Latinoamérica
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FSA: De migración, política y otras cosas
Carlos Vélez, David García
redvoltaire.net
Con motivo de examinar las propuestas de los diferentes países en relación a
las políticas migratorias, se realizó el seminario "Jornada Hemisférica de
Políticas Migratorias", en el auditorio de la FLACSO, con el lema «Todas y todos
somos extranjeros, no a la xenofobia».
Este evento contó con la presencia de grandes expositores, todos dejaron en
claro que la razón principal para la migración son las políticas económicas
adoptadas por los diversos países en Latinoamérica.
La principal postura constituyó una oposición total a las políticas referentes a
la materia migratoria de Estados Unidos. Se dejó claro que entre la trata de
inmigrantes y el tráfico de los mismos no existe diferencia alguna, mas en la
Constitución estadounidense solo se utiliza el término «trata» para referirse a
la trata de blancas, y ni siquiera se toma en cuenta el tráfico de niños, cuyos
órganos son utilizados vilmente por aquellos que sí pueden viajar legalmente, o
el esclavista trato que se da a los emigrantes ilegales por parte las
transnacionales, que abusan de su condición legal para pagarles míseros sueldos
y ni siquiera entregarles seguro social.
En la exposición del chileno Diego Carrasco, delegado de la OSIM en Ecuador, «la
política migratoria debe basarse en una igualdad de los derechos humanos, así
como en liberalización de las fronteras, consiguiendo estos objetivos tras
encontrar la igualdad general entre todos los países de América Latina».
Para Oscar Cachón, la única solución es «exigir políticas justas dentro de los
países así como volver a mirar los convenios de El Salvador, para evitar el
endurecimiento de las políticas migratorias de los países de Latinoamérica y el
mundo». Según dijo a OPCIÓN, «los emigrantes pasamos de trabajadores a
criminales y últimamente nos consideran terroristas», todo esto luego de los
atentados del 11 de septiembre.
Los emigrantes son un grupo vulnerable, son víctimas de este modelo nefasto que
se viene aplicando en el país y el resto del mundo, y por ello las políticas que
a ellos afectan nos involucran a todos, ya que directa o indirectamente los
emigrantes forman parte de nuestra familia y nuestra sociedad y sus remesas son
básicas para que los pueblos logren salir adelante, ejemplo de esto es que en el
año 2004 en Ecuador la segunda mayor fuente de ingresos para el PIB fueron las
remesas enviadas por los emigrantes.
Es hora de decir basta a la xenofobia, a aquel miedo a lo desconocido, que en
muchos casos es peor que el decadente sistema impuesto por las políticas
neoliberales, como aquellas adoptadas por las transnacionales que nos venden una
marca con una mujer blanca, alta, con cabello rubio y ojos claros, o un lujoso
auto con un hombre que a más de ser rico y adinerado es alto y rubio. No es
aquel al que nosotros vemos en la calle luchando, si no más bien es el que día a
día nos oprime y no nos deja respirar, ¿por qué la Coca Cola no muestra a uno de
los hijos de sus empleados, y nos vende a una semidesnuda modelo? ¿Acaso
racismo? ¿o más bien política sexista? Porque es tan grande el interés por tener
jóvenes sumisos a una red de televisión, cuyo mensaje en el fondo constituye una
rotura de los valores, desde cuando aceptamos que nos tachen de
subdesarrollados. Como el Ché diría: no somos subdesarrollados, ya que ser
subdesarrollado es ser una especie de monstruo para toda la humanidad.
Es claro que se trata de volver a políticas fascistas, prueba de ello son las
continuas agresiones policíacas a indígenas. Y precisamente dentro de la mal
llamada «tierra de las libertades», en esta tierra en la que las agresiones a
afro americanos y latinos son altas, en donde la «migra» caza a los ilegales.
Esta mal llamada «América», que no es América, ya que el continente involucra a
42 países.
Finalmente, la continua muerte de latinoamericanos en la frontera, que más que
frontera es un cementerio para todos los latinos, nos debe hacer recapacitar en
si esta bien agachar la cabeza mientras desde el Norte nos envían un ejército
para realizar un control migratorio, que involucra perder nuestra soberanía,
porque so pretexto de evitar el ingreso de ilegales hunden barcos en nuestra
Costa. Basta de decirnos tercermundistas, aceptemos la idea del Foro de que
«Otra América sí es posible», una sin racismo, con igualdad social, en la que
todos seamos iguales.