Medio Oriente - Asia - Africa
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La Nación Árabe: Historia, Realidades y Perspectivas
Nureddín Awwad
"Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales
y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios"
ARNOLD.J.TOYNBEE (1889-1975)
Introducción
Aunque los clásicos de la sociología política contemporánea definen la aparición
de las naciones, como un fenómeno del capitalismo, basados en la evolución
histórica de las sociedades europeas, la historia de la civilización árabe
islámica, presenta el surgimiento y el desarrollo de la nación árabe en el siglo
VII, como un hecho singular, en el marco del desarrollo integral de la
humanidad, condicionado y determinado por circunstancias histórico – concretas
peculiares, inherentes a la situación conflictiva imperante en la península
arábiga, y sus alrededores. El más importante y célebre filósofo histórico de la
civilización árabe islámica, ABDULRAHMAN BEN KHALDUN (1322- 1406), en su famosa
enciclopedia INTRODUCCIÓN DE BEN KHALDUN, al estudiar los fenómenos sociales,
buscando el alcance de la relelación entre "causas" y "efectos", sometiéndola a
"leyes", hace un análisis profundo y global, de ese fenómeno, partiendo de su
propio concepto de que … "la historia, en el conjunto de sus acontecimientos,
está interrelacionada y entrelazada en el tiempo y el espacio, y no termina en
un punto determinado". Aseveró explícitamente, que "el desarrollo es la ley de
la vida social" ¡Es curioso! el principio de ARNOLD.J.TOYNBEE sobre la
comprensión totalizadora e integradora de la (parte) y el (todo) en la filosofía
de la historia, de una manera u otra, reproduce ese mismo enfoque.
Síntesis histórica
El gran cambio que significó La Revolución Islámica, encabezada por MOHAMMAD BEN
ABDULLAH BEN HASHEM (570 – 633), provocó transformaciones político- sociales,
económicas y ético-morales radicales, en la sociedad existente en aquel
entonces, en la península arábiga, que tuvieron fuertes repercusiones en las
civilizaciones circundantes y en las futuras conquistas islámicas, que se
extendieron hasta la península ibérica en el Oeste y hasta la China en el Este.
A pesar del carácter idealista (divino) de la teoría ideológica que inspiró el
cambio, en todo su alcance cognoscitivo, sus normas, preceptos, objetivos y
prácticas, (cual teología de liberación), se convirtió en una fuerza material de
gran envergadura, en las manos de los grupos sociales más desposeídos, pobres,
esclavos y vulnerables, que devinieron una parte importante del Poder del
Estado, constituido sobre criterios, fundamentalmente, ideológicos. No se
aceptaba de ninguna manera divorcio alguno entre teoría y práctica, la ideología
tenía que ser reflejada en la conducta de los sujetos sociales. Es por ello que
se definían como enemigos irreconciliables del proceso a los fariseos,
hipócritas, oportunistas y se les auguraba el peor castigo, tanto en la vida
terrenal como "en la ulterior".
La evolución paulatina y positiva del proceso de cambio radical en la situación
concreta de la península, fue posible porque la teoría transformadora, partió
ante todo de las condiciones socio-económicas imperantes, reflejadas en una
determinada estructura de valores políticos, ético-morales, que en su conjunto,
formaban un escenario crítico, que demandaba, a gritos, dada la magnitud de las
contradicciones de toda índole, un cambio radical. Incluso, proliferó un
fenómeno de adivinadores y profecías, que auguraban la aparición de un sujeto
único y diferente a todos los reyes y emperadores conocidos en la región, como
expresión anímica del deseo y la necesidad histórica de c cambio.
La sociedad arábiga de entonces, estaba conformada por un conjunto de actores,
tribus de distintos tamaños, recursos y poderes (desarrollo diferenciado), que
determinaban sus conductas internas y externas, tanto entre las propias tribus,
como entre las dos potencias vecinas del norte: el imperio romano y el imperio
persa, ya que el imperio etiope (vecino del sur) se encontraba en decadencia y
sin influencia. Sin embargo, existía un centro semi-urbano, con una fuerte
posición económico-política, y poder militar considerable, que le garantizaba un
liderazgo indiscutible en la península: LA MECA. Existía un gobierno de
coalición (Quraish) formado por los grandes mercaderes, los más ricos y los
notables de La Meca, históricamente conocidos como la élite.
Según Husein Muruwwah:
El dominio de la aristocracia financiera y comercial de Quraish, tenia que
producir inevitablemente su institución política, conocida históricamente como
Dar Alnadwah, lo cual quiere decir club, que fue la primera semilla del Estado
de la sociedad de La Meca, que podría regular las relaciones de poder de ese
dominio, con los demás grupos sociales, sometidos a su explotación económica en
aquel entonces, dándole un carácter legal a esa relación, apropiado con la
situación histórica, imponiendo su legitimidad sobre dichos grupos, que debían
ser sometidos políticamente, al igual que económicamente, a la aristocracia
gobernante de Quraish….
Al otro lado del escenario social, aparecían la mayoría de los individuos y
grupos que no reunían tales méritos, condiciones y se clasificaban como
desposeídos, esclavos y oprimidos. Este proceso de polarización social en La
Meca se debió a la función económica de las tribus, y el tránsito de la
actividad de servicios de hospitalidad a la actividad del comercio, hecho que
condujo a la acumulación de riquezas en las manos de las élites tribales,
representadas en el gobierno, dando así un golpe demoledor al sistema tribal, al
abrir paso a la aparición de clases sociales, determinadas por la posición
ocupada con respecto a la riqueza (capital financiero) y al comercio (capital
comercial).
Otro elemento fundamental de la vida de aquella sociedad consistió en la
aparición y desarrollo de un mercado interno, históricamente famoso y conocido
con el nombre de UKADH que servia de factor unificador de la sociedad, al crear
vínculos de interdependencia económica, social y cultural, pues las distintas
tribus, grupos e individuos, acudían periódicamente a ese mercado, a
intercambiar las mercancía mediante el dinero y/o el trueque, contraían
matrimonios entre distintas tribus, como un medio de estrechar relaciones, hacer
alianzas y establecer la paz; celebraban competencias de artes militares y de
cultura literaria ( poesía y prosa) y practicaban sus rituales religiosos en un
marco de unidad de la diversidad.
Se consagraba el atesoramiento de las riquezas (capital financiero) como
instrumento de poder que determinaba la jerarquía de los integrantes del
gobierno, se practicaba el comercio estacional, se obstaculizaba la
redistribución y así se interrumpía el ciclo económico periódicamente, con
implicaciones empobrecedoras para las bajas capas sociales, mientras se
acrecentaban las riquezas de las altas capas, la élite. Esa polarizacion
socio-económica estaba acompañada por una conjunto de valores ético-morales, que
servían los intereses de poder de la élite, legitimaban su gobierno, y
justificaban el statu quo y la estabilidad de aquella sociedad.
Con la aparición de la ideoogia de MOHAMMAD, que ridiculizaba y rechazaba
aquella sociedad, empezó a gestarse una situación revolucionaria, que hizo
estallar las ya antagónicas contradicciones entre los cambios experimentados
acumulados en el contenido social, y la forma de gobierno. Se intentó llevar a
cabo el proceso de cambio, con métodos pacíficos (lucha ideológica) pero aquello
fue imposible, dada la magnitud de los privilegios de la élite. Hubo que
recurrir a las vías violentas (lucha armada), sólo después de que MOHAMMAD y sus
compañeros, fueron hostigados, torturarados físicamente (algunos asesinados),
sitiados, y desterrados. El propio MOHAMMAD, fue objeto de un intento de
asesinato premeditado, planeado y ejecutado por la élite (por unanimidad).
MOHAMMAD, cual profeta, adquiría su legitimidad dada por "DIOS", pero también,
reunía las condiciones como un líder carismático indiscutible, y se convirtió en
un paradigma de atracción social para la mayoría de la gente en toda la
península y en las zonas vecinas (por ejemplo, Etiopia, Egipto).
Podríamos destacar algunos aportes interesantes de su concepción:
-MOHAMMAD asegura constantemente no tener ningún carácter divino, sino es un ser
humano al igual que los demás.
-MOHAMMAD repudió a los reyes y a los emperadores, negándose a convertirse en
uno de ellos. Previó la derrota de los imperios romano y persa, y su expulsión
de las tierras árabes.
-Aún contando con autoridad máxima e indiscutible, MOHAMMAD, no practicaba la
hegemonía de poder de decisión o de acción, siempre consultaba con sus
compañeros buscando el consenso.
-Para él, el trabajo es la única fuente de la riqueza; el trabajo se combina con
el culto y otorgándole prioridad y preferencia al primero que es un derecho y un
deber social: "trabaje para su vida terrenal como si fuera a vivir eternamente,
y trabaje para su otra vida como si fuera a morir mañana".
-Prohibir el atesoramiento de las riquezas, la obligatoriedad de ponerlas en
circulación en el marco del ciclo de producción y redistribución de los bienes.
Fustigaba tanto al oro y la plata, que sus compañeros pensaron que los iba a
prohibir también.
-Fustigar al mercado ordenando a los seguidores… "no sean los primeros en entrar
al mercado, ni los primeros en salir de él, el mercado es el caldo de cultivo de
los diablos"..
-Prohibir tajantemente la usura, dando un golpe contundente al capital
financiero y sus funciones improductivas, obligándolo a circular en la
producción material. También, fue prohibida la monopolización de cualquier
mercancía o bien, incluyendo el conocimiento.
-Rechazar el estilo de vida nómada sustituyéndolo por otro de estabilidad
urbana, y el modelo tribal de los Árabes prevaleciente en la era preislamica,
construyendo una nueva comunidad social, en la cual el individuo sustituye su
lealtad a la tribu por su lealtad a la NACIÓN, cuyo pilar principal es la nueva
doctrina (ideología)
-Asimismo, es importante tomar en cuenta que, la aparición por primera vez del
concepto Nación en la historia política árabe, sin atribuirle el contenido
étnico y racial, destaca el papel decisivo del idioma, como factor
socio-cultural aglutinador en la formación de la nación, lo cual se convirtió
progresivamente en un hecho real "…el árabe es una lengua, quien lo habla es
árabe". Es de subrayar que la nueva ideología y sus prácticas
físico-espirituales se encuentran planteadas y plasmadas en idioma árabe.
Rechaza categóricamente cualquier tipo de fanatismo… "No es de nosotros quien
abogue por fanatismo, no es de nosotros quien combata por fanatismo, no es de
nosotros quien muera por fanatismo. No o hay fanatismo en el Islam".
-La consagración de la dignidad humana universal, por encima de cualquier otro
criterio… "hemos dignificado a los humanos…". y la igualdad de los seres humanos
independientemente de su raza, color o nación.
-Inmediatamente, después de la eliminación del modelo tribal, empezó a
prevalecer un sentimiento de unidad de raza y de nación, hecho demostrado
mediante la posición asumida por los nuevos árabes, hacia la liberación de
YEMEN, del dominio etiope, y hacia las victorias logradas por las tribus árabes
del norte sobre los persas en la batalla de "DHI QAR".
-La centralización del poder supremo en la idea absoluta de un DIOS ÚNICO y la
aceptación de la autoridad profética como liderazgo único, sirvieron de una base
organizativa del movimiento histórico hacia la instauración de un ESTADO
CENTRAL, para una NACIÓN NACIENTE, que llevaría a los árabes a transitar de un
estado tribal a otro estado nacional. MOHAMMAD instaura el primer Estado
Islámico en Yathreb (la urbe que lo recibió cuando emigró de La Meca) y le
brindó todo el apoyo material y moral necesario. Más tarde, MOHAMMAD cambia el
nombre de Yathreb por Almadinah Almunawwarah, (que quiere decir la ciudad de las
luces, como una señal de los nuevos tiempos que se avecinaban). El Estado
contaba con sus instituciones correspondientes, para dirigir los procesos de
cambio y poder ordenar la sociedad naciente y regular las relaciones
internacionales con Etiopia, Egipto, Persia, Roma y otros reinos arábigos al
norte y sur de la a península. Y así, parafraseando a José Martí, podríamos
decir: Un principio justo desde el fondo de una cueva pudo más que los
ejércitos.
Desde entonces, los factores geográfico, económico-social, e histórico-cultural,
jugaron su rol en la cristalización y fortalecimiento de la nación árabe, que
fue el núcleo decisivo de la difusión del ISLAM en el mundo conocido entonces y
abrió el camino a la aparición de la "Nación Islámica"que difiere
sustancialmente del concepto marxista y occidental del término. La nación
islámica se basa única y exclusivamente en una supuesta unidad de ideología
religiosa (…) "nosotros vivimos un nacionalismo impregnado de la religión,
porque el Islam es el que le ha dado al arabismo su valor, cultura, dinámica,
universalidad y extensión en el mundo (…)ha podido arabizar muchos pueblos
mediante el Islam (…)no podemos separar la civilización árabe de la civilización
islámica". Sin embargo, en la práctica histórica, los sistemas políticos, los
regimenes políticos, los valores ético morarales religiosos, han sido tan
disímiles y contradictorios, y muchas veces contrarios a los fundamentos
originarios de su propia ideología, debido a que cada pueblo o nación convertida
al Islam, le incorporaba elementos de su cultura, tradiciones, costumbres e
intereses, consagrándolos en su práctica como si fueran componentes islámicos.
Incluso, el propio Corán, no descarta el conflicto armado entre creyentes
islámicos (facciones y Estados), y establece las normas que deben regir la
actitud de los demás grupos, con respecto a la solución pacifica o violenta del
mencionado conflicto hecho que demuestra que la unidad ideológica no es
suficiente para evitar los conflictos de distinta índole, ya que en última
instancia los factores económicos son decisivos.
Preocupado por la influencia mutua de los intereses materiales y espirituales en
la interacción de las clases y grupos sociales, MAX WEBER (Erfurt 1864-Munich
1920), investigó los vínculos entre ideas religiosas y conductas económicas en
las sociedades.
Si es cierto, en el caso de la naciente nación árabe, que las ideas religiosas
desempeñaron un rol decisivo en la culminación del cambio de las relaciones
económicas prevalecientes, dándoles un rumbo racional en su desarrollo ulterior,
determinándolas en forma y contenido, es cierto también, que con el decursar del
tiempo y la evolución de la sociedad, dicha influencia desaparece
paulatinamente, y en algunos sectores de la economía y de la sociedad en general
ha desaparecido completamente. Es decir, tales idedeas tuvieron influencia
relativa, circunscrita a un momento histórico determinado, al depender de otros
factores materiales, tales como el grado de desarrollo económico-social,
naturaleza del poder político y del liderazgo,…etc. además de otros factores
exteriores y objetivos, derivados de la estructura de las relaciones
internacionales tanto políticas como económicas.
Sobre la evolucion de la Nacion Arabe
Aunque el Islam, en su surgimiento en tanto revolución social, no admite
nacionalismo de ninguna índole, debido a su carácter internacionalista… "cada
profeta fue enviado a un pueblo, y yo he sido enviado a toda la humanidad" en la
práctica histórica, ocurrió todo lo contrario. La revolución de proyecciones
universales no podía realizarse sin un vector social, y el mismo no podía ser
sino árabe, ya que tanto el propio profeta como su obra, el Corán, su medio
natural (humano, geográfico, cultural) eran puramente árabes. En realidad la
nación árabe, como tal, nació simultáneamente con el Islam, donde se e fundieron
sentimientos, esperanzas, objetivos, idioma, cultura y destino, en un
nacionalismo árabe- islámico, que perdura hasta nuestros días. La nación árabe
se fortaleció y alcanzó su auge civilizatorio con el Islam, hecho que no la
eximió de decaer a manos de musulmanes no árabes.
En la historia de la nación árabe, se ha vivido esa contradicción milenaria,
entre el ser nacional y el ser islámico, sin llegar a una solución definitiva
del dilema. De manera que esa aparente "unidad de la dualidad", hace imposible
concebir un componente sin el otro. En distintas épocas del desarrollo del
Estado árabe islámico, se manifestaba esa contradicción dando lugar al
debilitamiento del ser nacional árabe a favor del ser islámico, en el propio
ESTADO, y en su LIDERAZGO. En nombre de esa realidad histórica, la nación árabe
entró prácticamente en una hibernación prolongada -de cuatro siglos- bajo el
dominio del imperio islámico turco (otomano), sumiendo a la nación en el atraso,
la opresión y la peor explotación hasta la a primera guerra mundial (1914-1918).
Sin embargo, la opresión otomana, sobre todo en los últimos tiempos de su
dominio, constituyó un desafío a la nación árabe, al incentivar y fortalecer su
nacionalismo, a la luz de "las reformas organizativas liberales (1839-1878) en
el imperio otomano".
Si en el milenio anterior, las olas sucesivas de las Cruzadas europeas y sus
pactos nada sagrados con los tártaros y mongoles, buscaban eliminar al Islam y
los musulmanes, y rescatar el "Santo Sepulcro"- sin lograrlo- en el siglo XIX
empezó la ofensiva colonialista europea contra distintas regiones (provincias)
de la Gran Patria Árabe, como continuación de aquellas guerras de exterminio,
pero esa vez, con el objetivo manifiesto de dominar y saquear las riquezas
naturales y humanas de la nación, sin descartar los actos de exterminio masivo
contra la nación árabe, sobre todo en el siglo XX y en lo que va de siglo XXI,
como lo atestiguan los casos de Argelia, Libia, Palestina e Iraq. No es casual
que los colonialistas frananceses y españoles prohibieran en Argelia y en el
Sahara Occidental, el aprendizaje, la enseñanza y el uso del idioma árabe y la
religión islámica. Tampoco es casual, que los ideólogos y los líderes que
dirigieron los Movimientos de Liberación Nacional Árabe, contra el colonialismo,
han sido árabes islámicos. Esta vez se busca eliminar el vector social del
Islam, cambiar el Islam o eliminar a ambos, sobre todo si sabemos que los
ideólogos del imperialismo, auguran y promueven el choque y la guerra de las
civilizaciones al decir de S. HUNTINGTON, mientras los nuevos césares,
aprovechando la coyuntura internacional actual, caracterizada por un mundo
unipolar, correlación de fuerza favorable, y supremacía militar absoluta,
reclaman sin pudor revivir las cruzadas contra el "enemigo verde": El Islam. O
cuando menos, al decir de PARSONS… "el camino más eficaz del desarrollo, lo
marca la evolución de la sociedad occidental. Por lo tanto, el ámbito de
elección de las restantes sociedades, se limitaría a decidir si i se
occidentalizan o por el contrario si desean mantener en vigor un sistema
autóctono que las condena al atraso, o lo que no es mucho mejor, a un panorama
de disolución permanente" (PARSONS, 1974; 1979). En otras palabras, o nos
adaptamos al nuevo status quo o desaparecemos. Enfoque puramente apocalíptico.
El llamado erróneamente "mundo árabe", presenta en estos momentos una situación
deplorable, que no tiene nada que ver ni con el Islam ni con el arabismo. Una
nación desgarrada y dividida hasta el momento, en 22 supuestos "Estados
Nacionales", supuestos gobiernos legítimos, publicitadamente islámicos o
musulmanes, todos arabistas. Sin embargo, la realidad es totalmente distinta.
Es de señalar, que a lo largo de 14 siglos de la existencia de la nación árabe,
no ha habido realmente, a nivel de toda la nación, ninguna revolución social en
el sentido científico de la palabra, que cambiara radicalmente y negara
dialécticamente la formación socio-económica, prevaleciente desde la comunidad
primitiva. Lo que ha existido en general, y sobre todo, a lo largo del siglo XX
y lo que va del XXI, es transición o cambio de un régimen político a otro, en el
marco del mismo sistema político imperante, en toda su diversidad, mutilaciones
y metamorfosis. La península arábiga preislámica, vivía principalmente de la
economía natural- el agua y el pastoreo definían las relaciones económicas y las
alianzas políticas entre las tribus- simultáneamente, funcionaban elementos de
otras formaciones, como la esclavitud (compra-ventata de esclavos, y
esclavización de deudores y prisioneros), el feudalismo (en menor grado) y los
nuevos elementos de un "capitalismo incipiente", como lo fueron los capitales
financiero y comercial.
Esta situación no ha cambiado de esencia en la actualidad, pues, además de todo
lo anterior, se suma la realidad de que ni siquiera ha triunfado alguna
revolución burguesa genuina, en tiempos del capitalismo desarrollado y mucho
menos en tiempos de imperialismo en fase de transición imperial.
La falta de revoluciones auténticas, cual procesos de transformación radical de
los modos de producción, ha propiciado la convivencia de elementos tanto de la
superestructura como de la infraestructura, trayendo como consecuencia un
"desarrollo propio", que no sigue un modelo determinado. Por eso observamos, una
nación en estado de conflicto permanente, ni ha preservado lo mejor de su acervo
cultural y civilizatorio, ni ha podido emular e incorporarse al vehículo de la
modernidad. La Nación está en una crisis aguda: polararizacion social, dinastías
gobernantes, oligarquías financieras, dependencia total de sus enemigos
históricos de la nación, regímenes dictatoriales contra los pueblos de la nación-
algunos flagrantes y otros encubiertos- falta de legitimidad de los gobiernos,
inclusive algunos regímenes presidenciales republicanos han hecho un aporte
histórico trascendental a la ciencias políticas, al convertir el sistema
republicano en monárquico hereditario, (al respecto el poeta nacional palestino
MAHMUD DARWISH, en su poema a BEIRUT dice… "Dentro de un rato, se reunirán todos
los reyes, con todos los tipos de reyes, desde el coronel hasta el mártir"),
regímenes y capas sociales aliados estratégicos del imperialismo…y una nación
que vive gobernada con el hierro y el fuego, sumida en la incultura, debido a la
acción de sus gobernantes, que convirtieron la ideología de la nación (el Islam)
de un arma liberadora del ser humano y de la nación, en un arma de enajenación,
dominación y sojuzgación.
La teoría islámica rechaza el nacionalismo, omite la división de clases, no
prohíbe la propiedad privada, prohíbe la división o sectarizacion de la sociedad
sobre cualquier criterio, y recurre a los valores humanistas y de credo, además
de leyes económicas, en busca de simbiosis y sinergias sociales.
Además de todos esos factores históricos, a lo largo de los últimos dos siglos
(XIX y XX) la nación árabe ha sido objeto de invasiones y guerras de rapiña, ha
sido balcanizada a manos de los ingleses y los franceses (el pacto de Syx-Picot
1916), en primer lugar para poder dominarla, en segundo lugar para impedir su
reunificación futura y por último, para facilitar la incorporación, desde
posición de fuerza, supremacía y liderazgo, del "Estado Sionista de Israel" a la
zona, mediante el propagandizado plan yanqui "El Gran Medio Oriente", que sería
el tiro de gracia, en caso de consumarse, para las esperanzas de reunificación y
renacimiento de la nación árabe.
Indudablemente, la división de la Gran Patria Árabe desde el Atlántico hasta el
Golfo, en 22 territorios, la instauración de regimenes políticos afines ( en
diferentes grados) a Occidente, muchos impuestos por obra y gracia del viejo y
nuevo imperialismo, y los que no, carecen de autoridad moral y legitimidad,
tanto a nivel territorial como a nivel nacional, ya que la mayoría llegan al
poder mediante golpes de estado violentos o pacíficos, y los menos mediante
procesos seudoelectorales, pero todos tienen un factor en común: ilegales,
ilegítimos, intentan perpetuarse en el poder, como i individuos, familias,
tribu, secta o camarilla, en contra de la voluntad de sus pueblos y nación.
Durante las décadas que se ha prolongado esta situación, se han creado los
llamados "estados territoriales" (algunos los llaman estados nacionales), como
expresión de la intención de consagrar la división de la nación, pretendiendo,
sobre la base de privilegios materiales, ansias de poder y de liderazgo,
eternizar el status quo en detrimento de la unidad, los intereses vitales y el
destino de la nación en su conjunto.
Si a nivel de regímenes políticos árabes, se han perdido las voluntades y
fundamentos para reunificar la nación, a nivel popular y nacional, si se
mantiene, mayoritariamente, el sentimiento de pertenencia, la unidad de las
esperanzas, la historia, la geografía, la identidad, el idioma, la religión y la
convicción de que, ese trance es transitorio en términos históricos, y la nación
volverá a ocupar su lugar entre las demás naciones del mundo.
Realidades del presente de la Nación Árabe
La situación conflictiva actual que está viviendo la nación árabe se caracteriza
por las realidades siguientes:
-Bancarrota e incapacidad del régimen oficial árabe (la sumatoria de los
regimenes políticos territoriales) de preservar los intereses territoriales y
nacionales de la nación árabe. La incapacidad de celebrar una cumbre de jefes de
estados territoriales, en el marco de la "liga de los estados árabes", mientras
la nación está enfrentando presiones externas y colosales desafíos, tanto en
Palestina como en Iraq, demuestra la crisis política, de pertenencia y de
identidad tanto de los dichos estados como de la Liga. La posterior celebración
de dicha cumbre (22-23 de mayo 2004) no ha hecho más que demostrar la
aseveración anterior.
-Crisis de la oposición, pues no ha sido capaz de presentar un programa
alternativo, tampoco ha podido superar sus limitaciones subjetivas, para
constituirse en una fuerza de vanguardia que atraiga a las masas populares e
involucrarlas en las luchas multifacéticas, con la perspectiva de producir los
cambios necesarios, en los escenarios territoriales, como premisa indispensable
para lograr un nuevo cauce nacionalista unionista. La crisis envuelve a los
distintos destacamentos del Movimiento de liberación Nacional Árabe, comunistas
e islamistas tradicionales, así como nacionalistas clásicos.
-En respuesta a esta dura realidad, en las últimas décadas, han surgido nuevos
actores político-militares, de carácter marxista leninista, islámicos radicales
y extremistas retrógradas. Todos han sido objeto de persecución, hostigamiento e
intentos de eliminación física, a manos del imperialismo, el sionismo, y sus
lacayos y afines, a nivel territorial y nacional, mediante la repartición de las
funciones y los papeles ad hoc, en el conflicto global.
-Se observa un aumento cualitativo en la conciencia política de las masas árabes
en general, en su enfrentamiento a los desafíos externos que fundamentalmente,
amenazan su existencia y su futuro como nación. Aunque esa conciencia empieza a
materializarse, en muchos territorios, en acciones concretas como las
manifestaciones contra el imperialismo, el sionismo, el boicot a las mercancías
occidentales como arma de presión económica, el apoyo material y moral a las
causas nacionales (el Líbano, Palestina, IRAQ), todavía no han alcanzado los
niveles requeridos para impulsar cambios significativos en los sistemas
políticos territoriales imperantes. Es que las masas populares árabes, junto a
sus expresiones de vanguardia, están obligadas a librar una lucha compueuesta y
compleja, lucha nacional contra el enemigo externo (el imperialismo y el
sionismo) y lucha de clases contra el enemigo interno (los regimenes políticos
en el poder).
La intensificación de la ofensiva imperial-sionista contra la nación en su
conjunto, incluso contra sus propios "aliados". Esa ofensiva tiene cuatro
vertientes principales:
La militar: escalada sin precedentes tanto en Palestina como en Iraq, buscando
quebrantar la voluntad y el espíritu de dignidad, nacionalismo y lucha,
genocidios y crímenes de guerra y de lesa humanidad, con el fin de imponer un
status quo de larga duración favorable a sus intereses estratégicos.
La cultural: mediante la destrucción intencionada del patrimonio cultural y
civilizacional de la nación, principalmente en PALESTINA E IRAQ.
La política: principalmente mediante la imposición de la rendición total a la
nación árabe tanto a los regímenes políticos como pueblos, la consagración de la
existencia del artificial, ilegal e ilegítimo (desde el punto del vista del
derecho internacional) "Estado de Israel", como un hecho consumado, bajo la
influencia del poder militar de supremacía absoluta a escala mundial, la
imposición del plan del gran Medio Oriente y el plan de reformar y democratizar
el mundo árabe). La ideológico- espiritual: mediante la destrucción del Corán y
la tradición del profeta, es decir el Islam, ya que está en circulación por
Internet una nueva versión del Corán, que lo desvirtúa y lo tergiversa por
completo, y mediante la latinización del idioma árabe, cambiando su abecedario
por letras latinas. Por último, y como consecuencia de las dos vertientes
militar y política, propagar la frustración y la desesperanza entre las masas
árabes e imponerles la resignación al determinismo imperial.
La guerra yanqui –sionista contra la religión islámica y el idioma árabe, traerá
como consecuencia, ya visible, el arraigamiento de los sentimientos e
identidades cultural y nacional y radicalizará la animosidad a EE.UU. y
Occidente. Pese a todo ese sombrío panorama, existen otras realidades, que
señalan el camino, fortalecen las convicciones, la esperanza y los sentimientos
nacionalistas progresistas, con perspectivas promisorias capaces de sacar a la
nación del atolladero actual:
1) El nacimiento y desarrollo de nuevos actores de islamismo, patriotismo,
nacionalismo y marxismo leninismo, militantes y combatientes, conscientes y
comprometidos con la patria y la nación, mediante la lectura, interpretación, y
aplicación de la teoría, a la luz de las condiciones histórico concretas
actuales, sobre todo en lo que se refiere a la teoría islámica del conflicto, y
su interpretación del tablero del conflicto internacional, sus prioridades, sus
fuerzas, sus contradicciones y sus proyecciones. Por primera vez, la Nación
Árabe en la etapa contemporánea recupera con la fuerza de las ideas y de las
armas, territorios árabes ocupados y usurpados por "Israel". La Resistencia
Islámica de HIZBOLLAH, realizó esa hazaña al expulsar a las tropas de ocupación
militar sionista del sur del L Líbano en mayo 2000. Anteriormente en 1983,
obligó a las tropas yanquis acantonadas en Beirut, a retirarse
incondicionalmente después de inflingirles, en una acción de legítima y legal
defensa de la patria, cuantiosas bajas militares.
Los movimientos de la resistencia islámica HAMAS y YIHAD en Palestina,
desempeñan un papel activo y principal, junto a los demás destacamentos de la
Resistencia (patrióticos, nacionalistas, marxistas) en defensa del pueblo
palestino ante la barbarie sionista.
En Iraq, la resistencia contra la ocupación militar yanqui ha aglutinado en
buena medida, a los factores y actores territoriales y nacionales, en torno a la
lucha armada por la liberación y la recuperación de la dignidad de la nación.
Participan lo mismo sunitas, shiitas y nacionalistas, en la epopeya. A pesar del
poderío militar y tecnológico, incluyendo las armas de exterminio masivo en
manos de EE.UU e "Israel", la alianza y su coalición no han podido y no podrán
quebrantar la voluntad de la nación de liberase y vivivir con dignidad. La
firmeza de ideas y convicciones religiosas o no, junto a las modestas armas
bélicas, podrán más que todo el arsenal tecnológico-militar, de los
neofascistas, huérfanos de ideas, sentimientos y justicia.
Para mayor sorpresa, nada más y nada menos que el filosofo de la ultraderecha
conservadora, Samuel HUNTINGTON, padre de la teoría de choque de civilizaciones,
abogó públicamente por la retirada de las tropas de Iraq, porque el piensa que
la victoria es imposible. Dice textualmente…
"el presidente Bush ha puesto a los EE.UU en guerra contra el Pueblo Iraqui,
donde no podrá lograr la victoria. Por ello es ineludible reducir la presencia
militar allí, y entregar el PODER, al Pueblo Iraqui (…)la guerra no ha logrado
ventajas sino ha convertido a los iraquíes en un nuevo enemigo de los EE.UU"(…)recordó
sus declaraciones del año pasado, cuando expresó que " los EE.UU libró dos
guerras en Iraq: la primera contra Saddam logrando la victoria; y la segunda
contra el Pueblo Iraqui, en la cual jamásás podrá lograr la victoria"(…)aseveró
asimismo "lograr la victoria en una guerra depende de dos elementos: intereses
nacionales y valores éticos a defender. Ambos no existen en la actual guerra
contra Iraq…".
2) La naturaleza del excluyente plan enemigo (peligro externo) provocará
inevitablemente una respuesta (oficial) interna, que de alguna manera
obstaculizaría la ofensiva desenfrenada. En el plan yanqui no hay cabido ni
siquiera para sus mas cercanos "aliados". Esta cruda verdad está provocando
distintas reacciones (respuestas) en los distintos regímenes políticos
gobernantes:
• Indiferencia total como si no tuvieran nada que ver con la ofensiva.
• Adaptación total o parcial a las exigencias (presiones) yanquis.
• Rendición preventiva frente a guerras preventivas.
• Oposición pasiva
• Oposición semiactiva
• Indecisión con perspectivas de sumisión.
El problema es que esos regímenes, en general, pusieron históricamente todas las
frutas en una sola cesta, la occidental, y su presencia en el poder político, ha
sido condicionada a "los servicios" que deben ofrecer a cambio sin demora y sin
discusión. Ninguno ha tenido realmente en su historia una estrategia seria para
enfrentarse al imperialismo o al sionismo, porque siempre han tenido a las masas
y a los pueblos ausentes y al margen de cualquier batalla. Temen más a sus
pueblos que al imperialismo. Pero a la vez, ya tienen sus propios intereses y
privilegios territoriales, que ahora están amenazados por el supuesto plan de
reforma y democratización. Poror ello, manifiestan su inconformidad con el Plan,
pero a la vez no lo pueden rechazar (están entre dos fuegos, el menos caliente
quema). Los regímenes árabes están precisados a tomar decisiones, bajo las
presiones externas (EL PLAN YANQUI) y las internas (las necesidades y demandas
de los pueblos de cambios favorables). Es increíble que ninguno de ellos ni
siquiera de forma oportunista, haya pensado en "reconciliarse" con su "pueblo" e
insisten en ese divorcio legal e irreversible entre gobernador y gobernado. 3)
El frente POLISARIO, líder legítimo del pueblo saharaui y de la Republica Árabe
Saharaui Democrática, aunque actualmente está en un proceso pacífico-legal,
tendiente a lograr sus anhelos históricos en la liberación y la independencia,
sin renunciar a su derecho legítimo de recurrir a las armas si es necesario,
constituye otro ejemplo positivo de firmeza y resistencia de la nación frente a
los enemigos.
4) El plan yanqui en Iraq ha entrado irremediablemente en una derrota
estratégica. Esa situación, junto a la de Palestina y el Líbano, pueden ser el
pivote de un nuevo despertar árabe nacionalista, a lo largo y ancho de la
Patria, con consecuencias imprevisibles tanto para los regímenes territoriales
como para los planes de hegemonía imperial-sionista en la zona y en el mundo.
Conclusiones
De toda esta breve exposición, se puede llegar a las conclusiones siguientes:
1- La Nación Árabe y la ideología islámica surgieron simultáneamente,
fundiéndose en un hecho histórico que ha pasado las pruebas del tiempo, creando
la civilización árabe – islámica, que propició en buena medida el renacimiento
europeo, a través del legado civilizatorio en la península ibérica. Cualquier
actor en el escenario árabe (sea cual fuera su ideología) que pretende realizar
el cambio social, tendrá que partir de esa realidad si quiere culminar su gesta
con el éxito.
2- La unidad de la Nación Árabe, desde hace 14 siglos, ha atravesado momentos
históricos que han amenazado su ser y su desarrollo. Sin embargo, según TOYNBEE,
"siempre ha tenido la capacidad de respuesta a los desafíos efectivos, dentro de
su PODER DE VOLUNTAD. Nada puede detener la voluntad de las masas y vencerán, y
ese triunfo se convertirá en un fuerte factor de la construcción de la unidad…LA
ENTIDAD SIONISTA, constituye un desafió a la Nación Árabe, que tiene la
capacidad intrínseca y la voluntad histórica de responder a ese desafió y
expulsarlo definitivamente, de la tierra de los árabes".
3- La división actual de la Nación Árabe, responde fundamentalmente, a poderes
extraterritoriales (colonialismo, imperialismo y sionismo) y marca un momento
histórico transitorio. Al decir de TOYNBEE, "el tiempo histórico no tiene el
porque limitarse a nuestra vida actual"…el conflicto impuesto a la Nación Árabe
"tiene una raíz civilizacional histórica" La Nación tiene poder de resistencia y
continuidad, y la historia no termina en un punto determinado. "Mi Nación se
extinguirá cuando ame la vida y odie la muerte".
Perspectivas
Al partir del enfoque materialista de la historia y de su movimiento, del
momento histórico que está viviendo la humanidad, caracterizado por la
globalización, cual proceso objetivo de desarrollo del mundo, con sus "contras"
y sus "pros", y a la luz de la sentencia islámica: " Dios tiene sus
peculiaridades en el espacio y el tiempo", se puede observar la existencia de
factores que impulsan la nación hacia la unidad, como proceso histórico, en el
cual se conjugan lo subjetivo y lo objetivo, lo histórico-concreto y lo nuevo,
lo material y lo esespiritual, con énfasis en la transformación del ser humano,
como sujeto esencial en cualquier proceso de cambio social. "Dios no cambia la
situación de un pueblo hasta que cambien lo que tienen en sus almas".
Pese al fracaso del primer intento contemporáneo de unificación árabe: "La
Republica Árabe Unida 1958-1961" entre Siria y Egipto de JAMAL ABDULNASSER, que
desató una fiebre nacionalista panárabe… "derrocando al gobierno separatista
libanés de Kamil Simon, y al Reino Hashimita en Iraq" y una histeria
imperialista que tuvo su clímax en… "la intervención militar yanqui en el Líbano
y la intervención militar británica en Jordania (1958), (que Según Reuter y
Associeted Press), más de medio millón de libaneses marcharon, a pie, desde su
territorio hasta Damasco, para patentizar su compromiso con NASSER, que estaba
de visita en Siria".
Existen en la actualidad algunas realidades que justifican esta perspectiva:
• "El mundo árabe" evidencia alto grado de nivelación económico-social, que no
existía en los 50 y los 60, cuando el desnivel civilizacional y social entre los
territorios árabes fue un obstáculo infranqueable ante el proceso de la
unificación. Los ingresos del petróleo y la migración dentro y fuera de la
Patria Árabe, posibilitaron lograr altos niveles de desarrollo económico y
desarrollo de las instituciones sociales, educativas, sanitarias y de servicios
a la vez se incierta en el proyecto cosmopolitizador global.
• Existe un salto estratégico en el nivel de la conciencia general en los
territorios árabes, a raíz de la nivelación de las élites intelectuales,
ideológicas y políticas de los territorios del Oriente Arábigo y Egipto, con sus
homólogas en los territorios del Oeste Arábigo, el Golfo, Arabia Saudita y
Yemen. Habría una maduración en sus conceptos sobre nación, patria, ciudadanía,
racionalidad política…que provocaría alto grado de acercamiento conceptual,
ideológico y personal.
• Las últimas tres décadas, evidenciaron mayor movimiento expedito e intercambio
entre las élites ideológicas árabes, en eventos celebrados a lo largo y ancho de
la patria árabe…esas élites ya manifiestan un sentimiento de la necesidad de
reanudar- después de la segunda guerra del Golfo- sus proyectos culturales y
políticos, más allá de los limites estrechos trazados por los regimenes
territoriales.
El asombroso desarrollo de los medios de comunicación vía satélite e Internet,
ha desbaratado las fronteras territoriales y liberado a una parte de los
ciudadanos árabes de la hegemonía del pensamiento único del Estado gobernante…el
monopolio y la censura a la información, en los marcos territoriales, ya no
funcionan, donde el empleo de la nueva tecnología de las comunicaciones se ha
extendido. Las fuerzas unionistas pueden aprovechar esas ventajas de la
revolución informática, para fomentar una corriente popular amplia en los
distintos territorios. El concepto de seguridad política en el "mundo árabe"
tendrá que cambiar inevitablemente con la revolución informática. La seguridad
preventiva (bloquear las ideas y las ininformaciones y el control de su
filtración) perderá su papel paulatinamente, y se encontrará ante dos
alternativas: intensificar los medios de represión directa, para frenar las
posibilidades del cambio y la revolución; o aceptar amplias reformas en su
estructura política, que garantice mayor participación en la toma de la decisión
política y las riquezas económicas.
• La vida política actual de los territorios árabes, sin excepción, manifiesta
una tendencia "tímida y vacilante" hacia la apertura política y hacia dosis
graduales de libertades políticas, debido al desarrollo y la maduración de las
élites intelectuales, sus necesidades de expresión, su conciencia crítica, su
gestión en aras de participar en la toma de decisión, y el uso de los medios de
la revolución informática.
También se debe esa apertura, en parte, a las presiones externas ejercidas por
el PODER DE LA SUPERPOTENCIA, en el marco de su plan de hegemonía regional y
global, desde una posición oportunista de fuerza que busca:
• Ejercer mayores presiones sobre los regímenes políticos territoriales para
obtener mayores concesiones de todo tipo, que beneficien su estrategia e
intereses nacionales en la región. (Entiéndase petróleo, mercado y la seguridad
estratégica de Israel).
• Presentarse ante los pueblos árabes territoriales, ansiosos de libertades y
derechos vulnerados por sus propios regímenes políticos, como "el Cristo
salvador" y así comprometer a cualquier posible y futuro régimen político.
(…)". Además los próximos diez años traerían muchas sorpresas, tales como la
ausencia de un numero de los lideres tradicionales en el "mundo árabe", la
apertura de espacios ante una nueva élite que accederá al gobierno, y sería
distinta (en mentalidad, lógica y lenguaje) a los lideres políticos
conservadores tanto del gobierno y como de la oposición…
La maduración de esas tendencias positivas y el control de sus cursos,
llevándolas a su destino, planteará ineludiblemente la cuestión de la Unidad
Árabe sobre el tapete.¿ cómo lograrla?". La historia siempre tiene la virtud de
sorprendernos.
Notas:
1-Pronósticos de TOYNBEE sobre la unidad árabe y la desaparición de Israel",
01-01-2002. www.azzaman.com.
2-Idem
3-Las tendencias materialistas de la filosofía árabe islámica" Tomo I, Pág.230.
IV edición. Editorial Alfaraby. 1988 Beirut. Archivo del autor.
4-Para más detalles ver la obra de Waldo Díaz García, Mahoma y los árabes. Pág.
130-131. Ciencias sociales de la Habana, 1990.
5-Cita del profeta Mohammad. Patrimonio cultural árabe. Archivo del autor.
6-Idem.
7-para más detalles ver la obra de Sayyed M. alqomny, Las Guerras del Estado del
Profeta, Pág. 193.Archivo del autor.
8-Cita del profeta. Patrimonio cultural árabe
9- Ídem
10- Corán, capitulo 17 (ISRAA), Aya 70.
11- Ver la obra de Sayyed. M. Alqomny, Las Guerras del Profeta, Pág.194.
12-Su eminencia erudito referencial Mohammad Husein Fadlalah. Ver ponencia
"Entre el Islam y el Arabismo". www.bayynat.org/www/arabic/moukhtarat/quds.htm.
13-Ver detalles en Corán, capitulo 49, Aya 9.
14- Cita del profeta Mohammad. Patrimonio cultural árabe.
15-Ver Paul Salem "conceptos de nacionalismo y el caso árabe". Revista
Dimensiones, mayo 1995. www.lcps-lebanon.org.
16- Ver diccionario critico de ciencias sociales/ teoría de las transiciones.
17- Arabismo: pertenencia a una sola nación (arábiga) de un contenido
civilizatorio peculiar vinculado con el Islam.
18-Mahmud Darwich, un fragmento del poema "elogio a la suprema sombra",
1982.Archivo del autor.
19-entrevista de S. HUNTINGTON con el periódico italiano La Republica, mayo
2004. Yusuffadl@yahoogroups.com.
20-Ver "Pronósticos de TOYNBEE sobre la unidad de la nación árabe y la
desaparición de Israel".01-01-2002. www.azzaman.com.
21- Idem
22- Cita del profeta Mohammad. Patrimonio cultural árabe.
23- Cita del profeta Mohammad. Patrimonio cultural árabe.
24- Ídem
25- Ver Dr. SSafwat Hatem, ponencia "La unidad árabe y las interrogantes del
nuevo siglo". 5 de mayo 2004. www.arabs48.org.
26-Ver Dr. SSafwat Hatem, ponencia "la unidad árabe y las interrogantes del
nuevo siglo". 5 de mayo 2004. www.arabs48.org.
27- Ídem.
28-Ídem
29-Ídem
30-Ver Dr. SSafwat Hatem, ponencia "la unidad árabe y las interrogantes del
nuevo siglo". 5 de mayo 2004. www.arabs48.org.