Latinoamérica
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Entrevista al presidente Hugo Chavez
"Ganaré, pero si pierdo me voy y me presento de nuevo"
Clarín
Faltan 36 días para que Venezuela decida, en una consulta popular con aristas
inéditas en el mundo, la continuidad o no de su presidente. Y Hugo Rafael Chávez
Frías, que esta semana, en Puerto Iguazú y en Buenos Aires, lució su arsenal de
histrionismo y seducción, confía en la capacidad de su gobierno para arrastrar
la mayoría de votos en su favor.
"No hablemos de cifras, dijo a Clarín en una entrevista. Pero cuando la
oposición dice que ya tiene 60% de votos, manipula y hace trampa. Nosotros
impediremos el fraude, en lo que ellos son expertos. Dar mis números sería pecar
de parcialidad. Pero mira: capturamos sondeos de consultoras que trabajan en
privado para los empresarios y vamos ganando por 54 a 56%, contra 30% de la
oposición. Por ahí va la cosa".
-¿Y si pierde?
-Lo ganamos. Pero esperemos el día y el recuento hasta el último voto. No me
confío. Mejor pensar que vamos abajo y trabajar duro.
-Señor presidente, por su enfrentamiento, ambos sectores hablan de la
transparencia, de la fecha de agosto, de qué pasaría si Ud. pierde...
-El referéndum se hace el 15 de agosto. Nunca en esta región se preguntó a un
pueblo si quiere que su presidente siga ejerciendo. Garantizamos la
transparencia y aceptaremos el resultado.
El jefe de Estado insistió en que ganará, pero dijo que si pierde "me voy sin
complejos, pues al mes siguiente me presento de nuevo". Ayer, en Caracas, la
opositora Coordinada Democrática lo criticó al señalar que sería "la única
persona en el mundo que, luego de ser revocado, pretende volver a lanzarse".
La posibilidad de plebiscitar la gestión de todos los funcionarios surgió de la
reforma constitucional de Chávez. "La oposición -dijo el jefe de la 'Revolución
Bolivariana'- no tiene candidato ni proyecto. El pueblo venezolano resistió
estos años golpes de Estado (el frustrado de abril de 2002, encabezado por
empresarios), conspiraciones, atropellos imperiales, sabotaje económico (el lock
out a la estatal petrolera, PDVSA) y la dictadura mediática de la que habla
Ignacio Ramonet (director de Le Monde Diplomatique). Y sin embargo ahí estamos,
ganando terreno de aquí a agosto gracias al éxito que empiezan a tener nuestros
programas sociales.
-Su país, rico por la enorme renta petrolera, no superó sus niveles de pobreza
en su gobierno y está fracturado políticamente. ¿Por qué?
-Hace mucho que mi país está dividido, pero por una minoría que vive en la
extrema riqueza y una mayoría con muchos pobres. Es una división peligrosa,
explosiva. Superar esa realidad de décadas lleva un proceso. Ya alfabetizamos a
1,2 millón de personas, y la educación es crucial para evitar la exclusión
social. Hay un plan de salud que apunta a 17 millones de venezolanos. Repartimos
tierras, créditos, creamos cooperativas. Vamos a una sociedad de incluidos,
contra la exclusión neoliberal y el capitalismo salvaje.
La entrevista a Chávez se interrumpe a cada pregunta. La gente en el estudio del
Canal 7, donde transcurrió este diálogo, quiere que les firme autógrafos en
fotos, libros y ejemplares de la Constitución bolivariana que los mismos
allegados al Presidente llevan consigo. Y el dirigente no escamotea -al
contrario, es el rasgo principal de su estilo- el contacto personal.
En 2002 y 2003 la economía venezolana se contrajo casi 20%. Pero en 2004, un
rebote violento soplado por los precios del petróleo ayudó al gobierno a empezar
a recoger frutos de esa recuperación y de los planes sociales. "Estamos ganando
espacio en sectores de clase media que estaban en contra nuestra", dijo Chávez.
-¿Qué valor histórico le da al ingreso de su país al Merco sur, anunciado el
jueves?
-Fue un día jubiloso. Nuestro rumbo es el Sur. Aquellos sueños de unidad y
liberación de Bolívar, San Martín, Guevara, Perón, van acercándose más a la
realidad que a la utopía. Va llegando el gran día que anunció Bolívar y estamos
frente a un cambio profundo en Latinoamérica.
-¿Los líderes actuales están a la altura de esas ideas?
-No hay hombres providenciales, los pueblos hacen la historia. Claro, Carlos
Marx agregaba que en ciertos momentos hacen falta liderazgos que catalicen. Si
Bolívar nacía un siglo antes no se habrían dado las condiciones para su
liderazgo. De nacer hoy el Che no sería el guerrillero que fue.
-¿Pero cómo traducir acuerdos como los del Mercosur en algo concreto para las
sociedades de la región?
-Ese es el gran reto. Pero oye, Néstor (Kirchner) me invita al astillero Río
Santiago y anunciamos un acuerdo para quizá poder hacer aquí, no en Corea ni en
EE.UU. ni en Europa, buques tanqueros para nuestro petróleo. Lo mismo creando
Petrosur entre nuestras petroleras, o firmando un convenio entre nuestros
canales estatales salvados de la orgía privatizadora, para hacer contenidos
juntos y apuntar a una gran cadena de TV para todo el Sur, para no mirar lo que
nos pasan las cadenas del Norte. Esa es una integración laboral y social, no el
esquema neoliberal. Y los pueblos, en vez de que a ellos no les vaya ni les
venga, empiezan a enamorarse, como los de Cuba y Venezuela, que se adoran e
intercambian miles de personas, como los médicos cubanos que trabajan en mi
país.
-¿Modificaría algo un cambio presidencial en EE.UU.?
-Prefiero concentrarme aquí abajo. Ellos ignoran a América latina, actúan con
torpeza y cuánto daño causan. Ojalá al calor de las crisis que hay en el mundo y
del tremendo atropello al pueblo de Irak nazca en la sociedad de EE.UU. un
despertar para bien de Latinoamérica y del mundo. Oye, ¿qué hay más peligroso
que un imperio ciego, torpe como un mono con una navaja?