Latinoamérica
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Auschwitz en Asunción
Emiliano López(*)
El día 1º de Agosto, alrededor de las 10:30 a.m. se desató en Asunción del
Paraguay, en el Supermercado Ycuá Bolaños del populoso Barrio Trinidad, un voraz
incendio, en momentos en que concurrían más de un millar de personas a realizar
compras de artículos de primera necesidad o al patio de comidas con toda la
familia. Al iniciarse el incendio, el dueño del local ordenó que se cerraran las
puertas de acceso - para evitar saqueos de mercadería- y que los empleados no se
movieran de sus puestos de trabajo. Esto significó una catástrofe en muertes y
dolor de cientos de niños, mujeres embarazadas, familias completas que
desaparecieron bajo las llamas y la densa humareda.
Las desgarradoras imágenes de la catástrofe del supermercado Ycuá Bolaños
transmitidas por los medios de comunicación, mostraron solo la primera parte de
la desolación que viven los familiares, amigos y conocidos de las víctimas.
Rostros de una extraña condolencia solidaria de todos los vecinos que cuidaban
hasta la mirada con cualquiera, por si acaso eran parientes de algún fallecido.
Un manto de silencio, tristeza, rabia, ausencia, soledad y, en pocos casos,
resignación, cubrió la tarde del Barrio Trinidad y se disipaba difícilmente
mientras nos alejábamos hacia zonas mas distantes.
Los relatos de las personas que se salvaron por una extraña suerte, describían a
la perfección la desesperación que vivieron, los gritos de madres que buscaban a
sus hijos, hijos que buscaban a sus madres, gritos de dolor, gente cayendo como
bolsas, la más negra oscuridad que llenaba los pulmones de hollín de los que
segundos más tarde dejarían de respirar y luego se calcinarían.
Pareciera un relato dantesco, sin embargo, no se trata de otra cosa más que de
la peor negligencia y asesinato casi genocida, solo por salvar la ganancia de un
día y unos cuantos víveres -¿Habrán pensado en llevarse víveres aquellas
personas que intentaban salvarse de la muerte?-, además de un edificio
intencionalmente construido como una caja de cemento y ladrillo, solo por
ahorrar unos guaraníes en medidas de seguridad, se convirtió en una trampa
mortal para cientos de personas que quedaron atrapadas allí.
Esto evidencia que no existe ninguna intención de proveer seguridad a la
población por parte del gobierno y la municipalidad de Asunción. También
demuestra que el discurso de Nicanor Duarte Frutos, presidente de Paraguay y las
demás autoridades, de "combatir la inseguridad", es solo un burdo justificativo
para mantener estructuras policiales y militares obsoletas, que en realidad
sirven para defender intereses de empresarios que son terratenientes y
políticos, terratenientes que son políticos y empresarios y políticos que son
terratenientes y empresarios.
¿Qué significa combatir la inseguridad entonces?... quizás mantener la seguridad
de que los amigos empresarios seguirán teniendo privilegios por sobre el pueblo
empobrecido, o mantener la seguridad de que militares que matan a "caballos
locos" (niños o jóvenes que a gran velocidad arrebatan o roban lo que pueden a
su paso) en colectivos (autobuses), serán felicitados mediante todos los medios
de comunicación. Comparemos cifras y veamos quienes produjeron mas victimas,
"los villanos de películas" que saltan por el cuello de alguna dama distraída,
los que asaltan con un cuchillo en las calles o el "inocente" dueño de Ycuá
Bolaños que "bondadosamente" cerró las puertas para salvaguardar no sabemos qué,
y dejó que cientos de personas que estaban dentro, con "cristiana resignación",
se entregaran a la muerte (hasta el momento se contabilizan 404 víctimas
fallecidas quemadas y asfixiadas durante o después del siniestro, 139
desaparecidos y 454 heridos graves).
Nicanor, sabemos que no fuiste vos el que cerró las puertas del supermercado y
no pensamos juzgarte por eso, pero sí sabemos que no te preocupaste por
garantizar la seguridad en el control de las infraestructuras públicas y
privadas a las que acudimos de forma masiva los compatriotas, quienes estamos
supuestamente bajo tu responsabilidad. También sos el responsable de asegurar
atención a los heridos en hospitales, promover un plan de emergencia, asegurar
resarcimiento a las familias de las victimas de la catástrofe, en síntesis, sos
el responsable de asumir todos los requerimientos y hacer funcionar la
estructura del estado para esto, de no hacerlo, no tenés absolutamente nada que
hacer en el cargo de presidente de la república y comandante en jefe de las
fuerzas armadas y te garantizamos que este hecho te juzgará para siempre.
Por último, una pregunta: ¿Paraguay tiene salidas de emergencia?
(*)Secretario de Acción Política del Movimiento Social Igualitario (MSI) de
Paraguay