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Comunicado de ex presos politicos
NI TODAS LAS PENSIONES LOGRARÁN REPARAR NI SOLO SUSPIRO DE DOLOR Y TERROR
Un grupo de Ex Presos Políticos, nos hacemos un deber ineludible con nuestra
dignidad porfiada, de alzar la voz para dejar sentada nuestra posición frente al
mal habido informe sobre Prisión Política y Tortura, que tiene sobándose las
manos a muchos y lamentándose decepcionados a varios.
Se esta haciendo costumbre de los gobiernos de la Concertación resolver las
situaciones pendientes y conflictivas de nuestra historia reciente, mediante
comisiones informativas que nos cuentan lo que ya sabemos y se duelen de dolores
ajenos, sintetizando las soluciones en medidas de reparación y declaraciones de
mea culpa, perdones ajenos y disculpas a distancia que no se condicen con la
gravedad de los horrores cometidos por los esbirros de la dictadura fascista y
sus secuaces civiles, que hoy intentan escudarse en una supuesta ignorancia y un
dolor hipócrita que no los redime de su cobardía y su responsabilidad criminal.
El producto de estos informes a la larga se convierte en un lamentoso cálculo
del dividendo político que pueden sacar aquellos que, con mano ajena y
honestidad exigua, enriquecen su descaro y justifican, malamente, la entrega de
la moral de la patria a la negociación política y la transaca impúdica, siendo
el dolor de los afectados una herramienta mas a ser utilizada en el mejor
momento y sin trepidación alguna, por los habitantes de turno de la Moneda,
quienes, sin empacho y con codicia abominable, muñequean y tranzan, en la misma
mesa y con igual descaro, con los culpables y responsables directos que son
mencionados en los informes, a saber la Derecha y los militares.
Los verdaderos afectados asisten desde la galería de un teatro mal montado, al
espectáculo vergonzoso originado y justificado por informes precarios, que no
son mas que débiles constataciones de una realidad abrumadoramente evidente. Son
débiles y precarios en tanto no ejecutan, no proponen sanciones, ni profundizan
en la solución o alcances de su trabajo, es mas, ni siquiera sus líneas,
redactadas con candidez y espanto tardío, pueden llegar a servir como elemento
probatorio que permitan sancionar judicialmente a los criminales. De manera que
el resultado real y efectivo es la constatación de la obviedad, la reiteración
de lo ya infinitamente reiterado por miles de patriotas antifascistas, desde
mucho antes que se constituyeran estas comisiones de lo evidente que quieren
contarnos que en Chile se torturó, se asesinó, se hizo desaparecer, se robó, se
violó y se apuñaló la dignidad de toda una nación, como si eso no lo supiéramos
los que hace muchos años atrás decidimos enfrentar a la maquinaria del terror
sustentada por la barbarie armada.
Como si en las poblaciones, universidades, centros de trabajo, los chilenos que
vivieron bajo la dictadura fascista, no hubiesen experimentado en lo cotidiano,
en sus propias vidas, lo que significaba vivir bajo el fascismo, como si las
secuelas de nunca dormir, de mirar de reojo y sobresaltar lo cotidiano pudieran
algún día ser reparadas. No es necesario que se constituyan comisiones para
enseñarnos lo que una parte importante de los chilenos podemos enseñar al mundo.
La tribuna de aquellas pieles sensibles que hoy rasgan vestiduras horrorizadas
porque después de tanto tiempo se enteran, al fin, de lo que todos ya sabíamos,
no debiera ser en ningún caso el dolor y la lucha de millones de chilenos, los
detenidos, torturados, los que decidimos anteponer la dignidad a la hipocresía,
el amor a la patria al servilismo, la lucha cotidiana a la complicidad. Estos
actores de funciones acabadas pueden ocupar otros espacios, otros argumentos,
pero en ningún caso nuestra experiencia de prisión y tortura. Aquel doliente
trasnochado solo abunda el espectáculo, pero en ningún caso contribuye ni a
esclarecer la verdad ni a construir la memoria digna de una patria mancillada.
Fuimos miles los chilenos que no quisimos, que no pudimos, que no nos permitimos
cerrar los ojos ante el espanto, lo asumimos, lo enfrentamos y endurecimos
nuestra sensibilidad para poder sobrevivir. Mientras otros se regocijaban en la
complicidad de la ignorancia cómoda, mientras otros simplemente no quisieron
escuchar los gritos que emanaban de las cárceles ocultas, no quisieron ver el
espacio dejado por el que ya no estaría mas, no quisieron oler la muerte que se
sentía tras los uniformes de sus patrones, esos mismos que hoy tienen galones
dorados, esos que hoy las comisiones concertacionistas no pueden individualizar,
porque lamentablemente esos rostros que torturaron, esas manos que empuñaban la
picana que hacía saltar de dolor a los patriotas, esas voces que gritaban
frenéticas a los chilenos dignos, esos que tienen nombres, apellidos, esos que
existen, esos que se conocen, se diluyen en la categoría de "agentes del
estado", figura impune que obliga a todos los chilenos a asumir el costo de
reparaciones acomodaticias que solo debieran ser enfrentadas por los
responsables y sus cómplices.
Porque hoy, lamentablemente, el dinero de todos los chilenos se usa para
compensar el daño provocado por algunos y de esta manera resulta que incluso las
propias víctimas terminan ayudando a financiar la reparación económica de las
víctimas, paradoja solo entendible en un país gobernado por tantos años de
Concertación y solo justificable en la lógica mercantilista de los
administradores actuales, porque para ellos los daños se reparan echando mano al
bolsillo, aunque éste sea ajeno.
El cálculo económico no puede anteponerse a la solución real del problema de la
tortura en Chile, la carretera que debiera conducir a la dignidad de la patria
no se financia ni construye con la sangre de los caídos ni el dolor de los
torturados, no se levantan naciones a costa de la memoria, ni todas las
pensiones vitalicias del mundo lograrán reparar ni siquiera un solo suspiro de
dolor y terror de los que estuvimos en cuarteles secretos esperando nuestro
turno para enfrentar al agente vociferante que se amparaba en su cobardía
institucional.
En el anterior informe, elaborado por la llamada comisión Rettig, los afectados
no pudieron alzar su voz para protestar por la forma, el contenido y el uso
malicioso del dolor ajeno, porque estos afectados estaban o muertos o
desaparecidos, en este caso y ante este nuevo informe, los ex Presos Políticos
de la Dictadura, los que no quisimos reducir nuestra experiencia de lucha
antifascista a una síntesis redactada por elementos inexpertos y extemporáneos,
completamente ajenos al proceso, nos ponemos de pie, tal como lo hicimos ayer,
para decir que ni un solo peso será recibido por los hombres y mujeres dignos y
en tanto podamos evitarlo.
Ni un solo día de cárcel de los criminales y sus cómplices, será transado en el
mercado de las intrigas palaciegas, porque no nos mataron, porque no pudieron
callarnos, entregamos nuestra rebeldía irreductible como testimonio, alzamos
nuestra voz digna para rechazar el informe de la comisión de Prisión Política y
Tortura, levantamos nuestras manos limpias de toda ignominia para rechazar los
denarios con los cuales los sirvientes del imperio pretenden ahogar nuestros
legítimos gritos de dolor indignado y decimos que este gobierno, que recibió con
todos los honores al mas grande criminal de nuestros tiempos, que se arrodilló
ante él, que besó su inmunda mano ensangrentada, este gobierno que fue el único
país que se apresuró a reconocer la intentona golpista de la derecha venezolana.
Este gobierno que se aísla cada vez mas del desarrollo y la hermandad
continental, en su afán de servir mejor a la exigencia de incondicionalidad
planteada por su amo norteamericano, este gobierno no tiene autoridad moral para
tratar el tema de los derechos humanos y si algunos afectados por torturas, ya
sea de buena fe e ingenuos alcances, confundidos por supuestos aportes a la
construcción de la memoria histórica de la patria, si esos pocos participantes,
que representan un mínimo porcentaje del universo total de torturados en Chile,
le entregaron legitimidad y autoridad a este gobierno corrupto y manipulador,
nosotros, los combatientes antifascistas, que fuimos encarcelados, que conocimos
y enfrentamos la tortura, que sufrimos el desgarro de la pérdida al ver caer a
muchos hermanos nuestros enfrentando la dictadura, nosotros, los que tenemos
altura moral para hablar y enfrentar el tema de la tortura, le quitamos
autoridad, legitimidad y derecho para confundir a este gobierno incapaz, el cual
solo pretende entorpecer el verdadero paso de la justicia.
De esta forma, por este acto y en esta declaración invalidamos en sus contenidos
y sus alcances el informe de la comisión formada por este gobierno y su forma de
intentar superar el tema del dolor de miles de chilenos provocados por la
agresión física y directa y declaramos que no nos sumaremos al proyecto de
impunidad impulsado y financiado por este gobierno de la Concertación y que la
única forma de garantizar que en nuestra patria nunca mas se vuelva a repetir el
dramático episodio de muertes, desapariciones y torturas es desmantelando
definitivamente el aparato político y militar del estado fascista que posibilitó
que los hechos denunciados y conocidos por todos ocurrieran. Mientras los
partidos políticos que le dieron sustento ideológico a la dictadura sigan
actuando en la mas absoluta impunidad, mientras las fuerzas armadas sigan siendo
el brazo armado de los patrones y de la derecha, mientras la concertación siga
siendo la continuidad disfrazada de la dictadura, nada de lo ocurrido es pasado
y será deber ineludible de todos los patriotas mantenerse alertas para denunciar
y desbaratar estas y otras maquinarias engendradas por el descaro, el mal
cálculo y la ignominia.
Ex Presos Políticos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez Marco Riquelme Julián
Valdés Marcelo Osses Luis Vega Renato Millas Damián Trujillo Diciembre de 2004