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Los analistas de derecha comienzan a dudar del pretendido éxito de Uribe
Serias alertas a la política de seguridad democrática en el foro '¿Se está ganando la guerra?' La mayoría de los analistas invitados advirtieron sobre las fragilidades que empieza a mostrar.
Luz María Sierra Bibiana Mercado
Redactoras de EL TIEMPO
Entre otras, mencionaron la necesidad de ganarse la confianza de la población
en los territorios recuperados en lugar de agredirla con capturas masivas,
entender que una guerra -más allá de su componente militar- se gana creando
institucionalidad en esas zonas y corregir el error de personalizar la
estrategia en el mandatario y dar el paso para convertirla en una política de
Estado.
Un joven ex diputado de Putumayo, Éder Sánchez, con un deje pastuso en su voz
resumió de una manera sencilla el balance de la estrategia de seguridad del
presidente Álvaro Uribe: "La gente de mi pueblo lo compara con un partido de
fútbol y dice que va empatado. Que hay que esperar a ver qué pasa en el segundo
tiempo que son los próximos dos años".
Así como él, la mayoría de los analistas invitados al foro '¿Se está ganando la
guerra?' no respondieron de una manera contundente a la pregunta.
En lo que sí coincidieron fue, por un lado, en reconocer los logros en materia
de recuperación del territorio y mejoramiento en las cifras de seguridad.
En el ambiente quedó flotando la idea de que la estrategia de 'seguridad
democrática' ha llegado a un punto crítico y que la larga luna de miel de la
opinión con la propuesta de mano dura del Presidente está ahora a prueba.
Una encuesta presentada en el foro por Jorge Londoño, de Invamer Gallup, mostró
lo que según él serían nuevas tendencias. En una de las preguntas, hay un
quiebre dramático. Si bien, en marzo estaba relativamente dividida la población
entre quienes querían una salida negociada al conflicto y quienes querían
derrotar a la guerrilla en el terreno militar (49% vs 45%) en julio la brecha se
hizo mayor (60% vs. 35%).
En el foro organizado por EL TIEMPO, Semana, Caracol Radio, Caracol Televisión y
PNUD, en el que participaron embajadores, generales, académicos, altos
funcionarios y políticos, quedaron cinco grandes polémicas planteadas sobre la
suerte de la guerra en Colombia.
A algunas de ellas, el presidente Uribe respondió en la clausura del foro: 1.
Resultados relativos La complejidad de la pregunta de si se está ganando la
guerra se vio reflejada en la variedad de respuestas. Desde la tajante del
general Fracica, comandante operativo de las Fuerzas Militares -"Sí estamos
ganando la guerra"- hasta la de un investigador de Caquetá y conocedor de
primera mano de la problemática de la cuenca del Caguán, Rodrigo Velaidez
Muñetón, quien anotó: "No hay un ganador claro de la guerra hasta ahora. Uno ve
que la guerrilla sigue operando con tácticas diferentes. Grupos pequeños y
móviles. Por ejemplo, si el Ejército está en Peñas Coloradas (Caquetá), a un
kilómetro está el retén de la guerrilla para uno poder penetrar a la zona".
Y desde el ámbito estrictamente académico llegaron a chocar las
interpretaciones. Mientras Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y
Democracia, aseguraba que se trata de un repliegue estratégico de la guerrilla;
el invitado internacional, Joaquín Villalobos, protagonista de los diálogos de
paz en El Salvador, refutó esa idea y aseguró que por el contrario están de
verdad debilitadas.
"Lo que ustedes hicieron de organizar el estado, el poder coercitivo, es muy
difícil de reversar (.) Se produjo en un plazo muy corto un cambio en la
correlación moral. En la guerra la destrucción física del enemigo no es vital,
lo importante es reducir o quebrar su capacidad y su decisión de combatir. Eso
es lo que ha venido ocurriendo".
Sin embargo, panelistas como los profesores Francisco Leal y Javier Torres, y el
mismo Rangel, dieron ejemplos que mostrarían que los resultados han sido
relativos, como el hecho de que el alcalde de San Vicente del Caguán no pueda
despachar aún desde su municipio o que en los últimos meses se han disparado el
número de cierto tipo de acciones de las Farc.
2. Conquistar la gente Una de las críticas más escuchadas fue la de la necesidad
de ir más allá de lo militar, para ga-nar la confianza de la gente de las zonas
en conflicto y darle una dimensión política a la estrategia.
"El problema de la seguridad democrática es una extrema debilidad política.
El predominio del ejecutivo nacional es absoluto. Incluso el Ministerio de
Defensa tiene relativamente poco ver. Los ministerios, las gobernaciones, las
demás ramas del poder público poco cuentan", cuestionó el profesor Leal.
El propio Villalobos que hizo uno de los balances más positivos de la estrategia
de guerra de Uribe advirtió: "En el caso de Colombia la fase de ocupación
militar del terreno ha resultado rápida y exitosa. La fase de conformación de
Estado ha sido la más dificultosa. Esa es la próxima etapa (.) Son preferibles
los riesgos por el buen trato, que perder a la población por el maltrato".
3. 'Narcos' se están adaptando El narcotráfico como fuente de financiación de la
guerra se tomó buena parte del debate. Al respecto, el ponente Hernando Gómez
Buendía planteó esta pregunta: ¿Las drástica disminución de hectáreas cultivadas
con hoja de coca -un 47 por ciento del 2002 al 2003- significa que se reduce el
narcotráfico y, por esa vía, se acaban las Farc? Los panelistas, en su mayoría,
respondieron que esas cifras no dejan ver que los 'narcos' se están adaptando a
las nuevas circunstancias. El ex diputado de Putumayo contó, por ejemplo, que ya
se está sembrando una nueva variedad, 'Boliviana negra', resistente a la
fumigación.
Huyendo del glifosato, los cultivos ilícitos se están corriendo a las fronteras
con Perú, Brasil y Panamá, y un mayor número de familias están entrando a esta
economía gracias a que el 69 por ciento de los sembrados son de menos de tres
hectáreas.
Incluso, dejó claro el decano de Economía de Los Andes, Juan Carlos Echeverri,
el éxito en la lucha contra las drogas mezclado con una mayor demanda genera una
relación perversa que es hacer el negocio todavía más lucrativo, a pesar de la
reducción en la productividad.
Un punto de vista distinto lo presentó Sandro Calvani, de la ONU, quien comentó
que son los consumidores más que los cultivadores de coca los que financian las
actividades de los armados ilegales.
4. 'Los señores de la guerra' Una preocupación que rondó varias de las
intervenciones es la herencia perversa que puede quedar de "señores de la
guerra" (paramilitares, narcotraficantes, delincuentes comunes, políticos
corruptos, guerrilleros, etc.) si no se maneja bien y de manera integral la
estrategia de seguridad.
Villalobos advirtió además el enorme riesgo de que se "recicle la violencia" .
"Puede ser peor el posconflicto que el conflicto. Y por eso la importancia de
hacer Estado", expresó.
"En Irak, E.U. y la coalición ganaron la guerra pero están perdiendo la
posguerra. En Nicaragua, antes de llegar a la paz había dos grupos armados,
luego eran 25. Ustedes pueden pasar de 3 o 4 a 100 pequeños grupitos".
Alfredo Rangel hizo duras críticas con el tratamiento que se está dando a los
paramilitares y dijo que esa guerra la está perdiendo el Estado: "Está pasando
con los paramilitares lo que estaba pasando con las Farc en el gobierno pasado.
Son los que más están creciendo y en proceso de empoderamiento. Con la
diferencia que las Farc incumplían en 42 mil kilómetros y los 'paras' incumplen
en todo el país menos en Santa Fe de Ralito".
5. Incertidumbre con E.U.
También sembró inquietud para el futuro y la sostenibilidad de la ofensiva, la
participación de Estados Unidos. El profesor Leal criticó la "extrema
dependencia externa, tanto en lo tecnológico como en lo financiero" y sobre ella
advirtió que habría "problemas muy grandes en términos de operaciones
militares", si se llega a perder el apoyo.
El panel de la tarde, precisamente, se refirió a la sostenibilidad de la guerra.
El ponente, el senador Antonio Navarro Wolff, dijo que para mantener la ofensiva
se necesita que el PIB del país crezca 4 puntos, lo cual vio poco probable.
También, refiriéndose a la sostenibilidad, Carlos Rodríguez de la Comisión
Colombiana de Juristas, llamó la atención sobre los derechos humanos, y dijo que
si no se tomaban medidas drásticas para mejorarlos ese apoyo de E.U. y por ende
el mantenimiento de la estrategia podrían estar en riesgo.
El tema de la reelección también fue mencionado. Sergio Jaramillo, director de
Ideas para la Paz, planteó que sería un problema si la estrategia de seguridad
es utilizada para la política electoral. Y Navarro, potencial candidato
presidencial, cerró su exposición diciendo: "el relativo éxito de la política de
'seguridad democrática' no debe amarrarse a la reelección de Uribe. Por ejemplo,
la doctrina de Jesús sobrevivió en manos de sus discípulos después de su
muerte".
Luz María Sierra Bibiana Mercado Redactoras de EL TIEMPO