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Latinoamérica

BOLIVIA Y PERU COMPARTEN SU PREOCUPACION POR EL ARMAMENTISMO CHILENO

Argenpress.info


El Gobierno de Bolivia manifestó hoy su preocupación por las compras chilenas de armamento, a cuatro días del 125 aniversario de la caída del héroe nacional Eduardo Abaroa, en combate contra la invasión chilena de las costas bolivianas.

Al mismo tiempo, la prensa destaca una carta de 144 intelectuales de las dos naciones que exhortan a una salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico, que La Paz reclama a Santiago como una especie de reparación histórica por haber conquistado el vacino su litoral en el siglo XIX.

El canciller boliviano, Juan Ignacio Siles, reconoció el derecho soberano de Chile a adquirir material bélico, pero dijo que su país comparte la visión peruana de que Santiago está enfrascado en una carrera armamentista.

Según el ministro, mientras más armas hay en la región, mayores son las posibilidades de conflicto, por lo que se debe trabajar por una reducción de medios bélicos y un cambio de política en la materia, en función de acuerdos para limitar el armamentismo en el área y de creación de zonas de paz.

Siles consideró deseable que los acuerdos regionales de proscripción de armas nucleares deberían servir de ejemplo para entendimientos en materia de armas convencionales.

Tras calificar de normales las relaciones de su país con Chile, dijo esperar que el país vecino honre el compromiso de desminar su lado de la frontera común en un plazo de dos años e inicie pronto el retiro de los artefactos colocados hace un cuarto de siglo.

Por su parte, el cónsul general de Chile en Bolivia, Emilio Ruiz-Tagle -máximo representante, pues no hay relaciones de nivel de embajadores por el diferendo de la salida al mar- negó que su país pretenda intimidar a los vecinos con sus compras bélicas y alegó que estas solamente tienen fines disuasivos que no precisó.

De otro lado, una carta de 144 escritores, académicos y otros intelectuales, 77 bolivianos y 77 chilenos, publicada hoy simultáneamente en los dos países, llama al inicio inmediato de conversaciones bilaterales de nivel gubernamental y social.

El objetivo de las pláticas, agrega, será alcanzar 'un nuevo acuerdo satisfactorio para ambas partes' que otorgue a Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico, al cual se niega el Gobierno de Chile con el argumento de que un tratado firmado hace cien años y que consagró su conquista del litoral boliviano, zanjó cualquier diferendo bilateral.

La concesión, agrega la carta, no deberá dividir al territorio chileno, lo cual coincide con el planteamiento de La Paz, de que Chile le ceda un corredor adyacente a su actual frontera con Perú, zona sobre la que este país tiene derechos por lo que tendría que dar su consentimiento.

Para los intelectuales, el acuerdo debe además sentar las bases para un desarrollo duradero y equitativo del norte de Chile, el occidente de Bolivia y el sur de Perú.

La carta reconoce que el planteamiento no es fácil y deberá enfrentar distanciamientos y rencores mutuos, así como 'la pervivencia de acendrados narcisismos nacionales miopes, y muchas veces agresivos'.