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Latinoamérica

General Pereira: no hay peor ciego que el que no quiere ver

Comcosur al día

En su libro "Recuerdos de un soldado oriental del Uruguay," el general (r) Oscar Pereira denuncia la existencia de un pacto militar para ocultar y evitar la revisión de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura civil-militar de 1973-1985, el que se habría plasmado en un documento escrito, firmado por todos los generales del ejército. En su libro, el militar también reconoce que "las torturas, asesinatos y desapariciones de personas durante el proceso cívico-militar" constituyeron un "procedimiento bestial" aceptado de "buen grado" por las Fuerzas Armadas. De todas maneras, Pereira atribuye el "deshonesto saqueo de viviendas, el ultraje de mujeres indefensas y la perversa desnaturalización materna de recién nacidos" a la acción de "unos pocos delincuentes y sádicos desenfrenados"; y considera que la tortura a los detenidos es algo normal en una "guerra irregular" como la que -según él- se libró en este país incluso luego de derrotada la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros) en 1972.
Según afirma el semanario "Búsqueda," Pereira es recordado en el Ejército por su extrema dureza, la que -según algunas fuentes- lo tornaba un oficial "despótico". A inicios del año 2000 pidió el retiro con doce meses de anticipación, luego de enterarse de que a pesar de que ocupaba el primer puesto por antigüedad para asumir el cargo de comandante en jefe del ejército, iba a ser desplazado por presiones del ex presidente Julio María Sanguinetti, enemigo jurado de la Logia Tenientes de Artigas, a la que Pereira pertenece desde 1973. En los últimos tres días, Pereira ha sido entrevistado por multitud de medios periodísticos, y aunque parece saber muy bien de lo que está hablando cuando se refiere a la práctica del Terrorismo de Estado llevado adelante por las Fuerzas Armadas uruguayas y sus cómplices civiles; insiste una y otra vez en que él no vio nada de lo que tan bien describe y analiza, y que las "bestialidades" fueron cometidas por un pequeño grupo de exaltados. El ahora sensible general retirado no da nombres ni brinda algún dato que permita -por ejemplo- esclarecer lo sucedido con los restos de los detenidos desaparecidos asesinados en los cuarteles. Es curioso que Pereira pida perdón por cosas que dice no haber hecho ni visto, y es llamativo que se haya puesto a reflexionar sobre estos asuntos tan solo luego de que fue desplazado de la comandancia del ejército. Lo suyo parece inspirado más por el rencor que por el humanismo. Es -de todas maneras- un hecho positivo. AC 2) GENERAL PEREIRA: LOS REPORTAJES YO NO PREGUNTÉ NI VÍ (*) "A mí me pasó una cosa muy curiosa con el paso del tiempo, y pretendo decirlo acá. Cuando los tupamaros empezaron su lucha decían muchas cosas que para mí eran un agravio, hablaban del imperialismo yanqui, hablaban de los problemas financieros, de la delincuencia de los altos financistas, me acuerdo que hablaban de un conocido personaje de una época que para mí era un ministro de Pacheco y como era un ministro de Pacheco era una excelente persona, que era agraviada, era un señor Peirano, que ellos decían que era un estafador, y además actuaron violentamente contra nosotros. Todo eso me generó un paquete en el cual me hice enemigo declarado de los tupamaros.
Sentía la necesidad de vengarme de ellos. No puedo ocultarlo. Porque por ese motivo apoyaba a todos los que actuaban con el máximo de energía, también lo digo, con el rigor extremo, que nadie preguntaba... yo no pregunté ni vi, pero no tenía duda de que era necesario aplicarlo. Y no lo apliqué porque no me pusieron a aplicarlo, si no creo que lo hubiera aplicado.
FUSILAR AL ENEMIGO (*) "Ellos que hablan de que estuvieron de rehenes y todo lo demás, había muchos como yo que pensaban que eso era un error, creo que eran enemigos apresados que debían ser fusilados, yo pensaba así. Es dramático lo que estoy diciendo y sé que si tengo problemas, con esto voy a tener más, pero ¿quiere que le diga la verdad? doy gracias a Dios de que ello no haya pasado.
LOS TUPAMAROS TENÍAN RAZÓN EN LO QUE DECÍAN (*) "¿Sabe por qué? Porque no le doy la razón en lo que hacían, pero le doy la razón en lo que decían: decían la verdad. Muchas de las cosas que decían eran ciertas. No todos los buenos que yo veía como buenos eran tan buenos como yo decía y suponía. Entonces el paso del tiempo fue dejando muchas cosas, fui dejando muchas cosas por el camino, fui aprendiendo, un poco de soberbia que a veces también se tiene que ir quedando por el camino. No es lo mismo ver a un chiquilín de 19 años como un tupamaro peligroso que ver a un chiquilín de 19 años ahora, es un chiquilín de 19 años.
PEREIRA Y MARÍA CLAUDIA GARCÍA DE GELMAN (**) - Usted hace una diferencia entre quienes participaron en la lucha antisubversiva por un lado y los sádicos que mataron mujeres para robarle sus hijos y torturaron, por otro. ¿La tortura también la incluye en ese grupo? La tortura es base del enfrentamiento. Con otras palabras, como "apremios", ya ha sido utilizada como parte de ese tipo de lucha y en pequeños grupos, donde las medidas de presión inmediata generan un nuevo procedimiento y entonces se institucionaliza de una manera que es muy difícil mantener bajo control.
- Entonces, lo que quiere decir es que una cosa es la tortura como forma de conseguir una información...
...pero una chiquitína embarazada es otra cosa. Eso no. Una chiquitína embarazada, que no es importante, no es una cosa relevante. Se hace con otro fin, que es hacer un asesinato para robar un hijo. Por eso yo marco la diferencia. Porque a veces la gente cree que se habla de lo mismo y no es lo mismo.
PEREIRA Y EL CASO BERRÍOS (**) - ¿Qué cree usted que pasó en el caso Berríos? Yo soy de los que pienso que un jefe y dos oficiales subalternos no actúan por cuenta propia. Una operación de inteligencia de esa naturaleza no está al alcance de dos o tres oficiales.
- ¿Está al alcance del comandante en jefe? Sí. Aclaro que hablo del caso por mi conocimiento de la interna militar y de los destinos que ocupaban los oficiales involucrados, nada más. Creo que ese hecho fue una operación de inteligencia que se fue complicando y que terminó de una forma tremendamente traumática para tres personas, que son los imputados. Estoy convencido de que esos profesionales de inteligencia son muy profesionales como para actuar de esa forma. Es una madeja más compleja.
No es pensable para nadie cometer un asesinato y enterrar un cuerpo en un médano. Es demasiado infantil. Si personas de inteligencia, en el mundo, cometen un asesinato y no quieren que el cuerpo del delito aparezca, tienen pautas de actuaren tal sentido. Y dentro de esas pautas no está inhumar el cuerpo en la arena. No se inhuma un cuerpo en la arena.
- O sea que no cree que hayan sido los responsables.
Sin dudas. Creo que les vendieron un tranvía. Confiaron demasiado en colegas chilenos.
- De todas formas hay responsabilidad de los militares uruguayos...
...sí, la hay, pero además había un ministro de Defensa y un presidente de la República. Y un operativo de ese tipo no se hace con la ignorancia de esas jerarquías.
MONTEVIDEO/URUGUAY/23.09.04/COMCOSUR AL DÍA 3) GENERAL PEREIRA: LOS COMENTARIOS UN PASO DE ENORME IMPORTANCIA Consultado por el semanario "Voces del Frente," el dirigente del Partido por la Victoria del Pueblo, Hugo Cores, dijo que la publicación del libro de Pereira "es de enorme importancia ya que es el primer paso efectivo para la purificación del ambiente y en la disipación de la mentira. Salvando las distancias el Gral. Oscar Pereira esta tomando un papel parecido al del Gral. Balza en Argentina. El sistema político y me refiero específicamente a los partidos tradicionales son los responsables del proceso cívico militar.
Es la contraposición a la falsificación hecha desde el poder y especialmente a Sanguinetti que fue el primer responsable de la transición que tuvimos.
Hay que leer detenidamente el libro de este general, de quien el único dato que disponemos por el momento es que no figura en nuestra lista de torturadores".
TAMBIÉN ES CÓMPLICE La publicación del libro ha generado un lógico malestar entre los militares violadores de los derechos humanos. Fuentes de esos grupos dijeron al diario "El País" que Pereira debería recordar la época en que se desempeñaba como "la mano derecha" del general Julio Ballestrino en la Escuela Militar. Los informantes afirmaron además que en ese momento, "casi todos los oficiales" de dicha Escuela pidieron un cambio de destino a raíz de la disconformidad con ese comando". Asimismo, advirtieron que durante los siete años en los que éste se desempeñó en el generalato, "guardó silencio sobre todo lo que ahora dice, por lo que hoy es también cómplice de todo lo que acusa".
"Habría que preguntarle si en caso de haber llegado a ser comandante en jefe del Ejército, habría seguido inculcando esas prácticas que fomentó cuando le tocó formar profesionales militares", concluyeron las fuentes castrenses consultadas por el matutino (oficialista en tiempos de dictadura).
YA LO SABÍA Consultado por la periodista Sonia Breccia de 1410 AMLibre, el ex guerrillero y actual senador Eleuterio Fernández Huidobro (EPFANMMPPMLN), dio la bienvenida a la publicación, y señaló que "Las afirmaciones de Pereira no son nada nuevo e interpretan el pensamiento de un vasto sector de la oficialidad de las tres armas... en este momento deben de ser tema de discusión en todas las cantinas militares, conozco por dentro esos cuarteles y sé que deben de estar que arden" LO HUBIERA DICHO ANTES El presidente del Centro de Pasividades de las Fuerzas Armadas, coronel (r) Regino Burgueño, dijo al semanario "Búsqueda" que el libro de Pereira es una "autobiografía condescendiente" con el propio autor y señaló que la página en la que hace referencia a la práctica de la tortura por parte de las Fuerzas Armadas durante la dictadura "podría no haberla escrito". Burgueño opinó que "Si él pensaba realmente todo eso lo hubiera pensado cuando estaba en actividad, lo hubiera presentado antes cuando estaba en actividad o antes de ascender a general o cuando fue a Estados Unidos durante un año... Pero qué va a hacer; lo dicho, dicho está.
VA POR EL BUEN CAMINO Consultado por el diario "El Observador," el senador Rafael Michelini (EPFANMNE) dijo que lo planteado por Pereira "va por el buen camino". Para Michelini, "todo lo que signifique la reconciliación del país, alcanzar la verdad y reconstruir una historia diferente a la que se ha contado, va por el buen camino".
MALESTAR ENTRE LOS DINOSAURIOS Según afirma el diario "El Observador," las autoridades del Centro y el Círculo Militar (los dos clubes que nuclean a los militares retirados uruguayos), no van a emitir ningún comunicado público hasta terminar de leer el libro, pero ya están pensando en expulsar a Pereira de ambas instituciones por las expresiones incluidas en su libro. El Comando del Ejército también está analizando con detenimiento el libro para determinar si contiene "agravios" que ameriten pronunciamientos públicos o aún la conformación de un tribunal de honor.
TOTAL RECHAZO Y SILENCIO Según indicaron fuentes militares al semanario "Búsqueda," a nivel institucional, el Ejército considera que el libro "no es más que una opinión personal, con firma, que cualquier persona puede divulgar con ese carácter", y que "nada tiene que ver" con lo que opina esa fuerza. No obstante, los informantes expresaron su "total rechazo" a las afirmaciones de Pereira, y cuestionaron el hecho de que el libro fuera lanzado al mercado a pocas semanas de las elecciones nacionales. El comandante en jefe, Santiago Pomoli, anticipó que por el momento "no hay comentarios que hacer". Por su parte, el ministro de Defensa Nacional, Yamandú Fau, eludió inútilmente emitir opinión aduciendo que no podía "polemizar con un subalterno.
Consultado por radio "El Espectador," dijo que por razones jerárquicas no puede polemizar con una persona que está sometida a disciplina y jerarquía.
(*) Entrevista de Sonia Breccia, programa "Primera Voz" 1410 AMLibre 21.09.04 (**) Entrevista de Ivan Kirichenko, semanario "Búsqueda" 23.09.04