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Latinoamérica


31 de marzo de 2004

Chile
Neruda y la política

José Osorio
El Siglo

"Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia, dignidad a todos los hombres" .
Rimbaud

El 30 de mayo de 1945 el "senador Reyes" pronuncia su primer discurso como parlamentario electo el 4 de marzo de ese año. Junto a Elías Lafferte, y con una alta votación, el senador Reyes conocido nacional e internacionalmente como Pablo Neruda inicia su labor en el Senado de la República representando las nortinas provincias de Tarapacá y Antofagasta.

"Hasta el Senado llegaban difícilmente las amarguras que yo y mis compañeros representábamos. Aquella cómoda sala parlamentaria estaba acolchada para que no repercutiera en ella el vocerío de las multitudes descontentas. Mis colegas del bando contrario eran expertos académicos en el arte de las grandes alocuciones patrióticas y bajo todo ese tapiz de seda falsa que desplegaban, me sentía ahogado", señaló Neruda.

A cien años del nacimiento del poeta, son muchas las vivencias, anécdotas y aventuras que se rescataran. Se le tratará de dividir entre el poeta y el político, entre el autor de antes y después, el poeta de buenos versos de amor y de malos versos políticos. Todas estas intenciones, vendrán desde ciertos sectores para los que es incómodo que la obra y acción del artista Pablo Neruda estuvieran estrechamente unidas a la política contingente, a una opción por la felicidad de su pueblo. Romain Rolland, José Saramago, Anatole France, Bertrand Russell, Gabriel García Márquez, Jean Paul Sartre, Rómulo Gallegos, Juan Bosch, Julio Cortázar, son una pequeña muestra de escritores que han unido su labor creativa a principios y accionar en la política de la humanidad, en la posibilidad de cambiar los destinos de los pueblos del mundo. Neruda es un caso entre miles de creadores que no pueden ser divididos entre acción creativa y acción política.

Desde su niñez, el poeta fue un rebelde. Adolescente, que en su juventud participó activamente en el movimiento estudiantil de la Universidad de Chile de los años 20 y que al partir para distintos lugares del mundo apoyó y solidarizó con las causas más nobles de la humanidad. "Yo creo que es una actitud política, que acepta al Neruda de lo que puede ser poesía íntima, amorosa, paisajística, y rechaza al que se siente responsable frente a la sociedad. Eso es completamente falso. El Neruda adolescente de 14 ó 15 años es una persona de pronunciamientos políticos rebeldes, con mucha influencia anarquista de la época. Como corresponsal de la revista 'Claridad', escribe muchas de sus editoriales, que están teñidas de profunda rebeldía. 'Crepusculario' toca la situación de los obreros en 'Maestranzas de Noche', la tristeza de la gente desamparada... El es un poeta que siempre tiene en cuenta el mundo que lo rodea", nos señala el Premio Nacional de Literatura Volodia Teitelboim.

Lo social y por tanto lo político, impactó de forma categórica a Neruda en 1936, cuando el fascismo con Francisco Franco llega a la República Española. Allí surge su obra "España en el corazón", que nos entrega el poema "Explico algunas cosas", con el que se replantea ciertas líneas de su obra. Es la época en que rescata a miles de españoles republicanos y los trae a Chile en el Winnipeg, cumpliendo un deber de humanista.

De estas vivencias fundamentales, a las que se suma su lucha antifascista durante la Segunda Guerra Mundial, su adhesión a la URSS. Luego de haber permanecido en México como Cónsul General de Chile, se provoca su acercamiento definitivo a los comunistas. Ingresa al Partido Comunista en julio de 1945, cuando ya ostentaba el cargo de senador y lo hace junto a Francisco Coloane, Armando Carvajal, Alejandro Lipschutz, Nicomedes Guzmán, entre otros.

Neruda fue un senador muy respetado por amplios sectores. Un hombre de poesía imponente, que recibía y atendía a obreros, profesores y trabajadores para defenderlos en el Senado.

Es la época de González Videla, un político que engaño a quienes lo eligieron, ilegalizó al Partido Comunista y persiguió al movimiento obrero. El poema "El traidor" nos habla del presidente que mando a cientos de chilenos a campos de concentración. Es el mismo traidor que en 1973 exclama por la televisión: "¡Estamos salvados!". Es la Guerra Fría que llega a Chile.

Luego de huelgas obreras y con censura a la prensa, Neruda escribe su "Carta íntima para millones de hombres", que se publicó en el diario El Nacional, de Caracas. Es la excusa para iniciar un proceso contra él. El 6 de enero de l948, Neruda habló por última vez en el Senado. Pronunció su "Yo acuso". Allí denuncio la situación dictatorial que vivía el país. Todavía siendo senador, leyó uno a uno 650 nombres y oficios de prisioneros de Pisagua. En 30 días, la Corte Suprema aprobó el desafuero del senador Pablo Neruda. La orden de detención dio la partida para que se desatara una persecución.

Los policías intentaran encontrarlo, pero no lograron su objetivo. Con la solidaridad de amigos y la labor clandestina de su partido, abandonó el país un año después en una difícil operación cruzando Los Andes. En ese período escribió la mayor parte de su "Canto General".

"Mucha gente ha creído que yo soy un político importante. No sé de dónde ha salido tan insigne leyenda", afirmó alguna vez Neruda. Cuando Neruda ingresó en la política, se mantuvo fiel a sus principios e ideas. Ello se expresó sobre todo en su militancia en el Partido Comunista, colectividad que en l969 lo proclamó precandidato presidencial y de cuyo Comité Central fue miembro hasta su muerte. También se expresó en su apoyo al gobierno de Salvador Allende, gobierno por el cual cumplió tareas fundamentales para que el proceso de cambios avanzara. Fue uno más de ese mar humano que puso lo mejor de sí para provocar los cambios que Chile necesitaba.

"Yo escogí el difícil camino de una responsabilidad compartida y, antes de reiterar la adoración hacia el individuo como sol central del sistema, preferí entregar con humildad mi servicio a un considerable ejército que a trechos puede equivocarse, pero que camina sin descanso y avanza cada día enfrentándose tanto a los anacrónicos recalcitrantes como a los infatuados impacientes. Porque creo que mis deberes de poeta no sólo me indicaban la fraternidad con la rosa y la simetría, con el exaltado amor y con la nostalgia infinita, sino también con las ásperas tareas humanas que incorporé a mi poesía", nos señala el poeta en su discurso de agradecimiento por la entrega del Premio Nobel. Y son palabras fundamentales que golpean la postergación del reconocimiento de su obra, pues debido a su militancia comunista se demoro injustamente su Premio Nobel de Literatura. Y fue en 1971 el año elegido por la Academia Sueca, año lleno de esperanzas por la labor revolucionaria de la Unidad Popular. De esta manera cumple misiones de Estado y misiones creativas, como editar su libro "Incitación al Nixonicidio y Alabanza de la Revolución Chilena", donde nos señala "Esta puede ser una función efímera. Pero la cumplo. Y recurro a las armas más antiguas de la poesía, al canto y al panfleto usados por clásicos y románticos y destinados a la destrucción del enemigo".

Producido el golpe de Estado, Neruda nos señala: "Escribo estas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte a mi gran compañero el Presidente Allende".

Neruda, la política, su labor ciudadana y su creación no pueden ser fragmentadas, pues como señala su compañero Volodia Teitelboim: "Es un hombre que habló de manera muy clara para las generaciones, posiblemente sin proponérselo, pero dijo una verdad permanente y lo dijo con belleza, con la elocuencia de aquel que sinceramente quería interpretar sueños de su tiempo, el sentimiento perenne de la especie: el amor".

Todas las informaciones del centenario las encuentras en:
www.centenariodeneruda.cl