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Nuestros 100 primeros días: acciones enérgicas e inmediatas
Escribe Hugo Cores
Dirigente del PVP-Frente Amplio
Publicado en La República
Dos afirmaciones de Tabaré Vázquez en el entusiasta acto de ayer atraen mi
atención. Ambas vienen a cuento con preocupaciones que he oído de parte de
muchos frenteamplistas: la primera es la constatación que el Frente Amplio es la
única fuerza política capaz de reunir y celebrar en forma unida un acto de esas
características. Un acto en el que las distintas tendencias medirán fuerzas una
semana más tarde. Ningún otro partido es capaz de hacerlo. Ni siquiera lo
intentó.
¿La unidad interna de los partidos no es acaso uno de los atributos que se le
suele asignar a los sistemas democráticos auténticos? Aunque no faltan los
tironeos, esa prueba de unidad, una vez más la pasamos, esto pese al bien
planificado sistema de intrigas políticas y periodísticas que procuran, año tras
año y mes a mes, dividir al Frente Amplio. Las últimas entregas de estos
novelones ridículos las viene haciendo El Observador Económico, con ecos en
otros medios oficialistas.
La unidad política del soleado domingo 20 pronostica, es lo razonable pensar, la
unidad inquebrantable de las bancadas elegidas el 31 de octubre, el mismo día
que los uruguayos digan en las urnas que quieren que Tabaré sea presidente. Casi
nada de victoria.
A nosotros la presidencia fortalecida desde 1967 y a nosotros una mayoría
parlamentaria absoluta como el país no conoce desde los años 50, más de medio
siglo.
De ahí la importancia de la otra afirmación de Tabaré: los dirigentes (y los
partidos frentistas) están unidos por sus compromisos políticos, por el Estatuto
del Frente Amplio y, sobre todo, por el programa de acción de gobierno. Por los
acuerdos alcanzados en los debates democráticos del congreso del Frente, el
mismo que eligió las candidaturas e instaló las bases programáticas sobre las
que se realizará el gobierno del Frente Amplio.
Dicho de otra manera, la unidad, dijo Tabaré, no es sólo el fruto circunstancial
del 20 de junio, una semana antes de las elecciones internas. Es un regla de oro
del Frente Amplio y es sobre todo un compromiso de futuro ante la ciudadanía.
Unidos por razones político electorales, unidos para ganar y unidos para
gobernar en consonancia con unos acuerdos programáticos adoptados entre todos en
las instancias democráticas del Congreso Extraordinario Héctor Rodríguez.
De donde se deduce fácilmente que nuestros primeros 100 días de gobierno no se
parecerán a ningunos otros "primeros 100 días".
No se parecerá, claro, a lo que tendría que atravesar como un Calvario si el
triunfador fuera Larrañaga. ¿Se lo imaginan? ¿Preparando un plan "progresista" y
de cambios para un nuevo país en compañía de Sanguinetti, Batlle y Lacalle? ¡Qué
Gólgota! O mejor dicho ¡qué festival de "versos libres", ¡qué mentidero! Pobre
Larrañaga, por suerte la ciudadanía lo liberará de atravesar esas bíblicas
pruebas.
También llenos de esperanzas, iniciaros su gestión decenas de gobiernos blancos
y colorados anteriores, con mayorías, algunos como Bordaberry o Pacheco con
apenas un poco más del 20% de los votos y de los legisladores que al día
siguiente de la victoria electoral desataban la rebatiña e iniciaban el
meticuloso reparto de cargos en la administración pública, milimétrico, para
conseguir las mayorías parlamentarias para gobernar. ¡Y bien mal que funcionó
para el país esa fragmentación y aquellos repartos de cargos!
Nosotros unidos por un programa y con mayoría absoluta: el sueño del pibe.
¿Cómo me imagino el inicio de esos nuevos tiempos?
En primer lugar con un cambio en el estado de ánimo general. Habrá llegado la
hora de ¡fuera la mufa, abajo las malas ondas! Esas se las dejamos para que las
disfruten como deseen en las grandes casonas de Carrasco. Les entregamos el
monopolio privado del malestar, que lo mastiquen y lo disfruten bien. Que
aprendan a convivir con él porque será por muchos años. O que lo liciten si
quieren.
En segundo lugar, desde que asuma el gobierno de izquierda este actuará
para que se note que ha llegado por fin un gobierno que va a cambiar las cosas.
Y se desatará el anhelo y las ganas de la gente de participar en los cambios.
El gobierno hará todos los gestos y los hechos posibles para que se note que es
de izquierda y que está llamando a participar a la mayor cantidad de gente
posible en los cambios impostergables, que no vendrán solo de arriba sino que se
forjarán entre todos.
En tercer lugar, los planes de emergencia social y de creación de fuentes de
trabajo. No me imagino una situación progresista que consista en que los
responsables de los planes sociales y de reactivación laboral presenten planes y
los encargados de la conducción económica, ceño fruncido, digan que no, que no
hay plata, que dedicar dinero a la deuda social alteraría los famosos
equilibrios macroeconómicos. Eso es impensable.
¿Y por qué es impensable? Por ese no es el pensamiento del Frente Amplio, ni de
sus autoridades ni de los que elegiremos para el poder Legislativo: "Para
nuestro Frente Amplio-Encuentro Progresista-Nueva Mayoría es un objetivo
prioritario el poner la economía al servicio del ser humano, dejando atrás la
concepción economicista que concibe a las personas como meros agentes
económicos", ha dicho nuestro Congreso.
Es bien cierto que desde hoy mismo los "expertos imparciales", los
"especialistas neutrales" y demás especimenes del engaño mediático se lanzarán
sobre los candidatos del Frente Amplio para acosarlos con sus preguntas que más
que interrogantes son sentencias. Firmes contra ellos: para el FA la economía,
los equilibrios y todo lo demás estarán al servicio del ser humano, de la
sociedad, del desarrollo pleno de persona humana.
Lo mismo en lo que tiene relación con la deuda: el Congreso "Héctor" fue claro
al respeto: el pago de la deuda del sector público estará relacionado al
cumplimiento de la deuda social y de las posibilidades del desarrollo económico
del país. Esa será nuestra forma de "honrar la deuda".
Sin rehuir las obligaciones "no nos allanaremos ante las imposiciones de
los organismos internacionales", no iremos de rodillas a renegociar la deuda. De
rodilla ya se fue muchas veces y el resultado es que la carga es cada vez más
pesada y los intereses cada vez más insoportables.
Y si a partir de la aplicación de estos criterios de defensa de los intereses de
la nación, algún funcionario internacional queda contrariado, me permito sugerir
que conjugue su desengaño en los duelos que se estarán celebrando en las grandes
mansiones, donde tienen tantos colegas y amigos.
Cuando estas cosas pasen, muchos hombres y mujeres del pueblo que hoy no creen
en "los políticos" empezarán a ver que no todos los partidos son iguales y que
no todos los gobiernos engañan y esquilman y roban. Y más gente estará atenta y
más gente querrá participar.
Hay algo que se va a terminar. Ese nuevo Presidente y esas nuevas mayorías
parlamentarias van a querer terminarlo cuanto antes: "porque resulta
intolerable para los uruguayos, el sufrimiento y la marginación de importantes
sectores de la población, donde existe gente y en particular niños comiendo o
durmiendo en los contenedores y tarros de basura, mientras la desnutrición y la
mortalidad infantil crece y se hace muy evidente en las zonas rurales más pobres
y en los alrededores de las grandes ciudades.
La lucha contra este flagelo, ha dicho el Congreso, es para nosotros una
prioridad irrenunciable y un compromiso que requerirá de acciones
enérgicas e inmediatas."
Hoy, lunes, estoy confiando enteramente en eso.
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De: "Bob Weiss" <bobweiss@cantv.net>
Página/12 Buenos Aires Argentina 22 de Junio de 2004
Tabaré quiere a Iglesias de ministro de Economía
El líder de la izquierda uruguaya, el presidenciable Tabaré Vázquez, dice que
llamará a Enrique Iglesias, titular del BID, para que ocupe la cartera de
Economía. Los otros precandidatos a la presidencia también quieren convocar a
Iglesias.
Tabaré Vázquez llamará a Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), para que ocupe el Ministerio de Economía de su eventual
gobierno. Así lo confirmó a Página/12 el diputado Enrique Pintado de la Asamblea
Uruguay, participante de la coalición de izquierda Encuentro Progresista-Frente
Amplio-Nueva Mayoría (EP-FA). Pintado agregó que el tema aún no fue conversado
con el titular del BID, pero que la oferta se hará personalmente en un próximo
viaje a Washington de Tabaré y su equipo. Sin embargo, Tabaré Vázquez no fue el
único al que se le ocurrió esta idea, ya que los demás precandidatos a la
presidencia realizaron el mismo anuncio. De esta manera, la competencia
electoral se enfría por el elemento común a todos los competidores: Enrique
Iglesias, una figura de prestigio con capacidad de generar consensos en el país
vecino.
Uruguay está entrando en la recta final de la campaña de los comicios primarios
que determinarán los candidatos que participarán en las elecciones
presidenciales de octubre, con la izquierda como la gran favorita. El nombre de
Enrique Iglesias se convirtió sorpresivamente en gancho electoral para las
primarias de todos los partidos el próximo domingo en Uruguay, cuando los cuatro
precandidatos presidenciales anunciaron que lo llamarían a sus eventuales
gobiernos. El precandidato único izquierdista, Vázquez, seguro candidato
presidencial del EP-FA, indicado por las encuestas como probable ganador de la
elección del 31 de octubre, con cerca del 50 por ciento de las intenciones de
voto, reveló a un medio local que ofrecerá a Iglesias el Ministerio de Economía
durante un viaje que realizará a Washington en julio. El senador frentista
Danilo Astori, ex alumno de Iglesias, e incorporado recientemente al entorno de
asesores de Vázquez, coincidió en que el presidente del BID ³sería el mejor
ministro de Economía que podría tener Uruguay. Aun cuando el EP-FA gane en la
primera vuelta necesitará tender puentes, porque si queremos transformaciones
debe haber serenidad política², y para ello el idóneo sería Iglesias, por el
consenso que genera su nombre, opinó ayer Astori.
El ex presidente Lacalle fue el primero en pensar en ofrecer la cartera de
Economía a Iglesias que alguna vez el imaginario popular soñó como candidato
ideal a la presidencia, cargo que no puede ocupar por haber nacido en el
exterior quien aseguró que el titular del BID ³es el hombre de más prestigio
internacional que Uruguay tiene en la actualidad². El rival directo de Lacalle
en la interna nacionalista, el senador Jorge Larrañaga, favorito a ganar la
candidatura partidaria, recogió el guante y afirmó que si ganase la presidencia
formaría ³un gobierno de compromiso nacional² en el que incluiría a Iglesias,
sin mencionar en qué cartera. En cambio Guillermo Stirling, del gobernante
Partido Colorado (centroderecha) sostuvo que le ofrecería la cancillería. ³A
cada persona hay que darle la reponsabilidad en que puede aportar más², aseguró
el precandidato Stirling, al intentar contradecir a sus competidores, y en su
opinión ³Iglesias ha demostrado que ha sido un estupendo canciller², entre 1985
y 1988, en el primer gobierno del colorado Julio Sanguinetti.
Iglesias, nacido en 1930 en Avilés, España, y nacionalizado uruguayo es contador
y economista. Es titular del BID desde 1998 y actualmente está en su cuarto
período hasta 2008.
Informe: Ximena Federman.