Latinoam�rica
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Con Recabarren: 92 a�os de lucha
Guillermo Teillier
El Siglo
El 21 de mayo de 1912, en un art�culo del "Despertar de los Trabajadores", que
hab�a sido fundado a comienzos de ese a�o, Luis Emilio Recabarren nos cuenta que
en la �ltima sesi�n del Directorio de la Agrupaci�n Central del Partido
Dem�crata "se ha propuesto el cambio de nombre de nuestro Partido en la
Provincia". "Desde que se reinici� la reorganizaci�n del Partido Dem�crata en
esta provincia, se inici� tambi�n una tendencia bien marcada para que nuestra
organizaci�n fuera envuelta en la idea socialista�".
"Tan es as� �nos dice Recabarren� que un buen n�mero de las nuevas agrupaciones
de la pampa tomaron el nombre de socialistas, manifestando con ello querer
avanzar en las ideas y en la acci�n".
Una de las causas de la aceptaci�n del cambio de nombre, que en realidad no era
un mero cambio de nombre sino la fundaci�n de un nuevo partido, es "porque el
Partido Dem�crata en su pol�tica y con sus actos p�blicos durante los �ltimos
a�os ha declarado pr�cticamente que no sirve a los intereses de la clase
trabajadora porque en cada acto electoral ha hecho causa com�n con los partidos
de la clase explotadora y opresora".
Como sabemos, el 4 de junio Recabarren participa de la fundaci�n del Partido
Obrero Socialista, que a�os m�s tarde adopt� en un Congreso realizado en
Rancagua su nombre actual: Partido Comunista de Chile.
En el mismo diario, el 6 de junio de 1912, Recabarren escribi�: "Cuando en el
seno del Partido Dem�crata se ha propuesto el cambio del nombre y la adopci�n de
un programa socialista, muchos trabajadores se han sentido satisfechos y
entusiasmados, mientras otros dudan y algunos resisten el programa. Pero lo que
m�s halaga es que se ha generalizado esta pregunta: �Qu� es el Socialismo?".
Recabarren, desde la fundaci�n de nuestro partido, planteaba un asunto que sigue
siendo crucial: plantear la verdad, desnudar los enga�os y mentiras, educar a
los trabajadores sobre su papel en la sociedad, denunciar la explotaci�n y la
injusticia, la tiran�a de unos pocos, que usufruct�an de manera abrumadora de la
riqueza, sobre los millones que son explotados.
"Nosotros comprendemos �dec�a� que al trabajador le falta valor para defender
sus derechos, y en este caso, nuestra misi�n es darle al trabajador el valor que
le falta, instruy�ndolo, d�ndole fuerza moral. Nuestra misi�n es indicarle d�nde
est� y en qu� consiste la fuerza que debe poseer el trabajador, y le indicaremos
que debe unirse a sus dem�s hermanos, formando con ellos asociaciones que tengan
por objeto contribuir verdaderamente al bienestar presente y futuro".
Refiri�ndose a "El Despertar de los Trabajadores" afirma que la misi�n de este
diario no es la de defender a los trabajadores, porque ella es una promesa falsa
y burguesa, la misi�n es instruir, ense�ar, orientar al trabajador para que �l,
por s� mismo, se defienda de sus opresores.
Entend�a el Padre de la Organizaci�n Obrera que ante una democracia corrompida y
obsecuente ante las grandes empresas de la �poca, la �nica alternativa, capaz de
entregar una vida digna a los trabajadores, era el socialismo.
A casi ya cien a�os de haberse formulado esta concepci�n de futuro, mantiene su
plena vigencia, en medio de la globalizaci�n capitalista, ya que si bien ha
avanzado la ciencia, la tecnolog�a y el progreso material, se mantienen las
enormes desigualdades sociales, en un plano diferente, pero que puede ser de
consecuencias mucho m�s violentas y aterradoras para la humanidad como lo
demuestran las guerras que lleva adelante el imperialismo norteamericano.
La lucha social ha pasado por una vor�gine colosal de hechos en el �ltimo siglo,
el socialismo como tal ha jugado un enorme papel, en medio de avances y
fracasos, como toda construcci�n humana, pero lo cierto es que mientras exista
la explotaci�n, seguir�n existiendo partidos comunistas, organizaciones de
trabajadores y las que unen a diversas vertientes sociales.
Aunque hayamos sido v�ctimas de pol�ticas genocidas y de exclusi�n, la lucha
contra la explotaci�n capitalista, por la democracia plena y el socialismo, en
nuestro pa�s y en el mundo, contin�a.