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Latinoamérica

La victoria del FSLN
en las municipales de Nicaragua

Niko Schvarz

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) obtuvo una resonante victoria en las elecciones municipales efectuadas el domingo 7 de noviembre en Nicaragua. Logró la más alta votación, derrotando al Partido Liberal Constitucionalista (PLC) de Arnoldo Alemán, hoy reo, y a la Alianza por la República (APRE) conformada en torno al presidente Enrique Bolaños, también acusado de corrupción y al borde del "impeachment".
El FSLN volvió a ganar por amplio margen la emblemática alcaldía de Managua y se ubicó a la cabeza en 10 de los 17 departamentos.

Un juicio de Daniel Ortega

El ex presidente Daniel Ortega, dirigente histórico del Frente Sandinista y hoy su secretario general, declaró que sin fusiles se combatió en Nicaragua contra la corrupción, la tiranía y el crimen, y que la votación del domingo 7 constituyó un referéndum contra Bolaños y la corrupción.
Según un comentario de La Jornada, "el opositor Frente Sandinista de Liberación Nacional, que perdió la revolución en las urnas en 1990, resultó el gran vencedor en las municipales del domingo 7", y se ubica en buena posición para las próximas presidenciales de 2006.
En las últimas elecciones, que tuvieron uno de los índices de abstención más elevados en la historia reciente de Nicaragua, el FSLN obtuvo el 43,81% de los votos para alcaldes y vicealcaldes y el 43,51% de los votos para concejales. Para el PLC de Alemán las cifras respectivas fueron 37,34% y 36,44%.
En tercer lugar llegó la formación creada por el actual presidente Bolaños, el APRE, con un débil 9,31% y 9,61%. En números, los votos fueron 704.971 para el FSLN, 600.832 para el PLC y 149.779 para el APRE.
Particularmente significativa es la victoria sandinista en Managua, que repite la que ya había alcanzado el actual alcalde capitalino Herty Lewites, estimándose que su excelente gestión abrió el camino hacia la reciente victoria y que Managua constituye hoy un importante modelo de administración pública en Centroamérica.
El candidato frentista, Dionisio Marenco, ganó con el 43,5% de los votos, contando con el apoyo de Convergencia Nacional, que indicó el nombre del vicealcalde, Alexis Argüello.
La votación arrojó 190.533 votos para el Frente Sandinista, contra 152.468 del PLC y 46.837 del APRE.
Importa también destacar la victoria en Granada, símbolo de la oligarquía nicaragüense, donde el FSLN alcanzó 22.389 votos frente a 17.100 del PLC.
En conjunto, el sandinismo triunfó en Nueva Segovia, Madriz, Estelí, Chinandega, León, Managua, Masaya, Carazo, Granada y Rivas.
En algunos casos tuvo hasta 65% de la votación total. En los siete departamentos restantes (Chontales, Boaco, Matagalpa, Jinotega, Raan, Raas, Río San Juan) se ubica en segundo lugar tras el PLC.

La mancha de la corrupción

Como se sabe, el ex presidente Arnoldo Alemán, líder del derechista PLC, tuvo gravísimos problemas con la Justicia por su acción desde el gobierno, y hoy su imagen se confunde con la de una corrupción de altísimo nivel.
Esta manchó también al actual presidente, que era vicepresidente de Alemán y pretendió desvincularse de esta imagen abriendo una nueva opción electoral, que se ubicó en tercer lugar.
Además, tiene sus propias cuentas con la Justicia por cargos de corrupción, y se estima que este proceso pone en juego su permanencia en el cargo, algo similar a lo sucedido en Brasil con Fernando Collor de Mello.
Ha sido objeto de debate el elevado porcentaje de abstención, que marcó un récord en el último período.
Varios analistas consideran que la abstención (unida a la mayoritaria votación del sandinismo) es un rechazo al proyecto político de la derecha.
Se escribió al respecto que "la actual crisis de credibilidad que enfrenta la clase política de Nicaragua afecta principalmente a los partidos de la derecha".
De todas formas, es indudable que el resultado de los comicios del 7 de noviembre (a los que no se dio la debida importancia porque fueron opacados por un conjunto de elecciones más o menos simultáneas en otros países del sur del continente) se proyectan hacia las elecciones presidenciales de 2006 en la patria de Sandino.

Las presidenciales de 2006

En ese sentido, las elecciones del domingo pasado fortalecieron la tesis que va cobrando cuerpo de que la vuelta del FSLN al gobierno nacional, que mantuvo desde el triunfo revolucionario de 1979 hasta 1990, es sólo una cuestión de tiempo.
Una representante de la secretaría de relaciones internacionales del PT brasileño, Vanda Pignato, que acompañó estas elecciones, opina que desde la fecha antes indicada, "nunca hubo un ambiente tan propicio a la victoria sandinista como el que celebramos ahora, augurio de que en 2006 la esperanza pueda retornar a Nicaragua".
Publicado en La República el 14 de Noviembre de 2004

Niko Schvarz
nikomar@adinet.com.uy
* Publicista uruguayo, miembro de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio.