Latinoamérica
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Estampas bolivarianas
Gilberto López y Rivas
La Jornada
Venezuela vive procesos de cambio no comparables con ningún otro país en
América Latina. Después de la victoria que ratificó por octava ocasión el
mandato del presidente Hugo Chávez, con un margen inobjetable de 60 por ciento
de los votos a su favor, la revolución bolivariana ha profundizado y ampliado
las misiones (campañas) y los múltiples programas que incorporan diversas formas
de participación del pueblo en la educación, la salud, la gobernabilidad
democrática y una economía solidaria y autogestionaria.
Además de Cuba, Venezuela es el único país latinoamericano que mantiene y
desarrolla un proyecto nacional propio, a pesar de la férrea oposición
oligárquica e imperialista. Los participantes en el Encuentro Mundial de
Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, que se efectuó en Caracas
del 2 al 7 de diciembre, constatamos esta dinámica de trasformaciones al visitar
las distintas misiones en la extensa geografía venezolana.
El gobernador del estado de Amazonas, Liborio Guarulla Garrido, primer indígena
en ocupar ese cargo no obstante que la mayoría de población está compuesta de 15
etnias de lenguas caribe, arahuaca, yanomami, chibcha, entre otras, explica las
razones por las cuales el presidente Chávez fue ratificado en esta región por
más de 75 por ciento de los votos.
Pintor de murales que muestran los mitos fundacionales de los pueblos que
habitan este extenso territorio (una quinta parte de la superficie del país)
cruzado por el Orinoco y colindante con Colombia, Brasil y el estado de Bolívar,
el gobernador describe el significado de la revolución bolivariana para sus
coterráneos: una Constitución que reconoce ampliamente los derechos de los
pueblos indígenas, la propiedad colectiva de sus tierras inalienables,
imprescriptibles, inembargables e intransferibles, y que garantiza la integridad
cultural, social y económica de esos pueblos.
Esta revolución ha permitido la participación política de los indígenas, así
como el acceso a la educación y la administración pública.
Asediados por trasnacionales, misioneros redentores de almas al servicio del
capital, "colonos" que pretenden la extracción inmediata de recursos sin
importar los daños al medio ambiente y el bienestar de los indígenas, el
gobernador destaca las ventajas que el gobierno chavista abre a los pueblos en
esta lucha por la permanencia de formas de vida que buscan la armonía con la
naturaleza y con expresiones ancestrales de reproducción de la especie. "Los
seres humanos nacieron para comer, dormir, hacer el amor y disfrutar el ocio y
la vida; lo que los pueblos desean es que los dejen vivir como ellos quieren."
En Puerto Ayacucho, capital del estado de Amazonas, un joven capitán de la
Guardia Nacional representa la nueva estirpe de los militares bolivarianos: con
dos maestrías, a punto de concluir la carrera de abogado, partícipe de
diplomados en teoría del conflicto, fácil de palabra y articulado en el
pensamiento, elogia el papel jugado por su arma en la reposición de Chávez en el
poder durante el golpe de Estado de 2002 y asegura que es difícil que vuelva
ocurrir un acontecimiento semejante, pues la asonada, paradójicamente, puso a
todos en su lugar: "ahora nos conocemos y sabemos con quiénes contamos y con
quiénes no". Comenta sobre las dificultades para salvaguardar la soberanía
nacional en la frontera con Colombia y acerca del contrabando de gasolina hacia
ese país, tema que incluso es motivo de interés de la prensa local. Al
despedirnos de este joven oficial guardafronteras, recordé la frase de Chávez
sobre el patriotismo de las fuerzas armadas que habían impedido que su asesinato
se consumara, rescatándolo de los golpistas.
Barquisimeto, capital musical de Venezuela y del estado de Lara, en ese orden,
fue lugar de una reunión en la que un médico cubano expuso el programa Barrio
Adentro que contempla la presencia de centros de salud preventiva y de atención
gratuita en los más apartados rincones rurales y urbanos de la patria. Con
orgullo abundaba sobre la cooperación cubano-venezolana en este ámbito, que ha
significado, entre otras cosas, la presencia de más de 14 mil médicos y el
aprovisionamiento de medicinas de manufactura cubana que se proporcionan a los
pacientes en cada consulta. Mientras la visita de nuestra delegación tenía
lugar, unos 40 hombres y mujeres de la tercera edad hacían sus ejercicios para
mantenerse en forma bajo la conducción de un instructor. Obvio decir que en el
pasado nadie se ocupaba de ellos.
Nos detenemos en un pequeño, pero flamante comercio de productos básicos de
consumo popular que se venden entre 30 y 50 por ciento más barato que en el
mercado. Una cadena de tiendas similares se extendió por toda la nación a partir
del paro patronal que inútilmente pretendió derrocar a Chávez.
Relataba el presidente que en una visita a los barrios de la capital durante los
días del paro oligárquico, pudo constatar cómo se alimentaba precariamente una
familia, cocinando con el fuego de los restos de una cama de madera; la mujer de
la casa lo increpó tomándole de las solapas y le dijo: "mira, Chávez, no importa
si nosotros comemos o no, pero ¡no te rindas, muchacho, no te rindas!"
Funciona también un programa de comedores populares que se asienta en los
barrios más pobres de las ciudades. En uno de ellos, en Barquisimeto, una de las
activistas de este proyecto al reflexionar sobre el carácter de éste, mencionó
un término que está en boga en el movimiento bolivariano: "desarrollo endógeno".
Evitar el asistencialismo, contar con las propias fuerzas, construir el poder
popular. No hay duda, en Venezuela hay una revolución en marcha.