Latinoamérica
|
A propósito de la segunda edición de "La estrategia integral
del paramilitarismo en el Magdalena Medio de Colombia"
Colombia: Sobre neutralidad, paramilitarismo y cooperación
César Jerez
Agencia Prensa Rural
Enhorabuena, se produce la segunda edición de la investigación "La estrategia
integral del paramilitarismo en el Magdalena Medio de Colombia" realizada por el
investigador irlandés Gearóid Ó Loingsigh, quien tuvo la fortuna de hacer la
fotografía más cercana a la realidad del conflicto que se vive en el Magdalena
Medio. En este conflicto regional existen por lo menos tres miradas, que por ser
opuestas política e ideológicamente son distintas.
Una mirada es la que corresponde a las víctimas del terrorismo y del
paramilitarismo de Estado: campesinos, mineros artesanales, trabajadores, gente
de barriada, organizaciones sociales, sindicalistas, opositores, comunistas,
revolucionarios, la cual se refleja en el libro de Gearóid.
Otra mirada es la de los victimarios, la de los usufructuarios del Estado y del
régimen asociados con las élites multinacionales de Estados Unidos y Europa, los
que se benefician con el destierro, con el asesinato del sicariato paramilitar,
con el envenenamiento de todo un país con glifosato, con el lavado de dólares
del narcotráfico al que dicen combatir, con las privatizaciones, con la usura de
la deuda externa y con la imposición de un modelo económico perverso.
Otra mirada, que tiene la pretensión de ser objetiva, imparcial y neutral, es la
de toda una serie de intermediarios, y de alguna manera también beneficiarios de
nuestro conflicto político, social y armado, agrupados en toda clase de ONG y
agencias de cooperación nacionales e internacionales que actúan condicionados
políticamente, sostienen frondosas burocracias y buscan el condicionamiento
político de las víctimas y su reducción a beneficiarios del asistencialismo.
Esta pretendida imparcialidad se observa también en académicos de acá y de
afuera, los cuales se han dedicado a pontificar y a modelar la lucha de clases y
el conflicto colombiano hasta convertirlo, en su arrogancia, en una virtualidad
retórica que nada tienen que ver con la realidad de los pobladores del Magdalena
Medio.
En este marco, la Agencia Prensa Rural considera de suma importancia, para
propiciar el debate, que la opinión pública conozca el capítulo adicional de la
segunda edición, en donde el autor contesta las críticas de las agencias que
financiaron la investigación, de las ONG no satisfechas con el resultado y a los
académicos que por encargo de las dos primeras se prestaron para conceptuar
sobre la publicación.
¿UN DEBATE ENTRE CIEGOS Y SORDOS? - Capítulo Nueve
Gearóid Ó Loingsigh
La publicación de la primera edición de este libro levantó mucha polémica, no
sólo en Europa sino en Colombia misma. Para la segunda edición del libro se
piensa que es útil plantear la respuesta a esas críticas, sin embargo, la tarea
no es nada fácil; pues, los críticos no dan la cara. Existen por lo menos tres
escritos que le hacen una crítica a este libro que circulan internamente en
algunas ONG europeas.
El autor solo tuvo acceso a uno de los tres textos mencionados. Sin embargo,
tiene un conocimiento parcial de su contenido como también de su autoría.
Ninguno de los tres han sido conocidos públicamente por lo tanto aquí no los
vamos a nombrar y les llamaremos de forma genérica Los Críticos. Ninguna de las
ONG han querido un debate sobre el tema y en ocasiones han movido para
suprimirlo, como es el caso de una ONG europea que obligó a un defensor de
derechos humanos a retirarse de un evento en solidaridad con las poblaciones del
Sur de Bolívar por la mera presencia del autor como ponente en dicho evento. U
otra ONG, que llamó a una organización en Europa insinuándole que los fondos,
que de ellos recibía, peligraban, debido a su participación en la distribución
del libro. Por fortuna, éste último grupo se negó a dejar de vender el libro.
De todas formas, y a pesar de la manera como Los Críticos mantienen en secreto
sus discrepancias, aquí seguimos con el debate aunque sea entre ciegos que no
pueden ver el contenido de la posición de éstos y sordos que no quieren escuchar
nuestros argumentos sino censurarlos. No queremos decir en ningún momento que
todo lo que aquí se dice es para tachar a cada uno de los autores de los
mencionados documentos; seguramente hay diferencias entre los mismos (que solo
ellos saben). Pero si alguien se siente aludido de una forma injusta, que dé la
cara y clarifiqué su posición.
Algunos hechos en los últimos años parecen confirmar varios planteamientos de la
investigación. Dicen Los Críticos que no hubo resistencia alguna en contra de la
toma de Barrancabermeja por parte de los grupos paramilitares. Sin embargo, no
sólo hubo resistencia durante la toma, sino que aun persiste dicha resistencia.
Hoy en día, en Barrancabermeja existen varias organizaciones sociales y de
derechos humanos que continúan con su labor a pesar de las graves dificultades.
Los sindicatos siguen allí, también la OFP y Credhos; solo para nombrar las más
conocidas, aunque debemos reconocer que la resistencia a la embestida
paramilitar también sufre sus derrotas.
Algunas organizaciones, como fue la Mesa Regional tuvo que cerrar sus oficinas
pero no por eso se puede hacer la afirmación equivoca que no hubo resistencia
contra los paramilitares. Algunas organizaciones que sobrevivieron la arremetida
paramilitar como la Mesa Regional y el ACVC fueron judicializados por el Estado
colombiano, precisamente por formar parte de esa resistencia. En el 2003 varias
organizaciones sociales de Barrancabermeja convocaron unas Jornadas de
Resistencia. Estas jornadas y otras movilizaciones son hechos que desmienten la
afirmación de Los Críticos que no hubo resistencia y más bien los paras entraron
con el clamor de una sección significante de la población. Hubo resistencia y
las jornadas muestran que aún hay.
"Los paramilitares, aunque sea difícil decirlo, fueron recibidos por una parte
significativa de la población de Barrancabermeja como gente que estaba liberando
la ciudad. No hubo como dice el estudio una resistencia fuerte en ninguna de las
comunas de la ciudad. La ola de asesinatos, que entre Diciembre 2000 y Abril de
2001 era de 4 a 5 en promedio diario, fue justificada por la población, los
gremios y los medios de comunicación, como el costo necesario para erradicar a
la Guerrilla."
Ante semejante afirmación no se puede hacer nada. Creemos que se cae por su
propio peso y la gente de la región puede hacer sus propias evaluaciones frente
a esto. Pero antes de proceder a valorarlo deben tener en cuenta la siguiente
afirmación de desprecio hacia las organizaciones sociales en Barrancabermeja
proveniente de la misma ONG europea.
"Las fuentes testimoniales y documentales del Estudio provienen principalmente
de tres organizaciones sociales: La Asociación Campesina del Valle del Río
Cimitarra (ACVC), La Mesa Regional de Trabajo Permanente por la Paz del
Magdalena Medio y la Corporación Regional de Defensa de los Derechos Humanos (CREDHOS).
Las informaciones provenientes de estas organizaciones sociales, con una
trayectoria conocida en el territorio del Magdalena Medio tanto por sus luchas y
reivindicaciones, como por sus afinidades ideológicas y políticas, deben estar
sujetas a la verificación (la negrilla es nuestra) como lo son todas las fuentes
en una investigación seria. En el estudio las informaciones dadas por estas
organizaciones adquieren casi siempre una dimensión de fuentes primarias y
exclusivas."
Un simple conteo muestra que no es cierto que estas organizaciones son fuentes
exclusivas ( ni siquiera la mayoría) y que se contrastan con otros datos. Sin
embargo lo grave de este comentario es que no queda muy claro que quieren decir
con la frase de señalamiento "organizaciones sociales, con una trayectoria
conocida en el territorio del Magdalena Medio tanto por sus luchas y
reivindicaciones, como por sus afinidades ideológicas y políticas." Parece ser
un juego sucio para desprestigiar algunas fuentes y por ende al autor o, ¿es el
reflejo de una posición política del actual gobierno de Uribe en defensa de la
implementación del paramilitarismo en la región?
De hecho, los paramilitares y el Estado siguen con sus intentos de acabar con el
sindicalismo en esta ciudad. Juan Carlos Galvis dirigente de Sinaltrainal y
trabajador de Coca Cola sufrió un atentado en agosto de 2003. Los sindicatos
siguen siendo blanco de los paramilitares y el Estado sigue haciendo lo suyo.
Como se explica en el capitulo La Unión Sindical Obrera, Paramilitares y
Petróleo, la USO ha sido blanco de los paramilitares desde tiempo atrás por su
defensa de la soberanía nacional sobre los recursos naturales del país. Mientras
los paramilitares los asesinaban el Estado los procesaba por delitos de
terrorismo, rebelión etc. En los últimos dos años esto no ha cambiado. El
gobierno de Uribe quiere desmantelar a la empresa estatal Ecopetrol y el Estado
procesa a Hernando Hernández el ex Presidente y actual Vicepresidente de la USO.
Frente al sindicalismo, y en particular la USO, aún hay una estrategia integral
del paramilitarismo para exterminarlo; al considerarlo como un obstáculo a la
entrada del capital multinacional.
También con el oro el paramilitarismo y el Estado siguen con su estrategia
integral. Por un lado los ataques contra las comunidades del Sur de Bolívar
continúan y la presencia abierta y permanente (como lo describió Andrés Pastrana)
de los paramilitares es hoy en día tan parte de la realidad como lo fue hace dos
años. Las novedades que hay no restan importancia a la tesis de la investigación
sino que la refuerzan. El Estado mediante resolución 180073 del 27 de enero del
2004 y el decreto 254 del 28 de enero del 2004 ordena la liquidación de la
entidad minera estatal Minercol.
¿Esto qué significa? Significa que, el país queda sin una entidad reguladora de
la actividad minera dando luz verde a los multinacionales de explotar de la
forma más irracional los recursos mineros del país sin impedimento alguno.
También significa que el sindicato Sintraminercol desaparecerá. Este sindicato
ha asesorado a las comunidades del Sur de Bolívar en materia minera y también
demandó el Código de Minas del gobierno Samper; ha luchado de forma incesante
contra todo intento de entregar los recursos minerales a las multinacionales. De
hecho no sería ninguna exageración decir que Sintraminercol es el que realmente
regula la industria minera del país. Otra vez vemos como la estrategia integral
del paramilitarismo en Colombia se dota con maniobras legales para acabar con un
contrincante debilitado por el desgaste del accionar paramilitar.
También podemos afirmar que todas las cabeceras municipales a lo largo del río
Magdalena están controladas, política, económica y militarmente por los
paramilitares apoyados por la fuerza publica presente en la zona; condiciones
necesarias para llevar a cabo los planes parar recuperar el transporte fluvial
por el río. Las inversiones son millonarias (unos 400 millones de dólares).
Cuando se hizo la investigación alguna gente aludía a las ventas de tierras a
cada lado del río en varios municipios y preguntaban quien estaba detrás de esas
ventas. No fue posible confirmar dichas ventas por la negativa de la Oficina
Catastral en Barrancabermeja a colaborar con el suministro o acceso a datos
públicos, como son los del catastro.
De todas formas lo que hoy sabemos es que Barrancabermeja tendrá puente
conectando la ciudad con el municipio de Yondó - Antioquia, y varios puertos del
río experimentarán mejoras. Como parte del Programa Yuma habrá un sistema
satelital que vigilará el transporte como medida de seguridad. Un sistema
parecido funciona con el transporte por tierra pero no evita del todo los robos
ni las quemas de camiones por parte de la guerrilla. Lo que realmente da
seguridad en la zona para el transporte fluvial es la debilitamiento de la
guerrilla; su expulsión de las cabeceras municipales y su menguado control sobre
el río. ¿O acaso alguien cree que se construiría una puente entre Barranca y
Yondó si Barranca aún tuviera la influencia guerrillera de otrora? La arremetida
se debe a cuestiones económicas como suele ser en todas las guerras.¿ Acaso Los
Críticos niegan que suceden semejantes cosas en el país? Ellos tendrán que
responder o seguir con sus debates internos y maniobras medio públicas.
Extrañamente, no es eso lo que más les ha molestado sobre la investigación? Lo
que más les ha molestado es la crítica que se hace al Plan Colombia y al modelo
agrícola y la palma africana. Decimos "extrañamente" porque son temas bastante
claros y como se verá son temas de debate en todo el mundo pero generalmente
entre la derecha y la izquierda y no tanto entre fuerzas que se consideran
progresistas.
Modelo agrícola y la palma africana.
La vieja receta del Banco Mundial es de promover la reactivación de la economía
mediante un aumento en las exportaciones. Lo propuesto frente a la palma
africana para Colombia encaja perfectamente en este modelo, bien sea una
propuesta del BM, Fedepalma o del Plan de Desarrollo para el Magdalena Medio -PDPMM-.
Se trata, pues, de intentar mirar cuales serán los resultados de determinadas
políticas y no de discutir las bondades de ciertos personajes o ni siquiera de
organizaciones como quieren que lo hagamos Los Críticos. No se trata de lo
subjetivo, sino de las consecuencias objetivas de esas políticas. Por fortuna
nuestra, hay miles de ejemplos en el mundo.
Nuestra fortuna es poder mirar lo que ha pasado en muchos lugares del mundo;
aunque para ellos haya sido una desgracia, hay que aprender de ella para que no
se siga propagando como mecanismo que busca readecuar las condiciones para las
inversiones del capital multinacional.
Dijimos en esta investigación que la soberanía y seguridad alimentaria
peligraban en Colombia y que había una clara tendencia hacia el monocultivo y la
producción para exportar. Las cifras demuestran esto claramente. Entre 1992 y
2002 Colombia aumentó su superficie dedicada a la palma aceitera de 89.761
hectáreas a 145.000 hectáreas ocupando el quinto lugar en términos mundiales. En
menor medida, el país (no la región) experimenta con otros productos para
exportar como son los camarones de cultivo cuyo tonelaje aumenta de 6.000
toneladas métricas en 1990 a 9.227 toneladas métricas (Tm.) para 1999, siendo la
mayor parte para la exportación. La producción de camarones de cultivo en
Colombia es menor si lo comparamos con otros países que han aumentado de forma
exagerada su producción. Ecuador, por ejemplo produjo 107.700 Tm. de camarón
patiblanco (la misma especie que se cultiva en Colombia) en 1998 ocupando el
primer puesto en el mundo seguido por Méjico con 29.120 Tm.
Sin embargo los países fuertes en este sentido no son tanto los latinos (con la
excepción de Ecuador) si tenemos en cuenta la producción de todas las especies
de camarón y langostino, sino países como Tailandia, China, Ecuador y la India.
Este último país, ha dedicado muchos recursos a la producción de flores y
camarones colocando tierras a los cultivos de exportación que pudo haber
dedicado a cultivos de pancoger. Se calcula que la India con las divisas
generadas por la floricultura sólo se puede comprar la cuarta parte de alimentos
que pudo haber cultivado en esas mismas tierras y que el cultivo de camarón
tiene costos ecológicos de unos 10 dólares por cada dólar ganado por las
empresas exportadores.326 Aunque los cultivos principales en Colombia sean
distintos la lección esta allí para aprender. Una economía puede ganar más
desarrollando una política soberana de agricultura.
Sin embargo, en Colombia la gran apuesta nueva es para la palma y no el camarón.
Este cultivo está aumentando de forma dramática. Se habla de un producto que el
mundo quiere (sin lugar a dudas) y un producto que tiene mercados grandes
(también sin lugar a dudas) y que el campesino colombiano va a llenar un hueco
que le dará cierta estabilidad económica (ahí está el problema). ¿Acaso, los que
venden este cuento al campesino colombiano se creen tan potentes que a nadie más
se le ocurre hacer lo mismo y entrar en competición directa con los colombianos?
Pues del mismo modo que a alguien se le ocurrió vender esta idea a los
colombianos algún ingrato hizo lo mismo con el resto del mundo.
De la misma manera que Colombia aumenta su producción también lo hace Tailandia,
Indonesia e incluso el país vecino, Ecuador, quien duplicó las hectáreas de
palma a 120.000 para el 2002.
Indonesia lo triplicó llegando a tener 2.400.000. El resultado de esta gran
expansión ha sido previsible. Los precios han caído de forma espectacular para
los productos de palma aceitera.
Esa política de cultivar para exportar se aplicó en África con resultados
nefastos para un continente sinónimo de la hambruna y la miseria. Según Vandana
Shiva "La relación inversa entre el aumento de las exportaciones y la
disminución del consumo local y nacional de alimentos ha sido mostrado bajo las
estrategias centradas en la exportación de los Programas de Ajuste Estructural
del Banco Mundial. En Nigeria, Etiopía, Sudán, Kenia, Tanzania y Zaire, que
suman un 60% del África Sub-Sahara, ha habido una disminución de un 33% en la
producción de cereales por cabeza y disminución de un 20 por ciento en la
producción general de alimentos por cabeza en menos de una década. Todos los
países mostraron un aumento de las exportaciones agrícolas por cabeza; al mismo
tiempo que disminuía la producción por cabeza de alimentos para el consumo."
Pero no hay que ir tan lejos para mirar los resultados de esas políticas. Nada
más cerca que Ecuador donde también se lleva a cabo políticas de exportación con
la floricultura.
"En el Ecuador, se están usando las mejores tierras ganaderas en la producción
de flores para la exportación, una actividad altamente productiva. Si bien la
industria florícola ha dado trabajo a las poblaciones locales, sobre todo
mujeres, se pueden señalar los siguientes impactos:
1. Se ha debilitado la producción de leche. En pocos años tendremos que importar
leche y otros productos lácticos
2. Se ha generado un dramático cambio en el uso del suelo reemplazando un
producto alimenticio por un producto absolutamente suntuario
3. La producción de flores utiliza gran cantidad de plaguicidas peligrosos, lo
que genera graves problemas en la salud de las trabajadoras, y problemas
ambientales en toda el área de influencia de las floricultoras
4. Si bien la gente tiene trabajo, ya no produce su propio alimento, y con los
bajos salarios que perciben, tienen que comprar alimentos de mala calidad y bajo
nivel nutricional. Es decir, su nivel de vida se ha deteriorado."
¿Por qué se citan estos ejemplos? Se citan por la sencilla razón que queremos
recordar al lector y a Los Críticos que cuando hablamos de los problemas
asociados con los modelos propuestos para el Magdalena Medio no estamos hablando
fuera de un contexto global. El Magdalena Medio no es una isla y lo que se
aplica allí tendrá sus consecuencias tanto dentro como fuera del país. El cuento
que se vendió a los campesinos de países tan distintos y distantes como los
países africanos o Indonesia y Malasia son hechos que no podemos ignorar, pues
se vende el mismo cuento en Colombia. El cuento es el de siempre. Hay un
producto mágico que puede superar la pobreza y los ricos del norte lo van a
comprar a buen precio.
En la India se vendió el cuento de la semilla de "oro blanco". El resultado fue
la ruina de miles de campesinos en la India. O el caso de Chiapas donde se
expande la frontera palmera de forma galopante, Chiapas ya no produce tantos
cultivos de pancoger debido a las dificultades de competir con las importaciones
subsidiadas y la promoción de la palma africana. Pero Los Críticos no se
equivocan cuando dicen que el producto no es determinante. Eso es cierto, lo que
es realmente determinante es el modelo y es eso lo que se critica aquí. No
criticamos a ningún producto pues no hay productos buenos y malos sino modelos
de producción. Hay modelos que tienen en cuenta el medio ambiente, el medio
social, la cultura, la soberanía y las necesidades de las comunidades.
El modelo para el Magdalena Medio es un modelo de exportar y aunque las ONG que
hay detrás de eso dicen que no son monocultivos; los funcionarios
gubernamentales son más abiertos y dicen sin reparos que así es y la seguridad
alimentaria de los campesinos se garantiza con la plata que ganarán de vender
sus productos y no con la producción local. Esto no es nada nuevo. Otros países
han intentado hacer lo mismo con resultados nefastos.
"Indonesia se contaba entre los diez exportadores más grandes del mundo antes de
entrar en vigor el OMC. Tres años más tarde en 1998, Indonesia se convirtió en
el importador más grande de arroz. En la India, el productor de verduras y
hortalizas más grande del mundo la importación de verduras casi se duplica en un
solo año."
El caso de Indonesia es interesante por ser uno de los grandes productores de
palma africana en el mundo.
"Indonesia tal como es hoy en día es un ejemplo de un país que se volvió
altamente dependiente de importaciones, incluso con la comida básica; arroz.
Cuando hubo la crisis económica que golpeó duramente a comienzos de octubre
1997, Indonesia vio su sector financiero e industrial, de la cual dependía,
desvanecer tan rápido como se desvaloró su moneda.
"Con su sector agrícola arruinado debido a años de abandono estatal, los
indonesios ahora se encuentran con insuficiente comida producida nacionalmente y
una moneda sin valor para comprar comida importada."
Lo que puede pasar con un país entero fácilmente puede pasar con una región de
un país sin mayores problemas. Teniendo en cuenta el bloqueo de alimentos y
medicamentos que vive el Sur de Bolívar semejante posibilidad urge la máxima
cautela a la hora de hacer cambios dramáticos en el sector agrícola. Podemos
citar más ejemplos donde la gente se apostó a un número reducido de productos de
exportación y se quedó en la ruina.
Aparte de Indonesia existe el ejemplo de Taiwán, China y la India cuyas
industrias de camarón sufrieron graves reversas en los noventa debido a una
enfermedad que se propagó por sus estanques de cultivo. Aunque eso se debió a
una enfermedad y no netamente a un problema del mercado internacional se ve que
depender de un solo producto mágico es vivir en la precariedad de forma
constante como aprendieron en Guayana. Allí entre 1991 y 1996 se experimentó un
aumento en sus exportaciones de arroz a Europa, principalmente a través de los
territorios franceses. La UE introdujo medidas contra la importación de arroz a
través de dichos territorios y el arroz guayanés experimentó una mayor
competencia frente al arroz subsidiado de los EE.UU. Esto ligado a una baja en
el precio complicó la situación de los campesinos quienes no pueden pagar los
préstamos que obtuvieron para expandir su producción de arroz.
Según Goodison "Con creciente frecuencia los bancos embargan tractores y otros
bienes por las deudas pendientes y la cantidad de tierra dedicada a la
producción de arroz ha caído en un 22%. De ser una historia del desarrollo
exitoso en 1996, la industria arrocera de Guayana se convirtió en una zona de
desastre financiero. los campesinos de Guayana ahora reciben una fracción del
precio que recibían en el apogeo de la industria." No tenemos que ir más lejos
que Guayana para ver que pasará con los que no pueden pagar sus deudas debido a
cambios en el mercado cuando apuesten por la exportación y el monocultivo.
USAID y la ayuda extranjera
Otro argumento que no fue aceptado por Los Críticos es la relación entre el Plan
Colombia y el paramilitarismo. Parece evidente que van de la mano, pues cuando
los aviones fumigan una zona y destruyen los cultivos de pancoger y provocan
enfermedades en medio de un bloqueo de alimentos y medicamentos ¿que se puede
decir? sino que el Plan Colombia y el paramilitarismo han hecho un ataque
conjunto contra la población. Como ya hemos señalado los paramilitares inclusive
han participado en las operaciones militares que coinciden con los operativos "antinarcóticos".
La dificultad que deben tener no es tanto lo militar aunque les convendría
minimizarlo, sino la parte social. Los fondos del Plan Colombia bien sean los de
USAID u otro de las caras que se usan para llegar a las comunidades no son para
el bien del pueblo.
USAID y las ONG que ésta financia son un brazo del gobierno norteamericano y así
lo describió Andrew Natsios un alto oficial de USAID cuando hablaba de las ONG
que cumplían con labores en Irak y amenazaba con cortarles los fondos si no
promocionaban sus nexos con el gobierno de los EE.UU.
USAID en Colombia no es distinto al Plan Colombia y como dijeron muchas ONG
(incluyendo a alguna de Los Críticos) hay un solo Plan Colombia. No hay dos
planes sino un solo plan con dos caras. El soldado norteamericano sonriente que
ofrece chicle a los niños de Irak para las cámaras de televisión es el mismo que
asegura el petróleo.
Del mismo modo el gobierno que dice promover el desarrollo destruye los cultivos
de pancoger con la fumigación y financia al ejército colombiano asegurando de
paso los oleoductos y otros intereses. La agricultura como veremos luego es de
gran interés para ellos. Son dos caras de la misma moneda.
Hay otros países latinos que han tenido una larga y nefasta experiencia con
dicha agencia. Como ya dijimos, en los documentos Santa Fe se habla de promover
los cultivos de frutas exóticas en El Salvador y Guatemala. La agencia USAID se
encargó de hacerlo realidad. El resultado ha sido claro.
"La siembra de los nuevos cultivos resultó en unos aumentos espectaculares en la
producción y exportación en algunos países. Sin embargo, para la mayoría de los
pobres rurales de la región la política no produjo ninguna mejora en sus tristes
condiciones de vida. Por el contrario los investigadores Conroy, Murria y Rosset
concluyeron que la conversión a productos no tradicionales 'a corto plazo es
poco probable que resulte en la reducción de la pobreza rural o el desarrollo
equitativo y diversificado a largo plazo que sus diseñadores pronosticaron'.
"En su lugar encontraron que "los productos no tradicionales tienen una
tendencia a socavar la posición económica de los campesinos endeudándolos y a
veces generando una concentración significativa de la tierra. "De hecho, en cada
momento, los pequeños productores quienes optaron por los productos nuevos no
tradicionales se encontraban en competencia con inversionistas ricos locales y
corporaciones extranjeras y por lo tanto enfrentaban economías de escala
desfavorables y no pudieron obtener mucho del valor agregado de su producción
total y la distribución de sus productos. El resultado fue una mayor
concentración de la tierra, mayor aumento de la diferencia de los ingresos de
los pobres y ricos y una situación peor de seguridad alimentaria para los
pobres."
También Haití vivió el desarrollo de USAID. Después de las elecciones de 1990
cuando Aristide ganó las primeras elecciones libres con una amplia margen de 67%
del voto popular (más que cualquier presidente de los EE.UU en la historia
reciente), USAID a través de su programa para promocionar la democracia empezaba
a financiar grupos opositores; actividad que contribuyó al golpe de estado.
Quien quiere creer que el auto proclamado brazo del gobierno norteamericano que
derriba gobiernos es el amigo del pueblo colombiano, o que el Banco Mundial
favorece a los pobres con sus políticas es un cínico o alguien que tiene escasa
relación con la realidad. Cualquiera de las dos posibilidades dificulta el
debate.
Tampoco es el caso que la Unión Europea, quien financia el llamado Laboratorio
de Paz del Magdalena Medio, es benigna ni que sus proyectos automáticamente son
buenos. Deben recordar que es el Reino Unido el principal destino de los
productos de palma que exporta Colombia. Existe en Colombia y en otros partes
del mundo la idea de que la Unión Europea es el amigo de los pueblos y sobre
todo que es como el contrapeso a los EE.UU después de la caída de la URSS. Una
mirada a la política exterior de Europa muestra lo contrario, no solo en la
guerra contra Irak donde Francia con una mirada recelosa hacia los contratos
petroleros que tenía con el régimen sanguinario de Saddam Hussein se opuso a la
guerra. Pregunten a los habitantes del sur pacifico que opinan de las bondades
de Francia que dejó como desierto radioactivo las islas donde explotaba sus
bombas nucleares en los noventa. O ¿qué opinan los ecologistas de Greenpeace
quienes vieron como los servicios secretos de Francia asesinaron a dos de sus
compañeros en un atentado a bordo del barco Rainbow Warrior. Pero no es sólo en
la guerra sino en la paz donde se ve que la UE no merece la confianza que
algunos le dan.
La Unión Europea tiene políticas parecidas a las de los EE.UU en materia
agrícola. Da subsidios masivos a su agricultura y promueve una agenda en las
negociaciones de la OMC tan dañina como la de los EE.UU.
El papel de la UE en Colombia no debe ser una defensa del modelo que se
desarrolla en el Magdalena Medio sino una llamada a la investigación y la
critíca, pues del mismo modo que se hace estudios sobre el Plan Colombia, los
Laboratorios de Paz merecen un estudio transparente y a fondo. Dicho estudio
debe ser publicado sean cuales fueren los resultados así incomode a algunas
agencias de cooperación y ONG.
Volviendo al tema nos podemos preguntar del por qué. En cierta medida es fácil
explicar a que juega los EE.UU. Es más complicado explicar a que juegan las ONG,
y por su estilo de trabajar más difícil llegar a saber que es lo que realmente
piensan.
En el caso de los EE.UU es claro. En esta investigación hemos explicado como los
norteamericanos son más abiertos. Un gran problema para algunos de Los Críticos
fue la afirmación nuestra que USAID amenaza a las comunidades. No les importó
que USAID lo ha dicho de forma reiterada en diversos escenarios. Una vez más
volvemos a los EE:UU para que ellos nos expliquen a que juegan en el mundo (una
versión que contrasta con la de sus apologistas). Colin Powell lo explicó muy
bien cuando dijo:
"Nuestro objetivo con la Área de Libre Comercio de las Américas es de garantizar
el control de las empresas norteamericanas sobre un territorio que se extiende
del Ártico hasta el Antártico, el libre acceso en la totalidad del hemisferio
sin ninguna dificultad u obstáculo para nuestros productos, servicios,
tecnología y capital."
Estamos más acostumbrados a escuchar a Colin Powell habar de la guerra en Irak o
la llamada guerra contra el terrorismo. Sin embargo para el gobierno
norteamericano el libre comercio es tema de seguridad nacional o por lo menos el
documento que se publicó después del once de septiembre nos hace creer eso, pues
tiene un capitulo entero dedicado al tema.
En materia agrícola las exportaciones tienen mucha importancia, no sólo en
cuestiones electorales donde el sistema electoral de los EE.UU da cierto peso a
zonas rurales donde la hacienda grande predomina sino en cuestiones económicas.
"En 1921, 36 empresas controlaban el 85 por ciento de las exportaciones de
granos de los EE.UU. Al final de los años setenta seis "Mercantes de Granos"
gigantes controlaban más del 90 por ciento de las exportaciones de los Estados
Unidos, Canada, Europa, Argentina y Australia. Hoy en día, Cargill y Continental
controlan 25 por ciento del comercio de granos."
La situación es mas grave aún si tenemos en cuenta como esta estructurada la
agricultura en los EE.UU. "...el enviado especial de agricultura de los EE.UU.
Peter Scher ha revelado que los granjeros y rancheros estadounidenses son dos
veces más dependientes del comercio exterior que la economía de los EE.UU en
general. Se calcula que las exportaciones representan un 30 por ciento de los
ingresos brutos. Las exportaciones son críticos para casi la totalidad de los
sectores de la agricultura de los EE.UU. En total, uno de cada tres acres de las
granjas de los EE.UU se dedica a producir productos para exportar."
Con esa gran cantidad de tierra dedicada a productos para exportar, con los
enormes subsidios que reciben y además las políticas de presión a otros países
para que bajen los aranceles, no es de extrañar que los cultivos de pancoger no
puedan hacer competencia y que los campesinos queden arruinados u obligados a
cultivar coca. El problema como dicen Los Críticos no es el producto. No señores
míos, no es el producto y nunca dijimos que lo fuera. El problema es el modelo y
no sólo el modelo de producción (el cual es bastante problemático) sino un
modelo político que ustedes, quiéranlo o no, justifican vendiendo el cuento al
campesino que con tal u otro producto fomentado por los mismos gringos que los
fumigan van a salir de la pobreza cuando las evidencias del resto del mundo
dicen que esto es otro cuento de hadas que se vende a los pobres cuando alguien
quiere quitarles algo.
Esta investigación explica esta situación de una forma muy modesta y seguramente
hay quienes lo podrían hacer mejor. Las ideas no son muy nuevas ni originales,
aunque el autor llegó a ellas por su cuenta. Forman parte de un debate global
sobre la agricultura y también sobre el paramilitarismo (teniendo en cuenta que
uno de Los Criticos puso en entredicho el estudio porque parte del presupuesto
que el paramilitarismo es un estrategia del Estado). No se puede evitar un
debate apelando al buen nombre de los personajes u organizaciones. Somos muchos
los que tenemos buen nombre incluyendo aquellas personas y organizaciones
conocidas por sus luchas y sus afinidades ideológicas como dice uno de Los
Criticos. El debate que hay en el resto del mundo tiene que empezar en Colombia.
En Colombia aún no estamos en una situación de perder la producción nacional y
queda un largo camino que correr. Es por eso que el debate tiene tanta
importancia, en Colombia aún hay tiempo para salvar la situación. En otras
partes del mundo nadie tiene reparos en nombrar a sus contrincantes en el
debate.
Varios académicos y activistas en Asia no tuvieron reparos en criticar el modelo
que promocionaba Oxfam y además nombrar a esta ONG que entró en debate en ese
entonces.
Para Los Críticos quizás sea este el delito más atroz que cometió el autor, de
poner nombre y apellido al asunto. Si es así se declara culpable y reafirma lo
siguiente.
El campesinado colombiano se encuentra en crisis debido a la apertura económica
que empezó en los noventa. Su crisis no es el resultado de equivocarse con los
productos ni de no entender el mercado, pues su mercado local y departamental lo
entiende bien. Su crisis es el resultado de las políticas de sucesivos gobiernos
colombianos, estadounidenses y europeos. Su crisis se resuelve en parte
derrotando esas políticas y no jugando dentro de ellas, donde el poderío de sus
enemigos es aplastante. La apertura es una estrategia del régimen en Colombia
tal como es el paramilitarismo. No se puede separar uno del otro. El
paramilitarismo impone el modelo neoliberal. Quienes promocionan que el
campesino apueste por la apertura en vez de enfrentarla hace el trabajo sucio y
a la vez muy sutil del Estado.
El futuro del campesinado colombiano (y del mundo) pasa por la derrota de esas
políticas aperturistas y la derrota de la especialización de los países del sur
como productores de cultivos de lujo para los países ricos. La tierra de
Colombia debe dar, ante todo de comer a los colombianos (hasta el punto que se
pueda). Si no hablamos de los nexos y enlaces que hay entre las distintas
estrategias del Estado corremos el peligro de ser derrotados por una u otra de
estas o una combinación de ellas. El que no quiere reconocer la realidad de su
opositor llega debilitado a enfrentarlo.