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Represión contra los campesinos sin tierra deja un muerto y 28 heridos
Comcosur
Un nuevo choque entre policías y campesinos sin tierras culminó con un muerto y
28 heridos, en el municipio de San Julián. Los trabajadores intentaron retomar
tierras de las que habían sido desalojados por la fuerza la semana anterior. La
víctima es Medrín Colque Mollo, un joven campesino, que falleció luego de
recibir un disparo en el abdomen.
La agencia BolPress denuncia que "era una historia con resultados predecibles".
Desde que el gobierno de Carlos Mesa cediera a las presiones de los empresarios
de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y ordenara la represión a los
campesinos sin tierra que ocuparon haciendas, se esperaban enfrentamientos. La
represión llegó y dejó el saldo de un muerto y 28 heridos".
La pasada semana, el gobierno autorizó el uso de la fuerza pública para
desalojar a campesinos del Movimiento Sin Tierra que tenían tomadas varias
haciendas al este de Bolivia reclamando al estado dotación de parcelas. En el
marco de esta creciente tensión, el Movimiento de los Sin Tierra (MST) llamó a
los campesinos desposeídos de Bolivia a defenderse con armas.
En este sentido, Vladimir Machicado, instruyó a "todos los asentamientos y
núcleos de campesinos sin tierra de alrededor de 51 propiedades que han sido
ocupadas en diferentes partes del país en estos cuatro años de lucha a que se
defiendan con armas". "Vamos a responder de la misma manera", afirmaron
indignados los campesinos, agregando: "Tenemos que defendernos, no podemos dejar
que nos maten como perros, tenemos derecho a la vida".
DEFENSORES DE DD.HH. EN PELIGRO
Ya durante el año pasado comenzaron una serie de campañas que, mediante injurias
y mentiras, apuntaban directamente contra de militantes de la Asamblea
Permanente de Derechos Humanos de Bolivia. Así se fue armando una solapada
persecución y destrucción política que apunta a sus integrantes y, claro, a la
propia organización.
La Asamblea, luego de realizar un análisis minucioso de una serie de ataques y
agresiones que sufre, llegó a la conclusión de que, los mecanismos de dominación
política de los grupos de poder tradicionalmente violadores de los derechos
humanos, se han renovado, dando lugar a nuevas formas de acallar a las personas
y organizaciones que luchan por la plena vigencia de los derechos humanos.
Sus integrantes recuerdan los tiempos de dictadura, donde las formas eran
directas a la hora de acabar con las personas que luchaban por los derechos
humanos. Las detenciones, los secuestros, las ejecuciones formaban parte de esa
metodología. Los tiempos cambiaron. Hoy, en democracia, los caminos son otros y
pasan por una estrategia de control de ideas y reivindicaciones de derechos
mediante otros métodos que buscan destruir la imagen pública y la credibilidad
de los dirigentes de derechos humanos. La Asamblea menciona algunos casos. No es
casual que en el departamento de Santa Cruz, el Comité Cívico, que representa
instancias empresariales, haya declarado al militante Adalberto Rojas, como hijo
indigno de Santa Cruz. Tampoco lo es que en el departamento de Tarija el
activista Tamer Medina haya sido objeto de difamaciones desde los círculos
cívico empresariales muy ligados a los intereses de las empresas petroleras
transnacionales.
Parecidas agresiones se verifican en distintos puntos del país. La Asamblea
considera que esta campaña recrudece cuando asume con más fuerza el juicio de
responsabilidades contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, y otras
acciones. Por todo esto, la organización alerta sobre esta nueva forma de
persecución y eliminación de ideas que, ante la imposibilidad circunstancial de
eliminar y acallar físicamente, en Bolivia, se aplica y seguro se seguirá
aplicando en contra de los militantes de derechos humanos y otros luchadores
sociales.