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Cascos azules, acusados por abusos en África
El Universo
El escándalo de presuntos abusos sexuales por cascos azules, integrados por
soldados de los países miembros, en África creció con la descripción de nuevos
casos y supuestas amenazas a investigadores de la Organización de Naciones
Unidas (ONU).
Las primeras acusaciones se realizaron hace dos años, pero solo ahora se empieza
a conocer su gravedad, mientras la ONU finalmente ha reconocido que tiene un
problema y ha tomado medidas contra los presuntos culpables.
El viernes, la organización mundial suspendió a dos cascos azules desplegados en
Burundi por conductas sexuales inapropiadas que no divulgó.
Además, Naciones Unidas ha indicado que investiga por el mismo delito a más de
150 funcionarios de su misión en la República Democrática del Congo, su mayor
operación de paz en África, a las que se les incautó fotografías y videos
pornográficos presuntamente realizados por su personal.
Un informe confidencial de esta organización detalla 68 casos de presuntas
violaciones, prostitución y pederastia por parte de cascos azules de Uruguay,
Túnez, Sudáfrica, Pakistán, Marruecos y Nepal, según indicó el periódico The
Washington Post, que tuvo acceso al documento.
Helen, una niña de 12 años, fue violada en el Congo por un casco azul que la
atrajo con un vaso de leche, informó The New York Times y una joven de 18 años
fue violada por tres soldados sudamericanos, de acuerdo al diario Los Ángeles
Times.
VIOLACIONES
Antecedentes En el 2001, la ONU reconoció que policías que trabajaban en
su misión en Kosovo tenían vínculos con el tráfico de prostitutas, y en el 2002
denunció abusos sexuales a niños refugiados de Sierra Leona y Liberia a cambio
de ayuda humanitaria.
Código de conducta El código de conducta de la ONU prohíbe a su personal
y a los cascos azules –que pertenecen a las fuerzas armadas de los países
miembros– pagar con dinero o favores por relaciones sexuales, así como
mantenerlas con personas menores de 18 años.
Castigos Naciones Unidas confirmó la suspensión de un alto cargo
australiano en Congo, a quien se vio en un bar con prostitutas, y el retorno a
su país de un civil francés por pederastia.