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Latinoamérica


29 de marzo de 2004

El Salvador: Elecciones 2004: valoraciones de los resultados

Rigoberto Palma
Rebelión

Es indudable que el partido ARENA obtuvo una importante victoria en las elecciones de marzo pasado, al ganar en primera vuelta y triplicar sus votos en relación a las elecciones legislativas y municipales de marzo de 2003. La victoria es igualmente importante para el gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, hay que valorar otros aspectos de estas elecciones.

En primer lugar, el proceso fue fraudulento, no solo por la campaña mentirosa realizada por el partido de gobierno a través de los medios de comunicación de derecha, sino porque muchos grandes empresarios obligaron a su personal a votar por ARENA, bajo la amenaza de despedirle de su trabajo. Esto fue denunciado hasta por la misión de observadores internacionales. También hay que señalar la injerencia del gobierno de Estados Unidos, que por medio de algunos funcionarios llamó al pueblo a rechazar al FMLN. De manera que las elecciones no afianzan el proceso democrático, como dicen algunos, sino que lo hacen más frágil y vulnerable. Estamos ante nuevas modalidades de fraude que contaron con la complicidad del Tribunal Supremo Electoral.

En segundo lugar, el ascenso de ARENA tiene bases débiles. Por un lado, gran parte de la población que votó por ese partido lo hizo por temor a perder su trabajo, más que por el supuesto miedo al comunismo. Por otro lado, una buena cantidad de los votos de ARENA proviene de los partidos PCN, PDC y CDU, que perdieron 196,035 votantes, la mayoría de los cuales optó por ARENA. Ese partido también captó una parte importante de los 50,000 votos que en las pasadas elecciones obtuvieron el PAN y los grupos de Salguero Gross, Facundo y Meyer.

Resultados electorales (votantes)
Partidos/años 2003
2004 Diferencia
PCN 181,168 61,781 119,387
PDC/CDU 165,385 88,737 76,648
Total 346,553 150,518 196,035
Fuente: Tribunal Supremo Electoral.


Las personas que votaron con temor no se identifican con el partido de gobierno y no lo defenderán cuando se agudicen los problemas económicos y sociales del país. Tampoco lo harán quienes rechazaron al derechista PCN y a la coalición de centro derecha CDU-PDC.

Un tercer aspecto a considerar es que el FMLN tuvo un ascenso considerable en relación a las elecciones presidenciales de 1999 (469,047 votos más) y a las legislativas y municipales de 2003 (337,373 votos más). Es cierto que las expectativas creadas fueron de victoria, pero el desempeño no muestra retroceso, sino un notable avance. Por lo tanto es impreciso hablar de derrota.

Resultados electorales (votantes)
Partidos/años 1994
1999 2003 2004 *
ARENA 758,921 614,268 446,381 1,314,436
FMLN 379,323 343,472 475,146 812,519
Fuente: Tribunal Supremo Electoral.


Sobre este último aspecto es importante destacar que el único año en que el FMLN disminuyó su votación fue 1999, cuando llevó a Facundo Guardado como candidato a la Presidencia y a Nidia Díaz a la Vicepresidencia. En ese año la derecha no realizó una campaña tan sucia y anticomunista como hoy, pese a lo cual Facundo recibió menos de la mitad de los votos que obtuvo Schafik. Eso demuestra que en las actuales elecciones el problema no fue el candidato, sino la nueva modalidad de fraude y el desplome de la derecha "opositora" a ARENA, cuyas bases votaron mayoritariamente por el partido de gobierno.

Si el candidato del FMLN hubiera sido otro, la derecha habría hecho la misma campaña de terror y el mismo fraude, pues estaba en riesgo su control sobre el Ejecutivo. Lo único claro es que los autodenominados moderados (Facundo y Héctor Silva) fueron aplastados electoralmente, mientras Schafik duplicó la votación de su partido con relación al año 1999.

Hay que tener en cuenta, además, que el FMLN creció considerablemente aun teniendo más factores en contra que en los comicios anteriores. Hasta un sacerdote jesuita rechazó a Schafik por haber sido guerrillero. Claro está, como la otra opción era Antonio Saca, se puede entender que el sacerdote prefería al candidato del partido que asesinó a sus propios compañeros en 1989. El jesuita no trató igual a Facundo, cuyo pasado militar no lo puede esconder ni con su salto de clase, tal vez porque su candidatura nació muerta y "no ponía en peligro la estabilidad del país", tan anhelada por algunos jesuitas que dicen defender a la gente pobre.

¿Qué viene ahora?

De ARENA nada hay que esperar, porque el rumbo del país está determinado por su cúpula empresarial, los organismos financieros internacionales y el gobierno de Estados Unidos. ARENA es el instrumento legal para aplicar las políticas de la minoría rica.

El PCN se relanzará y tratará de mantener una aparente independencia en el Órgano Legislativo, si no es que ARENA se lo traga antes.

Los grupos del "centro" quedaron nuevamente aniquilados. Esa es una buena noticia, porque es un golpe al proyecto norteamericano de relevo futuro de ARENA. Esos grupos relanzarán el mismo proyecto con sus viejas figuras y con otras que hace tiempo desertaron de la izquierda, pero que se reclaman como tales. Pero el destino del "centro" es morir de nuevo en el 2006. Ojalá que entonces no vuelva a resucitar.

El FMLN pasará por un proceso de luchas internas. Los antiguos facundistas que sobreviven alrededor de Oscar Ortiz y que sabotearon al partido en las recientes elecciones, intentarán controlar la dirección y buscar un entendimiento con ARENA, pero no lo lograrán porque son minoría y porque el grupo que dirige el FMLN acumuló bastante durante la campaña electoral.

Ortiz y sus seguidores harán mucho ruido para dañar a la actual dirección del FMLN. Usarán como arma de lucha la idea falsa de la derrota del FMLN. Pero cuando sean derrotados en la lucha interna, se unirán a Silva para construir la "centro izquierda viable", cuya práctica política será de derecha, ya que su cuerpo dirigente carece de ideas transformadoras. Por su parte, el grupo dirigente del FMLN asumirá posturas radicales de izquierda, aunque sea temporalmente, para sostener sus bases y desgastar a ARENA. Se trata de un asunto de lógica política.

En el corto plazo los problemas socioeconómicos del país se agravarán, porque ARENA no modificará los rasgos esenciales de su política concentradora de la riqueza. El nuevo gobierno diseñará un proyecto social que hará más propaganda que obras reales, porque las finanzas del Estado están en crisis y la deuda pública ya supera los límites manejables.

Para la gente pobre y desempleada no hay salida en el actual orden de cosas. Tampoco se detendrá la quiebra de las capas medias. Por lo tanto, el movimiento social debe repuntar en este período. Eso esperamos.