Eduardo Andrade Bone

En la Plaza de la Constitución, en pleno centro de la capital chilena se está exhibiendo la exposición "Pequeños Indígenas", que forma parte de un proyecto de fotografía documental que se mostrará en Santiago y luego continuara un recorrido itinerante por diversas ciudades del país.

Niños que forman parte de los pueblos originaríos chilenos dan vida a este trabajo realizado por el fotógrafo chileno Elir Rojas. Los niños de los pueblos étnicos de este país, están estrechamente ligados a la naturaleza, a su madre tierra; lazo que tiende a perderse debido a las migraciones que se van produciendo hacia la ciudad de Santiago, en donde junto a sus padres van en busca de mejores condiciones de vida y oportunidades.

Previamente a la preparación del montaje de la exposición, se realizó un trabajo minucioso fotografiando a niños aymaras, mapuches, quechuas, atacameños, de Rapa Nui, yagánes y kawésqar: Todas las fotografías fueron tomadas en los ambientes naturales de los infantes para culminar con la presentación de cincuenta retratos que forman parte de los grupos étnicos más representativos del país.

Al dar a conocer a la prensa local los resultados de su trabajo, Elir Rojas cuenta que " sus padres eran profesores y siempre trabajaron en zonas extremas, donde compartí y conviví con niños indígenas. Los collas fueron los que conocí primero, en los años 60, en el antiguo mineral de Potrerillos (norte del país) . Luego tuve un acercamiento a los mapuches y, más tarde a los rapa nui, ya que mis papás fueron un tiempo a enseñar a Isla de Pascua", agrega el fotógrafo.

El niño al abandonar su entorno dice Rojas," se produce un gran desarraigo, el niño pierde sus recursos, la identidad territorial y cultural, la relación de armonía con los cerros, ríos y árboles", de allí la necesidad de rescatar a través del documento fotográfico "al niño en su medio, valorar la carga simbólica que tiene la naturaleza en los pueblos originarios, su relación con los volcanes, la madre tierra o el bosque nativo", afirma el principal responsable de la muestra.

En el camino de búsqueda de los niños de los pueblos indígenas de Chile, el fotógrafo comenzó su trabajo por el norte del país. Partió por Putre y pasó por Colchane. Ollagüe y San Pedro de Atacama, lugares en los que conoció a los niños Quechua y Atacameños o Licanantay. Para luego continuar por el sur, en Puerto Saavedra, Lago Budi e Isla Huapi en donde Rojas quedó prendido de los sonidos del kultrún y los juegos de los niños mapuches. Culminando en Puerto Edén y Puerto Williams en donde conoció a los niños yagánes y kawésqar.

Decíamos que la exposición está compuesta por cincuenta fotografías, cada una de ellas de un metro cuadrado, las que fueron instaladas en diversos módulos ubicados a unos metros del palacio de gobierno. Las fotografía fueron tomadas en blanco y negro y color, los retratos de Rojas muestran a niños de la diversidad de pueblos originarios del país, que en muchos casos, los ciudadanos de este país no tienen idea de su existencia.

El objetivo de Elir Rojas, es lograr que el conjunto de los habitantes del país, se puedan conocer aún más, a pesar de las distancias y a través de un trabajo documental como el que se ha logrado con la exposición, que forma parte del proyecto "Ambiente de vida y retratos de niños indígenas de Chile".

Además la importancia que reviste está exposición, es que está relacionada con la permanente segregación, discriminación, xenofobia y racismo que tiene que enfrentar los pueblos ori- narios chilenos y en especial los niños que se ven enfrentado a todo tipo de injusticias por parte del Estado chileno.

El trabajo fue financiado por la embajada de Suiza, patrocinado por la UNESCO, la UNICEF y la Sociedad Chilena de la Fotografía.