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Bolivia: avanza incontenible la idea de nacionalizar el gas
El pueblo de Cochabamba se suma a la cruzada de La Paz, El Alto y la Central Obrera Boliviana por echar a las transnacionales y recuperar las riquezas hidrocarburíferas. El rechazo al referéndum tramposo de Mesa se extiende del Altiplano a los valles
Econoticiasbolivia.com
La Asamblea de la Cochabambinidad, la máxima autoridad cívica popular del
pueblo de Cochabamba, asestó hoy un nuevo golpe al Presidente Carlos Mesa al
repudiar su referéndum y su política sobre el gas y el petróleo.
La Asamblea, reunida la mañana de este jueves, determinó, tras amplias
deliberaciones, rechazar las cinco preguntas de la consulta programada para el
18 de julio, porque no llenan las expectativas de la población que quiere
decidir a quién pertenece y quién debe beneficiarse de la explotación de los
hidrocarburos que existen en el territorio nacional.
Según informó el presidente del Comité Cívico de Cochabamba, Jhonny Alvaro
Burgoa, la Asamblea de los cochabambinos determinó exigir al presidente Mesa que
realice un referéndum con una sola pregunta: si se está o no de acuerdo con la
nacionalización del gas y el petróleo.
"Hay que definir sobre la nacionalización y nada más", dijo Burgoa al concluir
la Asamblea en la que participaron decenas de delegados de todos los sectores
laborales, cívicos, profesionales, empresariales y fuerzas vivas de la región,
que es la tercera en importancia en Bolivia.
Otros que rechazan el referéndum –porque no incluye la nacionalización y sólo da
a escoger si se mantiene la política entreguista y antinacional del ex
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada o si se la cambia por la política
hidrocarburífera de Mesa, que es muy similar a la anterior—son la Central Obrera
Boliviana (COB) y la población de El Alto, que continúan realizando
manifestaciones callejeras y bloqueos de caminos en pos de la nacionalización.
Este miércoles, cerca de un 70% de los trabajadores y vecinos de la ciudad de El
Alto cumplieron un paro de 24 horas, con bloqueos de calles y avenidas,
expresando en mitines su rechazo a la decisión gubernamental de no tocar ni
modificar en nada los 78 contratos que las transnacionales petroleras firmaron
con el Estado y mediante los cuales obtuvieron la propiedad y el usufructo de
los recursos naturales no renovables. Tal como fue planteado el referéndum por
Mesa, estos contratos se mantendrán inalterables, sea cual fuere el resultado de
la consulta, lo que ha sonado a engaño y burla en los sectores cívicos y
populares.
Los sectores laborales han intensificado sus medidas de presión con constantes
marchas callejeras en las principales ciudades y bloqueos carreteros en varias
zonas del país, y que hasta ahora dejó un saldo de varias decenas de heridos y
tres muertos.
En la perspectiva inmediata, los conflictos tienden a agravarse en La Paz y El
Alto, y a crecer y multiplicarse con fuerza en Cochabamba, Oruro, Potosí y
Sucre, si es que el gobierno mantiene su decisión de no incluir la
nacionalización en el referéndum.
Entre los que pugnan por llevar adelante el referéndum sin nacionalización
están, junto al gobierno neoliberal de Mesa, el diputado cocalero y jefe del
Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, los empresarios nacionales y
extranjeros, la alta burocracia estatal, la clase media acomodada y los partidos
neoliberales. Uno de los últimos en expresar su apoyo al referéndum fue Alfonso
Cortina, presidente de Repsol YPF, empresa que se apropió de casi un tercio de
las reservas de gas y petróleo de Bolivia.