Las platas sucias de Pinochet
Por Julio Oliva García
El Siglo
"Riggs abrió cuentas múltiples para el Sr.
Pinochet con el conocimiento y el apoyo de los jefes del banco; que aceptó
millones de dólares en depósitos de su parte sin cuestionar seriamente el origen
de su fortuna; que formó entidades de fachada en el extranjero y que abrió
cuentas a nombre de esas entidades para disfrazar el hecho de que el Sr.
Pinochet era dueño de los fondos en esas cuentas; que alteró los nombres de su
cuenta personal para disfrazar su propiedad; que transfirió secretamente 1,6
millones de dólares de Londres a los EE.UU. mientras el Sr. Pinochet estaba
detenido y bajo orden judicial".
(Extracto el Informe del Senado de EE.UU.)
Cuando
el jueves 15 de julio estalló el escándalo del Banco Riggs, provocado por el
informe del Senado norteamericano, al parecer nadie estaba preparado para ello.
Su familia y allegados respondieron rápidamente con la típica monserga de "los
inventos y las mentiras que buscan empañar su buen nombre", aunque luego
deberían empezar a justificar los dineros como "donaciones realizadas por gente
de buena voluntad para su defensa" y constituirían un comité de emergencia,
integrado por los abogados Miguel Schweitzer, José María Eyzaguirre y Ambrosio
Rodríguez, más el vocero oficioso Guillermo Garín. Su abogado, Pablo Rodríguez
Grez, indicó que "su actual estado de salud le impide recordar las operaciones
efectuadas en la entidad de Washington, por lo que no ha podido colaborar con
antecedentes", mientras su hijo Marco Antonio no descartó iniciar acciones
legales en contra del Banco Riggs "por revelar la información sobre las cuentas"
y señaló que su padre "es un hombre que ha trabajado toda su vida, más de 60
años, y en ese período juntó dinero y tenía muchas garantías, por lo que podía
ahorrar mucho dinero y administró bien sus fondos". Su hermana Lucía parecía
sorprendida y afirmaba categóricamente que "no puedo pensar que mi padre, un ser
humano que en materia de platas me traspasó principios de honorabilidad que
llegaban casi a la exageración, pueda haber hecho algo -antes o ahora- poco
honorable en este tema".
Algunos señalan que puede ser producto de la recolección realizada en 1988,
antes del plebiscito que terminaría con la dictadura, por el funcionario Carlos
Cáceres a nombre de los "Empresarios por el Sí". Otros afirman que los dólares
vienen de empresarios extranjeros que se solidarizaron con el dictador.
Ante la propuesta concertacionista de crear una comisión investigadora en la
Cámara de Diputados la derecha respondió con ampliarla al Caso MOP-Gate, por lo
que su aprobación está suspendida. La iniciativa en tribunales, en tanto, fue
asumida por abogados de Derechos Humanos, la Agrupación de Familiares de
Detenidos Desaparecidos y el Partido Comunista, a lo que se sumó el Consejo de
Defensa del Estado. En representación del ente estatal, el presidente del Comité
Penal del CDE, Guillermo Ruiz Pulido, y el consejero Eduardo Urrejola señalaron
que presentaban la denuncia ante el ministro Sergio Muñoz, que ya había tomado
la causa, "con el objetivo de que se investiguen las cuentas que mantenía en el
banco Riggs para determinar el origen y la naturaleza de esos dineros".
Los abogados Alfonso Insunza y Carmen Hertz presentaron, ante la Corte de
Apelaciones de Santiago, una denuncia criminal contra Augusto Pinochet por los
delitos de fraude al Fisco, malversación de fondos y cohecho, mientras que los
abogados Hugo Gutiérrez, Fabiola Letelier, Hiram Villagra y Julia Urquieta,
junto a Lorena Pizarro –presidenta de la AFDD- y Guillermo Teillier –secretario
general del PC-, solicitaron al juez Juan Guzmán Tapia, que lleva entre otros
casos el de la Operación Cóndor por el cual el general (R) está desaforado, una
profunda investigación sobre los bines de Pinochet y la aplicación de medidas
precautorias que impidan que el ex dictador realice movimientos con dichos
recursos. Julia Urquieta recordó que "en la investigación por la Caravana de la
Muerte no se determinó embargo alguno en su contra porque se consideraba que
éste no disponía de bienes que pudieran ser utilizados con ese fin".
Los robos de "la familia"
Mientras aún no se esclarece la forma en que Pinochet y su familia hicieron
fortuna, algunas pistas se pueden seguir con diversos "negocios" que realizaron
mientras el dictador estaba en el poder, aunque algunos también fueron bajo la
vista y paciencia de los gobiernos concertacionistas.
Entre los primeros hechos que se recuerdan en los mismos inicios del régimen
militar, está la entrega de joyas y bienes que hicieron numerosos empresarios
–entre ellos el propio Eduardo Frei Ruiz-Tagle, para la "reconstrucción
nacional" iniciada tras el golpe de Estado. Varias de estas joyas fueron lucidas
luego por la "señora Lucía".
También aparece el lucrativo negocio realizado por Lucía Pinochet Hiriart con el
Instituto de Seguros del Estado, donde debían asegurarse por obligación empresas
como CODELCO, ENAMI, CAP y otras del Estado, a través de las empresas Storil y
Metrópoli.
Algunas de sus propiedades
Usando todas las trampas que le permitía el poder total, Pinochet se hizo de
numerosas propiedades. Ya en 1976, la "primera dama" compraba con sus ahorritos
un piso completo en un edificio contiguo a la Rotonda Pérez Zujovic, en Vitacura,
avaluado en apenas 16.690 Unidades de Fomento. En 1978, Pinochet compraba por
430 mil pesos un par de sitios urbanizados en Limache, que se extendían en
12.140 metros cuadrados, los que prontamente "vendería" a la Caja de Previsión
de la Defensa Nacional en 3 millones de pesos. La venta la habían hecho por que
"carecía de la privacidad necesaria para la familia" y la CAPREDENA la usaría en
construir una población para sus afiliados. Lo que no dicen es que el terreno,
avaluado por Impuestos Internos en apenas 485 mil pesos, estaba anegado por un
canal colector de lluvia y cubierto de fango.
Prontamente la familia buscó un nuevo lugar para su descanso, esta vez al
interior del Cajón del Maipo. Así, primero comprando directamente y luego a
través del teniente coronel Ramón Castro Ivanovic, Pinochet consiguió unos 135
mil metros cuadrados en el sector denominado El Melocotón, todo esto con dineros
conseguidos en la CAPREDENA a 24 años plazo y "comprando" a Castro Ivanovic en
un millón 500 mil pesos un terreno por el que el fisco había pagado 3 millones
800 mil pesos. La obra gruesa tuvo un costo de un millón de dólares. En la zona
no había agua potable, electricidad, ni TV. En tiempo record, Chilectra y EMOS
dotaron de servicios básicos al sector. TVN, dirigida por su yerno Hernán García
Barzelatto, instaló una antena repetidora. Las obras viales excedieron los 216
millones de pesos de la época, todas financiadas por el Fisco.
Para construir su mansión en Lo Curro, hoy destinada al Club Militar, se usó el
5% del presupuesto para Obras Públicas de 1984, que en total ascendía a $
35.400.000.000. Se erigió sobre un terreno de 80.000 metros cuadrados y la
construcción de 6.000 metros cuadrados costó 20 millones de dólares. Los
jardines y parques significaron un costo aparte de $15.000.000. Cuenta con
canchas de tenis, gimnasio, 250 estacionamientos, sala de cine, saunas, central
telefónica, estanques de agua, central eléctrica subterránea y una clínica.
Debido a los gustos de la "señora Lucía" y a requerimientos de seguridad, el
SERVIU debió hacer continuos desembolsos por gastos extraordinarios, sumando
$5.000.000 semanales al costo total. La propiedad "obligó" a la construcción de
un puente y una carretera urbana de 8 pistas por la ribera del Mapocho, desde la
Av. Santa María hasta Lo Curro.
Por su "parcela" de reclusión en Los Boldos, de 510 mil metros cuadrados, el
general (R) pagó unos 800 millones de pesos en 1994. Antes, en 1989, había
adquirido a través de su esposa las propiedades de calle Los Flamencos 3796 y
3818, en La Dehesa, sumando otros 3.300 metros cuadrados a su haber, esta vez
por la módica suma de 79 millones de pesos. El costo total de la construcción
alcanzaría los 200 millones de pesos. Tampoco se deben dejar en el olvido los
lujosos departamentos comprados en Arica e Iquique, y los de Reñaca y
Valparaíso, todos comprados después de "abandonar el poder".
Coimas y tráfico de armas
Una de las variables que se maneja para explicar el origen de los millones de
dólares del general (R) es la del uso que le dio a su cargo para realizar
negociados en el área del armamento.
Sin ir muy lejos, cuando fue detenido en Londres estaba "en misión militar con
el conocimiento del gobierno" –según el general de división del Ejército de Su
Majestad Británica Alan Sherman-, "para coordinar los detalles de un importante
negocio de armamentos con las empresas británicas Royal Ordnance y British
Aerospace". El periodista argentino Rogelio García Lupo afirma que Pinochet
"buscaba cobrar su comisión por la adquisición de 3 barcos ingleses para la
Armada", gestión que "se traducía en una comisión personal de US$4.43 millones".
En misión similar había estado en Checoslovaquia, con nombre falso, operando con
las transnacionales armamentistas para recibir "comisiones" por las compras
realizadas desde Chile. Recordemos que nuestro país tiene contratos de
coproducción de armas con empresas privadas de Gran Bretaña, Suiza, Bélgica,
Francia, China, Malasia y España, con las que comparte, entre otras, licencias
de producción de material en la fabricación de fusiles SIG y de carros blindados
Mowag".
En 1992 quedó al descubierto un inmenso tráfico de armas hacia Croacia, cuyos
dineros habrían sido entregados en parte a la protección de los criminales de la
dictadura que se encontraban escondidos en diversas partes del mundo. La cabeza
visible en Chile era el general (R) de la FACH Vicente Rodríguez, socio del
torturador Edgard Cevallos Jones, quien mantenía contacto con la empresa
francesa IVI Finance Management, encargada de hacer los traslados en el
exterior. En este tráfico aparecieron también involucrados el general de
Ejército Carlos Krumm y el coronel Gerardo Huber, quien sería asesinado al poco
tiempo.
Los herederos
Augusto Pinochet Hiriart recibió, en enero de 1989, un pago del Ejército por
unos 3 millones de dólares. El caso, conocido como los "Pinocheques", no fue
investigado luego de un "boinazo" del Ejército y aducirse "razones de Estado"
por parte de la Concertación. Augusto Jr. siempre se las arregló para recibir
sueldos extraños, como cuando vivía en Los Angeles, California, y estaba
contratado por Lan Chile en la oficina de Sacramento. También formó parte de la
empresa de pantalla de la DINA "Pedro Diet Lobos" y fue socio de la Minera Saint
Etiene Ltda., de Mario Vargas y Cía., Alberto Collarle y Cía. Ltda., y la firma
norteamericana Union Resources Corporation, envuelta en "transacción
irregulares" de cobre en Argentina. Pinochet Hiriart vendió 120 mil toneladas
métricas de cátodos, pertenecientes a COCELCO, obteniendo jugosas comisiones por
una innecesaria mediación.
Su hermano, Marco Antonio, se involucró en tráfico de armas y drogas en su
sociedad con Yamal Batich, en la empresa Chile Motores, a la cual se ligaría
posteriormente el narcotraficante colombiano Jesús Ochoa. Batich hacia sus
negocios en Europa a través de su primo Monzer Al Kassar, detenido en Londres
por tráfico de drogas, mientras de las empresas de papel en Panamá se encargaba
Héctor Novoa, hermano del actual presidente de la UDI.
En DICOM, la familia aclara algunas de sus pertenencias. Augusto Jr. tiene 17
protestos o morosidades, ni una sola aclarada, pero posee un bien raíz avaluado
en 31 millones de pesos. Lucía, la hija mayor, no tiene protestos y sus bienes
raíces declarados suman más de 320 millones de pesos. Marco Antonio tiene 16
millones en un bien, mientras Jacqueline no tiene propiedades registradas a su
nombre -aunque en una entrevista a la revista Cosas dijo que vivía de las rentas
de sus casas. María Verónica posee cuatro bienes, valorados en más de 165
millones de pesos. La "señora Lucía" Hiriart, cuyo único oficio declarado ha
sido el de dueña de casa, registraba tres propiedades por 506 millones 891 mil
pesos y no presentaba protestos o morosidades.
Al menos eso era lo conocido hasta estos "penosos" días.
Partido Comunista:
"Que se investiguen todos los bienes de Pinochet"
"Es algo que nos estremece", reaccionó el secretario general del PC, Guillermo
Teillier, ante las revelaciones emanadas de la comisión investigadora del senado
norteamericano según las cuales Augusto Pinochet, además de haber violado los
derechos humanos, aparece con cuentas bancarias que oscilan entre cuatro y ocho
millones de dólares en el Banco Riggs de Estados Unidos.
En conferencia de prensa efectuada el sábado 17, Teillier destacó que Pinochet
aparece siendo cliente de este banco Riggs desde el año 1985. "O sea, desde ese
momento comenzó a sacar fondos de algún lado para sus cuentas personales".
Preguntas abiertas
El PC abogó por que se investigue el origen de estos dineros. Si son fondos
reservados de la Presidencia de la República o del Ejército, o si corresponden
al 10% de las ventas de cobre y de alguna manera se trasladaron a estas cuentas,
considerando que en este mismo banco tenía sus cuentas el Ejército de Chile y
que Pinochet era el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, quien disponía la
compra de armamentos. "¿Forma parte esto de coimas a Pinochet por la compra de
armamentos? Hay muchas preguntas que hacerse al respecto", señaló Teillier,
quien agregó que los antecedentes consignan que a estas cuentas llegaron fondos
también después del año 92 -cerca de 1.600 millones de dólares-, mientras
Pinochet se encontraba en Londres. "¿De dónde salió ese dinero? –preguntó. Hay
quienes han tratado de decir que esto se lo regalaron los ingleses, pero también
pueden haber sido fondos que se llevaron desde Chile y se hicieron pasar por
Londres".
Otros miembros de la Junta
El dirigente se pronunció por la necesidad de investigar a otros altos oficiales
de la época, empezando por los que constituyeron la Junta Militar, considerando
que este banco, tal vez usando el canal diplomático de la embajada
norteamericana en Chile, asistía no solamente a Pinochet sino también a altos
oficiales del Ejército que tenían su cuenta en él.
Que se investiguen todos los bienes
"Nosotros estamos por que se haga un proceso de fondo sobre todos los bienes
adquiridos por Pinochet, que incluya el caso de los pinocheques. Acordémonos que
Pinochet fue sobreseído del caso de los pinocheques ‘por razones de Estado’, y
eso el país no lo puede ni debe soportar. También nos parece que el Consejo de
Defensa del Estado debiera plantear una precautoria sobre los bienes de Pinochet,
previendo que éstos fueran fondos del Estado", señaló, acotando que si son
fondos que él ha sacado de manera ilícita debieran recuperarse y dejarse para
reparar en parte el daño que Pinochet le ha hecho a la sociedad chilena.
El PC se comunicó expresamente con el mismo equipo de abogados de Washington que
está llevando adelante una querella contra Henry Kissinger por su
responsabilidad en el golpe de Estado en Chile, para solicitarles que recaben
toda la información que exista en Estados Unidos para estudiar la factibilidad
de iniciar nuevas acciones legales contra Pinochet tanto en Estados Unidos como
en Chile.
Herencia de la dictadura
Refiriéndose genéricamente a los actos de corrupción, Teillier reiteró que la
dictadura sumió al país en este tipo de actos ilícitos. "Allí parten muchos
hechos de corrupción que existen hoy porque Pinochet creó la impunidad en Chile.
No puede haber una sociedad sana si es que siguen produciéndose hechos de
corrupción, y hay hechos de corrupción que todos conocemos", puntualizó.
Las contradicciones de Cheyre
Dos días antes de que se conociera la existencia de las cuentas de Augusto
Pinochet en el banco Riggs de los Estados Unidos, por una suma que todavía se
investiga, el Comandante en Jefe de Ejército, Juan Emilio Cheyre, había
reiterado, que el honor militar obliga al Ejército a actuar como debe ser en
materia de los juicios por violaciones a los derechos humanos, sin esperar nada
a cambio y tampoco un trato diferente, pero que la institución aspiraba a que la
sociedad valorase tales esfuerzos en su justa medida.
Durante una reunión con la Asociación de ex Alumnos de la Escuela de Periodismo
de la Universidad Católica, Cheyre reseñó que el Ejército ha respondido más de
14.000 escritos a los tribunales, envió a declarar a 775 integrantes de sus
filas y registra 146 procesados en las 383 causas abiertas por violaciones a los
derechos fundamentales durante la dictadura.
Agregó que el 90% de los hechos ha sido reconstruido gracias a la colaboración
de los militares, enfatizando que nadie ha contribuido más a la verdad que su
institución.
Sostuvo que el Ejército ha sabido asumir sus responsabilidades en materia de
derechos humanos, lo que debería ser agradecido por todos los sectores del país.
Las afirmaciones del general chocan violentamente con la realidad, demostrando
que a pesar de los cambios de imagen realizados por el Ejército éstos no han
tocado en su esencia a la institución que encabezó Pinochet cuando desvió las
sumas de dinero descubiertas por el Senado de los EE.UU. y que se acuarteló
cuando avanzaba la investigación de los "pinocheques", que inculpaban a su hijo
mayor, para impedir que las indagaciones y órdenes de procesamiento siguieran su
curso.
Un botón de muestra es lo obrado por altos oficiales de la institución en los
procesos por la ejecución y desaparición de personas en el cerro Chena de San
Bernardo, desde el 11 de septiembre de 1973.
En esas causas han declarado entre otros, el general Juan Carlos Salgado
(entonces teniente), actual Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, el
general retirado Julio Cerda Carrasco (subteniente, a la época), hasta hace dos
años comandante de la Sexta División; los entonces capitanes Juan Carlos Nielsen,
actual líder del partido en formación de los ex militares; Luis Cortés Villa,
vocero de la Fundación Pinochet; y Víctor Pinto Pérez, actualmente procesado por
algunos de los crímenes perpetrados en el cerro Chena.
Según las declaraciones de numerosos reservistas llamados a filas tras el golpe
de Estado, estos oficiales conocían de la existencia de prisioneros en el
Cuartel Dos de la Escuela de Infantería de San Bernardo, situado en el
mencionado cerro, como también sabían de los tratos a que eran sometidos.
Incluso, algunos de ellos son mencionados en el proceso que sustancia la
ministra María Estela Elgarrista, por sobrevivientes del campo de prisioneros,
ex conscriptos que sirvieron en el lugar y por oficiales como el general en
retiro Sergio Rodríguez Rautcher, que servía también en la Escuela de Infantería
de San Bernardo durante ese período, con el grado de capitán.
El general Salgado declaró que sólo le correspondió participar en una unidad de
allanamiento que proporcionaba apoyo perimetral a los operativos que efectuaban
Carabineros e Investigaciones. Además, relató al tribunal que cumplió labores en
el Cuartel Dos, en el cerro Chena, pero en la ladera norte al mando de una
compañía. En el proceso consta que los prisioneros se encontraban en el sector
sur del predio, por lo que no vio ni supo de la existencia de prisioneros en el
lugar y tampoco tuvo conocimiento de torturas o ejecuciones, ni de traslados de
cadáveres.
Otro tanto afirmaron Cortés Villa, Pinto Pérez y Cerda Carrasco. Sin embargo,
Sergio Rodríguez Rautcher reconoció la existencia de prisioneros en el cerro
Chena y además que junto a Pinto y Cortés Villa integró una Plana Mayor cuya
labor ninguno especifica, que supuestamente se abocó a labores de inteligencia
al mando del mayor Jorge Lucares Robledo, lo que rechazan Pinto y Cortés.
R.B.
Abogado Hugo Gutiérrez:
"Pinochet no se podrá seguir escudando en el Estado"
Apenas
se conoció el informe de la comisión del Senado norteamericano sobre las cuentas
secretas de Pinochet en Estados Unidos, el abogado Hugo Gutiérrez junto a otros
colegas, las agrupaciones de derechos humanos y el Partido Comunista
concurrieron a los Tribunales para solicitar una investigación de todos los
bienes de Pinochet y solicitar su embargo. Gutiérrez sostiene que con los nuevos
antecedentes el desafuero es lo más probable y que se abre un escenario
radicalmente distinto para Pinochet.
-¿En qué medida influyen en la situación judicial de Pinochet las revelaciones
de la existencia de sus cuentas secretas en el Banco Riggs en Estados Unidos?
"Son un antecedente que tiene que servir para que la Corte Suprema chilena
apruebe el desafuero de Pinochet y así sea posible juzgarlo posteriormente para
que se haga efectiva su responsabilidad civil. Simultáneamente, creo que
teniendo conocimiento de la existencia de bienes en el patrimonio de Pinochet,
ahora es posible pensar en acciones entre las cuales se encuentra la
presentación de demandas civiles en contra de él, porque hasta hoy la
responsabilidad pecuniaria de Pinochet se había escudado detrás del Estado
chileno, el Estado estaba respondiendo por la responsabilidad civil de reparar
el daño moral a los familiares de las víctimas de la represión".
Investigación de sus bienes
-¿Cuáles serían los caminos para materializar esas demandas?
"Hoy un grupo de abogados, las agrupaciones de derechos humanos y el Partido
Comunista hemos presentado un escrito al ministro Guzmán solicitando que se
investiguen los bienes de Pinochet y se determine a cuánto asciende su
patrimonio. Ese es el camino que nos va a permitir instaurar cualquier medida
precautoria en contra de los bienes de este sujeto, incluyendo desde su embargo
hasta cualquier tipo de provisión que le impida enajenar dichos bienes.
Hasta tiempo atrás la responsabilidad civil de Pinochet estaba diluida en la
responsabilidad estatal, al punto que el Consejo de Defensa del Estado llegó a
desconocer el Informe Rettig con tal de evitar que el Estado respondiera por los
crímenes cometidos por Pinochet".
-¿Hasta qué punto se puede perseguir esta responsabilidad en el tiempo?
"Esa responsabilidad se puede mantener incluso después de la muerte de Pinochet,
puesto que sus herederos quedan también expuestos a responder civilmente de las
demandas que se haya interpuesto en contra de él.
Lo que se presentó fue una solicitud escrita al ministro para que en virtud de
las facultades que tiene para actuar de oficio, investigue y determine el real
patrimonio de Pinochet, de su cónyuge y de sus hijos".
-¿Qué relación tiene esto con las acciones que ha anunciado el Consejo de
Defensa del Estado?
"El CDE va a denunciar los delitos cometidos por Pinochet a fin de que se
investiguen. Esos pasos también van orientados a que se determine la existencia
de delitos por parte de Pinochet o de algún integrante de su familia".
-¿De qué tipo de delitos estamos hablando?
"Lo que interesa es que se determine el patrimonio de Pinochet a fin de trabar
las respectivas medidas precautorias. En los delitos que va a investigar el
ministro va a ser determinante saber el origen de los dineros para ver si se
cometió o no un ilícito. Yo creo que hay que investigar los orígenes del dinero
que tenía en las cuentas bancarias".
-Se ha dicho que éste sería un juicio político…
"Se ha escuchado de algunos sujetos de la derecha que esto sería una forma que
tiene el gobierno para encubrir todos los actos de corrupción cometidos por
ellos, pero aquí nos encontramos ante una información que proviene de Estados
Unidos, y como tal no ha sido provista por los querellantes. En consecuencia,
acá hay un antecedente que amerita una investigación que viene a confirmar lo
que ya en muchas ocasiones hemos dicho: que Pinochet no era un sujeto pobre ni
tampoco un loco demente, y que por tanto debe ser sometido a la jurisdicción.
También se está acreditando que Pinochet tenía dinero oculto".
-¿Qué valoración tiene de las medidas anunciadas?
"Yo creo que lo que han hecho los querellantes de solicitar a los tribunales que
determinen el patrimonio real de Pinochet y se investiguen los delitos cometidos
por él con respecto a estas cuentas, es el camino indicado. Además que el
Parlamento determine la conformación de una comisión investigadora y que el CDE
vaya también a denunciar los delitos eventualmente cometidos por Pinochet,
muestran que se está yendo por el camino correcto. También que el Senado
norteamericano se comprometa a seguir investigando todas estas circunstancias
relacionadas con el caso de Pinochet me da la impresión de que todo va bien
encausado".
Gestiones en EE.UU. y España
-Y en relación al capítulo exterior de todo esto: ¿cuáles son las perspectivas?
"Hay una serie de gestiones que se están realizando internacionalmente. He
tomado conocimiento de que hoy el juez español Baltazar Garzón ha reiterado las
medidas de embargo de bienes de Pinochet y de su familia, con lo que él refuerza
su ánimo de asegurar la responsabilidad civil de Pinochet. Yo creo que este juez
se puede sentir engañado por lo que el Banco Riggs hizo al ocultar las cuentas
para evitar que se tomara conocimiento en España de la existencia de este
dinero.
La solicitud de Garzón debiera llegar al ministerio de Relaciones Exteriores de
Chile, quien lo debería poner en conocimiento de la Corte Suprema. Esta debería
designar a un tribunal civil para los efectos de concretar esta medida. Yo no sé
si a la Cancillería ya le llegó ese oficio y si se ha tomado alguna medida.
Ahora falta que las acciones civiles se inicien en Estados Unidos, a fin de
perseguir también la responsabilidad civil que le cabe al banco en el
ocultamiento de la información".
-¿Y cómo opera eso?
"El Senado norteamericano, en conocimiento de los delitos que presumiblemente
cometió la gerencia del banco Riggs, tiene que poner los antecedentes en
conocimiento del Departamento de Justicia, quien a su vez persigue la
responsabilidad penal de ellos, y dentro de ese marco podría también
investigarse la responsabilidad penal que le cabe a Pinochet".
-¿Se prevé tramitar desde Chile una demanda también en Estados Unidos?
"Los familiares de las víctimas de la represión en Chile podrían recurrir en
Estados Unidos para demandar al Riggs Bank a fin de que se hagan efectivas sus
responsabilidades en cuanto a haber ocultado cuentas de Pinochet que permitían
reparar el daño ocasionado".
Informe del Senado de EE.UU.
La verdad sobre las cuentas de Pinochet
Informe preparado por el staff de la minoría demócrata del Subcomité
Permanente de Investigaciones del Senado de los Estados Unidos. El título y
subtítulos de este documento, son del original. Traducción de Roberto Castillo
Sandoval. Por razones de espacio, esta traducción excluye las abundantes notas
al pie de página que documentan los asertos claves de este informe.
La investigación del subcomité ha determinado que Riggs Bank actuó por largo
tiempo como banquero personal del Sr. Pinochet y que deliberadamente le ayudó en
la tarea de ocultar y trasladar sus fondos cuando él estaba sujeto a
investigación y bajo orden judicial internacional de congelar sus bienes.
La investigación del subcomité determinó que, entre otras acciones, Riggs abrió
cuentas múltiples para el Sr. Pinochet con el conocimiento y el apoyo de los
jefes del banco; que aceptó millones de dólares en depósitos de su parte sin
cuestionar seriamente el origen de su fortuna; que formó entidades de fachada en
el extranjero y que abrió cuentas a nombre de esas entidades para disfrazar el
hecho de que el Sr. Pinochet era dueño de los fondos en esas cuentas; que alteró
los nombres de su cuenta personal para disfrazar su propiedad; que transfirió
secretamente 1,6 millones de dólares de Londres a los EEUU mientras el Sr.
Pinochet estaba detenido y bajo orden judicial; que condujo transacciones por
medio de las cuentas de concentración del propio banco Riggs para ocultar la
participación del Sr. Pinochet en algunas transacciones en efectivo; y que
entregó más de 1,9 millones de dólares en cuatro grupos de cheques al portador
al Sr. Pinochet en Chile para que él pudiera obtener pagos sustanciales en
efectivo en ese país.
La investigación del subcomité determinó además que el banco Riggs ocultó la
existencia de las cuentas de Pinochet a los inspectores de la Contraloría
durante dos años, que resistió las peticiones de información de la Contraloría,
que no identificó ni informó sobre actividades sospechosas en sus cuentas, y que
cerró tales cuentas solamente después de una inspección detallada de la
Contraloría en 2002.
La relación con Pinochet
La evidencia descubierta por el subcomité indica que el Sr. Pinochet fue cliente
de Riggs por lo menos durante 8 años, con múltiples cuentas de banco,
inversiones y certificados de depósito (CD) bajo su control. Sus depósitos en el
banco Riggs variaron en el curso de estos años de US$4 millones a US$8 millones.
La evidencia muestra que dos funcionarios de Riggs eran los encargados
principales de manejar las cuentas de Pinochet de forma cotidiana. Carol
Thompson, vicepresidenta en jefe para América Latina de la División Embassy
Banking, se reunía con el Sr. Pinochet dos veces al año, y hablaba directamente
con él por lo menos trimestralmente. Fernando Baqueiro, Director Gerente para
América Latina del Departamento de Banca Privada Internacional, también manejaba
las cuentas, pero ha señalado haber tenido mucho menos contacto directo con el
Sr. Pinochet. Ambos trabajaban bajo la supervisión del Grupo de Banca
Internacional (de Riggs Bank).
La evidencia obtenida por el subcomité indica que altos ejecutivos de Riggs
activamente buscaron tener a Pinochet como cliente. En entrevistas separadas, el
personal de Riggs entrevistado por el subcomité concordó en que una delegación
de altos funcionarios de Riggs visitó varios países latinoamericanos, incluyendo
Chile, que se reunieron con el Sr. Pinochet, y que le solicitaron explícitamente
que abriera una cuenta con Riggs. No concuerdan, sin embargo, al precisar
quiénes fueron exactamente los funcionarios de Riggs que viajaron y que hicieron
la solicitud al entrevistarse con el Sr. Pinochet.
Establecimiento de dos entidades de fachada fuera de los EEUU.
En julio de 1996, cerca de 18 meses después de que Riggs abriera una cuenta
personal para el Sr. Pinochet, se presentó en España una acusación judicial
detallada, responsabilizando al Sr. Pinochet de crímenes contra la humanidad. En
1996, y luego en 1998, Riggs le ayudo al Sr. Pinochet a establecer dos
corporaciones de fachada en las Bahamas, Ashburton Company Ltd. y Althorp
Investment Co. Ltd. Ninguna de las dos entidades tiene empleados ni oficinas
físicas, pero fueron nombrados como propietarios nominales de cuentas bancarias
de Riggs y de CD's que beneficiaban directamente al Sr. Pinochet y su familia.
Riggs Bank & Trust Co. (Bahamas) Ltd., subsidiaria de Riggs Bank en las Bahamas,
con autoridad para abrir cuentas y establecer fondos fiduciarios en ese país,
estableció estas entidades. Ashburton fue fundada alrededor de abril de 1996. El
propietario nominal era Ashburton Trust, establecido por Riggs en las Bahamas en
mayo de 1996. El encargado confiable de la cuenta era Riggs Bank & Trust Co. de
Bahamas, propietarios eran el Sr. Pinochet y su esposa, y los beneficiarios del
fondo sus cinco hijos. Empleados de Riggs aparecen como directores y
funcionarios de Ashburton, con la finalidad de que el nombre del Sr. Pinochet
nunca apareciera en los documentos de fundación. Riggs formó la segunda
corporación de fachada, Althorp Investment Co. Ltd., en febrero de 1998, usando
una estructura similar.
Cuentas múltiples
De 1994 a 2002, Riggs abrió por lo menos 3 cuentas personales a nombre del Sr.
Pinochet, tres más a nombre de sus entidades de fachada, Ashburton y Althorp, y
emitió varios certificados de depósito. Algunas de estas cuentas estaban en el
Riggs Bank de EEUU, otras estaban en el Riggs Bank Europe de Londres, y Riggs
presentó diversas cantidades de documentación para cada una de ellas. Gran parte
de la documentación presentada al subcomité se relacionaba con las cuentas de
Pinochet en los EEUU, relativamente poca se relaciona con las cuentas de
Londres. Según el análisis de la Contraloría, en el año 2000 las cuentas de
Pinochet estaban en el cuarto lugar de importancia en el Departamento de Banca
Privada Internacional. Luego de que la Contraloría hiciera una inspección
específica de estas cuentas en 2002, todas estas cuentas fueron cerradas.
Cuentas personales
Las tres cuentas personales de Riggs bajo el nombre de Augusto Pinochet Ugarte y
su esposa eran las que siguen:
(1) Cuenta Nº.76-750-393, cuenta personal de inversión (mercado de capitales),
abierta en Riggs US en diciembre de 1994 y cerrada el 25 de marzo de 1999. En el
período de cinco años, el balance de la cuenta osciló entre US$50.000 y US$1,2
millones. El gerente de la cuenta tipo Embassy declaró al subcomité que el banco
cerró esta cuenta luego de que un diario mexicano obtuvo una hoja de balance
mensual y publicó el número de cuenta. Los fondos de esa cuenta cerrada fueron
transferidos a una cuenta personal nueva, que se detalla a continuación:
(2) Cuenta Nº.76-835-282, cuenta personal de inversión, abierta en Riggs US el
24 de marzo de 1999, con fondos de la cuenta cerrada. En tres años, el balance
de cuenta osciló entre cerca de US$20.000 y US$550.000. Esta cuenta se cerró en
agosto de 2002.
(3) Cuenta Nº.25-005-393, cuenta corriente personal, fue abierta en Londres en
fecha desconocida y fue convertida en abril de 1997 a una cuenta personal tipo
NOW, con el Nº.74-041-013. Esta cuenta NOW se cerró en mayo de 2000. Desde 1997
a 2002, el balance de cuenta fluctuó entre cerca de US$40.000 y US$1,1 millones.
En 2002, cuando se cerró la cuenta, los fondos se transfirieron aparentemente a
una cuenta nueva abierta en Riggs US bajo el nombre de la entidad de fachada
Althorp Investment Ltd.
Cuentas corporativas
Riggs abrió varias cuentas bancarias y de inversión a nombre de Ashburton y
Althorp, y emitió numerosos certificados de depósito a 90 días. Basado en la
evidencia ante el comité, las cuentas principales abiertas a nombre de las
entidades de fachada del Sr. Pinochet fueron las siguientes:
(1) Cuenta Nº.02121401, cambiada luego a Nº.64-0041-01-8. Fue una cuenta de
gerencia de inversión corporativa de Ashburton. Se abrió en los EEUU en 1996,
fecha desconocida. Esta es la cuenta más grande de Pinochet, y en julio de 2002
contenía por lo menos US$4,5 millones. Riggs manejaba esta cuenta de manera
activa, haciendo numerosas transacciones de inversión. Se cerró en agosto de
2002.
(2) Cuenta Nº.76-715-547, cuenta corporativa de inversión de Ashburton, abierta
en Riggs United States en mayo de 1996. De 1997 a 2002, el balance fluctuó entre
US$4.000 y US$1,1 millones. Aunque el subcomité no cuenta con documentación
específica del cierre de la cuenta, otra evidencia indica que ésta fue cerrada
en agosto de 2002.
(3) Cuenta Nº.76-835-493, cuenta corporativa de inversión abierta en 2000, bajo
el nombre de "Ashburton Company, Ltd. #2," luego cambiado en 2001 a "Althorp
Investment Co. Ltd.", la otra entidad de fachada del Sr. Pinochet. La cuenta se
abrió en Riggs US en mayo de 2000, con fondos transferidos de la cuenta personal
NOW del Sr. Pinochet en Londres. De 2000 a 2002, el balance de la cuenta osciló
entre cerca de US$200.000 y US$950.000. Esta cuenta se cerró en agosto de 2002.
(4) Riggs emitió 7 CDs a nombre de Ashburton. Cada certificado tenía un millón
de dólares de fondos, y con los intereses obtenidos de ellos se compró un
certificado más de un millón de dólares. El primer CD se emitió en 1997 y el
último en 1998, que fue renovado repetidas veces. En octubre de 2001 se retiró
medio millón de dólares del certificado activo entonces, y depositado en la
cuenta de inversión de Ashburton Nº.76-715-547.62. Este certificado venció en
agosto de 2002 y los US$493.000 que quedaban, más interés, se pagó a la cuenta
de inversión de Ashburton que se cerró poco después.
(5) Un certificado de depósito de Riggs también se emitió en Londres por Riggs,
en abril de 1998, a nombre de Althorp, por un millón de libras esterlinas. La
documentación refiere a las cuentas Nº.17172-204 o Nº.74-377-015. El CD se
renovó por tres períodos de 90 días. El 26 de marzo de 1999, antes de su fecha
de vencimiento, el certificado fue "dividido" y un total de US$1.619.500 fue
transferido a un nuevo certificado emitido para Althorp en Riggs US, que se
describe a continuación.
(6) El CD a nombre de Althorp, cuenta Nº.81-442-002, fue emitido por Riggs US el
26 de marzo de 1999, con fondos del CD londinense mencionado antes. El CD se
renovó automáticamente a intervalos de 90 días. Tenía fondos iniciales de US$1,6
millones, pero el 15 de mayo de 2001 se retiraron US$500.000, que fueron
depositados en la cuenta de inversión de Althorp Nº.76-835-493. El 5 de abril de
2002 se retiraron otros US$500.000, y depositados en la cuenta personal de
inversión del Sr. Pinochet, Nº.76-835-282. En junio se renovó este CD por 90
días, con US$619.500. Aunque al subcomité no se le proporcionó documentación
mostrando la fecha en que se cerró este CD, Riggs Bank ha indicado que todas las
cuentas relacionadas con Pinochet se cerraron en julio o agosto de 2002.
Documentación "Know Your Customer" (KYC - Conozca a su cliente).
Llevar a cabo con debida diligencia las revisiones de los clientes potenciales
es una salvaguardia clave para impedir el lavado de dinero. Este requisito de
"conozca a su cliente" (KYC) comprende en primer lugar la recolección y
verificación de la información o background de los clientes, nuevos o
existentes, para protegerse del lavado de dinero. La información KYC que Riggs
recogió en relación a las cuentas del Sr. Pinochet es claramente deficiente. A
lo largo de los años, Riggs ha emitido claras declaraciones sobre su política de
exigir información KYC detallada para sus cuentas de cliente. Por ejemplo, en el
Programa de Cumplimiento BSA del 2000 declara: "Riggs Bank hará negocios
solamente con individuos, compañías, etc., de los cuales sepamos que tienen
buena reputación y, con la diligencia adecuada, sepamos que han acumulado su
fortuna por medios legítimos y honorables. Riggs no aceptará como cliente a
ningún individuo, compañía o fondo fiduciario de quien tengamos la más mínima
razón para creer que ha sido condenado por haber cometido algún crimen que
involucre la apropiación indebida de fondos, o el uso o tráfico de narcóticos o
materiales relacionados con narcóticos, o lavado de dinero, o que haya obtenido
dinero por medios ilegales o ilícitos. Riggs exige que se le entregue
información corroborada y plenamente revisada antes de determinar si acepta a
alguien como cliente de Riggs". A esta declaración se suma una lista de
políticas y procedimientos para recolectar información KYC.
"Completa debida diligencia"
Al contrario de lo que indica su política de información sobre el cliente (KYC)
Riggs no tuvo la "completa debida diligencia" para cerciorarse de que el Sr.
Pinochet hubiese adquirido su fortuna por medios "legítimos y honorables", ni
tampoco obtuvo "información plenamente corroborada" con respecto a él. Por
ejemplo, la cuenta más antigua conocida por el subcomité es su cuenta personal
abierta en los Estados Unidos en diciembre de 1994. Riggs no presentó ninguna
documentación KYC relacionada con la apertura de esta cuenta, que había sido
solicitada por los más altos funcionarios del banco.
Riggs sí presentó, sin embargo, tres perfiles de cliente KYC preparados durante
1998, 1999 y 2002. El más antiguo de estos documentos está en un formulario
hecho para Ashburton Company Ltd. Este formulario consiste en un elaborado
conjunto de preguntas solicitando información sobre la identidad del cliente,
dirección, estatus con el Office of Foreign Affairs Asset Control, cuentas
relacionadas, proveniencia de los fondos, background, posesiones existentes,
necesidades del producto, expectativas de actividad de la cuenta, referencias y
estatus como cliente de "alto perfil". También incluye una lista de
documentación requerida por el reglamento KYC. En circunstancias que el
cuestionario pide información que ayude a evaluar el riesgo de que el cliente
esté lavando dinero, no se responden todas las preguntas y la información que se
da es breve, incompleta y, a veces, engañosa. El perfil de cliente de 1998
parece haber sido preparado para la cuenta de inversión abierta dos años antes,
en mayo de 1996. El perfil nunca identifica al Sr. Pinochet como propietario
beneficiario de Ashburton, declarando que el nombre del cliente se "guarda en
bóveda". El perfil declara que el propietario ha sido "cliente existente desde
1985", que tiene un ingreso anual entre US$150.000 y US$200.000 y posee bienes
por un valor estimado entre 50 y 100 millones de dólares. También dice que "el
cliente es una compañía privada de inversiones domiciliada en las Bahamas, usada
como vehículo para manejar las necesidades de inversión del
propietario-beneficiario, quien es ahora un profesional en retiro que alcanzó
gran éxito en su carrera y que acumuló riqueza de manera ordenada durante su
vida con vistas a su jubilación". El perfil provee la siguiente información
sobre el origen de esta riqueza y fuente de fondos para la cuenta: "Puesto de
altos ingresos en inversiones. Fortuna familiar. Puesto de altos ingresos en el
sector público por muchos años. Ingresos de inversiones". Al pedir la "fuente
para verificar" esta información, la respuesta es: "Posición y fortuna son
materia de conocimiento público". El perfil declara en cierto punto que el
cliente tiene US$5 millones con Riggs, y en otro momento US$6,3 millones, con
US$1 ó 2 millones "proyectados". El cuadro que pide información sobre "cuentas
relacionadas" se marca "No aplicable", sin listar ninguna cuenta, aun cuando el
Sr. Pinochet en esos momentos tenía tres otras cuentas y dos certificados de
depósito con Riggs. El formulario está firmado por tres funcionarios de Riggs,
un encargado de cuenta bancaria privado Fernando Baquiero, un representante de
Sean Tierry, entonces jefe de Banca Internacional, y un tercer funcionario
"supervisor" cuya firma es ilegible. El perfil de 1998 nunca revela que el dueño
de Ashburton es una conocida figura política extranjera y ex jefe de estado.
Jamás menciona las antiguas y continuas controversias sobre las fuentes de su
riqueza, incluyendo acusaciones de corrupción, tráfico de drogas y venta de
armamentos. El perfil también deja sin mencionar las acciones legales pendientes
contra el propietario de la cuenta, incluyendo el procesamiento dictado en
España en 1996 acusándolo de ser partícipe en crímenes contra la humanidad.
"Perfil de cliente de Riggs & Co"
Riggs además presentó un "Perfil de cliente de Riggs & Co" de Althorp
Investmente Ltd. Este perfil fue completado en mayo de 1999. Althorp se había
fundado un año antes, en abril de 1998, y en ese entonces tenía un CD en Riggs
de Londres por el valor de 1 millón de libras esterlinas. Este perfil nunca
identifica al Sr. Pinochet como propietario de Althorp. En lugar de hacerlo lo
describe como "cliente actual" que "está jubilado". Declara: "fue un alto
funcionario de su gobierno y tuvo una larga relación con Riggs en esas
funciones. Este fondo se estableció para sus nietos". El perfil describe el
origen de los fondos de la cuenta como "inversiones personales" y describe la
fuente de su riqueza como "familia y salario". Cuando se pregunta sobre la
fuente que se usa para verificar esta información, la respuesta es: "visitas
personales". El perfil calcula que el ingreso anual del propietario es de
US$100.000, y sus bienes netos en US$5 millones. El cuadro donde se pide listar
las "cuentas relacionadas" se deja, de nuevo, en blanco, a pesar de que más
tarde se declara que el "propietario-beneficiario posee otra compañía de
inversiones con Riggs". Este perfil está firmado por Sean Terry y alguien más
con una firma ilegible. Como el perfil de 1998, el de 1999 no hace referencia a
la condición de Pinochet como figura política controvertida. Tampoco menciona el
litigio proliferante que pendía en su contra, que incluía la orden judicial
internacional emanada de España que buscaba congelar sus cuentas bancarias.
Los perfiles de 1998 y 1999 son la única información tipo KYC presentada por
Riggs para las cuentas a nombre de las entidades de fachada en el extranjero. En
2001, Riggs Bank preparó una lista de las cuentas relacionadas con el Sr.
Pinochet al 2 de mayo de ese año, y otra lista al 12 de septiembre. No queda
claro si estas listas se prepararon como documentos KYC o para otros fines. Las
dos están en castellano, y el apellido "Pinochet" aparece manuscrito al
principio de la lista de septiembre. Las dos listas identifican cerca de 8
millones de dólares en bienes, incluyendo una cuenta personal "en Washington"
con cerca de US$23.000, tres cuentas de Ashburton (incluyendo un CD) con cerca
de US$6 millones, y 2 cuentas de Althorp (incluyendo un CD) con un total
combinado de cerca de US$1,9 millones. Estas listas demuestran que el banco
estaba al tanto de las varias cuentas controladas por el Sr. Pinochet.
Finalmente, Riggs presentó un "Perfil KYC" preparado por Riggs & Co. en marzo de
2002, para la cuenta personal de inversión en mercado de capitales del Sr.
Pinochet. Este perfil indica que la cuenta había sido abierta tres años antes,
en marzo de 1999. Marca al cliente como de "alto perfil", y señala que se
adjunta un memorándum que no se le presentó al subcomité.
Más adelante, el perfil indica: "Información adicional archivada con Jefe de
Grupo". El formulario también indica que una lista de todas las cuentas
relacionadas se encuentra en la "bóveda". El perfil indica que la relación de
Pinochet con el Departamento de Banca Privada Internacional (de Riggs) a través
de la División Embajadas del banco "debido a nuestra cercana relación
profesional con la Embajada de Chile en los EE.UU". Se describe a Pinochet como
un "general de ejército en retiro" y dice que el origen de su fortuna inicial
fueron los "dividendos y ganancias de varios negocios propiedad de la familia".
Declara que la fuente de su ingreso actual son "ingresos de inversión, rentas, y
pagos de pensión de puestos previos". Calcula su ingreso anual en US$300.000 a
US$500.000, y deja en blanco el valor total de sus posesiones. Predice
transferencias por cable de hasta US$250.000, pero un balance anual de sólo 20
mil dólares, lo que sugiere la expectativa de que la cuenta sería utilizada como
conducto rápido para grandes sumas de dinero.
El formulario está firmado por Fernando Baqueiro, del Departamento de Banca
Privada Internacional, por Sean Terry, entonces jefe de Banca Internacional, y
por Richard Dunbar, Ejecutivo en Jefe de Operaciones del banco Riggs. Como en
perfiles anteriores, el de 2002 no contiene ninguna referencia o reconocimiento
de las continuas controversias o de la litigación que asociaba al Sr. Pinochet
con abusos de derechos humanos, corrupción, venta de armas y tráfico de drogas.
No hace ninguna referencia a las ordenanzas judiciales que tuvieron lugar el año
anterior, en las cuales el gobierno de las Bermudas congeló ciertos bienes del
Sr. Pinochet obedeciendo una orden judicial española a pesar de que, como se
explica más adelante, altos ejecutivos de Riggs obtuvieron un memorándum,
escrito por abogados externos, en el que se hace un resumen de esas ordenanzas,
en mayo de 2001.
En 2002 Riggs creó por primera vez un perfil personal de cliente KYC para el Sr.
Pinochet e intentó documentar el origen de su fortuna. En una entrevista, el
gerente de cuentas de la sección Embajadas que se encargaba de las cuentas de
Pinochet declaró al subcomité que aunque ella había revisado una extensa
documentación financiera en reuniones anteriores con el Sr. Pinochet, no había
hecho copias de esa documentación hasta 2002, cuando reunió los materiales para
el perfil de cliente 2002.
Estos materiales incluían sus declaraciones de impuestos de Chile de 1998 a
2001, que indicaban un ingreso anual de cerca de 90 mil dólares, un gráfico sin
apoyo que resumía pagos por viajes y comisiones que supuestamente se le debían
al Sr. Pinochet, y dos declaraciones formales del Sr. Pinochet, fechadas en 1973
y en 1989, en las que él testificaba sobre sus bienes. El jefe de cuentas de la
sección Embajadas de Riggs le dijo al subcomité que el Sr. Pinochet había tenido
ganancias sustanciales en la bolsa de Chile, pero no sustanció esas ganancias en
el perfil KYC de 2002. Cuando la Contraloría revisó la documentación reunida
como parte de su inspección de las cuentas de Pinochet, determinó que la
información era insuficiente para establecer la fuente de la riqueza del Sr.
Pinochet, y acotó que el Sr. Lund de Riggs Bank había concordado con esta
evaluación.
Evadiendo la detección
Además de abrir varias cuentas para el Sr. Pinochet en los EEUU y Londres, Riggs
acometió varias acciones tendientes a ayudar al Sr. Pinochet a evadir una corte
judicial que buscaba congelar sus cuentas bancarias, y a escapar detección por
parte de la ley. En octubre de 1998, un juez español emitió dos órdenes
internacionales de arresto contra el Sr. Pinochet por asesinato, tortura, toma
de rehenes y genocidio. El 17 de octubre de 1998, en obediencia a esas órdenes,
el Sr. Pinochet fue arrestado en un hospital de Londres donde se recuperaba de
cirugía a su espalda. Meses de litigación siguieron, tanto en cortes españolas
como británicas. Entre otras acciones, un juez español emitió una orden de
arraigo en octubre de 1998 contra todas las cuentas bancarias directa o
indirectamente a nombre del Sr. Pinochet, miembros de su familia, o terceros, en
cualquier país. El 5 de noviembre de 1998, la máxima corte criminal de España,
la Audiencia Nacional, confirmó su jurisdicción criminal sobre Pinochet, y el 10
de diciembre de 1998 ratificó la orden contra las cuentas bancarias de Pinochet.
En el Reino Unido, el 25 de noviembre de 1998, los jueces de la Cámara de los
Lores británica negaron la inmunidad diplomática al Sr. Pinochet, para luego
revertir esa resolución el 17 de diciembre de ese año. El 24 de marzo de 1999,
los jueces de la Cámara de los Lores autorizaron una audiencia de extradición
para determinar si el Sr. Pinochet debería ser transferido a España. Dos días
después, Riggs Bank autorizó a Pinochet a expirar prematuramente el certificado
de depósito a nombre de Althorp en Riggs de Londres, y a transferir los fondos,
con un total de US$1,6 millones, a un nuevo certificado de depósito en los EEUU.
Riggs no realizó ningún informe de actividad sospechosa que hubiera alertado a
las autoridades británicas o norteamericanas sobre la existencia de los fondos
de Pinochet. En marzo de 2000 el ministro del Interior británico decidió que el
Sr. Pinochet no estaba en condiciones de ser sometido a juicio por razones de
salud, y dio fin al proceso de extradición. El Sr. Pinochet partió
inmediatamente a Chile, después de haber pasado más de 18 meses bajo arresto
domiciliario. Más tarde, en marzo, altos funcionarios de Riggs y la gerente de
cuentas de Embajada del mismo banco volaron a Chile como parte de un viaje más
extenso para visitar clientes de Riggs en América del Sur y para realizar
trámites bancarios. Durante este viaje, los altos ejecutivos de Riggs se
reunieron con el Sr. Pinochet. Es difícil creer que los máximos funcionarios de
Riggs no hubiesen estado al tanto de la reciente detención del Sr. Pinochet y de
los procesos legales en su contra, cuando se reunieron con él a tan poco tiempo
de haber regresado de Inglaterra a Chile. En abril de 2000, abogados chilenos
entablaron un juicio en Chile para despojar a Pinochet de su fuero parlamentario
como senador. En mayo de 2000, mientras continuaba el litigio en los tribunales
chilenos, Riggs cerró la cuenta final de Pinochet en Londres y transfirió los
fondos remanentes a una cuenta recién abierta a nombre de Ashburton en el Riggs
Bank US. La evidencia indica que los ejecutivos máximos de Riggs, incluyendo los
abogados, estaban informados y estuvieron de acuerdo con esta transferencia. De
nuevo, Riggs no emitió un informe sobre actividades sospechosas a ninguna
agencia policial. Los tribunales seguían considerando acciones legales contra el
Sr. Pinochet. En agosto de 2000, la corte de apelaciones chilena confirmó la
decisión de desaforarlo, y el 1 de diciembre de 2000 un juez chileno acusó al
Sr. Pinochet por violaciones a los derechos humanos. El 10 de diciembre de 2000
un diario británico informó que el Sr. Pinochet tenía más de un millón de
dólares en una cuenta de Riggs en los EEUU. A fines de diciembre o principios de
enero de 2001, Riggs alteró los nombres oficiales que aparecían en la cuenta
personal controlada por el Sr. Pinochet en los EEUU, de "Augusto Pinochet Ugarte
& Lucía Hiriart de Pinochet" a "L.Hiriart &/or A. Ugarte". Al cambiar los
nombres de esta manera, Riggs se aseguraba de que cualquier búsqueda manual o
electrónica del apellido "Pinochet" no identificaría cuentas en el banco. El 29
de enero de 2001, el Sr. Pinochet fue puesto bajo arresto domiciliario en Chile.
El 15 de mayo de 2001, personeros de las Bermudas anunciaron que habían
confiscado los bienes del Sr. Pinochet en una sucursal de Standard Life
Insurance, en respuesta a una orden judicial española. En respuesta, los
abogados de Pinochet habrían declarado que Pinochet "no tiene cuentas bancarias
fuera de Chile". Una semana más tarde, el 21 de mayo de 2001, un abogado de la
firma Fulbright & Jaworski le entregó un memorándum a Steven Pfeiffer, socio
fundador de la firma, sobre los intentos legales internacionales de congelar las
cuentas bancarias del Sr. Pinochet. El Sr. Pfeiffer era socio fundador de
Fulbright & Jaworski a la vez que antiguo miembro del directorio de Riggs. El
memorándum que se le entregó describe la orden judicial española, algunas de las
acciones legales pendientes en contra del Sr. Pinochet, y una acusación
pendiente que enumeraba "miles de personas asesinadas, torturadas, o
desaparecidas durante el período en que el Sr. Pinochet fue presidente de
Chile". Adjunto al memorándum había once artículos de prensa, de 1998 a 2001, en
los que se hablaba del Sr. Pinochet, varios de los cuales indicaban su posible
participación en corrupción, narcóticos, venta de armamentos, y otros delitos.
Uno de los artículos citaba a un abogado de Pinochet negando la existencia de
cuentas bancarias en otros países. El mismo día, el Sr. Pfeiffer envió el
memorándum y los recortes de prensa a dos altos ejecutivos de Riggs, al abogado
principal y al jefe del grupo de Banca Internacional. Incluyó su propio
memorándum, que comenzaba así: "A petición de Ray el pasado viernes, el fin de
semana revisamos ciertas fuentes noticiosas online buscando artículos sobre el
origen de la fortuna de Augusto Pinochet y/o intentos de congelar y/o confiscar
los bienes del general Pinochet". El memorándum dice que si bien las búsquedas
no descubrieron gran información sobre el origen de la riqueza del Sr. Pinochet,
sí pudieron identificar artículos en que se hablaba de "peticiones de 'líderes
políticos' en Chile que exigían que se investigara la fuente de la fortuna de la
familia P" y de los esfuerzos del juez español para "buscar bienes de Pinochet
en los EEUU, Suiza y Luxemburgo". El Sr. Pfeiffer declaró ante el subcomité que
no había estado al tanto de las cuentas de Pinochet antes de recibir una
petición del banco para este memorándum. Declaró que no expresó ninguna
preocupación acerca de estas cuentas, porque dio por sentado que el banco había
actuado con la debida diligencia antes de aceptar a Pinochet como cliente. Los
memorándums que le escribió al banco demuestran que los altos ejecutivos de
Riggs estaban completamente informados sobre la orden judicial contra Pinochet,
sobre las acciones judiciales que estaban teniendo lugar en otros países, sobre
las interrogantes acerca del origen de los dineros del Sr. Pinochet, y sobre las
acusaciones de su participación en una variedad de delitos. También sugieren que
el banco estaba analizando sus propias obligaciones legales al respecto. El Sr.
Pfeiffer declaró ante el subcomité que Riggs le pidió que preparara un segundo
memorándum sobre las cuentas de Pinochet un año más tarde, en junio de 2002.
Indicó que el banco estaba considerando cerrar las cuentas y estaba evaluando si
podía enviar los fondos directamente al Sr. Pinochet o, por causa de las órdenes
judiciales, si tenía que enviar los fondos a una corte o a una entidad policial.
El Sr. Pfeiffer rehusó presentar una copia de este memo, arguyendo que estaba
protegido de hacerlo por el privilegio entre cliente y abogado. Riggs al final
decidió cerrar las cuentas y enviar los fondos directamente al Sr. Pinochet en
2002. Una vez más, el banco no tomó ninguna medida para revelar la existencia de
las cuentas de Pinochet a ningún tribunal o agencia policial.
Emisión de cheques bancarios
Además de ayudar al Sr. Pinochet a evadir los procesos judiciales que buscaban
congelar sus cuentas bancarias, Riggs emprendió acciones cuestionables en un
período de dos años, de 2000 a 2002, para ayudarle a utilizar en Chile los
fondos de sus cuentas bancarias norteamericanas. El 18 de agosto de 2000, usando
fondos de las cuentas de Pinochet en los EEUU, Riggs emitió ocho cheques
bancarios, secuencialmente numerados a nombre de Augusto Pinochet, cada uno por
US$50.000, por un total de US$400.000. Según la Contraloría, Riggs luego le pagó
al banquero privado que a veces se encargaba de relacionarse con Pinochet para
que viajara a Chile a entregar por mano los cheques al Sr. Pinochet. El Sr.
Pinochet cobró estos cheques, US$50.000 a la vez, en varios bancos, en el curso
de varios meses. Al enviarle estos cheques bancarios, Riggs le permitió al Sr.
Pinochet obtener sustanciales pagos en efectivo en Chile. El 15 de mayo de 2001,
Riggs lo hizo de nuevo. Usó fondos de Pinochet para emitir 10 cheques bancarios
secuencialmente numerados, cada uno por US$50.000, por un total de US$500.000.
Estos cheques se hicieron a nombre de María Hiriart y/o Augusto Pinochet. Ugarte.
Se enviaron por courier expreso a Chile. De nuevo el Sr. Pinochet cobró los
cheques en varios bancos en el curso de varios meses. A diferencia de los
cheques bancarios de 2000, sin embargo, estos cheques derivaban sus fondos no de
una cuenta de Pinochet directamente, sino de la propia cuenta general de Riggs.
Con esto, el Sr. Pinochet podía cobrar los cheques sin temor a que fuesen
rastreados a sus cuentas en Riggs. El 11 de octubre de 2001 Riggs repitió sus
acciones una tercera vez, emitiendo 10 cheques bancarios secuencialmente
numerados, cada uno por US$50.000, por un total de US$500.000, A nombre de María
Hiriart y/o Augusto Pinochet Ugarte. Estos cheques fueron, otra vez, enviados
por courier expreso al Sr. Pinochet en Chile. El Sr. Pinochet, una vez más, los
cobró en un período de meses. El 8 de abril de 2002 Riggs hizo el mismo favor
una última vez, enviando 10 cheques bancarios secuencialmente numerados, cada
uno por US$50.000, al Sr. Pinochet en Chile, a nombre de L. Hiriart y/o A.
Pinochet Ugarte, por un total de 500 mil dólares. Estos se sacaron directamente
de los fondos de las cuentas de Pinochet y no de la cuenta general de Riggs. El
Sr. Pinochet los cobró en el curso de varios meses. En total, Riggs transfirió
US$1,9 millones al Sr. Pinochet en Chile, por medio de cuatro grupos de cheques
bancarios. Cuando se le preguntó por qué, en cada ocasión, le había enviado
múltiples cheques por la misma cantidad en lugar de una sola suma total, el
encargado clave de Riggs le dijo al subcomité que el Sr. Pinochet había pedido
este modo de pago para poder repartir los cheques a sus descendientes antes de
su muerte. El análisis de los cheques cobrados, sin embargo, indica que el Sr.
Pinochet los firmó y cobró personalmente en el curso de varios meses, un patrón
consistente con su uso de los fondos para sus propios gastos. Cuando se les
preguntó por qué Riggs simplemente no transfirió los fondos por cable a una
cuenta de Pinochet en Chile, lo que hubiera sido más rápido, menos costoso y más
seguro que enviar físicamente los cheques a Chile, el personal de Riggs no fue
capaz de ofrecer una explicación satisfactoria. Cuando se preguntó por qué Riggs
había sacado fondos de su propia cuenta general en lugar de hacerlo desde las
cuentas del Sr. Pinochet, el personal de Riggs al parecer le dijo a los
inspectores de la Contraloría que el banco a menudo manejaba los cheques
bancarios de ese modo para proteger la "confidencialidad" del cliente. Cuando la
Contraloría presionó sobre este punto, Riggs informó a los inspectores que
"cesaría de inmediato esta práctica".
Ocultamiento y resistencia a la inspección de la Contraloría
En ningún momento Riggs ofreció voluntariamente información sobre las cuentas de
Pinochet, ya sea a un inspector de bancos o a una agencia policial. De hecho,
Riggs pareció tomar pasos concretos para esconder su relación con Pinochet de
los inspectores. En julio de 2000, por ejemplo, al llevar al cabo una inspección
de rutina contra el lavado de dinero, la Contraloría le solicitó a Riggs una
lista de cuentas controladas por figuras políticas extranjeras, pero Riggs
omitió las cuentas de Pinochet de ese listado. En 2001, un inspector de la
Contraloría examinó la cuenta Althorp como parte de una revisión rutinaria al
azar de datos KYC en 17 cuentas del Departamento de Banca Privada Internacional.
Según las notas a mano del inspector, cuando se le preguntó a Riggs quién era el
propietario beneficiario de Althorp, se le respondió que era una "figura pública
conocida" en Chile, que los miembros de su familia chilena "eran diplomáticos",
que la cuenta vino de la sección Embajadas, que la familia era de
"terratenientes" con "viñas" y que el Jefe del Directorio "conoce" al
propietario beneficiario. Riggs jamás reveló que se trataba del ex jefe de
estado Sr. Pinochet. Finalmente, la Contraloría descubrió las cuentas de
Pinochet en la primavera de 2002, durante una inspección realizada en varios
bancos con el fin de testear los procedimientos para detectar y reportar
financiamiento de terroristas. Riggs fue uno de los varios bancos elegidos para
esta inspección dirigida. Fue durante ella que los inspectores encontraron
referencias en código en un registro de cheques bancarios de Riggs; se le pidió
explicación al banco y se supo de la existencia de las cuentas de Pinochet.
Cuando los inspectores de la Contraloría se reunieron con personal de Riggs para
obtener información adicional sobre estas cuentas, estos empleados inicialmente
se mostraron resistentes a cooperar. Por ejemplo, según un resumen de la
reunión, un representante del departamento jurídico de Riggs preguntó por qué la
Contraloría "necesitaría copias de documentos de las cuentas de Pinochet",
expresó su preocupación sobre la "confidencialidad de la información", e indicó
que "no creía que la Contraloría necesitaba copias de ningún tipo de
información". El gerente de cuentas de Banca de Embajadas le pidió a la
Contraloría que se le "garantizara a ella que ninguna información iba a ir a
otra agencia". Cuando ella procedía a entregarle un documento a los inspectores,
el representante legal se lo impidió. Después de una semana, la Contraloría se
reunió otra vez con Riggs y le informó al banco que iba a realizar una
inspección dirigida de las cuentas de Pinochet. En esa reunión, Riggs se
comprometió a cooperar plenamente y a entregar toda información requerida. Los
inspectores luego hicieron numerosas preguntas sobre las cuentas de Pinochet. Un
inspector escribió lo siguiente: "Me deja confuso toda la relación de Riggs con
alguien de esta calaña. La aparente práctica del secreto también me intriga.
Hasta una interpretación casual del cumplimiento nominal a los esfuerzos KYC no
explica por qué Riggs se expondría a tanto riesgo al tener tratos con él.
Incluso si una parte nominal de las acusaciones de atrocidades, violaciones de
derechos humanos, tráfico de drogas y de armas, así como los rumores de
asesinato, fuera verdadera, el riesgo del banco sería alto si se llega a conocer
la relación de Riggs con él. Tal vez ésa es la razón de tanto secreto. Su
control absoluto de la economía chilena añade todavía más interrogantes sobre el
origen de sus fondos. Junto con el potencial de fondos derivados del posible
terror y de los fondos personales de los miles de desaparecidos, su papel en la
disolución de la estructura económica de Chile durante su extenso mandato
seguramente abrió la puerta a posibles fuentes de ganancia y enriquecimiento
personal. Si el público en general tiene acceso a esta información sobre
Pinochet, también Riggs puede tener acceso. El umbral para enviar un SAR
(Informe de Actividad Sospechosa) es solamente que haya 'actividad sospechosa' y
esto por cierto cumple con ese mínimo. Me aproblema que incluso la poca
información que yo tengo pueda hacer surgir muchas preguntas que la gerencia
debe hacerse también. La vacilación de enviar un SAR es significativa y no se
puede desestimar con liviandad".
La Contraloría le ordenó a Riggs que enviara un SAR (Informe de Actividad
Sospechosa) sobre las cuentas de Pinochet para que las agencias policiales
pudieran estar al tanto de ellas. Riggs cumplió la orden en julio de 2002. La
Contraloría consideró que el informe era tan deficiente, sin embargo, que envió
su propio SAR muy poco después.
El papel del directorio y de los encargados de las cuentas de Pinochet
La información evaluada por el subcomité indica que miembros clave del
directorio de Riggs estaban muy al tanto de las cuentas de Pinochet. Altos
funcionarios habían participado en el esfuerzo de conseguir la primera cuenta de
Pinochet a fines de 1994. La gerente de cuentas declaró que ella a veces le
hablaba directamente al Sr. Albritton sobre las cuentas de Pinochet. En el año
2000, miembros del directorio y funcionarios del banco viajaron a Chile a
reunirse con clientes, incluyendo al Sr. Pinochet, quien había sido liberado de
su arresto domiciliario en el Reino Unido semanas, o días, antes del encuentro.
En 2001, un miembro del directorio de Riggs informó a altos funcionarios del
banco sobre la orden judicial, sobre las acciones legales pendientes en su
contra y sobre las acusaciones sobre su participación en delitos. En 2002,
cuando la Contraloría comenzó una inspección dirigida de las cuentas de Pinochet,
altos funcionarios de Riggs que eran también miembros del directorio asistieron
a algunas reuniones con esa entidad. Un funcionario de Riggs le dijo a un
inspector de la Contraloría que "el Sr. Pinochet tiene una relación con el Jefe
del Directorio de Riggs". En el curso de la inspección, el jefe del Grupo de
Banca Internacional de Riggs le escribió a quien era entonces el más alto
encargado en Riggs de la prevención de lavado de dinero: "La división de asuntos
legales y la división de cumplimiento regulatorio del banco Riggs han estado al
tanto de todas las actividades relacionadas con estas cuentas. En ningún momento
el grupo Internacional ha actuado sobre esta cuenta sin el consentimiento
expreso tanto de la división de asuntos legales como de la división de
cumplimiento regulatorio".
A mediados de 2002, un miembro del directorio de Riggs entregó un memorándum
legal a petición del banco acerca de si podía cerrar las cuentas de Pinochet sin
incurrir en daño al cliente. El 15 de octubre de 2002, la Contraloría presentó
sus conclusiones sobre las cuentas de Pinochet al directorio de Riggs. Según el
personal de la Contraloría presente en la reunión, el directorio reaccionó con
resentimiento acerca del modo en que la Contraloría había manejado el asunto.
Según la Contraloría, la Sra. Albritton, miembro del directorio, se quejó de que
la entidad había en efecto obligado al banco a cerrar las cuentas de Pinochet.
En julio y agosto de 2002, Riggs cerró las cuentas de Pinochet
José Yuraszeck
El "zar" creado por la dictadura
Por Ana Muga Sáez
De
clase media empobrecida, llegó con lo puesto al "servicio público" durante la
dictadura y salió, al termino de ésta, convertido en multimillonario comprando
las empresas estatales que él mismo vendía como privatizador de Pinochet,
pagando, además, con créditos extremadamente convenientes otorgados por el Banco
del Estado.
Siete años después de lo que fue catalogada como la "operación del
siglo", y que constituyó el traspaso de parte importante de Enersis a Endesa
España, vuelve su operador principal a la palestra: José Yuraszeck, tras la
resolución de la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de multarlo, junto a
cinco de sus estrechos colaboradores, con US$50 millones, pagaderos al Estado
chileno por contravenir las normas de la Ley de Sociedades Anónimas en el marco
del denominado caso Chispas.
En negocio consistió en el traspaso del control del holding Enersis a Endesa
España a mediados de 1997, mediante la compra por parte de la multinacional
española de las acciones Serie B de Enersis, representativas del 0.06 por ciento
de la propiedad, en US$500 millones, y la apertura de la oferta pública de
acciones (OPA) de las Serie A (que representaban del 99,94 por ciento de la
propiedad), por la que ofrecían US$1.000 millones. Esta operación significó un
perjuicio evidente para los accionistas mayoritarios, entre ellos los
trabajadores chilenos cotizantes obligados de las AFP.
Las acciones Serie B pertenecían a las cinco sociedades de inversiones
controladoras de Enersis, las denominadas Chispas (Chispas Uno, Chispas dos, Los
Almendros, Luz y Luz y Fuerza), que poseían atribuciones especiales que les
permitían controlar sus propios directorios y a través de ellos los de Enersis,
Endesa Chile y Chilectra, acciones que estaban en poder de los hoy multados José
Yuraszeck, Luis Fernando Mackenna, Marcos Zylberberg, Marcelo Brito, Arsenio
Molina y Eduardo Gardella, que en conjunto conforman el grupo Yuraszeck, llamado
así por la influencia que en ellos ejerce el "zar de la electricidad".
Los cargos formulados por la Superintendencia de Valores y Seguros contra
Yuraszeck, Zylberberg, Mackenna, Brito, Molina y Gardella es por no haber
resuelto debidamente los conflictos de intereses que existía al promover,
negociar y cerrar, desde sus respectivos cargos, la suscripción de un conjunto
de contratos destinados a materializar el ingreso de Endesa España como
accionista controlador de Enersis.
Yuraszeck "el operador"
Pero el escándalo viene de más atrás. El que hoy ofrece en cuanto seminario hay
su receta de "exitoso" empresario emprendedor, no ha logrado lavar, pese al
intento, su pasado de operador de la dictadura para privatizar las empresas del
Estado, y el traspaso de Enersis a manos de la transnacional española es sólo el
episodio cúlmine de una operación escandalosa iniciada a comienzos de los años
80, en plena dictadura, y legitimada por los gobiernos de la Concertación.
En el libro de Hugo Fazio "El Mapa actual de la extrema riqueza en Chile" (LOM -
1997), así lo describe: "La posición negociadora del grupo Yuraszeck se
construyó usando y abusando de recursos captados del Estado, de los llamados
‘capitalistas populares’ y de imponentes del sistema de fondos de pensiones.
Endesa España, con una inversión cifrada inicialmente en US$1.243 millones, pasa
a controlar el mecanismo de poder creado por Yuraszeck y otros ex altos
ejecutivos de Chilectra en los años de dictadura para asegurarse, con una
participación de capital absolutamente minoritario, el control del hoy poderoso
holding eléctrico".
El propio Yuraszeck admite que lo que le interesaba a los españoles era "comprar
el esquema de control que detentábamos" ("Qué Pasa" Nº1426), mediante el cual un
grupo con capitales absolutamente minoritarios es el que controla la totalidad
de la empresa.
Según el libro de Fazio, Yuraszeck llegó al sector eléctrico en 1983, designado
por Pinochet como gerente general de Chilectra Metropolitana con el objeto de
iniciar el proceso privatizador, elaborando ahí el mecanismo de control que
trasladó a Enersis.
La periodista María Olivia Monckeberg en su libro "El saqueo de los grupos
económicos al Estado chileno", realizó una profunda investigación sobre el
enriquecimiento de los personeros ligados al poder político de la dictadura en
esa época, concluyendo que "la mayoría de quienes fueron decisivos en la
privatización de empresas del Estado ostenta hoy posiciones de poder que
desarrollaron y consolidaron precisamente gracias a las privatizaciones". En los
párrafos dedicados a José Yuraszeck, la periodista lo describe: "Fue como Lavín,
discípulo de Miguel Kast. Forjado profesionalmente en Odeplán a fines de los 70,
llegó a ser su subdirector en 1982. Desde Odeplán pasó a ser ejecutivo de
confianza de las entonces empresas estatales eléctricas y luego participó en el
diseño privatizador para finalmente armar sociedades que le permitieron quedarse
con ellas".
¿De dónde sacó los recursos para adquirir la empresa estatal? Lo responde Hugo
Fazio en el libro citado: "Dicho de otra manera– escribe el economista luego de
dar una explicación financiera del proceso– un grupo de ejecutivos nominados por
el régimen utilizaron un crédito del Estado para tomar la dirección de una
importante empresa estatal. En rigor –concluye– más que de privatización habría
que hablar de un regalo a seis años plazo".
Yuraszeck, "el ácido"
Pero la historia de este leal a Pinochet y pro UDI, viene de más atrás.
Reclutado de las huestes callejeras de Patria y Libertad a la causa del
libremercado que operó desde la administración pública, Yuraszeck se ganó el
apodó de "el ácido" luego de la ocupación, en noviembre del 71, del Departamento
de Química de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de
Chile, en la que resultaron 18 estudiantes quemados, 2 de ellos de gravedad, con
ácido lanzado por los derechistas del Frente de Accion Gremial (FAG), expresión
del Frente Nacionalista Patria y Libertad en la Universidad de Chile. El
comandante del grupo "casco y linchaco en mano, era José Yuraszeck", recuerda el
libro "Los Hijos de Pinochet", de los periodistas Iván Cabezas y Víctor Osorio
(Planeta - 1995).
En este libro se hace un perfil del personaje, mostrándolo como un "muchacho
sureño de mediana estatura" a quien "le gustaba la calle", y contando que
apareció fotografiado en 1972 en la revista "Mayoría", de la editorial Quimantú,
fabricando barricadas y agrediendo a transeúntes.
"José Antonio Yuraszeck Troncoso nació en Puerto Montt hace 44 años –relata el
libro de Osorio y Cabezas. Pasó buena parte de su infancia recorriendo el país a
causa de los continuos traslados de su padre, empleado y más tarde ejecutivo
bancario". (…) "Sus méritos académicos fueron escasos. El actual presidente del
holding más importante del área eléctrica de la región sudamericana reprobó
electrónica tres veces". (…) "Hombre de ideas fijas, Yuraszeck fue un polemista
temido, más por sus accesos de ira que por el rigor de sus análisis".
Pero también a Yuraszeck, como miembro del FAG universitario, se le liga con la
elaboración de listas con fotos y direcciones de estudiantes de izquierda para
los servicios de seguridad, que luego fueron reprimidos. De hecho, en la lista
de 119 desaparecidos que la DINA intentó blanquear en 1975 a través de la
denominada "Operación Colombo", aparecen tres estudiantes de ingeniería: Luis
Guajardo Zamorano, Mario Peña (MIR) y Sergio Montecinos (PS). Otro, el
estudiante Carlos Cuevas (JJCC) fue asesinado en 1993 en un montaje.
Yuraszeck el servidor público
El fallo de la Justicia fue calificado como una "inequidad tremenda" por José
Yuraszeck y se mostró confiado en que la Corte Suprema revierta el dictamen,
para seguir con su "compromiso con el país", como declaró a revista "Qué Pasa"
(Nº1426) un año después de la "operación del siglo": "Los empresarios somos como
los artistas, cada mañana nos levantamos con la idea de crear una nueva obra,
formar otras empresas, generar oportunidades y empleos. Eso no se quita". (sic)