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Latinoamérica

Nadie carga con muertos de la frontera

Constanza Vieira
(IPS)

El derechista presidente de Colombia, Alvaro Uribe, y el líder de la bancada izquierdista Polo Democrático, Gustavo Petro, coincidieron en pedir prudencia antes de acusar a paramilitares o a guerrilleros colombianos de la matanza, el viernes pasado, de una civil y seis militares venezolanos. No son los únicos muertos recientes en la frontera.
Una tercera hipótesis, barajada por el propio presidente venezolano Hugo Chávez, no descarta la responsabilidad del Frente Bolivariano de Liberación (FBL), ultrachavista, surgido recientemente.
El viernes 17 murieron en una emboscada seis militares y una ingeniera petrolera de 23 años, y sobrevivieron otros cuatro ingenieros y siete uniformados que repelieron el ataque. Los hechos ocurrieron en plena área petrolera de la Orinoquia, entre la explotación de Caño Limón (Colombia) y el campo petrolero venezolano de Guafitas.
La frontera colombo-venezolana está marcada en esta región por el río Arauca, entre el estado venezolano de Apure y el departamento colombiano de Arauca.
La comisión avanzaba a orillas del pequeño río Sarare, que corre paralelo al Arauca, 20 kilómetros adentro de la frontera venezolana, y no se acerca a Colombia en todo su recorrido. "Quien haya disparado sabía que estaba en territorio venezolano. Fue una emboscada", dijo a IPS una fuente periodística local que no quiso dar su nombre.
Tanto la guerrilla como los paramilitares colombianos suelen cruzar la frontera, pero el comandante paramilitar alias "El Eléctrico", del grupo que opera en la capital del departamento, dijo el jueves al director de noticias del programa radial local Meridiano 70, Henry Colmenares, que sus fuerzas "todavía no operan" al otro lado de la frontera, porque "la Guardia Nacional (venezolana) está confabulada con la guerrilla, y son dos contra uno".
El paramilitar agregó que "no están interesados en atacar a la institucionalidad, no tienen ningún problema con los militares venezolanos", relató Colmenares a IPS.
Este grupo paramilitar pertenece al Bloque Vencedores de Arauca, que negocia actualmente con el gobierno su desmovilización en Santa Fe de Ralito, al noroeste de Colombia.
Pobladores del lado venezolano sostienen que han visto a guerrilleros colombianos proporcionar entrenamiento militar a miembros del FBL, una versión que no fue confirmada por Gloria Cuitiva, defensora del Pueblo (ombudsman) para Arauca. "No tengo conocimiento pero voy a empezar a hacer indagaciones" al respecto, dijo Cuitiva a IPS.
El autor de la matanza "puede haber sido cualquiera", dijo Petro a IPS, aunque descartó que el FBL pueda tener entre sus tácticas cometer "un ataque contra Chávez, porque esta acción va en contra de Chávez", aseguró.
Esta región de Colombia, con presencia guerrillera desde los años 80, cuando la estadounidense Occidental Petroleum halló crudo en el yacimiento de Caño Limón, fue desde 1999 disputada a la guerrilla por los derechistas grupos paramilitares.
Las guerrillas izquierdistas Ejército de Liberación Nacional (ELN) y Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en rebelión hace cuatro décadas, mantienen frentes de combate en Arauca.
Mientras las FARC afirman que no realizan operaciones ofensivas en países vecinos, el ELN no menciona esa restricción.
"Realizada la correspondiente investigación a nivel de todas las unidades de nuestra organización, se ha podido constatar que no ha habido participación de ninguna de nuestras tropas (guerrillas o milicias), en los hechos ocurridos", sostuvieron en la noche de este viernes las FARC en un comunicado del estado mayor del X frente.
Las FARC agregaron que no consideran a las autoridades venezolanas como enemigos, "por tal motivo, no son considerados objetivos militares".
Añadieron que "se ha podido establecer, por medio de informes de inteligencia, la presencia de elementos provocadores de extrema derecha en el área, dedicados a desestabilizar el proceso revolucionario" liderado por Chávez.
Además, llamaron a la población a ambos lados de la frontera a "mantener la vigilancia en los pueblos y caseríos con el fin de evitar la infiltración de los grupos paramilitares patrocinados por el gobierno colombiano y por los sectores de oposición venezolanos, que sólo buscan crear el caos y la confusión entre la población".
A la cada vez más intensa disputa territorial en esa zona colombiana se sumó, dos años atrás, la fuerza pública, cuya presencia fue significativamente fortalecida por Uribe, en la presidencia desde agosto de 2002.
Según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), la guerra "se agrava a medida que las partes enfrentadas intensifican sus esfuerzos por controlar por la fuerza los recursos naturales del departamento".
Estados Unidos financia y asesora militarmente a la Brigada 18 del ejército, con sede en la región, creada para vigilar las instalaciones petroleras.
Según AI, Occidental y la petrolera española Repsol YPF donaron "fondos a la Brigada 18 a través de los acuerdos de seguridad establecidos".
Pero Madrid echó definitivamente atrás el jueves la venta de 46 tanques de combate AMX-30 y 20 obuses a Colombia, y a cambio, el ministro de Defensa español, José Bono Martínez, de visita en este país sudamericano, anunció la donación de dos aviones médicos tipo C-212 y material sanitario de campaña.
El territorio de Arauca "está siendo utilizado por el gobierno colombiano, con apoyo de Estados Unidos y las compañías petrolíferas, como una zona de prueba para las nuevas 'políticas de seguridad'" de Uribe, según el análisis de AI.
Antes, la insurgencia se movía muy fácilmente por los cascos urbanos del departamento y cometía atentados con explosivos, así como asesinatos mediante sicarios, pero ahora "la guerrilla ha perdido terreno", dijo a IPS la fuente periodística ya citada.
"En la capital (Arauca, de 80.000 habitantes) ya no hay esa zozobra, la t ranquilidad se siente, aunque la situación (militar) aún no está controlada" por el ejército, dijo. Pero fuera del casco urbano "la población está muy afectada, muy arrinconada y amedrentada por el conflicto", agregó.
Por razones de seguridad, explicó la fuente, no se adentra a viajar por Arauca, aunque sí puede moverse por territorio venezolano.
"Todavía no es muy clara la confianza (de la población) en el ejército, porque durante muchos años hubo una carencia total de presencia del Estado colombiano. Hace 10 años nos sentíamos más venezolanos que colombianos y aquí cantábamos el himno nacional de Venezuela", relató a IPS Maureen Navarro, codirectora del noticiero Meridiano 70, dos de cuyos periodistas fueron asesinados por sicarios en la capital araucana.
En el departamento "no podía haber un policía porque (la guerrilla) lo sacaba a bala. Es un proceso que apenas está comenzando", agregó.
El jueves subió a 14 la cantidad de cuerpos encontrados en territorio de Venezuela, casi todos en el pequeño poblado de El Nula. "Al menos siete (de los cadáveres) son de colombianos", dijo Cuitiva.
La ombudsman confirmó versiones que dan cuenta de siete desaparecidos.
"Tienen en común que han salido hacia la frontera y no vuelven. Según informan las familias, la mayoría estaba comprando materiales (para la construcción), como hierro y cemento, y no regresaron", agregó.
Tres de ellos salieron de la ciudad de Arauca y cruzaron el río hasta el caserío venezolano de El Amparo. Otros cuatro, de Arauquita, unos 70 kilómetros al este de Arauca, cruzaron al poblado venezolano de La Victoria y tampoco regresaron.
Una de las personas de este último grupo apareció muerta en el río Arauca.
Sus vísceras habían sido extraídas y en su lugar habían colocado piedras para evitar que flotara.
Desde año y medio atrás, cuando se depreció el bolívar (la moneda venezolana), los colombianos van de compras al país vecino, donde productos como el gas doméstico cuestan la mitad para el bolsillo colombiano.
Entre tanto, en el municipio colombiano de Tame, a 70 kilómetros de la frontera en el departamento de Arauca, unos 200 hombres transportados en helicóptero incursionaron desde la madrugada del miércoles en varias veredas (aldeas).
En la incursión resultó asesinado un joven de 17 años, según la organización de derechos humanos Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, "aparentemente por paramilitares".
En una carta al defensor del Pueblo, el Colectivo recogió testimonios de pobladores, según los cuales los militares "han amedrentado y amenazado a la población diciéndoles que 'ya vienen los paramilitares'".
Los paramilitares, que se dicen aliados del Estado, son responsables de la mayoría de atrocidades en la guerra colombiana, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se ha comprobado que en varios de sus crímenes recibieron apoyo de estructuras del ejército.
Según la Corporación Reiniciar, defensora de derechos humanos que fechó un reporte el jueves en Tame, los uniformados ocuparon violentamente la residencia del director de la Asociación Campesina de Arauca, Luis Alfonso Gutiérrez, y otra vivienda.
La tropa llegó a las dos de la madrugada, e "inmediatamente ingresaron a las viviendas, rompiendo puertas y ventanas", sostuvo Reiniciar.
De acuerdo con esta versión, los hombres visten "trajes camuflados, sin brazaletes, ni distintivos".
El Colectivo de Abogados envió el jueves al defensor del Pueblo una petición de "alerta temprana", por los "nuevos atropellos del ejército nacional contra la comunidad del sector rural" de Tame y por una posible incursión paramilitar.
A su vez, la Mesa por Arauca, integrada por varias organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos colombianas e internacionales, afirmó que el operativo militar fue acompañado por cuatro paramilitares que actúan habitualmente en Tame.
"Todos los campesinos los conocen y les temen porque saben que los cuatro son los autores de múltiples asesinatos y desapariciones en esa zona", afirmó un comunicado de la Mesa por Arauca. (FIN/2004