Latinoamérica
|
Venezuela, logros contra dañinos pronósticos
Hedelberto López Blanch
Rebelión
Desde que el gobierno del presidente Hugo Chávez arribó al poder en 1999, han
sido una constante en los medios de información estadounidenses y en los
dominados por el capital nacional venezolano, las campañas desinformativas que
insisten sobre una presunta debacle de la economía.
Esas cruzadas han estado presente en todo momento en la mayoría de los órganos
de prensa de ese país, que además de propagandizar la ineptitud de los
funcionarios chavistas de llevar adelante la economía, también llaman al
sabotaje y a una abierta insurrección contra el gobierno.
El intento mayor por acabar con la llamada revolución bolivariana ocurrió entre
mayo de 2002 y junio de 2003, ocasionadas por acciones desestabilizadoras de las
fuerzas de la burguesía y radicales de la oposición que durante decenios
controlaron los principales rubros económicos del país.
Debido a de esos hechos, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó a un 20 % durante
el 2002 y 2003, encabezado por el golpe central que se intentó dar a la
principal industria del país, la petrolera, con una huelga de dos meses que casi
paralizó las exportaciones del crudo y por ende la entrada principal de capital.
El gobierno de Chávez ha logrado sacar nuevas cartas para resolver los
constantes golpes contra la economía provenientes de los sectores acomodados del
país, ha revertido la situación y además, ha salido de los escollos con más
fuerza social, legitimidad política y con mejor salud económica.
En plena huelga petrolera, el gobierno contraatacó con el despido de 18 000 de
los 37 000 empleados y altos directivos que participaron en el paro de la PVDSA
(la empresa petrolera nacional) y desde entonces las ganancias obtenidas se
pusieron por primera vez a disposición del bienestar del pueblo.
Con esa medida y los aumentos internacionales del precio del petróleo, Venezuela
comenzó a salir de la grave crisis que la afectó, mientras a la par dio mayor
impulso a los programas sociales que han mejorado la salud, la educación y la
vivienda de millones de ciudadanos.
Nuevas medidas han ayudado a controlar y obtener más dividendos al gobierno
provenientes del crudo nacional como el restablecimiento en octubre pasado de la
tasa de 16,6 % del impuesto sobre explotación o regalías a las trasnacionales
petroleras que operan en la Faja de Orinoco, que concentra una de las reservas
del combustible más grandes del mundo
El gobierno indicó que debido al nivel de regalías por debajo del 1 % que se
firmó a principios de los años 90 por contratos de explotación con compañías
multinacionales en el marco de un proceso de apertura de la industria petrolera
estatal, el fisco dejó de percibir más de 1,2 millones de dólares anuales.
Otra iniciativa fue tomada a fines de noviembre pasado cuando la presidencia de
PVDSA pasó a manos del también ministro de Energía, Rafael Ramírez, en un
intento por tener un mayor control sobre el consorcio estatal que ya dispone de
operaciones globales evaluadas en 45 000 millones de dólares.
De esta multimillonaria empresa, el gobierno extrae una serie de recursos para
financiar los enormes proyectos sociales que lleva adelante.
En el 2001, antes de hacerse esos cambios, la corrupción hacia grandes estragos
dentro de la compañía. Datos oficiales indican que PDVSA obtenía casi la mitad
de los ingresos que la transnacional Chevron a pesar de que exportaba o
comercializaba casi un millón de barriles diarios más. Las causas de las
anomalías eran que los funcionarios y dirigentes, para colocar ingresos fuera
del país, ponerlos en cuentas privadas o mal gastarlos, aumentaban los costos de
producción de la empresa. Tan es así que entre 1990 y 1998 la producción
petrolera aumentó un 50 % mientras que los costos se elevaron en 175 %,
contrariamente a lo que ocurre en todos los negocios. Pero lo más relevante es
que al llegar Chávez al poder la economía tenía un crecimiento negativo del –7 %
y ya en 2001 se logró un crecimiento del 2,7% y este año 2004, el ministro de
Planificación, Jorge Giordani aseguró que podría llegar al 14 %, para superar la
última estimación de alrededor de 11 %.
La cifra de 14 %, después de alcanzar en el tercer trimestre del año el 15,8 %
será la más alta de toda la América Latina y posiblemente del mundo.
En el primer trimestre del 2004 las reservas internacionales eran de unos 23.500
millones dólares, casi 8.500 millones más que las que había al empezar 1999.
En cuanto a la tasa de desempleo, los números continúan bajando a medida que la
economía crece. Si a finales del 2003 rozaba casi el 17 %, en octubre del 2004
bajó al 13,7 % y de mantener esa tendencia, el indicador podría ubicarse al
cierre del año en 11 %, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Es cierto que aún existen muchos problemas por resolver después de decenios de
gobiernos que ayudaron directa o indirectamente a saquear el erario público.
Antes solo entre el 23 y 28 % de la población tenía derecho a vivir en la
opulencia mientras el 70 % restante no disponía de dinero para sufragar los
gastos más elementales.
Desde 1999 la revolución bolivariana ha escolarizado a más 1,5 millones de niños
y jóvenes y alfabetizó al mismo número de adultos. Casi dos millones de personas
han tenido acceso, por primera vez, a agua potable; se han construido cerca de
100 000 nuevas viviendas para la población de bajos ingresos; 1.750.000 niños
fueron inmunizados de manera gratuita en hospitales y centros asistenciales,
mientras toda la población, por lejana que se encuentre, tiene acceso gratuito a
la salud. Los logros económicos y sociales comienzan a brotar por doquier en
Venezuela y aunque los detractores traten de minimizarlos, la economía se abre a
paso lento, pero aplastante.