El canciller de la Enron se lava las manos

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Con absoluto cinismo, el ex canciller del régimen de Gonzalo Sánchez de Lozada y actual ministro de Hidrocarburos, Antonio Araníbar, restó toda validez e importancia a la rúbrica que estampó en Washington en un irregular y millonario contrato con la petrolera Enron y que ocasionó una pérdida de al menos 130 millones de dólares al Estado boliviano.

"No tengo ninguna responsabilidad (...) No fui garante de nada y jurídicamente no tengo ninguna responsabilidad por ese tema", dijo Araníbar, cuya firma aparece como testigo del negocio que realizó Sánchez de Lozada y los ejecutivos de Enron en julio de 1994.

"Firmé sólo como testigo (...) y eso no significa que estuviera de acuerdo con el contrato. No firmé como garante", dijo tras conocerse públicamente la decisión de la Fiscalía nacional para iniciar acciones legales buscando recuperar el dinero estafado a Bolivia.

El contrato firmado por Araníbar, que ahora maneja y dirige la política nacional sobre el gas y el petróleo, había sido presentado en el ámbito latinoamericano como uno de los mejores ejemplos para graficar cómo las transnacionales del petróleo saqueaban los recursos naturales de los países más pobres, con la directa complicidad de sus gobernantes.

Mediante ese leonino contrato, plagado de irregularidades y violaciones a la Constitución Política del Estado, la Enron, sin poner un solo centavo, se hizo dueña de casi el 20% del gasoducto que más tarde sería construido por Petrobras entre Bolivia y Brasil.

"No tengo ninguna responsabilidad, ni nada que añadir en ese tema", dijo Araníbar, cada vez más cuestionado en los sectores sociales y populares, que han criticado duramente su designación como ministro de Hidrocarburos en la actual administración de Carlos Mesa (ver "Ex canciller de Goni definirá la política del gas de Bolivia").
Según el Delegado presidencial para la Capitalización, Juan Carlos Virreira, será el Ministerio Público que abrió causa criminal y penal contra la Enron el que dilucidará el grado de participación y responsabilidad de Araníbar en este flagrante fraude contra el Estado.

Virreira adelantó, asimismo, que pedirá a los fiscales que investigan el caso Enron notificar al juez liquidador de la Corte de Justicia de New York, en Estados Unidos, sobre la apertura de esta investigación judicial para evitar que el juez estadounidense liquide y transfiera las acciones de la Enron en el gasoducto Bolivia - Brasil a terceros.

Araníbar, que sabe muy poco o nada del tema petrolero, fue fundador y dirigente principal del Movimiento Bolivia Libre, aliado del Movimiento Nacionalista Revolucionario (partido de Sánchez de Lozada) y firmó también el decreto 24806, por el cual el Estado boliviano entregaba formalmente la propiedad de las reservas de gas y petróleo a las transnacionales. Su firma también se encuentra en los decretos que hicieron posible la desintegración de la empresa estatal del petróleo y su transferencia a las petroleras extranjeras.