Latinoamérica
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Uruguay: el Frente Amplio, Petras, el FMI y los radicales
Jórge López Ave
Cádiz Rebelde
hay que dar vuelta el tiempo
como la taba,
el que no cambia todo
no cambia nada
Alfredo Zitarrosa
Que Uruguay atraviesa la peor situación económica de su historia, es una
realidad tan tangible como las imágenes incontestables que hieren el alma: niños
muertos por desnutrición, adolescentes prematuros hurgando en las menguadas
basuras, jóvenes huyendo a la emigración de un modo masivo, trabajadores con
sueldos que les imposibilitan llegar más allá de la primera semana del mes,
jubilados cuyas pensiones no pueden cubrir ni siquiera los gastos en medicinas,
desempleo y explotación, comedores solidarios e imprescindibles, o record en
suicidios, ya no hay quien lo niegue.
Que Uruguay soporta a su Presidente, Jorge Batlle, con una mezcla de vergüenza
ajena y ganas de que se vaya con urgencia, puesto que su gestión lamentable, va
a dejar expresado con claridad meridiana hasta dónde pueden conducir a un país
las políticas neoliberales, y la auténtica engañifa histórica que suponen los
llamados Partidos tradiciones (blancos y colorados) en el ejercicio del poder
desde hace más de 150 años, siempre al lado del imperio y de los poderes
económicos, siempre privatizando y vendiendo patrimonio de todos los uruguayos
para satisfacción de inversionistas con aroma a colonialismo carroñero, tampoco
hay quien lo niegue.
Que la coalición de izquierdas que agrupa, (gracias a un trabajo arduo y
generoso de miles de militantes y dirigentes desde casi la década de los
sesenta) desde sectores socialdemócratas a troskistas o maoístas, pasando por
comunistas, socialistas o tupamaros, y que se presenta a la cita electoral con
el nombre de Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría, es la única
esperanza posible para que el 31 de Octubre, Uruguay comience un cambio de
veras, que haga posible la eliminación de las imágenes que decíamos más arriba,
ya que el país no se puede permitir otro lustro de espera, parece claro.
Pero, esa necesidad urgente de que la izquierda gane, no puede cegarnos ni sobre
la comprensión de con qué programa acude el Frente Amplio a la cita electoral,
ni sobre dónde sacar el dinero que haga posible el resurgimiento del país, ni
sobre los temores de lo lejos que están algunos preceptos que hicieron posible
el nacimiento de esta coalición en el año 1971, , ni sobre las alianzas con
sectores moderados que se ha obligado a hacer para llegar a ese ansiado 51% que
permita el gobierno en la primera vuelta, ni tampoco lo diferente que esta hoy
la correlación de fuerzas en el mundo, con respecto a esa histórica fecha para
la izquierda uruguaya
Con el debe de la falta de un conocimiento profundo de lo que es y representa el
Frente Amplio en Uruguay, a James Petras, y a otras muchas miles de personas de
izquierda, le resulta imposible cuadrar el círculo, esto es, que si la deuda
externa, los compromisos de intereses de esa misma deuda con el Fondo Monetario
Internacional, con el BID, con el Banco Mundial, han dejado al país metido en el
abismo, cómo es posible que esos mismos organismos internacionales, acudan ahora
en socorro de Uruguay, en el caso de que la izquierda gane en Octubre. Porque de
ser así, podríamos concluir, que la maldad y el negocio usurero de esos
organismos internacionales no es tal, que la izquierda a perdido el tiempo
denunciando y combatiendo contra esos organismos benefactores, lo que hace falta
es negociar bien con ellos, tratarlos con exquisitez, invitar a Rodrigo Rato
unos días a Punta del Este a que disfrute de las playas, y para ello, nada mejor
que un economista socialdemócrata, con talento sin duda, como es el caso del
compañero y Contador Danilo Astori, futuro ministro de economía de la izquierda
uruguaya. Algo así como entender claramente en qué contexto económico nos
movemos, y que la época de las grandes movilizaciones populares contra el FMI,
han terminado, porque no conducen más que al caos, la violencia, la
imposibilidad de regenerar una economía por culpa del alejamiento de las
inversiones, cuando no al bloqueo tipo Cuba si se decide otra opción..., por
cierto, cataclismos estos, que desde siempre ha usado la derecha, para sembrar
miedos y recoger hechos consumados, y que no es posible que en apenas dos
décadas la socialdemocracia los haya hechos tan suyos.
Dentro del Frente Amplio, los sectores más de izquierda, esos que siguen
defendiendo el socialismo, como única forma de vivir en un mundo mejor, son
criticados por los que ven en el FMI un aliado para sacar a Uruguay de la
miseria, y puede que éstos, tengan razón, porque la desmovilización y la
desesperanza de buena parte de la población, parece acotar mucho el terreno,
quizás un buen spot televisivo arrastre más votos que unas ideas firmes, y de
perder elecciones ya estamos hartos, es algo así como admitir una derrota, y a
partir de ella, buscar terceras y cuartas vías. Es cierto que esas críticas, en
ocasiones son un tanto endebles y provocadoras, porque llamar de un modo
despreciativo radicales a los que huyen de consensos centristas, porque son
intransigentes y no se venden, porque no acaban de entender que sólo se es de
izquierda si se es socialdemócrata, es un tanto injusto. Quizás, quien lo haga,
lo que intenta es distraer la atención de algunas constataciones históricas,
como que el centro hace iguales a los políticos, adelgaza las ideas y los
valores para que sigan gobernando los poderosos de siempre, que no hay nada más
inmoral que definirse de izquierda y no practicarlo, y que jamás se va a parir
una sociedad más justa con las recetas de los injustos. Esto es algo que muchos
aprendieron en su día, pero que alguna extraña suerte, por no decir intereses
que puede sonar muy soez, les ha hecho olvidar. Aspirar a gobernar el
capitalismo con ética, decencia y buen talante, para sacar así, sin
estridencias, a Uruguay del pozo, puede ser tan loable intento como imposible
resultado, porque dentro del capitalismo: o se es primer mundo, o se trabaja
para ellos en condiciones de explotación.
Pero pese a todo, incluso a los que acuden a estas discusiones sobre la praxis
de la izquierda uruguaya, con alguna carta marcada, el 31 de Octubre tiene que
ganar el Frente, no hay otra. Y ese mismo Frente, necesita organizaciones y
votos en las cámaras que apoyen propuestas de cambio, diputados y senadores, que
alcen sus brazos en contra de la miseria, y a favor de la esperanza, pero
también voces, que no teman denunciar actos o políticas de compañeros que,
puedan despistarse, y olviden que eso sólo será posible si se avanza, al ritmo
que marquen los pueblos, hacia el socialismo.