‘perros de presa estresados de las
noticias’ que tratan de cumplir con un plazo de entrega.)
Además del caos de la sala de control, ésta es gente de carne y hueso y su
humanidad se distingue fácilmente. El documental es una ventana fascinante hacia
las vidas de todos los días de gente que está dispuesta a arriesgarse
personalmente para presentar los eventos del día en una plataforma imparcial.
En el lenguaje de Rumsfeld, esto equivale a un acto de guerra.
Su reacción (bombardear estaciones de televisión móviles) indica lo seria que es
para él la difusión de noticias que no pasan por el sistema de filtración del
Pentágono.
Al-Yazira ha provocado un escándalo entre los principales jerarcas de la
administración Bush. Su representación pictórica de la guerra en Irak discrepa
de la narrativa jovial de "liberación" y "democratización" que es propagada por
la prensa occidental. Cuerpos calcinados y niños muertos tienden a desengañar a
los espectadores de la noción estúpida de que "guerras de agresión" sirven un
propósito humanitario.
Los estadounidenses han sido protegidos cuidadosamente contra la visión de algún
signo de la vasta devastación y sufrimiento causados por el conflicto.
Para muchos, Fahrenheit 9-11 de Michael Moore, fue probablemente la primera vez
que llegaron a ver un vídeo de iraquíes muertos o de amputados estadounidenses.
Son los costos reales de la guerra ilegal de Bush. Son espantosamente diferentes
de las secuencias a la "Polyanna" de niños alegres y de escuelas "reconstruidas
del canal FOX News. La audiencia tendrá que decidir por sí misma qué
representación está más cerca de la verdad.
Los estadounidenses se sentirán cómodos con los principales personajes de Sala
de Control. En general, parecen inteligentes, sardónicos y perdidamente
desmelenados. Recuerdan tristemente a los periodistas que solían convertir las
salas de noticias de EE.UU. en el centro del universo mediático. Por desgracia,
han sido reemplazados por maquetas acartonadas de "Barbie y Ken" que otorgan a
las noticias de cada noche la credibilidad de un show de strip-tease de Las
Vegas.
La atmósfera recalentada de Sala de Control indica que el periodismo serio
sobrevive "vivito y coleando" en una remota estación de televisión en Doha,
Qatar.
En Al-Yazira los personajes principales todavía hablan de un mundo que es
"propicio para la libertad de la prensa y de expresión"; una idea que parece
trágicamente fuera de lugar en las noticias de producción comercial de EE.UU. En
EE.UU. el "balance final" determina hace tiempo qué historias terminan en el
piso de la sala de montaje.
La necesidad imperiosa de generar beneficios es simplemente incompatible con la
información objetiva.
Al-Yazira fue recientemente criticada por el nuevo gobierno provisional de Irak
por "incitación".
Su respuesta fue la siguiente declaración: "Estos tipos de afirmaciones no
impedirán que el canal continúe con su independencia editorial mantenida durante
largo tiempo, o su adhesión a principios profesionales y prácticas mediáticas
internacionalmente reconocidos".
¿Independencia editorial? ¿Principios profesionales?
¿Cuándo fue la última vez que estas cualidades fueron aunque sea remotamente
relacionadas con los medios occidentales?
¡Cuidado, FOX News!
Me sorprendería si mucha gente no considerara que esta película es tan
fascinadora y contagiosa como me sucedió a mí.
Vayan a verla... vale la pena gastar los 8 dólares.
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