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Entrevista al dirigente del ELN, Antonio García:
"El ELN ha propuesto un cese al fuego bilateral y temporal sin que que haya una respuesta oficial y expresa del gobierno colombiano"
Sandra Bibiana Flórez
Proceso
¿Cómo era el Ejército de Liberación Nacional de hace 40 años y cómo
es el ELN hoy?
Hoy el ELN ya no ya no es el puñado de 16 valientes guerrilleros, más
cargados con sueños que con mochilas, que decidieron abrirse camino en busca de
la igualdad, la justicia y la libertad de un pueblo. Hoy, si bien somos miles de
hombres y mujeres en armas, somos más un proyecto político que le apuesta a la
construcción de una nación pensada por todos, somos una fuerza que no le da
miedo confluir con otros para dar a luz un nuevo país, en paz, en democracia y
con justicia social.
¿Cómo y dónde surge la idea de que México actúe como facilitador en un
eventual proceso de paz entre el ELN y el gobierno Colombiano?
La idea surge el 30 de mayo con el ofrecimiento que hace el gobierno
mexicano para apoyar un eventual proceso de paz entre el ELN y el gobierno
colombiano.
¿Aceptar esta iniciativa de México implica que el ELN está en
disposición de sentarse a hablar con los interlocutores de Alvaro Uribe Vélez?
En primer lugar significa que el gobierno mexicano ha reconocido la
existencia de un conflicto interno en Colombia. En segundo lugar que ha
coincidido con la disposición del ELN a buscar una salida política a dicho
conflicto. La sentada es lo de menos, pues al inicio del Gobierno de Uribe
hicimos unos diálogos de exploración, pero encontramos un gobierno mirando sólo
en la guerra la salida. Hoy seguimos pensando que este gobierno no está
preparado para trabajar por la paz. El país no conoce una estrategia de paz
coherente que haya sido expresada públicamente por el gobierno, es el arriesgo
que se corre con este gobierno.
¿Qué aporte puede hacer México, teniendo en cuenta sus nexos con
procesos de paz anteriores en Colombia, en un escenario de diálogos con el ELN?
Hoy América Latina vive interesantes procesos políticos que buscan
fortalecer la democracia y se quiere apartar de las políticas guerreristas y
neoliberales que se mueven desde el norte. El hecho que México quiera vincularse
a la búsqueda de la paz fortalece la participación internacional en iniciativas
diferentes a la guerra. El mensaje de México de apoyo el proceso de paz ha sido
una revitalización de dicha iniciativa, es volver sobre la ruta intentando
nuevos caminos.
¿Por qué México aparece hoy como garante de un eventual proceso de paz y
no otro país como Cuba, por ejemplo, con el cual ustedes podrían encontrar mayor
afinidad política y que también ha ofrecido sus buenos oficios?
México se ofreció, el ELN no podía ni puede ser indiferente a la
generosidad de un país que en otro momento le apostó a la paz de Colombia. Para
el ELN, Cuba siempre ha aportado y seguirá aportando en el proceso de paz. En
Colombia se requiere de un apoyo internacional más amplio. El hecho que ahora se
vincule México no significa que el papel de otros países no sea necesario, para
nosotros la facilitación debe ser un trabajo incluyente y de múltiple
participación, tanto internacional como nacional.
En múltiples ocasiones el ELN ha calificado a Alvaro Uribe Vélez de
guerrerista. ¿Por qué la organización acepta adelantar negociaciones durante el
actual gobierno?
Uribe Vélez llegó a la presidencia con una propuesta de guerra y
pidiendo la rendición de la guerrilla, por eso no prosperó la exploración
inicial. A la ausencia de resultados luego de 2 años de gobierno, la opinión
nacional se inclina mayoritariamente por la paz, más del 65 % en la última
encuesta. El gobierno colombiano también ha modificado en algo sus posiciones
iniciales, por eso el ELN también se mueve, pues interpreta que en el país hay
una nueva expectativa por la paz.
Ustedes hicieron una propuesta al gobierno del presidente Uribe Vélez,
¿en qué consiste y por qué aseguran que este último no respondió a sus
inquietudes?
El 1 de junio el ELN aceptó el ofrecimiento de México como facilitador;
el 4 de junio el Comandante Francisco Galán, ante el Foro Internacional Minas
antipersonales y Acuerdos Humanitarios, realizado en Bogotá, expone el punto de
vista del ELN frente a la legislación internacional y la Convención de Ottawa,
allí hace pública la propuesta del Comando Central para trabajar por Un Acuerdo
Humanitario, donde además de acordar con el Gobierno de Colombia la limitación
sobre el uso de las minas y artefactos explosivos, también se logre una Amnistía
General para los Presos Políticos y Prisioneros de guerra, y un cese al fuego
bilateral y temporal. Acuerdos que en su conjunto puedan abrirle paso a la
solución política del conflicto. Pero hasta el día de hoy no conocemos una
respuesta oficial y expresa del Gobierno a dicha propuesta.
¿Puede decirse que lo que la organización busca en este momento es
evacuar algunos acuerdos que posteriormente podrían impulsar un proceso de paz?
Para abrir un proceso de paz se requieren más que palabras, son
necesarios hechos que generen confianza entre las partes, que las partes en
conflicto nos comprometamos con el país en construir soluciones a los problemas
de hoy. Un Acuerdo Humanitario a más de crear confianza, debe beneficiar también
a la sociedad en su conjunto, que la construcción de la paz se entienda como una
pedagogía donde los problemas de la sociedad se resuelvan sin recurrir al uso de
las armas y se cuente con la participación de los diversos sectores de la
sociedad en dicho proceso.
Algunos analistas consideran que el ELN no hace una separación clara
entre su acción política y su acción militar. ¿Cuál es la propuesta política de
su organización para Colombia?
Para el ELN la acción militar está supeditada a una política, a unos
propósitos políticos. En nosotros no existe la acción militar separada de unos
objetivos políticos, ni mucho menos separada de una ética. Nuestra propuesta
política es la construcción de un nuevo país sobre la base de un nuevo consenso
social, que la sociedad en su conjunto confluyamos en la Convención Nacional,
para diseñar entre todos el país que queremos, donde el Estado responda a un
diseño de sociedad y se supedite a él, donde el ejercicio de gobernar sea una
responsabilidad por la que se debe dar cuentas a la nación, deje de ser el
usufructo del poder para favorecer los intereses de unos privilegiados y prime
la defensa del interés nacional y sobre todo de los más desposeídos.
Desde su perspectiva, ¿cuál es la dinámica de la guerra en Colombia hoy?
Coincidimos con múltiples análisis donde se concluye que la
confrontación militar es el resultado de la existencia de unas causas de esencia
social y política, y que los gobiernos al esquivar las soluciones reproducen y
acrecientan el conflicto. Las injusticias sociales, la intolerancia política, la
persecución y el asesinato sistemático de los líderes populares evidenció, desde
hace mucho tiempo, que el Estado agencia una guerra contra los pobres. El poder
judicial, en vez de hacer cumplir las leyes, judicializó de la protesta social
haciendo de la "justicia" la continuación de la guerra por otros medios. Luego
el Estado incrementó las acciones ilegales de represión, operaciones encubiertas
de las fuerzas militares y operaciones abiertas de fuerzas militares
para-estatales (paramilitares) contra las organizaciones sociales y políticas de
oposición. La acción militar de exterminio contra la población pobre ha colocado
en el límite la posibilidad real para que desde los pobres también se dispare
contra los ricos, por ser ricos. El gobierno, entonces, es el responsable que la
guerra se desmadre y el país se precipite hacia una guerra civil, a todas luces
inconveniente para la nación, pero eso no depende de nosotros.
Hay versiones según las cuales el ELN atraviesa un momento crítico en el
plano militar y que por eso decide aceptar una salida política al conflicto, ¿es
esto cierto?
En los días que ganó las elecciones Uribe, se realizaba La Escuela
Superior de Guerra con los mandos del ELN, en los meses siguientes se realizó la
Escuela Nacional de Cuadros, en estos dos eventos el Comando Central analizó lo
que se venía con el actual gobierno y trazó la directriz para su actuación
futura: no nos vamos a desgastar militarmente con este gobierno, la
confrontación militar va a ser duradera, hasta que la racionalidad del país se
imponga y retornemos a la búsqueda de la paz con el conjunto de la sociedad, un
trabajo acumulado que Colombia traía desde hacía más de 13 años.
En estos dos años de agudización del conflicto quien más ha sido afectada es la
población no combatiente con el pretexto de combatir al "terrorismo", la
insurgencia sabe que está en una guerra y toma sus medidas defensivas y
combativas, pero la población no. La comandancia nacional del ELN está intacta,
al igual las estructuras de Mando Regional, ningún frente guerrillero ha sido
aniquilado. La disputa territorial se ha ampliado y al ampliarse la
confrontación territorial el estado necesita mucho más tropas, que en la actual
crisis fiscal es un contrasentido estratégico para cualquier gobierno. En una
guerra larga, tiene más opciones quien tenga más capacidad de resistencia.
Son varios los intentos de negociación frustrados con el ELN; durante el
gobierno de Ernesto Samper se alcanzó a firmar el acuerdo de Maguncia, Alemania,
y con Andrés Pastrana, después de varias reuniones en la Habana, Cuba, ya había
un cronograma de negociación. ¿Qué garantías de éxito hay en la actual
coyuntura?
Lo que inició en Maguncia en 1998 logró motivar y vincular a amplios
sectores de la sociedad a la construcción de una propuesta de paz, dicho proceso
llegó oficialmente hasta enero de 2001, cuando el Comando Central firmó el
acuerdo en la Habana, que era mucho más que un cronograma, pero el Gobierno
colombiano se negó a firmar, porque los paramilitares le impusieron su voluntad
al Presidente Andrés Pastrana.
Hoy y siempre el éxito de la paz depende del apoyo que esta iniciativa tenga en
el conjunto de la sociedad, y de la estrategia que logre construirse como un
esfuerzo colectivo. La paz no es más que el consenso, donde la sociedad es capaz
de obligar a su gobierno a respetar y hacer respetar dicho consenso. La paz se
acaba cuando los gobiernos irrespetan los consensos o no son capaces de
recomponerlos y se recurre a la violencia para imponerse. El ELN le apuesta a un
proceso de paz donde la participación de la sociedad se de; sin la participación
de ella, todo es vano.
¿Ante eventuales diálogos su organización considera necesaria la
desmilitarización de alguna región en específico? ¿Que viabilidad tiene el
proceso de paz si no se logra un acuerdo en este sentido?
Para el ELN la paz va más allá de cualquier esquema, más allá de
desmilitarizar o no algún territorio, para nosotros lo más importante es la
visión de lo que se quiere construir y con quienes se debe construir, lo cual no
significa que desechemos o no la necesidad de una eventual desmilitarización,
pues la militarización, antes de existir en algún territorio, existe en la
cabeza. El ELN se caracteriza por su creatividad y la flexibilidad de sus
propuestas.
¿Por qué han concentrado sus acciones de sabotaje en la infraestructura
energética y vial del país? ¿No cree que se está causando un daño económico y
ambiental de gran magnitud para Colombia?
Los balances deben ser más cualitativos que cuantitativos, por ejemplo
la defensa de la soberanía nacional, que los recursos nacionales y energéticos
sean explotados para beneficio de la nación, que se proteja el ecosistema, que
el ser humano, el ser nacional esté en el centro de las decisiones. Si hacemos
el balance económico también podremos ver que Colombia ha perdido muchísimo más
por cuenta de la política gubernamental petrolera que por los atentados a los
oleoductos, de igual manera en el daño ecológico que hacen las transnacionales
que explotan el petróleo y el carbón. Vale recordar que antes de hacer cualquier
ataque la infraestructura, el ELN ha presentado propuestas políticas sobre esta
temática que han sido desoídas. En últimas, quien no oye ni quiere oir, coloca
las condiciones del volumen en el que quiere que le hablen.
El reciente secuestro y posterior liberación del prelado de la iglesia
Misael Vacca, a manos de su organización, ha sido interpretado por muchos como
un hecho de alta inconveniencia para el proceso de paz. ¿Por qué se realiza este
tipo de actos en momentos cruciales para la negociación?
El ELN no ha tenido ninguna intención de retener, ni mucho menos de
secuestrar al Obispo Misael Vacca. En el departamento de Casanare, lugar donde
ocurrió el incidente, es la región petrolera más importante de Colombia, allí
existe en la actualidad la mayor concentración de fuerza militar y paramilitar
del país, y donde no por casualidad están radicados más de 500 asesores
militares norteamericanos. Estas tres fuerzas de manera coordinada y bajo un
mismo plan adelantan operaciones de aniquilamiento y destierro de miles de
pobladores de la región y han producido una impresionante crisis humanitaria. De
manera circunstancial Monseñor Vacca se movilizaba por una carretera donde
unidades del ELN hacen presencia, nuestros compañeros conociendo la vocación de
la iglesia por la defensa de los derechos humanos, ven procedente enviar por su
intermedio un mensaje al país dando a conocer la gravedad de la crisis
humanitaria que se vive en el Casanare. Pero para evitar colocar en riesgo la
vida de Monseñor los compañeros prefirieron agilizar su retorno.
¿Cuál será la suerte de los secuestrados que hoy se encuentran en manos
del ELN?
El ELN no hace secuestros ni rehenes, lo que hacemos lo denominamos
retenciones económicas o retenciones políticas. Aparentemente es un problema de
semántica, pero no es así. Si bien tienen el denominador común de ser una acción
contra la libertad individual, pero los motivos y la forma de hacerse son
totalmente diferentes. Los Estados realizan acciones de privación de libertad,
con sus motivos y procedimientos, unas por razones económicas otras por razones
políticas. En Colombia existen miles de presos políticos (más de 2.500, la mayor
del continente), simplemente por disentir del gobierno, pese a existir la
libertad de conciencia se los priva de la libertad. El ELN hace retenciones
económicas como parte de su política tributaria, así como el Estado encarcela y
expropia alguien por no pagar impuestos, o cuando cobra una fianza para dejarlo
en libertad. Como podemos ver, el asunto de las retenciones es inseparable del
conflicto interno, por eso siempre hemos estado de acuerdo que es un tema
necesario de tratar para buscarle salida en el marco de una opción de paz con
justicia social.
El Ministro del Interior Sabas Pretelt dijo en entrevista a El Tiempo
que "todos los grupos ilegales - en Colombia - han sido tocados por el
narcotráfico". ¿Es el caso del ELN?
Es una equivocación garrafal del Ministro Sabas, pues así el gobierno
quiera vincular al ELN con el narcotráfico, jamás lo podrá hacer, porque el ELN
siempre se ha mantenido apartado de cualquier eslabón del narcotráfico. No
existe ningún registro donde se demuestre que un solo miembro del ELN haya sido
capturado con un gramo de cocaina u otro tipo de narcótico, así como tampoco
jamás encontrarán ningún laboratorio o cultivo del ELN, porque jamás han
existido, ni existirán. Transparencia que no pueden mostrar ni la DEA, ni la
CIA, ni ninguna institución militar o policial de Colombia.
¿Cuál es la relación entre el ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
FARC?
Con los compañeros de las FARC hemos mantenido una relación histórica,
mediada por las circunstancias políticas que generan las complejidades de un
conflicto de más de cuatro décadas. Unas veces hemos coincidido en las
propuestas políticas y por tanto hemos estado juntos construyendo un futuro para
Colombia. Por momentos hemos tenido dificultades y distanciamientos, pero el ELN
es categórico en afirmar que el conjunto de la insurgencia colombiana es una
fuerza determinante con la que el país debe contar a la hora de buscar salidas
duraderas. En la actualidad adelantamos acciones militares conjuntas y
coordinadas en varias regiones del país, y a nivel de las comandancias
mantenemos intercambio político.
¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre ambas guerrillas?
En la gran proyección buscamos transformaciones estructurales para
sociedad, donde haya más democracia, más justicia social, rescatar la soberanía
nacional, pero en la forma de hacer y ver la política podemos tener diferencias.
Como colombianos tenemos un mismo origen histórico. Como revolucionarios venimos
de troncos ideológicos diferentes, ellos más de la incidencia de corrientes
marxistas mundiales, nosotros más de las corrientes de la liberación nacional
latinoamericana, sin negar que ambas organizaciones nos nutríamos de ambas
corrientes. Ahí subyacen temas que han sido base para las discusiones propias de
la izquierda en el mundo como el de la vanguardia, el de la hegemonía, la
valoración de las etnias, el carácter de la democracia, el del pluralismo en la
construcción de consensos sociales, los fenómenos de la transición de las
sociedades en conflicto. En algunos de ellos sin duda coincidimos, en otros
tenemos diferencias, se trata de crear unidad en medio de la diversidad.
¿Qué incidencia ha tenido sobre su grupo el accionar de las Autodefensas?
En Colombia decimos que no existe "población civil", porque cuando se
habla de dicha "población civil" sólo se tiene en cuenta a las personas que son
afines al gobierno, al resto de la población se la califica de "guerrilleros
camuflados de civil" y por tanto objeto de acción militar, lo que quiere decir
"se puede matar". Si la insurgencia colombiana se guiara por esa misma
valoración podría decir que toda persona afín a las políticas gubernamentales, o
familiar de policías, militares, congresistas de los partidos de derecha serían
considerados "agentes militares del régimen camuflados de civil", y por tanto
objetos de la acción militar de la insurgencia. Porque dios es muy grande e
ilumina a la insurgencia, esto no ha sucedido.
Así como hay personas que piensan como el gobierno, hay muchas personas del
pueblo que coinciden con las ideas de la guerrilla, pero que jamás han empuñado
ni empuñarán un arma, ha sido contra estas gentes contra quienes se han ensañado
los militares y paramilitares, una verdadera política de aniquilamiento y
destierro. El mayor estrago y destrucción ha sido el destierro y el asesinato en
campos y ciudades de los que no apoyan a militares y paramilitares. La guerrilla
sabe combatir, tiene con qué, se defiende y resiste.
Se asegura que varios integrantes del ELN han terminado en las filas de
las AUC. ¿A qué atribuye la deserción?
En toda guerra, por su crudeza o por la volubilidad humana se dan los
cambios de bando. Para el caso del ELN, el ingreso a sus filas es voluntaria y
conciente, de igual manera es su retiro. En el ELN nadie puede estar obligado,
la lucha por la libertad tiene que ser una opción libre. Una muy pequeña minoría
se ha ido para el otro bando, porque ya no estaban en el ELN, unos se habían
retirado por flaquezas normales de cualquier ser humano, otros que estaban en
proceso de ser retirados y quienes ya habían sido retirados de las filas por no
ajustarse a los criterios del ELN, que luego por presiones de los militares o
paramilitares contra sus familias o amenazas por haber militado en el ELN han
sido obligados a cambiar de bando, pero que el mando general único les asigna un
puesto específico, como delator, como guía de patrullas militares o como
paramilitar, y al final queda como un desechable más que terminará siendo
aniquilado cuando deje de serles útil.
¿Qué incidencia tienen para el país las actuales negociaciones entre el
gobierno y los paramilitares?
Los paramilitares son la estructura militar ilegal del estado que se
financia directamente con el narcotráfico, es otra manera de hacer rendir el
presupuesto militar. En las AUC confluyeron los lugartenientes de Pablo Escobar,
que posteriormente lo traicionaron como: los hermanos Castaño, don Berna, Ramón
isaza, y pare de contar. Por eso hoy el gobierno ha creado tremenda confusión,
pues al decir que combate el narcotráfico y el terrorismo, hoy está sentado con
ellos en una supuesta negociación, y en las diferentes regiones del país están
juntos haciendo retenes y operaciones militares contra las comunidades. Los
paramilitares son los responsables directos de los centenares de masacres contra
la población, que obedeciendo una política de estado, ahora se quiere dejar
impune. Es un diálogo entre socios.
Una de las condiciones que ha impuesto el gobierno para negociar es el
cese al fuego por parte de la organización subversiva. ¿En qué condiciones
estarían dispuestos a cumplir con esa exigencia?
El ELN ha respondido públicamente con una propuesta concreta que señalé
al inicio de esta entrevista, lo normal en toda negociación es no colocar
condiciones previas. En una guerra cualquier acuerdo de cese al fuego debe ser
bilateral, lo otro es pedir ventajas.
Estados Unidos incluyó al ELN dentro de la lista de organizaciones
terroristas. ¿Qué implicaciones tiene esta decisión en su búsqueda de la paz?
Primero que todo hay que esperar a que exista en el mundo una
definición única frente a lo que significa la palabra "terrorismo". Si se
tratara de saber quien produce más terror en el mundo, basta recordar un solo
hecho: las bombas atómicas contra Japón. Nadie duda que quien hace la violencia
desde el poder inevitablemente produce terror y quien desde la pobreza usa las
armas para no dejarse aniquilar simplemente se defiende. De otro lado nadie de
los Estados Unidos nos ha dicho por qué estamos en esa lista. En Europa, ni
España ni Francia han respondido nuestra carta donde les solicitamos explicación
por habernos incluido en la lista de la Unión Europea, pues se contradicen
cuando nos quieren calificar de terroristas y a la vez participar en el Grupo de
países amigos del proceso de paz con el ELN. No los entendemos, o fueron los
coletazos de Aznar en la política de España, ojala logremos resolver este mal
entendido pronto.
¿Estarían ustedes dispuestos a adelantar diálogos en territorio
mexicano, tal como lo ha propuesto el gobierno de Vicente Fox?
La búsqueda de la paz no es algo geográfico, para nosotros lo esencial
es que en Colombia se den las condiciones para que el conjunto de la sociedad
participe de manera protagónica en la construcción de la paz. En México
estuvimos hace once años buscando la paz, pero fue esquiva, por ahora esperamos
que la facilitación de México "desaTlazque" nuevamente los caminos hacia la paz.