VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

Entrevista exclusiva Felipe Quispe:

"Somos casi como artistas de la lucha de masas"

Pablo Uncos
Pacificar.com

Entrevista exclusiva de Pacificar.com a Felipe Quispe, diputado boliviano por el Movimiento Indio Pachackuti.
"Nosotros somos los iniciadores de la insurrección que derrocó al Goñi", así define Felipe Quispe Huanca, diputado boliviano por el Movimiento Indio Pachakuti, (MIP), su participación en la rebelión popular que en octubre de 2003 y con un saldo de más de 100 muertos, hizo trastabillar los proyectos del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozasa de exportar gas el boliviano a EEUU previo procesamiento y embarque en puertos chilenos.
A un año de la "Guerra del Gas", Quispe cuenta a Pacificar.com su versión de la historia, describe su posición ante el actual gobierno de Carlos Mesa y explica su proyecto político de cara a la "toma del poder".
Quispe no se destaca por su oratoria ni por ser un caudillo que hipnotice a las masas; habla en un tono de voz bajo, casi susurrando y muy pausadamente (como todo aymara). Es más bien un hombre de acción: integró las Ofensivas Rojas en los '80 y el Ejército Guerrillero Tupac Katari en los '90, ambos de ideología marxista-leninista, hasta que en 1992 fue apresado y debió purgar 5 años en prisión bajo los cargos de sedición y terrorismo.
Finalmente, recobró su libertad en gracias a la presión de las movilizaciones de indígenas aymaras. Desde entonces asumió el liderazgo de la Central Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y fundó el MIP que resultó tercera fuerza electoral en las últimas presidenciales. Sin embargo, su discurso ha cambiado (no así su radicalismo): cada día más lejos del marxismo ortodoxo hoy se orienta a un nacionalismo aymara radical que llega al extremo de desconocer al Estado boliviano. "No creemos en las elecciones", sentencia y se queda meditando, "No queda otra, esta es la única verdad" concluye mientras que con un inequívoco ademán hace le gesto de gatillar al aire un arma imaginaria.
-¿Quién inició la guerra del Gas? Nosotros hemos sido los autores y los actores principales de esta Guerra del Gas. Las protestas comenzaron el 2 de septiembre con un doble objetivo: en primer lugar para reclamar la libertad de un dirigente nuestro que había sido detenido por aplicar la justicia comunitaria: mandó a matar a los delincuentes en el campo, y en segundo lugar en defensa de nuestra propuesta de 72 puntos dirigida al gobierno de Sánchez de Losada. Así iniciamos las marchas a La Paz, pero rápidamente nos vimos obligados a tomar la decisión extrema de declararnos en huelga de hambre. Si bien el Gobierno quería dialogar, nosotros dilatamos el diálogo porque ya desde el primer momento habíamos decidido que el presidente Sánchez de Losada debía renunciar. Así fue pasando todo hasta el 20 de septiembre que fue el día en que se produjo un enfrentamiento en Warisata en donde cae muerta una niña de 8 años junto con otros comunarios que no tenían nada que ver con la lucha. En cambio, los que estaban combatiendo con sus viejos máuseres no cayeron ni muertos ni heridos; están sanos y salvos hasta hoy. Los que sí sufrieron bajas y heridos fueron los del ejército, cosa que no trascendió periodísticamente por una cuestión estratégica de ellos que no hablan de esos asuntos.
-¿Y cómo ocurrió que luego de la renuncia de Sánchez de Losada la victoria fue capitalizada por otros dirigentes? Bueno, a mediados de octubre aparece Evo Morales que llega desde Libia, capta la atención de las radios y los canales de televisión y se pone de frente a la opinión pública. El 17 renuncia Sánchez de Losada y ahí ya aparece Morales como el salvador de la Patria y el único líder de esta Guerra del Gas. Pero el no fue autor de nada. En cambio yo no podía salir en la televisión ni en la radio porque junto con otros dirigentes habíamos pasado a la clandestinidad sabiendo que se nos buscaba para liquidarnos.
-¿Qué va a pasar ahora que ya ha trascurrido un año de gobierno de Carlos Mesa? Nosotros somos tácticos, somos políticos, de modo que somos concientes de que no podemos salir hoy a bloquear caminos. Estamos esperando que se den las condiciones para ello. En primer lugar debemos esforzarnos en pos de ganar más simpatizantes, más colaboradores; no podemos ir en contra de esa corriente. Después ya va a haber movimiento. Pero antes el Presidente Mesa tiene que desgastarse, tiene que cometer errores; cosa que ya está sucediendo con sus anuncios de posibles aumentos en el precio del gas y de los hidrocarburos. Lo mismo ocurre con el posible aumento de alimentos como el pan; cuando el cinturón le apriete al pueblo ahí lo vamos a asestar.
-¿Cuál es el principal apoyo político del Presidente Carlos Mesa? Yo creo que el Presidente se apoya sobre las bayonetas, porque los partidos políticos están desgastados. No obstante, cuenta con el apoyo del MAS que está metido en alma y cuerpo dentro de este Gobierno: tiene dos ministerios (el Ministerio de Asuntos Indígenas y el de Educación), tiene una embajada y tiene varios viceministros. Y por eso es que ahora no dicen ni denuncian nada, más bien aparecen como castrados.
-Pareciera que el MAS de Evo Morales es su principal enemigo. ¿Incluso más que la derecha? Nosotros tenemos muchos enemigos políticos, principalmente desde el lado del MAS. Ellos nos tienen odio. En el futuro podría ocurrir como ocurrió en Perú con las guerrillas de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que entre ellos se mataban. Yo sé que en el futuro nos vamos a matar entre nosotros, y ya estamos marchando en ese sentido.
-¿Se trata de posiciones tan irreconciliables? Sí, porque el MAS sólo aspira a llegar al Gobierno por la vía pacífica, en cambio nosotros queremos llegar al Poder por la lucha armada. Si bien ahorita estamos inmersos en el campo democrático, eso es algo simplemente temporal, táctico-estratégico.
-¿Qué significa Pachakuti? Para nosotros, los indígenas, "Pacha" es el tiempo en espacio, y "Kuti" es la vuelta, el retorno, que puede ser una transformación o una revolución.
Entonces, nuestra lucha apunta a eso y por eso hemos adoptado ese nombre.
Pero el MIP es sólo el brazo legal que está enmarcado dentro de las leyes del Estado boliviano. Sin embargo, en nuestros corazones nosotros no creemos que en este país podamos llegar al poder a través de una vía pacífica.
-¿Cuál es la posición del MIP con respecto a temas como la deuda externa? La deuda externa no es un problema del indio. Nosotros no hemos gozado de esos préstamos, no hemos recibido ningún beneficio. En caso de tomar el poder político nosotros suspenderíamos los pagos de la deuda. Aunque parezca una utopía nosotros nos veríamos obligados a enfrentarnos con el Imperio como en Irak y en otros lugares, y para ello estamos preparando gente y estamos concientizando a la población para la lucha.
-¿Usted insinúa que después de una hipotética toma del poder por parte del MIP necesariamente en Bolivia debe desarrollarse una guerra de liberación nacional? Tiene que ser así, y estamos apuntando a eso. Porque si no hay una liberación nacional ¿para qué vamos a luchar? Sin embargo, sabemos que no será fácil pues tenemos enemigos en Chile, en Paraguay, en Brasil, en Perú y en la Argentina.
-¿A quién identifican como su enemigo en Argentina? Pues al sistema capitalista. Ese es el modelo que tienen en todos los países que le mencioné. Pero sabemos avanzar, sabemos aliarnos, y sabemos ganar adeptos y compañeros dentro del internacionalismo proletario y del internacionalismo indigenista.
-¿Y quiénes serían sus aliados? El movimiento piquetero, y otras organizaciones antiimperialistas y anticolonialistas.
-¿Qué piensa del Gobierno de Kirchner? ¿Lo considera un aliado estratégico? No todavía, aunque él hizo gestiones para encontrarse conmigo durante la Cumbre Iberoamericana que se llevó a cabo aquí, en Bolivia, en noviembre de 2003. Él me llamó por teléfono, pero yo no acepté reunirme porque entendí que lo que él quería era que nosotros depusiéramos las armas y abandonásemos las movilizaciones para que ratifiquemos al nuevo Gobierno presidido por Carlos Mesa.
-¿Hasta qué está dispuesto Usted en pos de lograr la revolución? Siempre fui una persona voluntariosa, siempre he sido un revolucionario dispuesto a tomar las armas. Pero ahora que dirijo un movimiento de masas como la CSUTCB he llegado a la conclusión de que la acción de masas produce mejores efectos que un foco guerrillero. Con la lucha de masas no te mueres de hambre ni caminas tanto como con un ejército guerrillero. Ya hemos renunciado al foquismo y octubre de 2003 ya fue la lucha de masas, la lucha de todo un pueblo. ¿Quién ha generado la insurrección? Nosotros. Y estoy seguro que otros dirigentes no tienen la misma capacidad de resistencia que nosotros. Nosotros somos casi como artistas de la lucha de masas, sabemos muy bien como jalar y achicar, somos sabios, fríos y muy calculadores. Y ahora lo que estamos haciendo es calcular, estudiar y analizar a Carlos Mesa.
-¿Cuál es su opinión sobre Carlos Mesa? Primeramente tenemos que estudiar al Presidente Mesa, y en eso estoy. Él no tiene buena gente; muchos novatos, pero también algunos ex ministros del gobierno de Hugo Bánzer, y hasta ahí nomás. Mesa es un político con buenos discursos y nada más.
-Da la sensación de que el Gobierno de Mesa goza de cierto apoyo popular, pero que a la vez está sentado sobre un polvorín que puede estallar en cualquier momento.
Sí. Y ojalá que esa pólvora no esté húmeda. Tiene que estar seca así puede quemarse.