Latinoamérica
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El pueblo uruguayo escribe historia
Alex Contreras Baspineiro
Alai-amlatina
Como la Suiza de América era conocida en el pasado la República Oriental del
Uruguay: hoy, producto del fracaso del modelo neoliberal e imperial ese estigma
se ha desmoronado y refleja que el país ubicado al sur es también parte de
nuestro continente con elevados índices de desocupación, crecimiento de la
pobreza y falta de atención en educación y salud para las mayorías nacionales y
con un enrriquecimieto ilícito inusitado para quienes forman parte de la
denominada clase poítica y la burguesía uruguaya.
Datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) aseguran que la
desocupación se incrementó en este país a paso acelerado. De 137.700 desocupados
en 1999 cuando asciende el hasta hoy presidente Jorge Batller, se llegó en el
último trimestre mayo-julio de 2004 a 166.500 desocupados, estos datos no sólo
reflejan índices alarmantes de desocupación sino que la calidad de empleo bajó
notoriamente.
Si una persona recorre las calles de la capital uruguaya encontrará -a
diferencia de años anteriores- gente pidiendo limosna, durmiendo en las calles,
buscando sobrevivencia en los contenedores de basura o viviendas abandonadas
como en la denominada ciudad vieja, también comprobará que aún tiene un elevado
status de vida comparando con otros países.
A pesar de esta difícil situación, los uruguayos y uruguayas demuestran que
tienen muchas esperanzas de superar la crisis, como lo expresaron en las
elecciones generales otorgando un triunfo sin precedentes a la coalición
Encuentro Progresista- Frente Amplio-Nueva Mayoría, encabezada por el Dr. Tabaré
Vásquez.
Los cerca a 2.5 millones de votantes eligieron a 226 gobernantes, entre ellos al
presidente, vicepresidente, 30 senadores, 99 diputados y 95 miembros de las
juntas electorales, la mayoría representantes de esa coalición; además en esta
histórica jornada, rechazaron la privatización del agua, el recurso natural que
podría provocar las nuevas guerras del siglo XXI. De acuerdo al referéndum
nacional se debe implementar una Reforma Constitucional del Agua que garantice
el recurso natural como derecho humano y bien público, fuera del alcance de las
transnacionales y grandes empresas con fines lucrativos.
El triunfo en las elecciones generales conseguido hoy por la coalición de
izquierda tiene precisamente entre sus postulados el reto de transformar el
modelo y de integrar a esta nación con el resto del continente.
El sueño hecho realidad
Lily Lerena de Seregni, esposa del fundador del Frente Amplio, Líber Seregni,
declaró que a partir de la fecha no sólo debe existir unidad del pueblo uruguayo
sino a nivel latinoamericano como uno de los objetivos para afrontar la
situación en la que se debaten. "Este es un sueño de toda la vida, no sólo desde
la fundación del Frente Amplio, sino de toda la vida. Ahora queremos un
verdadero país para todos y para todas, con libertad, concordia y trabajo". El
fundador del Frente Amplio de 88 años falleció exactamente hace tres meses con
el anhelo de victoria en esta histórica fecha, el sueño de recuperar la igualdad
social de años anteriores y otorgar un trabajo digno a todos los sectores
sociales.
De acuerdo a los datos oficiales del INE, la falta de trabajo y la profunda
recesión por la que atraviesa Uruguay, provocó aumentos insospechados en los
niveles de pobreza, principalmente entre los jóvenes y mujeres. Cerca al 31 por
ciento de los habitantes de las áreas urbanas de este país son considerados
pobres. Entre 1999 y 2003 la pobreza se duplicó de 408.120 pobres a 849.100. El
44 por ciento de los pobres de este país son menores de 18 años, proceso aún más
peligroso porque apunta a la infantilización de la pobreza y a un futuro
incierto.
La esposa de Seregni pide a los uruguayos y uruguayas solidaridad y paciencia en
los primeros meses de gestión de Tabaré Vásquez, porque los cambios se los deben
realizar paso a paso, consolidando el proceso.
Como dice el escritor y analista uruguayo, Raul Zibechi, el Frente Amplio es un
caso único en América Latina, en virtud de la profunda penetración que la
izquierda consiguió en la sociedad uruguaya. La hegemonía política fue precedida
por una hegemoní cultural construida en las tres últimas décadas.
Desde el punto de vista de las alianzas, el programa y las estrategias, la
izquierda política uruguaya refleja a las fuerzas de centroizquierda, los
revolucionarios radicales hasta personalidades de centroderecha; pero si la
observamos desde la base, estamos ante una extensa red sociocultural que llega a
todos los rincones del país y a todos los sectores sociales e incluye las más
diversas manifestaciones de la vida: desde las relaciones familiares hasta el
deporte y la cultura.
Las calles, avenidas y plazas que se llenaron de fiesta democrática en Uruguay,
pero sobretodoen Montevideo la capital que cobija a más del 50 por ciento de su
población, reflejan esa heterogeneidad con banderas que llevan los colores de la
coalición: azul, rojo y blanco, pero también otras que son parte de la nueva
coalición de gobierno.
Miles de uruguayos -se estima que más de 30 mil- residentes en otros países
llegaron hasta su tierra natal en buses, aviones, buquebuses e incluso caminando
sólo con el objetivo de sufragar y ser parte de la fiesta democrática.
* Alex Contreras Baspineiro es periodista y escritor boliviano.
alexadcb@hotmail.com