Latinoamérica
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Haití:
El apresurado juicio de Chamblain y
Joanis es un insulto a la justicia
El gobierno provisional haitiano no ha garantizado la justicia ni demostrado
que está dispuesto a ocuparse efectivamente de la impunidad, ha dicho Amnistía
Internacional al saber que Louis Jodel Chamblain y Jackson Joanis han sido
absueltos del asesinato en 1993 de Antoine Izméry, activista partidario de la
democracia y empresario. El juicio se ha celebrado apresuradamente en una sesión
especial del tribunal penal de Puerto Príncipe, y la sentencia se ha dictado
menos de un día después de la vista.
"Son varias las razones por las que cabe tachar este juicio de farsa: se ha
celebrado sin la debida instrucción e investigación del ministerio público, la
mayor parte de las pruebas utilizadas en el primer juicio se han destruido o
perdido desde la última rebelión armada, se ha llamado a declarar a testigos
falsos y no se ha realizado un verdadero esfuerzo por buscar a los testigos
auténticos y garantizar su seguridad -ha dicho Amnistía Internacional-. Hay
testigos clave que están ocultos porque temen por su vida. Tampoco se ha hecho
nada para detener a los otros 12 paramilitares procesados in absentia en
el primer juicio del caso Izméry en 1995."
"Tras todos los esfuerzos realizados anteriormente en los juicios originales, la
celebración de un nuevo juicio por un asunto tan notorio en menos de un día es
un insulto a las víctimas -ha manifestado Amnistía Internacional-. Estamos ante
un triste episodio de la historia de Haití."
Amnistía Internacional ha pedido constantemente justicia por los delitos
cometidos impunemente por los ex miembros del ejército y los paramilitares
haitianos y ha hecho campaña para conseguir que se someta a Louis Jodel
Chamblain a un nuevo juicio. La organización ha expresado honda preocupación por
los fallos del sistema judicial haitiano y su renuencia a procesar enérgicamente
a los autores de graves violaciones de derechos humanos y cumplir las normas
internacionales de justicia procesal, garantizando los derechos de las víctimas
y de los acusados.
Información complementaria
Louis Jodel Chamblain era el segundo oficial al mando de la organización
paramilitar FRAPH, formada por las autoridades militares que dirigieron de facto
el país tras el golpe de Estado de 1991 contra el entonces presidente Jean-Bertand
Aristide. Los miembros del FRAPH fueron responsables de numerosas violaciones de
derechos humanos antes del restablecimiento del gobierno democrático en 1994.
En septiembre de 1995, Louis Jodel Chamblain, juzgado junto con otros 13
militares, fue declarado culpable in absentia y condenado a cadena
perpetua con trabajos forzados por el asesinato en 1993 del famoso activista
partidario de la democracia Antoine Izméry y por su implicación en la matanza de
Raboteau de 1994. Chamblain se exilió en la República Dominicana para no ser
procesado. Regresó a Haití en enero de 2004 para dirigir la rebelión armada que
derrocó al ex presidente Jean-Bertrand Aristide. Sometido a la presión
internacional, el 22 de abril se entregó a la policía.
El capitán de la policía militar Jackson Joanis fue declarado culpable in
absentia de la ejecución de Antoine Izméry y condenado a cadena perpetua con
trabajos forzados. Fue expulsado de Estados Unidos en 2002 para que cumpliera su
condena. Durante la rebelión contra el presidente Jean-Bertrand Aristide se fugó
de la cárcel, pero se entregó a la policía el 9 de agosto de 2004.
De acuerdo con la legislación haitiana, Chamblain y Joanis tienen derecho a ser
juzgados de nuevo sin que se tenga en cuenta que han sido declarados culpables
previamente.