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Osvaldo Calle, director de bolpress.com, habla sobre justicia comunitaria aymara
"Estamos a las puertas de la rebelión de un pueblo que han intentado exterminar varias veces"
Paulina Castro Cerruti y Jorge Souza
Paralelo 21
Entrevista realizada el jueves 17 de junio de 2004 en Paralelo 21, programa
de análisis internacional que transmite Radio Universidad de Guadalajara,
México. El audio de ésta y otras entrevistas realizadas en Paralelo 21 puede ser
escuchado en: http://www.radio.udg.mx/programas/paralelo/entrevistas/index.htm
Paulina Castro Cerruti: Una ola de ajusticiamientos populares contra
alcaldes o personas acusadas de robo viene ocurriendo hace semanas en el
altiplano aymara, desde el sur peruano al norte boliviano. El martes pasado
Benjamín Altamirano, alcalde de Ayo Ayo, en Bolivia, fue secuestrado y quemado
vivo en la plaza del pueblo. Los vecinos de Ayo Ayo, una población de 7.000
habitantes que se encuentra entre La Paz y Oruro, llevaban meses amenazando al
alcalde, al que acusaban de malversación y desvío de fondos del municipio, y al
que exigían su dimisión. El 19 de mayo pasado, en Desaguadero, un pueblo
dividido entre Bolivia y Perú, un millar de personas ejecutaron a un ladrón. El
26 de abril en Ilave, la tercera ciudad aymara de Perú, una multitud de 10 mil
personas asesinó a su alcalde y a otros allegados suyos, obligando la salida del
ministro del Interior peruano, en un país donde el Presidente, Alejandro Toledo,
tiene apenas el 7% del apoyo popular. Para hablar de este tema y del referéndum
anunciado por el Presidente boliviano, Carlos Mesa, para el próximo 18 de julio,
tenemos en la línea al director del sitio internet boliviano, www.bolpress.com,
Osvaldo Calle. ¿Qué nos puedes informar Osvaldo sobre esta ola de linchamientos
a alcaldes que se está produciendo en al altiplano boliviano y peruano?
Osvaldo Calle: Hay una especie de frustración de los pueblos originarios con los
mecanismos de la justicia, por lo que han decidido retomar lo que ellos llaman
la justicia comunitaria. Los mecanismos de esta llamada justicia comunitaria se
están poniendo en vigencia nuevamente, tras la comprobación de que la justicia,
por lo menos en Bolivia, no es justa. Y en Perú parece que también existe esa
misma sensación. La justicia lejos de sancionar a los culpables le da largas y
no procede como se espera en la población, y en el lado cultural se ve que hay
un pueblo que tiene como principios una trilogía: no mates, no robes y no seas
flojo. Entonces en ese contexto cultural un alcalde que roba a su pueblo está
expuesto a que le pase lo que al alcalde de Ayo Ayo.
Paulina Castro Cerruti: Evidentemente estamos ante un problema muy grave
con el tema de los indígenas allá en el altiplano peruano y boliviano, pero
antes de profundizar sobre ese asunto me gustaría saber cuáles fueron las
medidas que tomó la justicia boliviana frente al secuestro y asesinato del
alcalde de Ayo Ayo.
Osvaldo Calle: Uno de los sospechosos está preso, ayer (16-06-04) fue enviado a
la cárcel de alta seguridad de San Pedro de Chonchocoro. Pero el tema es que el
gobierno boliviano ayer admitió que ha perdido la autoridad. En este momento hay
10 poblados que están al margen del control judicial, o sea, no hay fiscales, no
hay jueces, no hay policías. La población aymara de estas localidades decidió
expulsar a las autoridades porque no les cree nada de lo que hacen.
Paulina Castro Cerruti: Hace unas semanas Felipe Quispe, el líder de los
aymara, renunció al escaño que ocupaba en el parlamento boliviano para retornar
a la lucha ¿Cuál ha sido la reacción de Felipe Quispe con respecto a estos
linchamientos?
Osvaldo Calle: Lo que dice Felipe Quipe, lo que ha dicho en la víspera, es que
si de verdad esto se trata de un mecanismo de justicia comunitaria, la
Confederación de Campesinos va a apoyar a todo el pueblo aymara. Hay que
recordar que éste es un tema que está vigente desde hace mucho tiempo. En
septiembre de 2003, cuando comenzó la huelga que sacó a Gonzalo Sánchez de
Lozada del poder, sucedió algo parecido. En Laja, al norte de La Paz, agarraron
a un ladrón de ovejas y lo apresaron por los mecanismos de la justicia
comunitaria, pero al final este hombre terminó muerto por los golpes que recibió
en el ajusticiamiento. El Estado lo que hizo en esa ocasión fue encarcelar al
principal dirigente, lo que originó una huelga de hambre de unos mil dirigentes,
quienes exigían la libertad del dirigente sindical campesino apellidado Guampo.
Como el gobierno no hizo caso el movimiento, éste creció, y fue en ese bloqueo
que Sánchez de Lozada y Carlos Sánchez Berzaín, ministro de defensa en ese
entonces, instruyeron una intervención que dejó primero 6 muertos y que provocó
toda la ola de movilizaciones que desembocó en la fuga de Sánchez de Lozada.
Actualmente, se está repitiendo el mismo proceso: el Estado frente al mundo
aymara ha perdido autoridad, ha perdido legitimidad. Esto es algo que ya lo han
dicho de todas las formas de los analistas sociales, y que ahora, en la víspera,
ha sido admitido por el ministro de gobierno, quien declaró que el Estado desde
hace mucho tiempo ha perdido autoridad.
Jorge Souza: Tomando ese mismo hilo de rompimiento entre el gobierno y la
comunidad aymara, yo te preguntaría cómo ha evolucionado el diferendo entre el
gobierno y los indígenas, pero también entre toda la ciudadanía, acerca del tema
de los hidrocarburos.
Osvaldo Calle: El tema aquí en Bolivia del referéndum se ha convertido en una
especie de piedra de tope en la que el gobierno se esta jugando su continuidad,
su legitimidad. Si hasta ahora Carlos Mesa está todavía en el gobierno, eso se
lo debe al apoyo de Evo Morales. El principal aliado del gobierno de Mesa en
este momento es el partido de Evo Morales (MAS), que después de las
movilizaciones de octubre pasado se ha hecho dueño de las banderas de ese
movimiento, aunque no participó, ni ha participado en absolutamente nada.
Paulina Castro Cerruti: Recordemos Osvaldo que en octubre pasado Evo
Morales no estaba en el país, no estaba en Bolivia.
Osvaldo Calle: Estaba en otros lugares, sí. El partido de Evo Morales, el MAS,
está jugando a la legitimidad, quiere ser potable ante los sectores medios de la
sociedad, quiere mostrarse como un conciliador, un poco en el estilo de Lula en
Brasil. Quiere repetir la experiencia de Lula incluso ligándose a sectores de
derecha. Por ejemplo en este momento el principal negociador del partido de Evo
Morales es el ministro de Asuntos Indígenas, Donato Ayma, quien renunció hace
poco al Ministerio de Educación por la huelga de los profesores. También estaba
vinculado a Evo Morales de manera familiar. Ahora los sectores sociales están
convocando a la abstención frente al referéndum, porque está más que claro que
las preguntas están hechas de tal manera que haga lo que haga el pueblo
boliviano, no va a tener opciones. Por ejemplo, la segunda pregunta dice: "¿Está
usted de acuerdo con recuperar la propiedad del gas?". Y bueno. todos los
bolivianos, la mayoría piensa que sí, que es bueno recuperar la propiedad del
gas, pero ahora, en este momento, por eso se ha movilizado. Pero después, en la
explicación que da el gobierno a esa pregunta dice "sí, pero eso se va hacer
para los contratos futuros, no con los 50 trillones de pies cúbicos de gas que
Bolivia tiene en este momento". O sea, no se va a tocar la propiedad, no se va a
discutir, por el contrario, se va a respetar los contratos con las
transnacionales.
Jorge Souza: O sea que este referéndum en realidad no conduce a nada,
porque las preguntas están planteadas de tal forma que el gobierno va a hacer lo
que quiera con la energía de cualquier forma.
Osvaldo Calle: El referéndum está orientado a lograr una especie de cheque en
blanco para que el gobierno de Carlos Mesa tome decisiones, las decisiones que
ellos mismo están esperando. La quinta pregunta, por ejemplo, se parece más al
plan de gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, con relación al gas, porque
consulta a los bolivianos si queremos exportar el gas para destinar los recursos
a educación, que es lo que siempre planteó Sánchez de Lozada.
Paulina Castro Cerruti: Cambiando de tema, me gustaría saber si están
todas las carreteras internacionales de Bolivia bloqueadas, o solamente la que
dirige a Perú.
Osvaldo Calle: En este momento está bloqueada la carretera que dirige a Perú,
que es una de las carreteras vitales que tiene Bolivia. En ese sector también
está el mundo aymara muy organizado, y el gobierno tiene mucho miedo de
intervenir esa carretera con las fuerzas de seguridad del Estado. La semana
pasada llevó a esa zona un contingente policial que desbloqueó por unas horas,
pero el movimiento se ha vuelto a articular. Hay mucho miedo en el gobierno por
las consecuencias que ocasionaría, por ejemplo, si en el altiplano se produce un
muerto como resultado de la intervención del gobierno. Los analistas dicen que
un muerto en el altiplano en este momento significaría encender la mecha para
que se repita todo lo que pasó en octubre de 2003. En este momento no está nada
dicho en Bolivia. No puede uno, ningún analista, predecir el mediano plazo. En
este momento todos los cálculos están hechos para el referéndum y probablemente
también para lo que eventualmente pueda suceder en agosto próximo, fecha
programada para la elección del presidente del Senado, que constitucionalmente
es el sucesor de Carlos Mesa. El año pasado un dirigente social de El Alto
explicaba que iban a detener la profundización del movimiento y mantener a
Carlos Mesa, porque el sucesor constitucional sería Hormando Vaca Diez, quien
probablemente sea el hombre más odiado en Bolivia después de Sánchez de Lozada.
Jorge Souza: Osvaldo, a qué atribuyes el cambio de postura del Presidente
Mesa. Cuando asumió el poder se mostró dispuesto a rectificar los tratados sobre
la venta de hidrocarburos bolivianos, y ahora, a unos meses de haber asumido el
mandato, está planteando un referéndum en el que prácticamente quiere dejar las
cosas como están.
Osvaldo Calle: en realidad lo que yo veo es que ha habido un cambio de posición
del Presidente Mesa desde octubre pasado hasta ahora. En esa fecha su posición
era más oportunismo para el momento, oportunismo para lograr cierto apoyo que le
permitiera obtener la presidencia. Carlos Mesa siempre ha sido, a lo largo de la
historia, el mejor defensor, el mejor argumentador del neoliberalismo en
Bolivia. No olvidemos que fue candidato vicepresidencial de Sánchez de Lozada.
Entonces, él ha estado siempre vinculado a la derecha, es uno de los mejores
exponentes del neoliberalismo. Lo que sí resultó raro para algunos observadores
fue que en octubre pasado se haya pronunciado por la nacionalización de las
empresas, por tener un discurso extrañamente izquierdista por un tiempo. Lo que
ahora se está viendo es una restauración de los grupos de poder. Por ejemplo
hace dos días Mesa nombró a una nueva ministra de Eduación, Soledad Quiroga
(nacida en Chile pero de nacionalidad boliviana), quien es la esposa del vocero
de Sánchez de Lozada, Mauricio Antezana.
Jorge Souza: O sea que están jugando con fuego.
Osvaldo Calle: Sí, están jugando con fuego. Carlos Mesa está organizando un
proceso de restauración de todo el sistema que en octubre se creía que estaba
derrotado.
Paulina Castro Cerruti: Según lo que nos relatas, el Presidente Carlos
Mesa estaría retomando la política energética del ex presidente, del dimitido
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Sin embargo dentro de unas semanas se va a
celebrar una cumbre sobre el tema energético en Bolivia, en la que van a
participar Argentina, Brasil y Venezuela. ¿Cómo explicas ese doble discurso que
tendría el gobierno del Presidente Mesa?, porque al tiempo que aplica las misma
medidas de Sánchez de Lozada en la política interna boliviana, también está
implementando una política de integración con el resto de los países
latinoamericanos, específicamente con los del Cono Sur.
Osvaldo Calle: Mira, lo que está en la política externa no tiene ninguna
incidencia al interno de Bolivia. Hoy todos quieren la formación de Petroamérica
en Bolivia, todos los sectores sociales se han pronunciado por este proyecto y
es por eso que jugando un poco a la demagogia Carlos Mesa le hace juego a este
tema, pero a la hora de ver las verdaderas intenciones, por ejemplo, la parte
que participaría de Petroamérica, tendria que ser YPFB, una empresa que ha sido
desmantelada por Sánchez de Lozada, y que el pueblo de Bolivia pide que vuelva a
recuperar su historia de la cadena productiva, es decir la exploración,
explotación y la refinación y transporte, además de la comercialización. Sin
embargo el proyecto de ley que elabora Carlos Mesa dice que YPFB se refunda,
pero que de ninguna manera va a volver a operar sino que solamente se convierte
en una sociedad financiera, una administradora de acciones de las acciones que
el Estado tenía en la petroleras que han sido transferidas al control privado.
Entonces hay un doble discurso. En el caso argentino por ejemplo la señal es muy
clara, destinan un montón de recursos, un presupuesto para la reconstitución de
una empresa estatal del petróleo, pero en cambio en Bolivia no hay señal de una
nueva empresa estatal. Se trataría de una empresa estatal más financiera que
operadora.
Paulina Castro Cerruti: Retomando el tema inicial Osvaldo, y para tener
claridad, ¿qué es lo que están pidiendo los aymara? ¿qué se recupere la
propiedad de los hidrocarburos, tener autonomía o ambas cosas?
Osvaldo Calle: En este momento el fondo de las cosas, lo que hay detrás de todo
esto, es que es un pueblo que está avanzando a la reconstitución, a su
reconstitución como Estado. Felipe Quispe es el más claro, el que ha planteado
hace algún tiempo la reconstitución del estado aymara, y están avanzando en esta
lógica. En lo inmediato lo que se tiene es un bloqueo campesino radical que pide
la recuperación de los hidrocarburos. En este momento la consigna central es esa
y el cambio de las preguntas para el referéndum, porque los aymara dicen que nos
pregunten en el referéndum si queremos nacionalizar el gas. El otro tema en el
tema de Ayo Ayo. Lo que está pasando es que en este proceso de reconstitución
del estado aymara, que es largo, es lento y es posible que tarde algunos años si
no son décadas, ya están comenzando a tener sus propios mecanismo, como por
ejemplo la llamada justicia comunitaria. No olvidemos que el alcalde de Ayo Ayo
ha sido juzgado ante la comunidad y la comunidad ha determinado que es culpable
de robo y por eso es que lo han linchado.
Paulina Castro Cerruti: ¿Podriamos decir que estamos a las puertas de una
rebelión indígena?
Osvaldo Calle: Estamos a las puertas de una rebelión, de hecho es una rebelión
latente de hecho. En este momento se está organizando, cada vez hay mayor
avance, pero es muy difícil decir cuando va a ser. Los aymara si por algo se
caracterizan es por avanzar lentamente pero al mismo tiempo de forma muy segura,
o sea, es una reconquista que se está viendo en este momento y es un poco
extraño porque se había pensado que este fenómeno sólo era del altiplano
boliviano, pero los acontecimientos de Ilave y el apoyo que tuvieron en
Desaguadero, muestra que la reconstitución puede abarcar varios países. El
Imperio Aymara ocupaba desde el norte de Perú hasta el sur de Bolivia, entonces
podemos estar en las puertas, en el inicio de un proceso que puede ser largo
pero que está llevando a la reconstitución de un pueblo que han intentado
exterminar varias veces.