La Jornada

La organización humanitaria británica Save the Children abandonará la región sudanesa de Darfur por el alto riesgo que corren sus cooperantes, mientras el gobierno de Sudán y los principales movimientos rebeldes suspendieron hasta enero sus conversaciones de paz.

"No podemos someter más a nuestros empleados a un riesgo insoportable", declaró el director de la organización, Mike Aaronson, tras lamentar los numerosos incidentes "extremadamente peligrosos" en los que han perdido la vida a cuatro de sus trabajadores, entre ellos un británico.

Las víctimas murieron en las últimas semanas; dos de ellos cuando el vehículo en el que viajaban pisó una mina, y los otros dos quedaron atrapados en un combate en el sur de Darfur.

Aaronson se mostró afligido porque "no somos capaces de prestar ayuda a los cerca de 125 mil niños y a sus familias, a los que con nuestro programa podríamos alcanzar".

Se va del país Save the Children

Hace unas semanas, Save the Children criticó al ejército de Sudán por apenas haber ayudado a un puesto de reparto de alimentos durante un ataque a un pueblo. La directora del programa en Jartum fue amenazada después con ser expulsada del país por haber realizado "declaraciones políticas".

En Abuja, la Unión Africana (UA), informó en una declaración que el gobierno y los principales movimientos rebeldes de Sudán respetarán el acuerdo de cese del fuego firmado en abril y pidieron que la observadores de la UA aumenten su vigilancia de las zonas de enfrentamiento, en tanto reanudan las negociaciones de paz que fueron suspendidas hoy esa capital nigeriana.

La decisión revela el fracaso de la cuarta ronda de las conversaciones de paz, auspiciadas por la UA, en la cual no se lograron progresos hacia un acuerdo político duradero.

Pero el director de la UA, el presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, y otros mediadores internacionales persuadieron a las partes a que prometan detener la lucha con el fin de crear un ambiente constructivo para la próxima ronda de negociaciones.

"El gobierno de Sudán reafirmó su compromiso establecido para detener completamente sus operaciones militares en Darfur y retirar sus fuerzas a sus posiciones previas", resaltó el comunicado.

El rebelde Ejército/Movimiento de Liberación de Sudán (SLM/A) y el movimiento de Justicia e Igualdad (JEM) también se comprometieron a cesar todos los ataques contra las actividades humanitarias y comerciales y evitar que sus fuerzas realicen ataques contra infraestructura gubernamental, incluidos puestos policiales.

En Darfur, los observadores africanos de la tregua suspendieron sus operativos, que sólo se reanudarán al término de la investigación sobre el incidente en el que un helicóptero se encontró el domingo en medio de un combate y debió regresar a su base de operaciones.