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Gloria Gaitán responde a Human Rights Watch
Gloria Gaitán coincide con el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel en que el director de Human Rights Watch es un "mercenario". José Miguel Vivanco había solicitado la intervención directa de la OEA en Venezuela.
20.06.2004 (ANNCOL) En una conferencia de prensa realizada en Caracas
el pasado jueves, el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, dijo
que la democracia venezolana "está amenazada por su propio gobierno".
Hablando de la nueva Ley del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que
recientemente aprobó la Asamblea Nacional, Vivanco dijo que en Venezuela hay una
"crisis constitucional que podría afectar a su ya frágil democracia".
Según Vivanco, el poder ejecutivo trata de "copar y purgar" al poder judicial
manipulando en función de sus propios intereses. Algo que sería una amenaza
suficientemente grave para la democracia venezolana que justificaría activar la
Carta Democrática Interamericana, una medida que permitiría a la OEA intervenir
en los asuntos internos de Venezuela.
Como un servicio a nuestros lectores, publicamos una carta a José Miguel Vivanco,
escrita por la autora colombiana Gloria Gaitán, quién se encuentra refugiada en
Venezuela después de haber sido perseguida en Colombia por sicarios. Gloria
Gaitán es hija del dirigente liberal colombiano Jorge Eliécer Gaitán, asesinado
en 1948 por un sicario contratado por la CIA y la cúpula del Partido
Conservador.
Carta a un mercenario
Señor Vivanco,
Debo confesarle que inicialmente me molestó cuando leí que el vicepresidente
venezolano José Vicente Rangel lo había trataba a Ud. de mercenario. Era que
todavía no había leído su insólita y malintencionada declaración, donde
tendenciosamente le pide a César Gaviria, en su condición de Secretario General
de la OEA, que active la Carta Democrática de la OEA en Venezuela.
¿Cómo se atreve Ud. a hacerle semejante solicitud a Gaviria tratándose de un
gobierno encabezado por el Presidente Chávez que, a instancias suyas, incluye el
referendo revocatorio en su Constitución, referendo revocatorio al cual ahora se
somete en gesto loable de demócrata que ningún otro presidente latinoamericano
había protagonizado hasta hoy?
¿Por qué no acude Ud. a la OEA para protestar por la falta de independencia de
poderes en Colombia, donde Alvaro Uribe, en acto ominoso, violentando todo
principio democrático y ético, ha comprado abiertamente la conciencia de los
congresistas para que modifiquen la Constitución, aprobando la reelección al
cargo de Presidente de la República, porque aspira a gobernarnos otros cuatro
años más?
Hoy mismo dice el diario El Tiempo relatando la votación de ayer en la Cámara de
Representantes, que el ministro del interior, Sabas Pretelt, estaba frente a la
puerta "cuidando, como portero, que no se le fuera a salir ningún amigo del
Gobierno y se le disolviera el quórum".
Ningún colombiano desconoce hoy el tráfico de influencias que a través de
presiones indebidas, puestos públicos y prebendas ha adelantado la
administración Uribe Vélez en el Congreso de la República. Los debates en el
Congreso y los artículos de prensa que se han dado abundantemente sobre el tema
han sido el objeto de la comidilla diaria del mundo político y de la gente del
común. ¿Es eso un respeto a la separación e independencia de poderes que Ud.
pretende defender?
¡Qué diferencia con Chávez que promueve el revocatorio y se somete a él! Y Ud.
se atreve, en acto digno de pirata, a señalarlo como enemigo de la democracia.
¡Cuánta falta hace la presencia de Cristo para que lo señalara a Ud. con sus
parábolas demoledoras!
Solo me queda repetirle el versículo de Job que dice: "Si el mal era dulce a su
boca, si lo ocultó bajo su lengua, si allí lo conservó y lo retuvo, y lo guardó
en medio del paladar, su comida se corrompe en el estómago, y se vuelve veneno
en su interior. Tiene que vomitar las riquezas que tragó, la Vida las hace salir
de su vientre" Job 20, 12 –15
Atentamente,
GLORIA GAITÁN JARAMILLO