Latinoamérica
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La dirigencia opositora se arrodilla ante Bush
Antonio Guillermo García Danglades
Rebelión
El 8 de julio de 2004, Buenos Aires y Caracas sirvieron de escenario para
presentar las dos visiones de país que se enfrentarán en el referéndum del
próximo 15 de agosto: el proyecto bolivariano de desarrollo sustentable a través
de la integración y solidaridad reciproca de los países progresistas de América
Latina y el Caribe, versus el restablecimiento del nefasto sistema puntofijismo
de relaciones clientelares y corruptas que garantizaría la transmisión de
requerimientos desde Washington hacia el Estado venezolano.
En el astillero Río Santiago, ubicado al sur de Buenos Aires, los presidentes
Néstor Kirchner y Hugo Chávez anunciaron la firma de un convenio para la
construcción y reparación de buques para PDVSA, el cual se suma a los acuerdos
alcanzados para la creación de Petrosur y un canal de televisión suramericano, y
al ingreso de Venezuela al Mercosur como miembro asociado, una vieja aspiración
de la sociedad venezolana que hoy se materializa a pesar de los obstáculos
oposicionistas de la vieja elite puntofijista. Sumamente emocionado, el
presidente Chávez calificó la jornada como "día de júbilo" para los venezolanos,
"un paso más en la dirección de un modelo alternativo al ALCA, un paso más hacia
la libertad de nuestros pueblos... hacia un modelo alternativo y de verdadera
integración y unidad." (RNV/La Jornada, 9 de Julio de 2004)
Al extremo norte del sur del continente, el otrora diputado chavista y hoy
vocero de la oposición, Alejandro Armas, anunciaba el restablecimiento de "lazos
de amistad" con Estados Unidos, plena apertura comercial a la inversión
extranjera, profundización de las relaciones bilaterales con el gobierno
neoconservador de Colombia, y el desmantelamiento de la "alianza siniestra" con
el gobierno cubano que "ha ido mas allá de lo razonable y aceptable en la
diplomacia" (CNN, 8 de Julio de 2004), como los principales ejes de la política
exterior de un gobierno de derecha "post-referéndum". Este conjunto de políticas
implica la revisión del ingreso de Venezuela al Mercosur o a otro foro
internacional integrado por países distintos a Colombia y Estados Unidos, tal y
como lo sugirió recientemente la presidenta de Fedecámaras, Albys Muñoz. (Globovisión,
9 de Julio de 2004), y el desmantelamiento de los programas de alfabetización y
atención medica integral que con la cooperación! del gobierno cubano han logrado
alfabetizar a mas de un millón de venezolanos y atender mas de 45 millones de
casos médicos, lo cual entra en franca contradicción con la campaña electorera
de la oposición que promete mantener las misiones sociales del gobierno
bolivariano.
En el "Plan de Consenso-País", presentado ante la opinión pública el pasado 9 de
julio y cuyo contenido no es mas que una copia al carbón - con nueva
introducción - del proyecto "Gobierno Constitucional y de Unidad para la
Reconciliación y Reconstrucción Nacional, Propuesta de Consensos para Políticas
Públicas", publicado en octubre de 2003, la oposición expresa claramente su
intención de crear una nueva doctrina militar "adaptada a las necesidades reales
del país", eliminando el voto militar y separando a la FAN de la sociedad civil,
y el restablecimiento de "relaciones sólidas y de confianza con socios naturales
y propicios", con lo cual se busca profundizar los vínculos de dependencia con
Estados Unidos y organismos multilaterales como el FMI, así como abandonar la
política de cooperación y solidaridad reciproca con Cuba, Brasil y Argentina que
ha reportado extraordinarios beneficios para Venezuela. Igualmente, la oposición
plantea reemplazar la política petrolera! de banda de precios por una política
neoliberal basada exclusivamente a lo que indiquen las fuerzas del mercado
internacional, lo cual ocasionaría una sobreproducción en la oferta de crudo,
una caída vertiginosa de los precios del barril y la eventual desaparición de la
OPEP.
El proceso bolivariano, por su parte, apuesta a la integración política,
económica y cultural de los pueblos de América y el Caribe como el camino mas
certero hacia el desarrollo. En este sentido, el ingreso a Mercosur y la
creación de Petrosur constituyen un extraordinario avance hacia la
materialización de esta aspiración bolivariana. Al contrario, la dirigencia
opositora se ha puesto de rodillas ante la administración Bush, pretendiendo
entregar el petróleo venezolano a las grandes corporaciones y centros
financieros internacionales, y retrogradar el país al papel de patio trasero de
Estados Unidos.