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Latinoamérica

Diarrea y pobreza matan a 15 mil niños en bolivia

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Cada año, 15 mil niños menores de cinco años mueren en Bolivia por causas que pueden ser razonablemente prevenibles y relativamente superables como las diarreas, la desnutrición y la pobreza extrema.
Los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por Econoticias, muestran que en el último quinquenio un total aproximado de casi 76 mil niños y niñas perecieron antes de cumplir los cinco años de vida, confirmando, a su modo, que Bolivia es uno de los países que registra los mayores índices de mortandad de menores.
Para el año 2003, se estimaba oficialmente que habían perdido la vida 15.164 menores de cinco años, la mayor parte de ellos en el área rural y en las zonas periurbanas de las grandes ciudades.
La falta de asistencia médica básica, la insuficiente y mala aliemntación, la ausencia de condiciones mínimas de salubridad e higiene, la desnutrición materna, la carencia de servicios básicos como agua potable y alcantarillado y los crecientes niveles de pobreza e indigencia son los principales factores explicativos de esta mortandad, que paradójicamente se da en un país con un gran potencial de riquezas en recursos naturales y niveles expectables en la producción de alimentos.
ELEVADA MORTALIDAD INFANTIL
Entre los menores de un año, las cifras oficiales también ratifican que en Bolivia hay uno de los mayores índices de mortalidad infantil de todo el continente. El Censo del 2001 estableció que esta tasa de mortalidad alcanzaba, en promedio, a 66 por cada mil nacidos vivos, aunque en el quinquenio que va del 2000 al 2005 este registro habría disminuido a 56 defunciones a nivel nacional.
Sin embargo, las estadísticas del INE revelan que la mortalidad infantil, entre los menores de un año, es de 111 en el área rural de Potosí y cerca de un centenar en las regiones campesinas de Cochabamba, Oruro y Chuquisaca. Estos alarmantes niveles ubican a estas zonas de Bolivia con registros similares a los países más pobres del África y Asia.
Para el 2001, la tasa promedio de mortalidad infantil en el área rural era de 86 muertes por cada mil nacidos vivos y de 55 en el área urbana.
HAMBRE Y DESNUTRICIÓN
Los últimos registros del Ministerio de Salud establecen también que a principios del nuevo milenio aproximadamente 90 niños y niñas de cada mil nacidos vivos no habían podido superar con vida los primeros cinco años de vida, y que muchos más afrontaban graves problemas de salud y precarias condiciones que tornaban incierto su futuro.
Así, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estableció que el 27% de los niños y niñas menores de cinco años padecen todos los rigores del hambre y la desnutrición, que causan impactos muchas veces irreversibles en su desarrollo posterior.
En esta situación se encontraban en el 2003 más de 330 mil infantes en todo el país, especialmente en las zonas rurales del Altiplano de Oruro y Potosí y en los valles de Chuquisaca y Cochabamba.