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Entrevista al comandante Antonio García, del Ejército de Liberación Nacional de Colombia
"El ELN ya ha propuesto un cese del fuego bilateral y temporal, junto a un
acuerdo sobre limitación del uso de las minas y artefactos explosivos y una
amnistía general para los presos políticos"
Notimex
El ELN cómo evalúa el papel de México y de su facilitador, el embajador
Andrés Valencia, en estos primeros meses de gestión con miras a generar un
acercamiento entre el gobierno colombiano y el ELN?
Ha sido un trabajo cauteloso, de mucha responsabilidad y profesionalismo.
El Comando Central del ELN está dispuesto a reunirse con representantes del
gobierno colombiano, en territorio mexicano? En el momento estamos en una
fase exploratoria, no sería prudente precipitarse en un encuentro prematuro que
puede generar falsas expectativas y luego convertirse en frustración. Hay que
tener en cuenta que el actual gobierno se la juega por la guerra y está muy
interesado en hacer fracasar los procesos de paz con la insurgencia.
Qué condiciones mínimas exigirían para concretar este encuentro?
Primero que todo hay que despejar dudas y llenar de certezas el camino hacia
la paz. Con la facilitación del Embajador Valencia hemos enviado correspondencia
al Gobierno colombiano donde preguntamos sobre el tema esencial que permitirá
construir un camino de paz para Colombia: si el actual gobierno, en un posible
proceso de paz, estaría dispuesto a realizar transformaciones sociales,
económicas y políticas, donde se mejore sustancialmente la vida de todos los
colombianos. Sin esta premisa todo proceso de paz es incierto.
¿El ELN cree que hay condiciones políticas y militares, para avanzar hacia
una mesa de negociación con el gobierno de Álvaro Uribe Vélez?
La paz es la principal expectativa de la nación, de sus gentes, mucha gente
ha trabajado y sigue trabajando por ella, pero este gobierno no está preparado
para la paz, sino para la guerra, y entiende la paz como un procedimiento donde
la insurgencia debe obedecer la voluntad del gobierno. El mundo ha dicho que en
Colombia existe un conflicto interno, y el presidente se empecina en
desconocerlo, y pretende que la insurgencia acepte un tratamiento de
delincuentes. Un posible diálogo entre las partes será posible cuando haya el
reconocimiento a nuestra condición política y se vayan despejando los
interrogantes.
¿Bajo que condiciones el ELN decretaría un cese de hostilidades?
En la actualidad hemos hablado de una propuesta de cese al fuego bilateral y
temporal, que junto a un acuerdo sobre limitación del uso de las minas y
artefactos explosivos y una amnistía general para los presos políticos y
prisioneros de guerra, conforman un Acuerdo Humanitario que podría crear
confianzas entre las partes y generar un amplio apoyo nacional e internacional.
¿Sobre que bases aceptarían un acuerdo humanitario?
La propuesta de Acuerdo Humanitario nació de nuestra iniciativa, el gobierno
ha esquivado responder a ella. Las bases para un acuerdo de esta naturaleza son
la bilateralidad, la reciprocidad y la formalidad de un acuerdo entre dos
partes, no podemos seguirnos moviendo en el campo de los gestos unilaterales
donde el gobierno esquiva compromisos.
¿Cuantos combatientes del ELN están en prisión?
La persecución y la prisión injusta afecta más significativamente a los
activistas sociales, políticos y defensores de los derechos humanos, que a la
insurgencia. Los prisioneros del ELN son varios centenares.
¿Se puede saber cuanto prisioneros de guerra tiene en su poder el ELN y
estarían dispuestos a canjearlos?
Tenemos muy pocos casos, no pasan de 10. El ELN liberó de manera unilateral
y como gesto de voluntad 50 policías y militares en el gobierno de Andrés
Pastrana, pero de dicho gobierno jamás se dio un gesto equivalente, los
gobiernos son muy mezquinos, por el contrario Pastrana se negó a firmar el
Acuerdo de la Habana en enero de 2001, que daba inicio a un proceso de paz
formal y con verificación internacional, el documento se quedó sólo con las
firmas nuestras. En toda guerra y en todo proceso de paz se requiere de unas
normas que regulen el asunto de los prisioneros de guerra, de no atinarse en
esta materia, la guerra se puede precipitar hacia escenarios desalmados, hacia
donde el ELN jamás irá.
¿La Convención Nacional sigue siendo prioridad para el ELN?
La Convención Nacional es una propuesta ganada en la opinión de los
colombianos. Es la metodología más apropiada para construir la participación
democrática de las mayorías, es el espacio para pensar y analizar colectivamente
los problemas del país y diseñar los caminos de futuro.
¿Mantiene el ELN su posición de realizarla en territorio colombiano, o la
misma se puede hacer en el exterior?
Los problemas del país deben analizarse en suelo colombiano, nuestro propio
territorio no puede estar vedado para una iniciativa de paz. Los eventos
esenciales de la Convención Nacional deben hacerse en el país, pero no
descartamos que iniciativas complementarias puedan desarrollarse en otros países
que a bien tengan apoyar la paz.
¿Que papel jugaría en la Convención Nacional, la sociedad civil y la
comunidad internacional?
La Convención Nacional es el espacio por excelencia para la participación de
los diversos sectores de la sociedad colombiana, sin excluir a nadie, pero donde
se priorice a quienes jamás han podido hablar, para que entre todos diseñemos el
nuevo país y los mecanismos, que a través de un Acuerdo Nacional, lo hagan
posible. Dentro de estos mecanismos hay que prever la convocatoria a una
Asamblea Nacional Constituyente que sea el verdadero acuerdo de paz de todos los
colombianos, que de una nueva proyección a la democracia, un orden social más
equitativo y justo, y las formas de gobierno que superen las actuales.
¿Cómo se puede explicar la propuesta de Agenda Nacional Alternativa?
El actual gobierno está manejando unas prioridades que no son las de la
nación, colocando como centro la reelección presidencial. Pero lo más grave es
que dichos temas los quiere imponer de manera autoritaria y violando las normas
constitucionales y desconociendo los resultados del referendo de octubre de
2003, donde el pueblo le dijo que no a todas sus iniciativas. Ahora quiere
abrirle paso a sus iniciativas por medio de la compra de la voluntad de los
parlamentarios de una manera descarada y pública, para imponerlos por la vía
administrativa. Es dentro de este contexto que nace la Agenda Nacional
Alternativa, con temas de prioridad nacional, pero que en su discusión
participen los diversos sectores de la sociedad, pues en dichas materias se
requiere construir un consenso nacional, donde se construyan políticas atinadas
y que cuenten con un verdadero apoyo nacional. Entendiendo que la prioridad del
país está por la solución política, la superación de las crisis humanitarias, la
superación de crisis social, una discusión sobre la inconveniencia del ALCA y
solución al drama de los desterrados-desplazados entre otros.
¿El sexto pleno del Coce, plantea su voluntad de promover un diálogo
verdadero, cómo entender el concepto de diálogo verdadero?
El diálogo verdadero coloca al centro el interés nacional y supera la
intención de una parte por sacar ventajas para sí. En segundo lugar es un
diálogo incluyente, en la medida que prioriza la participación de la sociedad en
la superación de la crisis de la sociedad y del conflicto mismo. Tercero es
entender que a través del diálogo deben buscarse las causas sociales que
originaron el conflicto y que sólo con su superación el conflicto cederá. Todo
diálogo que se aparte de estas tres premisas es un diálogo falso.
¿Puede explicar la propuesta de nuevo gobierno de convergencia nacional?
Llegó el momento de colocar al centro el interés nacional, por eso hay que
trabajar por un gobierno de convergencia nacional que también tenga como premisa
los tres elementos señalados en el diálogo verdadero, que con la participación
de las mayorías nacionales encamine el país hacia la paz, por los senderos de
las libertades democráticas, la equidad social, la justicia para todos y la
soberanía nacional. Un gobierno de amplia convergencia que se aparte del
guerrerismo actual y le de prioridad a la construcción de la paz. Un gobierno
que interprete ese sentir y ese querer más amplio, más mayoritario.
¿El ELN realmente busca una alianza con las FARC?, sería político-militar?
En eso somos claros, las FARC son y serán nuestros aliados naturales, y
coincidimos en los grandes propósitos de construir un nuevo país, más justo, más
equitativo, más democrático. En la actualidad tenemos alianzas y acuerdos
regionales en el plano político y militar, y a nivel de las comandancias
mantenemos comunicación e intercambio para seguir fortaleciendo el camino
unitario, de igual manera que el pueblo se viene uniendo en la lucha, ese
también es el camino de los revolucionarios.
¿En esta ocasión buscarían unidad de mando?
Por ahora estamos en niveles cooperación y coordinación en el plano
regional, pero hacia el futuro aspiramos avanzar a nuevos niveles de unidad.
¿No corre el ELN el riesgo que las FARC los absorba y pierda su propia
identidad política, ideológica y militar?
Ambas organizaciones tenemos historias de lucha de 4 décadas, no estamos
hablando de dos grupitos, sino de dos organizaciones con miles de hombres, con
centenares de cuadros y mandos fogueados en la lucha, que tienen su personalidad
y su criterio político. Tenemos diferencias e identidades pero somos del
criterio de trabajar la unidad en medio de la diversidad y con un gran respeto
por el criterio del otro.
¿Qué perspectiva le ve el ELN a los diálogos con los derechistas grupos
paramilitares?
En esa mesa de diálogo confluyeron el narcotráfico y los paramilitares, el
gobierno no ha planteado con claridad qué es lo que busca con este diálogo. Todo
el mundo sabe que los jefes de los paramilitares son los más grandes
narcotraficantes del país, que en nada los diferencia de los Rodríguez Orejuela.
Pero a la vez son los paramilitares que han realizado las más grandes masacres
de la historia de América Latina. Todo parece indicar que este gobierno va a
legalizar las fortunas de estos actuales narcotraficantes e indultar todos sus
crímenes de lesa humanidad. Seguramente que legalizará los cientos de miles de
hectáreas de tierra que les fueron robadas a los campesinos a sangre y fuego.
Estamos ante un hecho despampanante de legalización del crimen
¿La desmovilización de las AUC puede ayudar a bajarle intensidad al conflicto
interno colombiano?
El problema del paramilitarismo va más allá de las AUC, es una política de
Estado y como tal se ha aplicado, por eso la permisividad con ellos y la
actuación de actual gobierno. Todo narcotraficante está tentado a volverse
paramilitar para obtener indulto, a todo criminal se volvió "actor político".
Los grandes ausentes son las millones de víctimas, ¿les van a devolver las
tierras? ¿Por qué no convocan a las víctimas del paramilitarismo para que
reparen los daños? Ahí está quedando la más grande herida abierta, por donde
seguirá sangrando nuestro ser nacional, mientras los paramilitares tendrán una
nueva declaración de rentas y de patrimonio con exención de impuestos.
¿El ELN como analiza las elecciones presidenciales de Estados Unidos?
Sabemos que las políticas no las definen los individuos, sino los grupos de
poder. Los individuos se acoplan a ellas para responder a sus intereses. Hoy
existe rechazo mundial al gobierno de Bush, y eso se expresa en la campaña
electoral, que podría simplificarse diciendo que ahí compiten la brutalidad y la
arrogancia, contra algo de ilustración y un poco menos de arrogancia, pero al
final igual arrogancia. Hay que tener en cuenta que en un gobierno cuentan las
políticas, el equipo de trabajo y el perfil personal, que cuando las tres son un
desastre, como en el gobierno de Bush, el mundo se vuelve una incertidumbre.
¿Qué significaría para Colombia y América Latina un triunfo de George W Bush?
Su triunfo sería como un mensaje de dios, para seguirnos recordando la
torpeza del ser humano.
¿Qué significaría un triunfo de Jhon Kerry?
De la Casa Blanca nunca ha salido algo bueno para los países de América
Latina. Esta vez no va a ser la excepción. Pero si gana Kerry se debe a que dios
iluminó a los estadounidenses para escoger el menos peor.