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Masiva huelga de hambre de los prisioneros de guerra por el cierre definitivo de tumbas para seres vivos
AANDINADH
Cuando las fuerzas armadas iniciaron la construcción de una prisión militar de máxima seguridad, en la Base Naval del Callao, ni los más perspicaces se atrevieron a pensar que la prisión en mención sería utilizada para castigar a los opositores a la dictadura cívico militar, entre los que se encontrarían los integrantes del Movimiento Túpac Amaru. Ninguna organización humanitaria se atrevió a cuestionar la existencia de una prisión que atentaba contra cada uno de los elementales derechos del ser humano en general y del ciudadano civil en particular. En 1993 durante su inauguración un tristemente célebre periodista, repitiendo algún libreto aprendido de memoria con la venía del dictador y sus cómplices militares, la bautizo con el nombre preciso de Cárceles Tumba. Imágenes fugaces pasaban continuamente por la televisión como parte de toda una campaña psicosocial destinada a someter por el terror a los ciudadanos disconformes con la política económica del régimen, que desafortunadamente no ha terminado en el Perú, con el termino de la dictadura cívico-militar y que aun se mantiene, como se mantienen los tentáculos de esa mafia cívico-militar que se impuso y asoló al Perú en la década pasada. Tentaculos bien enraizados en diversos campos del poder político, económico, judicial y porsupuesto que en el campo militar.
CARACTERÍSTICAS DE LA CARCEL MILITAR DE MAXIMA SEGURIDAD DE LA BASE NAVAL DEL CALLAO
Este Monumento a la infamia se terminó de construir en marzo de 1993 iniciada
ya la dictadura fujimorista, considerada por los defensores de los derechos
humanos como la mayor demostración de irracionalidad y falta de respeto a la
dignidad humana. Se encuentra ubicada al interior de las instalaciones militares
de la Marina de Guerra del Perú, en el puerto del Callao, en Lima. Fue sin duda
una de las primeras prisiones militares construidas en tiempos de la
globalización, después vendrían Guantanamo en la Base militar americana en Cuba
entre las más famosas por su contenido de crueldad.
En el Perú por sus macabras características tomó el nombre de “tumbas=
para seres vivos”- el objetivo principal de ellas fue y es la degradación
y destrucción física, psíquica y moral de los presos ahí enterrados, es la
demostración palpable de que los mecanismos maquiavelicos de la dictadura
mafiosa aun persisten.
Gobernar con el terror sigue siendo la base de los gobiernos cívicos o militares
postcolonialismo. Así como la política neoliberal sigue siendo la base del
gobierno toledista, el miedo a las protestas y justos reclamos de la población
es el único sustento para que en 3 años de gobierno, no se haya terminado con la
existencia de esta vergüenza en materia de prisiones y derechos humanos. Pese
tambien al pase por las carteras ministeriales de conocidos personajes de la
otrora izquierda peruana. Las fuerzas armadas y su servicio de inteligencia
creyeron en su momento aque a travez del miedo podían mantenerse en la impunidad
frente a sus crímenes económicos, sociales, políticos y penales. Hoy tras el
fracaso de su política represiva y la demostración por parte de las masas del
pueblo, de que cuando llegan al artazgo no hay miedo que los pare, y avanzan
hasta obtener sus derechos. Esta advertencia debería haber llevado a modificar
la política de terror, deberían haber cerrado, las cárceles que por sus
condiciones son una afrenta para cualquier espíritu humanitario. Que no
conllevan a la rehabilitación del ser humano, sino al contrario a su exterminio.
Estas cárceles deben ser cerradas.
Eso sería llegar al inicio del fin de una política represiva que es el sustento
de un sistema totalmente injusto.
La Base Naval del Callao - cárcel-tumba, que cuenta con ocho celdas de concreto
armado totalmente cerradas y está construida a 8 metros bajo tierra, asegurando
el cumplimiento de su objetivo principal: aniquilamiento, el aislamiento físico,
auditivo y visual, oscuridad, estrechez de espacio y máximo control permanente.
Cuenta con detectores acústicos y de movimiento, sistemas de alarma, minas en
diversos niveles del subsuelo y cámaras de video en permanente funcionamiento,
monitoreadas desde un centro de vigilancia electrónica, es obvio pués que
carecen de privacidad, además de las torretas de vigilancia ocupadas por
personal de la marina, armados con fusiles de largo alcance. Las celdas: Cada
celda o tumba a manera de cajas fuertes herméticas de base rectangular, miden
tres metros de largo por dos metros de ancho. En uno de sus lados tiene una
puerta metálica blindada, asegurada con cerrojos entrecruzados y asegurados con
candados. En la parte media inferior de éstas puertas, en disposición horizontal
y de forma rectangular se encuentra una pequeña ventanilla que sirve para pasar
la bandeja de alimentos; está acondicionada para impedir cualquier contacto
físico entre el detenido y sus custodios. Al interior de cada celda y junto a la
puerta metálica, se encuentra un pequeño lavabo y un inodoro cuyos servicios de
agua son administrados por los carceleros desde el exterior con restringida
periodicidad. Cuando no tienen luz eléctrica, lo único que se puede distinguir
es la penumbra de la total oscuridad. Sobre la puerta de cada celda,
aproximadamente a dos metros de altura sobre ella, y a manera de tragaluz, hay
una ranura de quince centímetros de ancho, que permite, durante 30 minutos al
día, la entrada de luz natural directa. Las celdas, adosadas una a otra, están
dispuestas frente a frente, cuatro en cada lado, teniendo al medio un pequeño
patio. Este conjunto ha sido construido , como se ha indicado, en un hoyo cavado
en la tierra, a ocho metros de profundidad.
CONDICIONES CARCELARIAS
Los primeros años fueron sometidos a aislamiento total con prohibición de
visitas y sin salida al patio. El gobierno provisional de Paniagua introdujo
algunos cambios mínimos, que hicieron posible la salida al patio, conversaciones
entre ellos y la visita de sus familiares en forma directa, sin locutorios.
Estas pequeñas modificaciones han sido radicalmente eliminadas nuevamente,
imponiéndose el régimen de locutorios, mediante los cuales deben hablar con sus
familiares a travez de un telefono y con la presentcia de los custodios. La
correspondencia sigue siendo sistemáticamente violada, pues nos consta
directamente haberles escrito repetidas veces y que las cartas y postales
enviadas no han llegado a sus manos y no hemos obtenido contestación alguna.
Toda la correspondencia, como se denuncio en los años de la dictadura
fujimorista era y sigue siendo minuciosamente estudiada por expertos en
seguridad, quienes determinan que cartas pueden entrar o salir. Cualquier
palabra, que es considerada sospechosa, como “solidaridad” o
“juicios = justos”, son motivos suficientes para invalidarlas. No
hay ningún derecho a la intimidad personal. Las visitas: Han aumentado su
duración y se realizan una vez por semana, pero sólo es permitida a familiares
directos (padres, hijos o cónyuge). Pero los amigos y personas solidarias no
pueden efectuar las visitas. El retorno de los locutorios conlleva a la
imposibilidad de mantener algún contacto físico con sus familiares, las
conversaciones se realizan a través de un grueso cristal blindado y por
intermedio de un equipo de audición en cada lado. Volviendo a la práctica
dictatorial de acabar psíquicamente con los detenidos. En ésta cárcel de máxima
seguridad se encuentran encerrados como rehenes de la dictadura Víctor Polay
Campos, Peter Cárdenas Schulte y Miguel Rincón Rincón y continúan en calidad de
secuestrados virtuales, pese a que la dictadura fue derrotada ante la evidencia
del fraude y la corrupción que la población no estuvo dispuesta a aceptar más.
CONDICIONES PROCESALES
Todos ellos fueron condenados en procesos sumarios, por tribunales militares
ó cíviles de jueces sin rostro, a cadena perpetua. Acusados del delito de
“traición a la patria" - tipificación penal creada por = la dictadura
fujimorista con el objeto de “legalizar” las conti= nuas violaciones
de Pactos y Convenios Internacionales, en materia de Derechos Humanos, firmados
por Perú y refrendados por el Congreso de la República como: la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, la Convención Americana de Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Contra la Tortura,
así como el propio texto Constitucional peruano.
HUELGA DE HAMBRE INDEFINIDA
En estas condiciones los presos políticos del MRTA han iniciado una Huelga de Hambre indefinida, con el objetivo de recuperar derechos mínimos y aun en las duras condiciones de una prisión civil, lejos de la tortura permanente de estar enterrado en una bóveda de banco o en un nicho de cemento en la Base Naval, esperar el lento desarrollo de sus nuevos procesos, después de 12 años de entierro, años en los que cualquier delito común ubiera prescrito. Los prisioneros políticos reclaman además el derecho constitucional de ser juzgados por el delito que cometieron que es el de rebelión y que se encuentra estipulado en la Constitución peruana. Cuya pena también esta claramente estipulada con un máximo de 5 años de prisión, de las cuales ellos han cumplido un promedio de 12 años. Por lo que con un juicio justo les correspondería la libertad inmediata. Las organizaciones humanitarias y de solidaridad que trabajamos el tema de las cárceles y el derecho humanitario, queremos acompañar este dossier firmando un memorial por el cierre de esta prisión militar y el traslado inmediato de los prisioneros a cárceles civiles, donde los abogados, puedan hablar con un mínimo de privacidad con sus defendidos y se garantice al menos el derecho a la defensa.
AANDINADH - ASOCIACION ANDINA DE DERECHOS HUMANOS Hamburgo, mayo de 2004