Carta abierta al Pueblo Argentino
de la Coordinadora de Defensa del Gas y de la Vida de Bolivia
Hermanos y Hermanas,
Como Uds. sabrán, nosotros, los hombres y mujeres del pueblo sencillo y
trabajador de Bolivia, estamos dando dificultosamente una intensa lucha por la
reapropiación social de nuestros recursos naturales, hoy en manos de
empresas transnacionales. Les escribimos porque queremos explicarles lo que
estamos haciendo y buscamos que sepan que necesitaremos su ayuda y que estamos
dispuestos a luchar con ustedes.
Hace 4 años, en el 2000 luchamos por la recuperación del agua que en la ciudad
de Cochabamba fue entregada a la transnacional Bechtel, en las mismas
condiciones lesivas e inaceptables, en las que los sucesivos gobiernos de
ustedes han entregado la riqueza argentina: asegurando nada más las ganancias de
las corporaciones dueñas y admitiendo, para ello, el alza de tarifas, la
discrecionalidad en el abastecimiento y abandonando cualquier noción de
"servicio público".
Con esa experiencia, durante 2003 pero principalmente en septiembre y octubre
pasados, iniciamos una nueva ola de luchas por la recuperación de nuestro gas,
que es la que hoy se conoce como Guerra del Gas.
Desde 1995 la empresa estatal de hidrocarburos que se construyó a lo largo de
varias décadas con el esfuerzo de miles de trabajadores bolivianos, fue
entregada al capital extranjero. Aquí, en estas tierras altas la privatización
se llamó "capitalización", y entre los consorcios que se apoderaron de nuestros
recursos petrolíferos están las conocidas REPSOL, de capital español, y también
la estadounidense ENRON.
Nuestra lucha en septiembre y octubre pasado, que terminó con la caída de
Sánchez de Lozada, fue sobre todo un esfuerzo indígena y popular multitudinario
por evitar un nuevo paso en el saqueo general de lo que, nosotros creemos, debe
ser patrimonio y riqueza colectiva.
En aquellos meses miles y miles de bolivianos, bolivianas, aymaras, qhechuas,
guaraníes y población toda, impugnamos una decisión gubernamental que
consideramos totalmente equivocada: vender el gas boliviano a Chile —bajo las
condiciones de las transnacionales—para que por un lado, se industrialice el
norte chileno que muchos de nosotros seguimos considerando boliviano; y por
otro, parte de ese gas iría a México para servir de combustible de las plantas
termoeléctricas semi-privadas que están debilitando a la todavía pública
Comisión Federal de Electricidad (CFE) mexicana.
En octubre, cuando echamos al asesino Sánchez de Lozada, el pueblo todo le
dijimos al nuevo presidente Carlos Mesa: 1) Queremos una nueva política de
hidrocarburos y queremos re-escribir la Ley de Hidrocarburos incorporando los
conocimientos y las necesidades de los bolivianos y 2) Queremos hacer una
Asamblea Constituyente para volver a construirnos un país donde quepamos todos y
no como el actual, donde sólo las corporaciones transnacionales y el capital
extranjero están a sus anchas.
Por todo esto, dificultosamente, seguimos peleando aquí dentro, en las tierras
altas y en las bajas, en nuestros valles y
en el altiplano. Sin embargo, en los meses recientes el gobierno de Carlos Mesa
ha presentado una nueva propuesta de exportación de gas que supuestamente, ahora
iría hacia Argentina.
Dicha exportación se plantea realizarla en condiciones similares a las que hemos
impugnado en las calles y en los caminos a costa de
más de 66 muertos, más de 300 heridos y amputados, decenas de torturados
y desaparecidos.
Estos últimos días, la propaganda del gobierno de Bolivia para confundir e
intentar convencer al pueblo de Bolivia que exportar gas a la Argentina es algo
urgente, se centra en afirmar que existe una crisis energética sobre todo en el
Norte de su país, en Salta y Jujuy; y que es nuestra obligación alentar el envío
"solidario" del gas a esa región.
Por lo que nosotros hemos investigado, ustedes, el pueblo argentino y sobre todo
la población que vive en la zona de la frontera con Bolivia, efectivamente están
sufriendo escasez de gas y existe la amenaza de que el próximo invierno se
presenten racionamientos de gas y de electricidad. Todo esto nos preocupa mucho,
y por eso nos atrevemos a convocarlos a una lucha común por el bienestar de
nuestros pueblos, explicándoles nuestras razones:
Lo que hoy se llama "exportación de gas de Bolivia hacia Argentina", no es sino
un negocio entre la REPSOL-Bolivia y la REPSOL-Argentina, para llevar adelante
el mismo plan que el pueblo boliviano combatimos en septiembre-octubre de 2003.
Por lo que sabemos, la REPSOL-Argentina no ha realizado las inversiones en
exportación y explotación de gas a las que está comprometida, porque espera,
generando una escasez ficticia, presionar al gobierno argentino a fin de
conseguir elevar las tarifas. Entendemos que no hay escasez real de gas en su
país, sino una maniobra especulativa de esas en las que las corporaciones son
expertas, con el objetivo de lograr que cada metro cúbico de gas cueste más a
cada familia argentina.
Además, también hemos sabido que el gas boliviano que ahora se planea exportar
hacia Argentina, tendría en realidad, como destino final a Chile y a México. Es
decir, exactamente el mismo plan que ya hemos rechazado. Entendemos que por cada
gasoducto entre el norte argentino y Buenos Aires, existen nueve ductos hacia
Chile, de tal forma que el destino final de la mayor parte del gas que se
extraiga de suelo boliviano, insistimos, será para abastecer a las plantas
termoeléctricas semi-privadas instaladas ilegalmente en México, que están
volviendo cada vez más difíciles las condiciones de vida de los trabajadores
electricistas y petroleros mexicanos.
Por todo lo anterior, nosotros, miembros de la Coordinadora de Defensa del Gas y
de la Vida de Bolivia, les decimos a Uds., hermanos y hermanas argentinos:
Todo nuestro gas para Uds., hermanos y hermanas, pero no en las condiciones
impuestas por las transnacionales, a ustedes y a nosotros.
En la medida en que esta es una lucha debe ser común pues las empresas acaparan
los recursos de todos sin distinguir entre nacionalidades, los convocamos a
respaldar nuestros próximos combates y a dar sus propias batallas por recuperar
lo que ha sido saqueado; nosotros nos comprometemos a respaldarlos a ustedes en
lo que vayan decidiendo hacer.
Se habla mucho estos días del Plan de Integración Energética del Cono Sur:
nosotros estamos dispuestos a contribuir a ella, pero a una integración entre
los pueblos, de acuerdo a las necesidades de los pueblos y en beneficio de los
pueblos; no de los negocios de estas amorales transnacionales.
En las siguientes semanas y meses nosotros seguiremos en la lucha y nos hemos
propuesto llegar a la re-nacionalización de lo que es nuestro. Esperamos que
Uds. nos acompañen en esta lucha, recuperando lo robado en su propia casa y
también, como siempre, en la acción solidaria.
Afectuosa y fraternalmente.
Cochabamba-La Paz, Bolivia, Junio de 2004
Coordinadora de Defensa del Gas y de la Vida de Bolivia.
* Oscar Olivera
Dirección de correo electrónico:
oscarolivera@mindspring.com