Latinoamérica
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Entrevista a Fernando Montiel T. Editor, analista y consultor
en relaciones internacionales y resolución de conflictos
"El gobierno mexicano no puede
ser mediador en el conflicto colombiano, a Uribe le da todo el apoyo que al ELN
y las FARC las acusa de "terroristas" y de 'lacras'"
Octaviano Lozano Tinoco
Excelsior
¿Por qué el ELN confia en un gobierno de derecha (el de Vicente Fox) para mediar
en el conflicto colombiano?
Yo no estoy muy seguro de que el ELN confie en el gobierno mexicano. Creo
que para el ELN avanzar algunos pasos hacia un eventual proceso de paz en este
momento es una decisión táctica coyuntural. En las filas del ELN se sabe muy
bien que el momento en América Latina es muy peligroso. Existe la posibilidad de
una guerra entre Venezuela y Colombia y una invasión militar a Cuba y tal vez
otra a la región de la Triple Frontera entre Argentina, Brazil y Paraguay. El
tiempo se agota y creo que iniciar un proceso de paz podría ganar unas cuantas
semanas. El ELN está conciente de que el gobierno de Vicente Fox es un aliado
del de Washington y del de Álvaro Uribe, no son ilusos, pero tampoco son tontos.
Una guerra entre Venezuela y Colombia, o una invasión a Venezuela abriría la
posibilidad de una ofensiva final en su contra incluso con participación
estadounidense. Distensar el conflicto colombiano dificultaría una escalada
militar en la zona. El ELN sabe esto muy bien y por esto están buscando sacar
algún provecho de la eventual participación de un gobierno pro-yanqui como el de
Fox, aunque creo que no se hacen ilusiones de la participación mexicana.
¿Puede ser el ingreso de México al Plan Colombia, diseñado por Estados
Unidos?
Más que el ingreso, sería una "reactivación" del papel de México en el Plan
Colombia. México, de un modo u otro, estuvo incluido desde el principio en lo
que en el pasado se conocía como Plan Colombia y que ahora se rebautizó como
"Iniciativa Andina".
Bajo las condiciones actuales, la participación de México funcionaría como
cobertura diplomática y respaldo a un "proceso de paz" viciado de origen y que
solo pretende anular la crítica y con ello allanar el camino a la guerra de baja
intensidad que Uribe ha venido desarrollando contra las FARC y el ELN desde que
tomó el cargo. Es importante recordar que esta no es la primera vez que México
se involucra en el caso colombiano, lo ha hecho en el pasado ya. Una de sus
participaciones más recientes fue la misión que realizó el Embajador Andrés
Rozental como enviado "especial" en tiempos de Jorge G. Castañeda, misión dicho
sea de paso, de la que nada sabemos en cuanto a resultados.
¿El apoyo de México como mediador, sería un respaldo a la política
contrainsurgente del Presidente Alvaro Uribe?
Sín duda así sería. Lo primero que hay que considerar es que -de acuerdo con las
declaraciones del Presidente- todo pareciera indicar que el papel de México no
va a ser de mediador sino de negociador. Un principio básico en la mediación es
que a las partes en conflicto se les tiene que dar el mismo respeto, el mismo
trato. De acuerdo con sus declaraciones, Fox no cumple con este principio
básico: A Uribe le da todo el apoyo y el respaldo mientras que al ELN y las FARC
las acusa de "terroristas" y de "lacras". Fox prometió a Uribe hacer más
expeditos los trámites de extradición de presuntos guerrilleros y "terroristas"
al tiempo que ratificó su negativa a permitir que las FARC reinstalen su oficina
en la Ciudad de México. El trato a uno y otro no es equilibrado, es evidente que
Fox tiene compromisos con una de las partes y eso lo descalifica como "aval" de
un proceso de paz o como mediador. Su participación en el proceso está viciada
de origen, cargada a favor de Uribe y su política contrainsurgente.
¿Qué diferencia puede haber en este proceso, con la labor diplomática
encabezada por México en Centroamerica en los ochenta, hablo en específico del
Grupo Contadora?
Una de las diferencias más importantes es que el proceso de Contadora fue
conducido por diplomáticos de carrera. Gente muy bien capacitada en materia de
mediación y resolución de conflictos internacionales. Quienes conducirían la
participación de México en el proceso colombiano son burócratas que nada saben
de relaciones internacionales o de procesos de mediación empezando por el
Canciller Derbez. Otra diferencia sustancial es el hecho de que en los ochenta
la participación de México mediante Contadora en los conflictos centroamericanos
funcionó para marcar la distancia y la independencia de México frente al
gobierno de los Estados Unidos que era quien estaba detrás de la violencia de
ARENA en El Salvador, de la Contra en Honduras y Nicaragua, de Rios Montt en
Guatemala, etc. El gobierno actual no tiene ningún interés por falta de
patriotismo, visión o inteligencia en marcar esa distancia con los Estados
Unidos, de hecho la cancillería y la presidencia están haciendo todo lo
contrario. Un tercer elemento que distinguiría al proceso de Contadora con una
eventual participación mexicana en el proceso de paz colombiano es la cuestión
del prestigio. En diplomacia, mediación y resolución de conflictos el prestigio
es muy importante. En tiempos de Contadora la diplomacia mexicana relucía por su
apego al derecho internacional y a los principios, además de por su cautela y
pertinencia. Hoy la diplomacia se encuentra por los suelos por la torpeza, la
mala fe y la imprudencia con la que la ha conducido Vicente Fox. Estas serían
nuestras cartas de presentación.
¿Cuál puede ser la postura de las FARC?
Aunque las FARC comparten con el ELN motivos de lucha, son dos organizaciones
independientes. Creo que las FARC hacen la misma lectura que el ELN de la
situación de Colombia y de América Latina, sin embargo, debemos recordar que las
FARC por estos días están festejando sus 40 años de lucha armada. Dar pasos en
este momento hacia un acuerdo con el gobierno podría dar la impresión de que
están cansados o de que están comenzando a rendirse ante el gobierno. Creo que
las FARC serán muy prudentes. Hace algunos días, el 17 de Mayo, Ivan Márquez un
miembro del Secretariado de las FARC declamó un discurso de tono muy combativo
contra el gobierno. Las FARC creo que buscarán distensar discretamente la
situación para no hacerle el juego a Washington, Fox y Uribe. Pero como con el
ELN, creo que esta es una decisión táctica por la coyuntura tan delicada que
vive el continente.
¿Quisieras agregar algo más?
México está desempeñando aún contra su voluntad un papel muy importante en
América Latina. Los encargados de la política exterior o no se han dado cuenta,
o han sido cómplices del enrarecimiento dramático de las relaciones
interamericanas y han hecho crecer la injerencia del Departamento de Estado. Si
fuera por torpeza, la "nueva diplomacia" mexicana tendría alguna disculpa, pero
creo que es mala fe. De la cancillería fueon expulsados algunos de los
diplomáticos más experimentados y con mayor sentido de patriotismo e
independencia, y esto ocurrió porque su permanencia en el servicio diplomático
obstaculizaría el nuevo ímpetu pro- estadounidense que se ha impreso en la
política exterior mexicana. La situación crítica que viven Cuba, Venezuela y
ahora Colombia podría no haberse presentado -o podría no haber sido tan grave-
si México hubiera cumplido su papel como potencia regional en un espíritu
latinoamericanista. En vez de esto, para nuestra vergüenza, México se ha
mostrado más como parte del problema que de la solución de los problemas del
continente.