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Pronunciamiento Social de Guadalajara: Frente a la Cumbre
Unión Europea-América Latina y el Caribe
Los derechos de los pueblos
están primero
Campaña Continental contra ALCA / ASC
Convocadas con motivo de la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la
Unión Europea, América Latina y el Caribe, organizaciones sociales y civiles de
ambos continentes dirigimos desde Guadalajara, Xalisco, el presente
pronunciamiento a nuestros pueblos, a la opinión pública internacional, a los
medios de comunicación y a los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos aquí.
La cumbre gubernamental se da en un contexto de graves retrocesos y amenazas
para la autodeterminación de las naciones, los derechos humanos integrales y la
paz, tanto en Europa como en América, y en el mundo entero.
Después de dos décadas de padecer las políticas neoliberales, América Latina
sigue siendo la región del mundo con el mayor nivel de desigualdad. La extrema
concentración de la riqueza y de la tierra se ve agravada por el costo de la
deuda externa, los recursos dedicados al militarismo, la corrupción y la
impunidad. Por si esto fuera poco, América Latina y el Caribe se ven sembrados
hoy de tratados de "libre comercio" con Estados Unidos que no consiguen sino
imponer un proceso de integración subordinada a la hegemonía norteamericana que
pretende ser culminada en el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Simultáneamente, los acuerdos bilaterales empujan tanto en Europa como en
América Latina los mismos modelos que exacerban el desempleo y la precariedad
laboral, transformando en mercancías la salud, la educación, los servicios
públicos, la cultura y la seguridad social, entre otros, además de provocar la
desaparición de la agricultura familiar a través de la Política Agrícola Común (PAC).
La Constitución que la UE se prepara a aprobar rescata este enfoque. Eso sucede
sin que los pueblos de la UE hayan sido consultados. Ese es el modelo de
"cohesión social" que la UE pretende promover en América Latina y el Caribe.
Desde que se diera la última cumbre de la Unión Europea-América Latina y el
Caribe en Mayo del 2002 en Madrid, los problemas económicos y sociales que
supuestamente se buscaba enfrentar con el incremento de las relaciones entre
ambas regiones siguen sin visos de solución; por el contrario, se han agravado
las difíciles condiciones de vida y de trabajo de millones de personas.
La imagen de que América Latina y el Caribe pueden encontrar relaciones más
benéficas con la Unión Europea que con Estados Unidos a partir de la
liberalización de los mercados, se contradice con la realidad. Esto es así
porque detrás de sus "buenas intenciones", lo que busca la Unión Europea es la
ampliación de mercados para sus grandes corporaciones en servicios y compras
gubernamentales, y garantías para sus grandes inversionistas. Acuerdos como los
que viene firmando o negociando con países o regiones de AL, que en lo económico
y comercial no se diferencian de los que se tienen con Estados Unidos,
consolidarían para las décadas futuras las prerrogativas que las trasnacionales
europeas ya gozan, o nuevas, en detrimento de los intereses de los países en
desarrollo. Las actuales propuestas neoliberales de la UE hacia América Latina
no representan una alternativa al ALCA. Más bien se apegan estrechamente a las
medidas económicas recetadas por el FMI, el BM, el BID y la OMC. La Unión
Europea utiliza las políticas de cooperación como instrumento para la
penetración de sus empresas. Por otro lado, los acuerdos de cooperación en
materia de seguridad contribuyen a la militarización del continente.
Nos resulta alarmante, pero no nos toma por sorpresa, que otro requisito exigido
por la UE a los países latinoamericanos sea resolver de manera satisfactoria lo
referido a las negociaciones caducas de la Agenda de Doha de la OMC. Se trata de
la vieja estrategia de lograr más de lo mismo mediante una negociación
interregional, pasando por encima de los desacuerdos e impasse planteados en el
marco multilateral. Hemos alertado tanto en el caso del ALCA como de la OMC, y
lo hacemos ahora en relación a los acuerdos con la UE, que la inclusión de temas
tales como inversiones, compras gubernamentales, políticas de competencia y
privatización de recursos naturales y servicios, limitan la soberanía y
condicionan el desarrollo económico y social de los países de América Latina y
el Caribe. Por lo cual deben ser definitivamente abandonados en las
negociaciones. Además, el acceso a los mercados agrícolas europeos se nota
beneficioso principalmente para los grandes productores, y no necesariamente
para los pequeños campesinos que producen para el mercado interno y que carecen
de protección.
Por esto, en lugar de acuerdos que sigan priorizando al "libre comercio" por
sobre el dialogo político y la cooperación, los pueblos de Europa y de América
Latina y el Caribe deseamos una relación justa y equitativa, sustentada en el
pleno respeto de los derechos humanos, económicos, sociales, culturales y
ambientales.
Las organizaciones sociales y civiles de Europa, América Latina y el Caribe
presentes en Guadalajara nos pronunciamos y demandamos:
- un pronunciamiento claro y enérgico de los gobiernos participantes de esta
Cumbre contra las acciones bélicas y políticas unilaterales en Oriente Medio por
parte de las potencias centrales, en un proceso que atenta contra la totalidad
de las convenciones y derechos internacionales alcanzados hasta el presente por
la colectividad internacional y que han permitido una guerra ilegal e inmoral.
Exigimos la firme condena a la tortura criminal perpetrada por Estados Unidos y
sus aliados a los prisioneros de guerra en Irak, el fin del secuestro y tortura
de los presos en Guantánamo, el empeño para la resolución de todos los
conflictos bélicos y la promoción efectiva de la paz en el mundo. Exigimos el
retiro de las tropas extranjeras de Iraq.
- impedir el proceso creciente de ocupación militar en América Latina y el
Caribe donde constatamos cómo la frustración a cualquier vía de desarrollo y la
sistemática violación de los derechos humanos se suma a la injerencia política y
militar externa contra las aspiraciones de los castigados pueblos de Haití,
Colombia y Bolivia, en especial.
- Que se realice un esfuerzo efectivo por parte de los gobiernos de América
Latina, el Caribe y la Unión Europea para que los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, ambientales y culturales de los pueblos y de sus
organizaciones, tengan primacía sobre la liberalización comercial.
- se ponga fin al Plan Colombia y al Plan Puebla Panamá.
-Exigimos a la UE y a los gobiernos de América Latina y el Caribe la promoción
de un modelo de cooperación solidario en un marco de respeto a los derechos de
los pueblos y comunidades indígenas, afrodescendientes, de género y de pleno
cumplimiento de los derechos humanos.
- Los países desarrollados deben cumplir el compromiso adquirido de destinar al
menos el 0.7 % del PIB a la cooperación para el desarrollo y buscar nuevas
formas de redistribución de los ingresos en el ámbito nacional e internacional
orientadas efectivamente a la lucha contra la pobreza, en apoyo al desarrollo
sustentable y la justicia social, tales como fondos de compensación social,
impuestos sobre transferencias de capitales especulativos. La UE debe impulsar
medidas para detener las transferencias de capitales y recursos de los países en
desarrollo hacia los países industrializados.
- en particular, siendo la Unión Europea la primera acreedora externa de América
Latina debe cancelar la deuda "odiosa" y renegociar la deuda externa pública
bajo criterios de verdadero desarrollo sustentable de los países
subdesarrollados..
- Toda acción de cooperación al desarrollo financiado por la UE debe definirse
bajo la obligada consulta y participación plena de las poblaciones afectadas tal
y como dice el Convenio 169 de la OIT y los DESC, librándolas de la creciente
condicionalidad externa que subordina la cooperación al desarrollo a una agenda
comercial basada en programas de ajuste estructural que históricamente han
mostrado su fracaso. La consulta a los pueblos de Europa (Constitución Europea)
como a los de América Latina y el Caribe debe ser un requisito indispensable de
la cooperación entre las naciones.
-Exigimos el reconocimiento legal y económico de la agricultura familiar
campesina e indígena basado en el derecho, comosector productivo que no
solamente garantiza la soberanía alimentaria sino también la preservación
ambiental, la cohesión social, política y cultural de naciones y regiones.
Utilizar libremente las semillas nativas y no permitir la coexistencia con
organismos genéticamente modificados. Exigimos la exclusión del proceso de
liberalización comercial de los productos estratégicos para la alimentación de
los países en desarrollo y para garantizar su soberanía alimentaria. Exigimos la
eliminación de prácticas desleales de comercio a través de subsidios que
respaldan precios de importación por debajo de los costos deproducción.
- el respeto a los derechos de las y los trabajadores ratificando y cumpliendo
los convenios de la OIT, sobre libertad sindical, derecho de negociación
colectiva, estabilidad en el empleo, prohibición de trabajo forzoso, prohibición
de trabajo infantil y de no discriminación, en particular los contenidos en la
Declaración de principios y Derechos Fundamentales de 1998, y que especialmente
se controle su fiel cumplimiento por las corporaciones trasnacionales. Exigimos
se detenga la tendencia a extender la jornada laboral y la precariedad en el
empleo.
- Rechazamos el modelo patriarcal que profundiza la inequidad hacia las mujeres,
agudizando la violencia a niveles dolorosos como el feminicidio en América
Latina y Europa. Exigimos compromiso real a la Unión Europea y América Latina
para alcanzar la equidad de género.
- revertir los procesos de exclusión ancestral de los pueblos originarios y afro-
descendientes promoviendo el respeto a su autonomía, cultura y organización
tradicional en el marco del Convenio 169 de la OIT y con el cumplimiento de los
Acuerdos de San Andrés.
- Rechazamos las patentes, y los derechos de propiedad intelectual sobre los
conocimientos ancestrales, los medicamentos y la diversidad biológica ya que son
los pueblos y las comunidades quienes conservan y promueven la biodiversidad,
dentro del marco del derecho a su territorio.
- el compromiso de respetar, irrestrictamente, los recursos naturales y la
biodiversidad de América Latina y el Caribe e impedir cualquier tipo de
mecanismo que permita el saqueo de agua, la explotación de la tierra, la
contaminación de los mantos acuíferos, la extracción de minerales y la
expropiación de áreas verdes, con los graves riesgos ambientales inherentes.
- promover un nuevo sistema de seguridad social público, universal, integral y
solidario, y en particular que se detengan los ataques a las jubilaciones y
pensiones.
- revertir la nueva onda de privatizaciones, orientadas a mercantilizar derechos
y servicios básicos, tales como educación, energía, agua y salud, afectando a
los más pobres. Los bienes y servicios públicos (agua, tierra, biodiversidad,
educación, salud, cultura, etc.) no son negociables.
- que se tomen las medidas necesarias para acabar la discriminación, el racismo
y la xenofobia hacia los inmigrantes y otras minorías, y a favor del
reconocimiento de sus derechos humanos y civiles; que los países receptores de
inmigrantes reconozcan a plenitud sus derechos individuales y colectivos, se
respete su dignidad y aportación cultural.
- Denunciamos la actitud de la Unión Europea de no admitir la condena a la ley
Helms-Burton. Por el contrario, la cumbre debe demandar a los Estados Unidos el
levantamiento del bloqueo que mantiene contra Cuba, que daña gravemente su
autodeterminación, su economía y las condiciones de vida de sus habitantes;
reanimar los acuerdos de cooperación entre los países de AL y la UE con Cuba, y
en particular rechazar los nuevos planes de agresión contra Cuba anunciados por
Bush, que representan el mayor y más grave riesgo para la estabilidad y la paz
en el continente americano.
Los participantes de este encuentro social reconocemos el derecho del ser humano
a la libre expresión de sus ideas y el derecho de expresarlas públicamente. En
el marco de las manifestaciones pacificas que estamos realizando, reprobamos
actos de acoso, intimidación y provocación a que nos vemos sometidos por parte
de instituciones públicas o privadas de seguridad en el marco de esta III Cumbre
Unión Europea - América Latina y el Caribe.
Finalmente, desde la sociedad civil de América Latina, el Caribe y Europa
estamos alertas y movilizados, a la par que empeñados y empeñadas en la
construcción de espacios reales de concertación social, desde donde queremos
democratizar los procesos bi-regionales. Frente a la demagogia, las omisiones y
amenazas vertidas en cumbres gubernamentales como la que ha tenido lugar aquí
decimos: es en la lucha de nuestros pueblos en que confiamos para la
construcción de sociedades justas, y de otro mundo mejor y posible.
¡LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS ESTÁN PRIMERO!
Guadalajara, México, 28 de mayo 2004
* "Sí a la vida, No al ALCA. Otra América es posible."