Latinoamérica
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Haití ocupada, al borde de la guerra civil
Jorge López Ave
Rebelión
La policía huyó de su cuartel, cerca de la capital haitiana, después de recibir
informes de que ex soldados rebeldes planeaban atacarlo, dijeron el domingo las
nuevas autoridades que derrocaron al ex presidente Jean Bertrand Aristide.
Los seis agentes del pueblo de Thomazeau fueron desalojados el sábado, informó
Jean Joras Sydne jefe de la policía local, mientras el autoproclamado comandante
de las Fuerzas Armadas disueltas en Haití declaraba que sus hombres no se
echarían para atrás en una lucha por el poder con el gobierno interino de la
isla.
"Que a todos les quede claro, la lucha continúa contra todas las dificultades",
dijo el ex sargento Remissainthe Ravix en un comunicado enviado el sábado por la
noche a las radiodifusoras locales.
Los agentes regresaron al cuartel el domingo por la mañana cuando los soldados
brasileños entraron al pueblo para proporcionar protección a los policías. Pero
dichas fuerzas se fueron al mediodía y los policías están considerando la
posibilidad de volverse a retirar.
Las fuerzas militares de ocupación y la policía haitiana combatían a ex soldados
rebeldes ya ciudadanos armados en tres pueblos del interior, donde al menos dos
milicianos resultaron heridos.
Civiles armados bloquearon un camino el sábado con neumáticos prendidos fuego en
el pueblo de Petit Goave en el sureste del país un día después de que dispararon
al aire y arrojaron piedras a fuerzas de paz de Siri Lanka, que intentaban
recuperar un cuartel de policía en poder de los rebeldes; dijo Elisse Sincere -periodista
de la radiodifusora local Radio Visión 2000- que fue testigo de la
confrontación. Las fuerzas de ocupación de la ONU se vieron forzadas a
retroceder, señaló.
Hasta el momento no se ha podido contactar a las autoridades del organismo
mundial para obtener sus comentarios sobre la situación en Petit Goave y se
desconoce si hay heridos. Sin embargo las fuerzas de Siri Lanka si lograron
recuperar otro cuartel de policía en las afueras del pueblo donde los rebeldes
no ofrecieron resistencia.
En estos grupos hay integrantes del ejército que derrocó a Aristide por primera
vez en 1991 así como acusados de homicidios, violación y tortura durante el
régimen militar de 1991 a 1994.
En el pueblo sureño de Miragoane la policía recuperó el control del cuartel el
viernes después de un tiroteo donde dos rebeldes quedaron heridos. Tres
insurgentes fueron arrestados incluyendo a dos lesionados informó radio Visión
2000.
En el pueblo de Mirebalais también hubo tiroteos el viernes por la noche aunque
las fuerzas de ocupación de la ONU recuperaron el control dijo el representante
del gobierno provisorio local.
Los ex soldados exigen ser reconocidos nuevamente como la fuerza de seguridad de
Haití y reclaman diez años de salarios impagos.
Haití se aproxima a una instancia de guerra civil y lamentablemente el gobierno
a solicitud de los Estados Unidos ha enviado soldados uruguayos al conflicto.
La historia de las intervenciones armadas de los Estados Unidos directas o
indirectas en los países del continente americano es casi dos veces centenaria.
Solo en los últimos cincuenta años pueden citarse además de otras
participaciones más o menos discretas en numerosos golpes de estado las
siguientes invasiones.
Estados Unidos invadió Guatemala en 1954 desde la vecina Honduras encabezada por
el general Castillo Armas y promovida por la empresa norteamericana de la United
Fruit, equipada y financiada por los Estados Unidos.
Después en el año 1961 Estados Unidos fracasó en su intento de invasión a Cuba
en abril de 1961, financiando y equipando a los gusanos cubanos exiliados en
Miami y otros países de la región.
En 1965 Estados Unidos invadió la isla de Santo Domingo.
Los documentos desclasificados de la CIA confirman la participación de los
Estados Unidos en el golpe de estado contra el presidente Salvador Allende en
Chile en 1973.
En el año 1983 los Estados Unidos invadieron la isla de Grenada y asesinaron al
presidente Maurice Bishop.
Desde Honduras financiando y entrenando y aprovisionando a los "contras" de
Nicaragua con bases en Honduras durante la década de los ochenta.
En 1989 Estados Unidos invadió Panamá derrocando al presidente el general
Antonio Noriega a quien secuestró para luego ser juzgado y condenado, en los
Estados Unidos por las leyes norteamericanas.
Estados Unidos participó también en el primer golpe de estado en Haití en 1991 y
ahora en el nuevo derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide.
Estados Unidos invadió Panamá donde probó sus armas más modernas y desconocidas
hasta ese momento, como el "avión invisible" bombardeando durante la noche el
barrio popular de "los Chorrillos", un "cantegril de ranchos" de madera y
cartón, mientras dormía la población trabajadora.
Recientemente se ha vuelto a editar un libro de la invasión a Panamá en el que
se demuestra que aquellas heridas de los trágicos acontecimientos no han
cicatrizado aún.
Fue el mayor crimen y el más cuantioso en víctimas y daños cometidos por Estados
Unidos en Panamá, y no pueden sanar porque aún los panameños sufren sus
consecuencias. Este es un ejemplo claro que demuestra las razones por las cuales
los países realmente libres, democráticos y soberanos no deben involucrarse en
las invasiones y golpes de estado del imperialismo norteamericano.
No existen justificaciones para los demócratas y pueblos libres de nuestro
continente que expliquen que hay que participar al lado de las tropas invasoras
lejos de la patria, para imponer gobiernos favorables a los Estados Unidos por
la fuerza de las armas.
En Haití pasará lo que ahora pasa en Panamá, donde después de la invasión
norteamericana se instalaron regímenes con careta democrática que obedecen
ciegamente a los dictados de Washington en especial al programa económico
establecido en el llamado Convenio de Donación de julio de 1990 el cual
constituyó uno de los objetivos de la invasión.
En Panamá las víctimas de la invasión y sus familias siguen clamando justicia y
el esclarecimiento de los hechos. Hubo posteriores y crímenes de guerra en los
sucesivos gobiernos panameños y donde el sistema judicial panameño pretendió
oscurecer. En Panamá se ha seguido negando el esclarecimiento de los crímenes
sobre la invasión de 1989.
Las fosas comunes continúan sin abrirse, los nombres de los muertos siguen sin
pronunciarse, los daños materiales fueron pagados de las finanzas públicas de
Panamá y el autor material de la invasión el imperialismo norteamericano sigue
allí riéndose de todos los panameños saqueando y repitiendo sus crímenes en
Irak, Afganistán, Somalía, Serbia, Colombia y ahora invadiendo Haití.
¿Qué sabemos los uruguayos de Haití?
¿Qué se sabe de lo que pasó en esa isla para participar de una invasión armada
contra un pueblo soberano que no nos mandó a buscar?
¿Quién nos pide que vayamos a Haití?
Se dirá la ONU, en realidad se debe decir Estados Unidos de Norteamérica.
Panamá fue el primer país donde Estados Unidos inauguró su nueva doctrina
político militar conocida ahora como "Guerra preventiva".
Aunque todavía los conceptos de "países granujas", "naciones del eje del mal", o
conceptos de "estados parias", no habían sido pronunciados por George W. Bush,
el gobierno que presidió su padre aplico en Panamá las duras tácticas de las
sanciones económicas, las presiones políticas y militares y finalmente la
agresión directa.
Por primera vez se experimentó la "guerra quirúrgica" y Panamá fue el país de
experimento.
Allí, en 1989 se probaron las "bombas inteligentes" dirigidas por laser y el
"avión fantasma", ahora convertidos en armas permanentemente usadas en las
guerras del Golfo contra Irak. Lo mismo ocurría en 1989 en Panamá, con el nuevo
equipo militar incluidas las mirillas infrarrojas y los vehículos Hummer de los
cuales ahora se quejan tanto los soldados norteamericanos por su debilidad en el
blindaje contra las bombas de fabricación casera.
Esto es lo que debemos ver los uruguayos cuando se nos habla de una intervención
armada en otro país y nos parece que por carecer de información no pasa nada.
Cuando por desconocer su historia o su lucha estamos lejos.
¡Siempre aquellos polvos trajeron estos lodos!
Parecería para cualquier persona desinformada que nada tiene que ver la invasión
de Panamá con las dos guerras del Golfo contra Irak. Sin embargo todas las
desgracias que hoy sufren los pueblos iraquí o afgano las sufrieron los
panameños en carne propia durante la invasión de 1989. Las víctimas civiles al
menos la mitad de los 500 muertos oficialmente contabilizados por la Iglesia
Católica. Los más de dos mil heridos los cinco mil prisioneros políticos
arrestados en el campo de concentración de Nuevo Emperador todos ellos acusados
por ser militantes del PRD, los 18.000 desplazados de sus casas en el
"Chorrillo" cuyas viviendas fueron incineradas por las tropas norteamericanas la
mañana del 20 de diciembre. La imposición de un gobierno títere con un regente
militar yanqui en cada ministerio fiscalizando lo actuado por los civiles
panameños y el embajador Dean Hinton actuando como verdadero procónsul en
Panamá, como hace hoy Paul Bremmer en Irak.
Los títeres panameños desayunaban cada jueves con el Embajador Guillermo Endara
para revisar los actos de gobierno.
La sombra de los crímenes sigue y sus cómplices internos se continúan
proyectando sobre los panameños aunque en apariencia se hayan retirado sus bases
militares el 31 de diciembre en 1999 y el Canal de Panamá esté ahora
administrado por panameños. Pero existe un nefasto tratado de neutralidad, que
es una amenaza velada de que en el futuro los panameños pueden volver a sufrir
ocupaciones y nuevas invasiones.
Generaciones de panameños lucharon valientemente contra el sistema colonial
desde 1903 en adelante y ahora ¿qué les queda?.
Les queda un pacto de neutralidad, el acuerdo de Salas Becker, el acuerdo entre
Alemán Zubieta y el servicio de guardacostas y la llamada agencia de Protección
del Medio Ambiente de Estados Unidos y van camino a celebrar el Tratado de Libre
Comercio el ALCA con Estados Unidos otra forma de colonialismo económico.
Cuando el presidente Aristide asumió el gobierno en Haití en 1991, propuso
aumentar el salario mínimo de uno a tres dólares por día. Pero la Agencia para
la Inversión y el Desarrollo de los Estados Unidos se opuso a esta propuesta
diciendo que significaría una grave distorsión del costo de la mano de obra.
Muchas de las sociedades y empresas estadounidenses de ensamblado radicadas en
Haití -es decir la casi totalidad de las declaraciones extranjeras- concordaron
con el análisis de la Agencia para la Inversión y el desarrollo de los Estados
Unidos contra Aristide.
El embargo internacional, el caos interno paralizaron los trabajos de las
sociedades estadounidenses en Haití, las tropas de ese país con el aval del
Consejo de Seguridad restablecieron a Aristide en el Gobierno y aseguraron al
mismo tiempo la impunidad y un retiro cómodo a los jefes militares golpistas,
que son los que ahora se volvieron a alzar y reclaman el poder.
Este nuevo golpe militar dado por los Estados Unidos en Haití mediante la
intervención de tropas latinoamericanas al mando de Naciones Unidas, es una
variante de acciones armadas directas con el aval de Francia y un pacto del
Consejo de Seguridad de la ONU.
En el norte de la isla de Haití los grupos armados están compuestos en su mayor
parte por bandas responsables que masacraron civiles, muchos de ellos al
servicio hasta hace poco de Aristide. Bandas que están bien armadas y mejor
entrenadas y que ofrecerán una fuerte resistencia a las tropas de ocupación
extranjera.
Probablemente sus bases de entrenamiento hayan estado instaladas en la vecina
República Dominicana.
En octubre del 2002 el canciller haitiano Joseph Antoine y el comisario de la
Policía Nacional Haitiana realizaron una visita a la República Dominicana para
expresar al Gobierno dominicano su preocupación por la actividad conspirativa de
los refugiados haitianos en territorio dominicano.
A partir de entonces, el gobierno de Aristide tuvo un giro autoritario y
represivo, a lo cual se le sumó la gravísima situación social a la que
contribuyeron decisivamente las políticas impuestas por el Fondo Monetario
Internacional exacerbando la crisis política y dando mayores elementos de
confrontación a la oposición pacífica.
En el último momento Aristide hizo algunas concesiones aceptando dialogar con la
oposición civil y les ofreció participación en el gobierno pero chocó con la
inflexibilidad de ésta que exigía que Aristide se fuera del Gobierno.
En ese tiempo, grupos armados surgidos de las condiciones favorables para
desatar la lucha armada de los "combatientes por la libertad", según expresiones
utilizadas por los antiguos contras nicaragüenses.
Finalmente Aristide fue derrocado y embarcado por los marines norteamericanos en
un avión estadounidense que lo trasladó hasta la república centroafricana. A las
pocas horas, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución de tomar nota sobre la
"renuncia" de Aristide y autorizando el despliegue de una fuerza internacional
en Haití, una vez que los "marines" ya se habían instalado allí y habían echado
al presidente.
Como será la cosa, que hasta el candidato demócrata de los Estados Unidos Jhon
Kerry, ha criticado al gobierno de Estados Unidos por su política respecto a
Haití.
Jhon Kerry sabía muy bien de qué hablaba, porque había dirigido el Subcomité de
Relaciones Exteriores sobre Terrorismo, Narcóticos y Operaciones Internacionales
que dirigía el senador Jhon Kerry. Este subcomité hizo público un informe el 13
de abril de 1989, donde se documentaba que el Gobierno de los Estados Unidos
había reclutado narcotraficantes, utilizaba sus aviones para aprovisionar a la
contra nicaragüense y que esos aviones iban a Centroamérica con armas y
regresaban con drogas.
En la ocupación de Haití se niegan a participar las Fuerzas militares de la
Comunidad del Caribe, CARICOM, en las fuerzas multilaterales internacionales de
Naciones Unidas que intervienen en esa isla.
En un comunicado difundido por la cancillería se informó que el actual
presidente del CARICOM, el señor Patterson explicó en profundidad al enviado de
la ONU para Haití, Reginald Dumas, los esfuerzos del bloque regional por
solucionar la grave situación en la ex colonia francesa.
De acuerdo con la declaración el premier jamaicano expresó su disconformidad con
la evolución de los acontecimientos en Haití y explicó que CARICOM tomó varias
decisiones incluída la no participación en la fuerza multilateral desplegada en
ese país antillano.
A raíz de la salida del poder del presidente Jean Bertrand Aristide en febrero y
ante las acusaciones del ex sacerdote católico acerca de que había sido víctima
de un "golpe de estado moderno" orquestado por Estados Unidos, Patterson exigió
una investigación seria sobre el asunto.
El presidente del CARICOM recalcó entonces que no se podía encontrar ninguna
excusa al retiro anticonstitucional de cualquier dirigente, al tiempo que
advirtió que lo ocurrido en Haití constituye un precedente muy peligroso para
todos los dirigentes democráticamente electos y los gobiernos del mundo.
El 9 de marzo la Unión Africana ha estimado que la partida de Aristide del poder
es inconstitucional y que constituye un precendente peligroso para toda persona
elegida en condiciones regulares.
¿Qué quiere decir todo esto?
Ni los países del CARICOM centroamericano ni la Unión Africana convalidaron el
golpe de estado en Haití.
Por eso Estados Unidos presionó a Uruguay para enviar soldados a Haití.
Veamos lo que dice por ejemplo la Agencia de noticias internacionales France
Press, el 9 de marzo de este año:
"Los Estados Unidos se esfuerzan por conseguir un remplazante para el Primer
Ministro haitiano Yvon Neptune, afirmó el lunes a la noche el Secretario de
Estado americano Colin Powell. Neptune, quien conserva sus funciones, era
allegado del ex presidente Aristide que partió hace más de una semana a la
República Centroafricana".
Una vez más como en muchos otros países Estados Unidos se comporta en Haití como
en un territorio conquistado que les pertenece y sus tropas ya han comenzado a
reprimir a ciudadanos haitianos.
Esta gravedad de la situación señala el acierto del CARICOM de las naciones
centroamericanas y de la Unión Sudafricana para no integrar las tropas de
ocupación por que además de violar el derecho Internacional y borrar de un
plumazo la Carta Democrática Interamericana de 2001, supuestamente destinada a
preservar la estabilidad institucional de los Estados del continente no ha
provocado reacción alguna de los Gobiernos latinoamericanos.
Más bien dicho, los gobiernos latinoamericanos se han prestado a ocupar la isla
de Haití para reprimir a ese pueblo soberano en un antecedente sin precedentes a
no ser que nos remitamos a la Guerra genocida y traidora contra el Paraguay la
"Guerra de la Triple Alianza".
La guerra donde Brasileños, Argentinos y Uruguayos asesinaron a 166 mil
paraguayos y cuyos archivos secretos se negó a abrir recientemente el actual
presidente Luis Ignacio Lula Da Silva.
Chile ha enviado hasta el momento 328 militares y Brasil varios cientos más, así
como Argentina y Uruguay que acaba de aprobar con el voto de los legisladores
progresistas el reforzamiento de ese contingente.
Brasil se ofreció, y lo logró, comandar el contingente igual que en la "Guerra
de la Triple Alianza" olvidando que dicho comando ya lo ocupa Estados Unidos. No
olvidemos que en la tristemente célebre guerra del Paraguay, Brasil perdió
cincuenta mil efectivos, argentina 18 mil soldados y Uruguay casi cuatro mil.
Nadie puede ignorar que este episodio forma parte de la política estadounidense
de colonialismo militar y económica del continente. Por tanto quien interviene
en Haití está haciéndole los mandados a Estados Unidos en el continente. A
través de las intervenciones militares instalación de bases militares,
realizando ejercicios conjuntos, apoyando el Plan Colombia, iniciativas
regionales como el andino, el plan puebla, el de Panamá, el proyecto del ALCA,
los tratados bilaterales, el tratado centroamericano de libre comercio etc.
Cuanta tristeza el comprobar tanta injusticia y retroceso, tanta ignorancia y
pasividad complaciente, tanta irresponsabilidad con cara de responsable.
Debería formarse una comisión latinoamericana y centroamericana para estudiar
sobre el terreno y en profundidad quien entrenó y armó a las bandas haitianas de
rebeldes y alzados.
¿En qué terminó el gobierno progresista del sacerdote Aristide y en que
condiciones dejó la presidencia?
Los gobiernos de América Latina deberían tomar el ejemplo de los países de
Centro América y Africa y cambiar de actitud retirando las tropas de Haití
aunque Estados Unidos se enoje y se ponga cabrero.
Si quieren invasiones y ocupaciones que sigan invadiendo y ocupando con sus
marines y sus espías de la CIA pero no nos dejemos dominar para realizar los
mandados y las tareas sucias del imperialismo en nuestro continente o cualquier
otra parte del mundo.
Para pensar así libre y democráticamente ya no se necesita ni siquiera ser de
izquierda sino solamente patriota y verdaderamente progresista.