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Latinoamérica

!La Revolución Bolivariana vencerá!

Alberto J. Lapolla

‘Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su Patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española; una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer.(..) Yo no puedo aprobar la conducta del general Rosas cuando veo una persecución general contra los hombres mas honrados del país, por otra parte, el asesinato del doctor Maza me convence que el gobierno de Buenos Aires no se apoya sino en la violencia....a pesar de esto yo no aprobaré jamás el que ningún hijo del país se una a una nación extranjera para humillar a su Patria.(..) usted sabe que yo no pertenezco a ningún partido: me equivoco, yo soy del partido americano.
José de San Martín(2)

Para toda América Latina y los pueblos del Tercer Mundo el resultado del referéndum del domingo 15 de agosto -seguramente victorioso para el pueblo venezolano y el Presidente Hugo Chávez Frías- enmarcará el inicio de una nueva etapa en el enfrentamiento al modelo neocolonial neoliberal de devastación de nuestras sociedades, impuesto por el capital financiero luego de la derrota de los procesos revolucionarios de los años setenta.
Pasada la insurrección zapatista que marcó el inicio de la resistencia latinoamericana contra el nuevo orden imperial diseñado por el Consenso de Washington, la Revolución Bolivariana marcó hasta ahora la mayor derrota para el imperialismo norteamericano en las tierras americanas y abrió el camino de las posteriores rebeliones populares que vienen transitando nuestro amado y sufrido territorio. El triunfo inicial marcó una verdadera revolución política, al implicar en la práctica la desaparición de los partidos de la república oligárquica y corrupta anterior, derrotándola contundentemente en seis elecciones sucesivas, que la oligarquía venezolana -hija principal de las oligarquías latinoamericanas- se ha negado a reconocer en el sentido que ya Bernardino Rivadavia -el padre de todas ellas- había señalado: ‘hay que precaverse de la arbitrariedad de la mayoría popular’(1) y abrió el camino para las renovaciones políticas de las democracias vigiladas de América del Sur.

Chávez: Fidel y Perón

Es en la persistencia y profundidad política de la búsqueda de consensos para consolidar la mayoría popular, donde Chávez ha mostrado hasta ahora una maestría suprema, generando un proceso revolucionario que profundiza y capitaliza, las experiencias políticas de las revoluciones anteriores en Latinoamérica: la peronista, la cubana, la chilena y la Sandinista. No suena descabellado entonces, que los latinoamericanos antiimperialistas veamos en el Comandante Hugo Chávez y su estilo popular directo de conducción, una síntesis renovada de Juan Perón y Fidel. No sólo nosotros lo percibimos; desde el comienzo de su victoriosa marcha, el movimiento bolivariano recibió la repulsa de los partidos corruptos y neocoloniales que gobernaron en nuestros países desde hace treinta años y el odio indisimulado de los EE.UU., en particular del ala nazi del partido Republicano -hoy en la Casa Blanca. En ese sentido la identificación del proceso venezolano con la figura del Libertador Simón Bolívar no puede menos que irritar al Tío Sam, fue Bolívar quien a diferencia de San Martín -derrotado por la oligarquía porteña y los intereses británicos- debió enfrentar a la política de potencia imperial de los EE.UU., sobre América Latina y que ubicaron en el proyecto panamericano y emancipador del Libertador a su principal enemigo. El slogan monroviano de ‘América para los americanos’, con que los EE.UU., parecieron ayudar a las nacientes repúblicas hispano americanas, rápidamente quedó claro que implicaba ‘América para los norteamericanos’ y fue el Libertador Simón Bolívar quien debió lidiar contra los nacientes intereses imperiales yanquis, siendo derrotado en su proyecto de redención, por la confabulación antinacional de los intereses de las oligarquías coloniales con el poder norteamericano. Es en ese sentido la reivindicación así como la militancia bolivariana y continentalista del presidente Chávez no puede menos que enardecer al decadente imperialismo norteamericano, que no ha cejado en sus intentos, pero no ha podido derrocar como antaño al gobierno popular venezolano.
La consolodación del proceso Bolivariano, ha sido acompañado por la rebelión de las naciones indias andinas de Ecuador, Perú y Bolivia, su presencia ha impedido la consolidación del régimen nazi-genocida de Colombia -permitiendo la continuación de la lucha de las fuerzas liberadoras de las FARC y el ELN- y particularmente ha ayudado a alumbrar la rebelión del pueblo argentino que en diciembre de 2001 pegara un fuerte manporro al capitalismo neoliberal a escala mundial y a los infames Traidores a la Patria que nos gobernaban y que debieron huir a escondidas y disfrazados. No menor será el impulso en esta corriente renovadora de concretarse el triunfo del Frente Amplio uruguayo en las próximas elecciones, ampliando el eje de los países con proyectos más o menos emancipadores.
El hecho que Venezuela sea el principal país petrolero de América, miembro fundamental de la OPEP y vocero del sector autónomo de la misma, que pese a la infame invasión de Irak va a poner en serios problemas al debilitado capitalismo norteamericano, que no podrá impedir que el dólar deje de ser la moneda del mundo y tendrá que aceptar más temprano que tarde que su economía es subsidiada de manera descarada por el mundo entero y deberá asumir las consecuencias. En ese lugar extremadamente complejo de la confrontación se libra gran parte de la batalla futura de la humanidad y una vez más como en los ‘70 la misma vuelve a pasar por América latina. Que Venezuela haya persistido e insistido en la línea de construcción nacional, democrática y popular ha permitido el surgimiento del eje Caracas-Buenos Aires-Brasilia, que unido al otro más contundente de Caracas-La Habana ha impedido al preverbal Bush la creación del ALCA y la concreción del plan Colombia dejando al criminal Uribe colgado de un pincel. El triunfo del pueblo venezolano consolidará el proceso de reconstrucción de las naciones latinoamericanas y permitirá avanzar en el definitivo abandono del cáncer neoliberal. !Salud al pueblo del Libertador! Los latinoamericanos estamos todos juntos en la Patria Grande de Bolívar, San Martín, Moreno, Martí, O’ Higgins, Artigas, Zapata, Morelos y El Che.

Yo conocí a Bolívar,
Una mañana larga
en Madrid,
en la boca del Quinto Regimiento
y le dije,
¿Padre, tú eres o no eres
o quién eres?
Mirando el cuartel de la montaña,
el me respondió:
Resurjo cada cien años
cuando resurge el pueblo.
Pablo Neruda

(1) Carlos Paz. Poder Negocios y Corrupción, en los tiempos de Rivadavia. De Alejandría 2000.
(2)San Martin a Rosas 10-07-1839. San Martin a Gregorio Gómez 21-9-1839. San Martín Tomas Guido. Alfredo Torruela, las ideas políticas del General San Martin pag 39.