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Latinoamérica

UNAS REFLEXIONES SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE COLOMBIANOS Y COLOMBIANOS

Uribe no libera guerrilleros sino desertores

Dick Emanuelsson

En vez de estimular y abrir puertas para un intercambio humanitario, el presidente cierra las puertas para una solución duradera de la tragedia de los prisioneros de guerra y los civiles retenidos por las FARC-EP.

La decisión del gobierno de Alvaro Uribe Vélez de decretar un indulto a 23 ex guerrilleros encarcelados y sentenciados por rebelión ha creado reacciones diferentes. Estas 23 personas se han comprometido de no regresar a la lucha armada en las filas insurgentes sino aceptar el programa de 'reinserción' del gobierno del gobierno Uribe.

Para la guerrilla estas personas, que un día ingresaron a las filas guerrilleras para luchar 24 horas del día para una Colombia nueva y justa, se convierten automáticamente a desertores y objetos militares. Por eso, en vez de facilitar un intercambio de prisioneros de guerra* y políticos civiles retenidos que tienen las FARC por un lado, y los presos guerrilleros por el otro lado que se encuentran en las cárceles hacinadas y infrahumanas del Estado colombiano, el horizonte se oscurece. El gobierno repite este show mediático con frecuencia que no tiene como tarea de solucionar esta consecuencia de la guerra.

Los medios masivos, obedeciendo la orden no declarado presidencial de 'o están conmigo o están con los terroristas', se han apresurado de servirle al mandatario colombiano como fieles portavoces del gobierno.

El procedimiento es lo de siempre:

1. Una rueda de prensa (cuya fecha como siempre es seleccionada cuando la oposición presenta una acción grande como anoche, cuando el senador Carlos Gaviria fue presentado como precandidato a las elecciones presidenciales y donde los medios masivos no ni siquiera lo ha mencionado) donde el presidente, su Alto Comisionado de Paz y esta vez también el ministro del interior y de justicia, presentaron el decreto.
2. Los medios vuelven a sus estudios o salas de redacciones y comienzan el trabajo de buscar a los familiares, 'politólogos', supuestos conocedores, ex presidentes, 'aliados' políticos en el exterior como Javier Solana (faltaba el falangista José Maria Aznar) para que ellos den sus apoyos y comentarios.
3. De ahí abren las emisoras sus teléfonos para que todos los Uribistas puedan dar, a través la emisora, su fuerte apoyo al decreto, mientras la prensa escrita abre su página de internet para las opiniones y 'encuestas'.
4. Los periodistas y sus 'asesores políticos', que casi siempre resultan ser viejos oligarcas de la elite política colombiana y metidos en casos de corrupción o de otros casos que les convierten a personas bastante cuestionadas para opinar sobre casos como el intercambio humanitario.
5. Y los periodistas resumen dando todo el apoyo al presidente y terminan con la clásica pregunta: '¿Y ahora, que va responder las FARC que ahora tienen la pelota'?

Este proceso se ha repetido durante dos años, años de sufrimiento para los familiares. Entre los periodistas internacionales acreditados en Bogota recorre la pregunta '¿a quien intenta a convencer el presidente con semejante engaño?'

Por que la última decisión de liberar a 23 guerrilleros, persuadidos y comprados por algunos dólares ante el hecho de quedarse años en cárceles hacinadas, han tomado la decisión de desertar de las filas de la insurgencia. Es una decisión de pronto comprensible ante el panorama y con la presión gubernamental que ha llegado a niveles absurdos donde el presidente Uribe les promete hasta suites en el Hotel Tequendama (del ejercito) de cinco estrellas mientras la mitad del sur de Bogota con millones de habitantes se están quedando sin techo pero si, ahogado hasta el cuello por el invierno.

La deserción de cualquier ejército regular o irregular es sentenciada en conflicto armado con máxima pena, también para los guerrilleros. Por eso, la liberación de estos guerrilleros puede interpretarse como una humillación o una bofetada a la insurgencia que ha designado tres comandantes como los negociadores para un intercambio humanitario.

En la rueda de prensa efectuada el 2 de diciembre en el palacio (presidencial) de Nariño, un periodista hizo la pregunta si las personas indultadas estarían bajo protección del estado lo cual el Comisionado lo afirmó.

Entonces entra la pregunta lógica: ¿Por que proteger estas personas si al mismo tiempo el gobierno habla que esa acción es una gestión humanitaria y que ahora les toca a la guerrilla de responder con la misma generosidad?

¿Quien puede ser tan torpe pensando que la guerrilla, que esta dispuesto de entregar a los 45 oficiales del ejercito y la policía contraguerrillera, tomados como prisioneros de guerra durante acciones militares, y en cambio recibirá guerrilleros presos en las cárceles colombianas, entregarían sus prisioneros pero sin recibir nada?

Y es ahí donde entran los 'idiotas útiles' que se han convertido los periodistas al servicio a la política oficial sin ningún tipo de cuestionamiento del contenido político del decreto de indulto a estos señores liberados. Es triste, por que para los familiares esta tragedia sigue alargándose.

Si el presidente Uribe hubiera tomado la decisión de aceptar o ante a las FARC proponer que Simón Trinidad (jefe guerrillero detenido por la CIA en Ecuador en enero, 2004) podría ser un interlocutor o negociador en el tema de un intercambio humanitario, la cosa se había cambiado radicalmente. El tema habría tomado un salto cualitativo y facilitado mucho para encontrar una apertura. Pero no, Simón Trinidad será extraditado a Estados Unidos, lo cual él ha dicho que no teme para nada. Y así, Casa Blanca podrá ser también implicada en el tema del intercambio humanitario ya que hay tres agentes de la CIA que fueron derribados en febrero 2003 por las FARC en el sur de Colombia cuando estaba en tarea de inteligencia.

Presidente Uribe no quiere que Trinidad sea un negociador. Uribe, en todas sus intervenciones habla un solo lenguaje; 'derrotar, derrotar y otra vez derrotar' a la guerrilla. Por eso, y es triste resumir el tema en la siguiente forma; los prisioneros soldados y policías y los civiles retenidos por las FARC-EP no van a esperar otra alternativa sino ser rescatado a sangre y fuego por los 18.000 soldados colombianos y sus centenares de asesores norteamericanos de las Fuerzas de Operaciones Especiales que están operando bajo el 'Plan Patriota', que hasta ahora solo ha sembrado muerte y desolación entre soldados, guerrilleros y población civil. Pero es la decisión gubernamental, de crear hasta las últimas consecuencias las condiciones por una solución militar.

Cuando 'analistas' como Bibiana Mercado de El Tiempo constata que el indulto es 'sorprendido', actúa como en el teatro. Ella y otros 'analistas' saben perfectamente bien lo que está en juego. Pero le toca a escribirlo ya que el patrón resulta ser el vicepresidente.

Mientras tanto, se informa que cada día se va a desmovilizar más paramilitares, personas con las manos manchadas de sangre de miles de compatriotas serán 'reinsertados' en un estado donde la vigilancia privada y militarizada bajo Uribe, que ahora cuenta con más de 250.000 vigilantes, tendrán otras tareas.

Los jefes paracos mientras tanto, negocian su 'sentencia' que no va a ser la misma suerte como Trinidad. Por que el trato entre guerrilleros y paramilitares es totalmente diferente bajo este gobierno.

No, los prisioneros y retenidos en manos de la guerrilla tampoco van a poder celebrar esta Navidad con sus familias y la razón es fácil; El gobierno prefiere otras soluciones que no implica un intercambio humanitario donde se intercambia prisioneros entre dos actores, que hacen hasta los israelitas y palestinos.

Antecedentes de los 59 personas en cautiverio

Los 34 soldados y policías que se encuentran en cautiverio han sido capturados en combates. Los más antiguos son los oficiales de la toma de Patascoy, el 27 de diciembre del 1997. El cerro esta ubicado en el departamento de Nariño en una altura de 4.000 metros donde el ejército tiene una base de comunicación, posición clave y estratégica para todas las operaciones militares en el sur de Colombia, sobre todo para la aviación en su bombardeo de las concentraciones guerrilleras.

Cuando los reporteros de los medios de comunicación, como TV-Caracol o la de RCN, hablan de que estos oficiales han sido 'secuestrados', suena no solamente ridículo, ya que las circunstancias y los motivos militares por la toma guerrillera de la base hablan por si solos, sino también es absurdo pensando que una insurgencia va a subir para secuestrar soldados en una altura de 4.000 metros donde hace 14 grados bajo cero y las tormentas son frecuentes. Resulta más fácil de hacerlo por las carreteras.

La guerrilla, en un gesto unilateral, liberó a más de 400 soldados y policías rasos el año 2001 sin exigir ninguna contraprestación. Pero se quedó con los oficiales, en total 34, entre ellos un coronel que ya lleva más de seis años como prisionero.

A los 22 civiles se podría caracterizar como 'rehenes', según el DIH (Derecho Humanitario Internacional). Su retención es producto de la presión que la guerrilla quiere ejercer para un canje de guerrilleros presos. Hace poco la candidata presidencial por el Partido Oxígeno, Ingrid Betancourt, 'cumplió' mil (1000) días en cautiverio. Hay una gran presión internacional para que las FARC liberen tanto a ella como los otros civiles. El peligro, con la posición de Uribe, es que mueren en la selva colombiana por los bombardeos que se han vuelto de pan de cada día durante 'Plan Patriota', el operativo militar más grande de los 40 años del conflicto armado en Colombia.

Mientras las Fuerzas Militares no atacan a los campamentos donde se supone que se encuentran los prisioneros y los retenidos, no corren peligros, pero es un secreto público que la guerrilla no va a dejar que el estado va a lograr de rescatar con sangre y fuego estas 59 personas.

Estas son las 59 personas en poder de las FARC que harían parte de un acuerdo humanitario
(De El Tiempo,
http://eltiempo.terra.com.co/coar/NEGOCIACION/
negociacion/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-1913740.html
)

Son 22 civiles, 34 militares y policías y tres ciudadanos estadounidenses.
Civiles
· Ingrid Betancourt
· Su asesora Clara Rojas
· Héctor Arismendi (diputado del Valle)
· Carlos Barragán (diputado del Valle)
· Carlos Charry (diputado del Valle)
· Ramiro Echeverri (diputado del Valle)
· Francisco Giraldo (diputado del Valle)
· Jairo Hoyos (diputado del Valle)
· Sigifredo López (diputado del Valle)
· Juan Carlos Narváez (diputado del Valle)
· Nacianceno Orozco (diputado del Valle)
· Edison Pérez (diputado del Valle)
· Alberto Quintero (diputado del Valle)
· Rufino Varelo (diputado del Valle)
· Jorge Eduardo Gechen (ex congresista)
· Consuelo González(ex congresista)
· Orlando Beltrán (ex congresista)
· Luis Eladio Pérez (ex congresista)
· Gloria Polanco (ex congresista)
· Oscar Lizcano (ex congresista)
· Alan Jara (ex gobernador del Meta)
· Fernando Araujo (ex ministro)

Estadounidenses
· Thomas Howe
· Marc Gonsalves
· Keith Stannsen

Los oficiales y suboficiales del ejército
· Teniente Juan Carlos Bermeo
· Teniente Raimundo Malagón
· Sargento Harvey Delgado
· Sargento Luis Moreno
· Sargento José Ricardo Marulanda
· Sargento Erasmo Romero
· Cabo Luis Beltrán
· Cabo Róbinson Salcedo
· Cabo Amaon Flórez
· Cabo José Miguel Arteaga
· Cabo Luis Arturo Arcia
· Cabo William Pérez
· Cabo Libio Martínez
· Cabo Pablo Moncayo

Miembros de la policía

· Coronel Luis Mendieta
· Capitán Edgar Duarte
· Capitán Julián Guevara
· Teniente William Donato
· Sargento César Lasso
· Sargento Luis Erazo
· Cabo José Libardo Forero
· Cabo Jhon Durán
· Cabo Julio Buitrago
· Cabo Enrique Murillo
· Subteniente Javier Rodríguez
· Subteniente Wilson Rojas
· Subteniente Elkin Fernández
· Subteniente Jorge Romero
· Subteniente Alvaro Moreno
· Subteniente Luis Peña
· Subteniente Armando Castellanos
· Subteniente John Pintado
· Subteniente Carlos Duarte
· Subteniente Jorge Trujillo