Latinoamérica
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DANIEL LEMA
La República
"Presidente... felicitaciones por la elección", le dijo Stirling de forma
escueta vía celular a Tabaré Vázquez. El mandatario electo agradeció el saludo y
la comunicación quedó por ahí.
Habían pasado varios minutos desde que las encuestadoras informaban sobre el
triunfo de la izquierda, pero los colorados todavía no querían aceptar el
triunfo de su principal enemigo desde el retorno a la democracia.
"Esperemos", decían una y otra vez Stirling y Sanguinetti, quienes después de
las ocho y media de la noche, junto a los dirigentes del Foro Batllista eran los
únicos que se encontraban en la vieja casa de Martínez Trueba y San José, a
excepción de los quincistas Jorge Barrera y Amadeo Pereira.
Es que una vez que se conocieron los resultados, los ministros quincistas se
retiraron presurosos de la sede partidaria, algo que también hizo después el
líder de la UCB, Alberto Iglesias. "Yo no tengo la culpa de esto", decía un
dirigente de base del Partido Colorado. "Yo tampoco", respondió en coro otro
grupo de militantes.
A las ocho y media de la noche quedaba atrás el buen humor de los colorados que
durante gran parte de la tarde se mostraron en que podían tener una buena
votación (esto es 15%) y forzar una segunda vuelta.
Pero cuando se acercó la hora de las proyecciones, las sonrisas cambiaron por
rostros más serios.
Para colmo de males había problemas con la pantalla gigante que permitía ver la
transmisión de los canales abiertos de televisión. "Poné el doce, poné el doce",
gritaban los militantes a fin de poder ver qué datos brindaba el politólogo Luis
Eduardo González. Pero el encargado de cambiar de canal no lo hacía. "Pero somos
un desastre, ni siquiera podemos cambiar de canal", decía el senador Julio
Herrera llevándose las manos a la cabeza.
Llegaron los datos. "Tenemos presidente", dijo el politólogo Oscar Botinelli en
Canal 4. "Esperemos, esperemos", decían Sanguinetti y Stirling.
Ambos se metieron entonces en la sala de sesión del Comité Ejecutivo colorado.
Frente a frente conversaron un rato. Después se sumó el vicepresidente Luis
Hierro, el canciller Didier Opertti. También entraron a la reunión las esposas
de estos dirigentes.
Al rato, Sanguinetti y Stirling salen por uno de los costados de la habitación y
vuelven al hall a encontrarse con los militantes. Reciben el abrazo de algunos,
conversan con otros. Van para acá y para allá, y no informan cuándo hablarán. Se
vuelven a meter en la sala de sesiones. Vuelven a salir unos minutos después.
Sanguinetti mira un rato la tele, mientras Stirling resuelve sentarse junto a su
esposa y se pone a conversar animadamente con sus nietos.
Finalmente, ambos se ponen sus sacos y enfrentan a los medios de comunicación.
"El doctor Tabaré Vázquez ha sido electo presidente de la República, es la
expresión más genuina y más auténtica de una democracia: la expresión del
pueblo. Por lo tanto, le rendimos a ese pueblo uruguayo nuestro homenaje y
nuestro reconocimiento", dijo Stirling.
El candidato dijo que esperaba una mejor votación del Partido Colorado, y llamó
a "mirar hacia adelante, para que este país siga en democracia, en tolerancia,
en libertad.
Para eso vamos a trabajar, y para eso nos van a encontrar sosteniendo los
grandes principios y valores que hacen a una República".
"Bueno, que sea para bien, como decía Wimpi", remató Stirling.
El ahora ex candidato, le dio la palabra al secretario general del Partido
Colorado, Julio Sanguinetti. El ex mandatario , dijo que sentía "orgullo" por la
campaña de la fórmula Stirling-Tabaré Viera.
"Felicitamos a los triunfadores de hoy. La democracia del Uruguay una vez más
resplandece. El Uruguay es una sociedad liberal y humanista, porque el Partido
Colorado le impregnó liberalismo y humanidad.
El estado uruguayo es un estado social, porque el batllismo le impregnó el
sentido de responsabilidad social. Estas son ideas permanentes, no somos un
partido de ocasión, sino que estamos identificados con la vida misma del país,
no hay institución, no hay ley que no tenga de algún modo el sello de nuestro
partido y eso es lo que hace que nos sintamos continuadores de una corriente que
hoy tiene episodios de la vida democrática y que mañana seguirá luchando por los
mismo ideales", dijo Sanguinetti.
El ex mandatario le deseo "de corazón" a los triunfadores "la mejor suerte".
"Somos gente de lucha, somos gente de convicción, somos adversarios tenaces pero
leales dentro de la democracia. Confiamos y esperamos que esa mayoría sea útil
para que se gobierne con coherencia en un clima de tolerancia y respeto a la
ley, las instituciones y las personas".
Sanguinetti siguió hablando un rato más en varios medios mientras que Stirling
emprendió la retirada. A las once de la noche, la casona comenzaba a quedar
vacía, mientras frente a la puerta pasaban votantes del Frente Amplio cantando y
saltando. "¡Viva la democracia!", le respondieron los colorados. Ahora, en pocas
semanas, alrededor del 10 de noviembre, los colorados harán sesionar a la
Convención Nacional para analizar los resultados de la votación lo que desde ya
aparece como una reunión muy difícil. *