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Latinoamérica


LA ENTREVISTA DE HOY:

Con Jorge Zabalza, sin anestesia


Centro Carlos Marx

opinar@montevideo.com.uy

Si este año va a terminar con el triunfo electoral del Frente Amplio, era una tentación comenzarlo con la opinión de Zabalza, quien sigue calificándose de "Tupamaro impenitente, revolucionario, en el sentido de quien sostiene la necesidad de transformar la sociedad en forma revolucionaria, que además considera posible continuar la lucha revolucionaria en cada momento, en cada lugar en función de las particularidades que existan, eso lo aprendí en los años 60". Lo encontramos en el intervalo de su trabajo cotidiano, en su hogar en Santa Catalina, pequeño rinconcito de asentamientos en el último extremo del cinturón de barrios muy pobres de la periferia Montevideo (pero sobre la playa). Recuerda su comienzo en el 64 en la Federación Anarquista del Uruguay como militante estudiantil universitario, las características de ese periodo de luchas y debates, con las diferencias entre "la concepción reformista que surgió del 20 Congreso Comunista de la Unión Soviética y la vía revolucionaria de los chinos y el castrismo"
"Los que éramos veinteañeros -nos dice- participamos de todo ese debate con mucho mas oreja que lengua y aprendimos mucho de esa época hasta que tras la bandera del Che Guevara sentimos el impulso de la acción... La consigna era hacer la revolución y no esperar que pasara el tren delante de uno".
En 1967 viaja a Cuba. A su vuelta se integra al "Movimiento Revolucionario 8 de Octubre", y luego en 1968 al "Movimento de Liberación Nacional", MLN. "Después adquirí una gran vocación para caer preso, tres veces preso, dos veces fugado". Siendo uno de los nueve rehenes confinados en total aislamiento entre 1973 y 1984, no participa de las escisiones de este movimiento en la cárcel y el exilio.
Liberado en 1985 con la Ley de Amnistía, vuelve a la actividad política en el MLN, ahora en la legalidad, ý el el Movimiento de Participación Popular, MPP, organización más amplia que incluye al MLN, creada en 1989. Es electo edil de la Junta Departamental de Montevideo de 1995 a 1999, y la presidió en 1997, pero renunció a esa Presidencia al verse enfrentado al resto de la bancada frenteamplista cuando su voto contrario a la concesión del Casino Carrasco a capitales privados frustró esa iniciativa del gobierno departamental. Sus diferencias con otros compañeros del MLN lo terminan alejando tanto de éste como del MPP, del cual se retira en 1999.
Es autor del ensayo "Lo viejo y sabido" y de los libros "El miedo a la democracia", "El tejazo", y "La estaca".
Se considera a sí mismo "dentro de una corriente del marxismo que en un momento abanderó Rosa Luxemburgo, que tuvo Gramsci y que expresó el Che de una manera diferente. Más allá de algunas particularidades, la vida y la lucha de Raúl Sendic también lo expresaron".
Sobre su vida actual, destaca el tiempo y el disfrute que le dedica a su pequeño hijo Juan. "Yo creo que la revolución también hay que hacerlo en lo personal, una revolución en los afectos. En los años 60 era corriente castrarnos afectivamente para ser mejores combatientes, creo que fue uno de los grandes fracasos en la lucha por el hombre nuevo. Casi todos esos castrados se terminaron haciendo burócratas".
¿Cuál era en su origen el fundamento del proyecto del MLN, su idea central?

&&& El espíritu de ruptura. En la izquierda de aquel momento predominaban las expectativas desmesuradas en la vía electoral y parlamentaria. Recuerdo artículos y exposiciones de Raúl Sendic que ya en el 58, fecha tan temprana, incluso antes de la reforma naranja y bajo un gobierno colegiado, parlamentarismo y un ejército que no intervenía, entendía que la democracia era una careta de libertad para los ricos, pero una cara real de dictadura para los obreros. Ya en ese entonces había una visión marxista de la democracia formal burguesa.
Ya que hablás de marxismo, ¿cómo fue tu evolución ideológica desde el anarquismo?.
Fue abrupto, no un proceso de discusión. Cuando íbamos en tren hacia Praga, vía para llegar a Cuba, un compañero anarquista me dijo: "Mirá que allá mandan los bolches, vamos a tener que leer algo de Lenin", y compramos el "Estado y la Revolución" y el "¿Que hacer?" y nos pusimos a estudiar la teoría política del leninismo. Uno integra los conceptos que recibe al quehacer personal y se van convirtiendo en realidad a medida que vas haciendo, no adaptás la teoría a partir de la nada... Volviendo al MLN, quiso romper y rompió con lo que era el Uruguay batllista, que se fue resquebrajando por sí solo en la medida en que había terminado la guerra de Corea y ya no había torta para repartir, y se vino al suelo el clientelismo y ese colchón de capas medias que caracterizaba al batllismo. Y como las cosas no desparecen solas, la acción paulatina del MLN propició y facilitó que el Uruguay batllista demostrara su inutilidad para transformarse y una sociedad más justa, y se cayera estrepitosamente.
Justamente es esa por parte de la derecha y también por parte de la izquierda la recriminación que sea hace al MLN, haber servido a la destrucción de ese Uruguay batllista, pero en un sentido regresivo.
Yo creo que no, el MLN se plantea una ruptura con los caminos de la democracia batllista. La izquierda de entonces se debatía sin encontrar un camino, limitada en los marcos estrechos que le imponian las clases dominantes y sus partidos politicos blanco y colorado. Raúl entendía que la esa izquierda en Uruguay tenía una cantidad de aspectos positivos, pero que terminaba siendo un adorno de esa democracia formal. Él no se veía a sí mismo jugando el papel de parlamentario como Vivian Trías.
Se atribuye al MLN el guiarse por aquella vieja teoría de "cuanto peor, tanto mejor", o sea, para la lograr maduración de la conciencia popular, es mejor que las cosas empeoren, y por lo tanto, actuar para que empeoren.
No, no, de ninguna manera. El Uruguay batllista se resquebrajaba de por sí, la izquierda parlamentaria y electoral no tenía respuesta, lo único que ofrecía era la posibilidad de una crítica desde el parlamento, también el fortalecimientode un movimiento de masas con el Congreso del Pueblo y la creación de la Central, pero como correa de transmisión de un par de partidos políticos principales, el Partido Socialista y el Comunista. La idea por la cual surge el MLN era la de resquebrajar, transgredir, quebrar esa dinámica que en realidad mantenía censuradas las aspiraciones de lucha popular. Abrir un nuevo camino que mediante acciones de propaganda armada, gestos, hechos que conmovieran el sentir y el pensar de los trabajadores, plantearan la posibilidad de una nueva forma de luchar, llevara directamente a la cuestión del poder.
Y viendo esto en retrospectiva, ¿qué juicio harías sobre esa estrategia?
Es una estrategia que aparece mucho más clara en los documentos del MLN de la época, y que se enmarca en los vientos ideológicos de Vietnam, Cuba, Argelia, el Che Guevara, Mao, Ho Chi Minh...¡por favor! estamos hablando del 68, era lógico que se buscaran esas formas, esos conceptos se manejaban todos los días, no es como hoy en que parecen de la estratósfera... Pero ese desarrollo que se planteó el MLN quedó truncado, abortado, porque terminó siendo el de un aparatito armado enfrentando al gran aparato de las Fuerzas Armadas, mientras que el movimiento de masas de trabajadores permanecía en la esquina sin entrar a la cancha. El MLN no fue capaz de llegar hasta el momento de la Huelga General del 73 habiendo promovido e impulsado una práctica popular de carácter insurreccional, que hiciera posible que de esa huelga general no fuese solo una protesta contra el golpe de estado sino también un movimiento de orientación revolucionaria. No solanente de parte del MLN hubo un encarrilarse en el campo militar, se veía así la revolución en esa época como desde Sierra Maestra, en toda la guerrilla, en el Frente Sandinista, en Perú, Colombia, Venezuela. Como un encarrilamiento en el campo militar sin pensar o sin ver que esa vía militar tiene que servir simplemente de apoyo para un crecimiento popular que sea el que verdaderamente protagonice la revolución. Los protagonistas, en cambio, terminamos siendo nosotros, los miembros del aparato, cuando tenían que haber sido los trabajadores organizados.
Nos viene a la memoria una frase del tiempo de la Huelga General: "Ahora que son necesarios, los Tupas no están". ¿Eso sería un juicio de la historia sobre esa estrategia?
Yo siempre digo que al documento de la "Tres F" sobre la Huelga General le falta una pata. Ahí se dice entre otras cosas que lo que fracasó fue un estilo y método de trabajo, y con esto se apunta al contexto histórico e ideológico de la teoría y la estrategia de Arismendi, y efectivamente, la misma fracasó. Pero también debemos hablar de la incapacidad que tuvimos los que participamos en la lucha armada, porque no fue sólo el MLN, es algo más general, en no haber desarrollado una visión insurreccionalista que nos permitiera una práctica popular insurreccional, que hiciera que en ese momento el pueblo pudiera proponerse cambios, que frente a un golpe de estado se plantease levantarse en una lucha por el poder, ya que era el momento justo, momento culminante de cien años de historia de la lucha de clases en el Uruguay, y del período del 68 al 73 con la acumulación de fuerzas en la calle, en el movimiento de los trabajadores, la unificación de las luchas, el movimiento estudiantil, y en el plano político el Frente Amplio y la unidad de la izquierda. Todo eso lleva hasta la protesta contra el golpe de estado pero no pasó de ahí.
Este balance que hacés ahora, ¿se hizo alguna vez en el MLN?.
No es un balance externo al debate que tuvieron los Tupamaros ni una opinión personal, es un producto esa discusión, aunque no es la única visión que existió en el MLN. Esa polémica sobre los por qué de la derrota del MLN y de la derrota popular existió durante mucho tiempo pero nunca se resolvió. Cuando salimos a la legalidad esa discusión se dio en el marco orgánico. La primera pregunta era ¿nos reorganizamos o no?. Sí, nos reorganizamos para discutir sobre ese tema y elaborar una nueva teoría de acuerdo a las nuevas condiciones de legalidad, pero con esa visión crítica de nuestra historia y de un quehacer diferente que correspondiera al espíritu revolucionario con el cual Raul Sendic, Fernandez Huidobro, Marenales y tantos otros compañeros convocaron a la lucha.
¿Y qué ocurrió? ¿Hay una involución del MLN en la legalidad, otros hicieron otros balances y llegaron a otras conclusiones y se produjo una deformación del MLN?.
En un comienzo el MLN se integra a la legalidad manteniendo aquel espíritu de ruptura. Se veía esto en su participación en el movimiento de masas, una orientación que no se sometía a las leyes del reformismo. Una acumulación a nivel de masas que se expresó en la fundación del Movimiento de Participación Popular, MPP, con otros compañeros del MRO, PST, y otros que se sumaron individualmente con la idea de conformar un movimiento que concentrara su práctica en las luchas sociales. Dispuesto a ir a los asentamientos, a todo lo que desacatase las reglas de la negociación sindical. Esto se vio en varios conflictos, como el caso paradigmático del transporte en CUTCSA en el 87. Pero a comienzos de los 90 el Frente llega al gobierno de Montevideo y se comienza una práctica de gobierno responsable, una cultura de gobierno, que en realidad está destinada a adaptarse al sistema. Nosotros desde el MPP sufrimos las consecuencias de esa cultura de gobierno, cuando la represión de la IMM a la venta callejera y otros conflictos grandes. Pero a su vez también pudimos llevar una práctica desde el Parlamento de oposición al