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Tras el asesinato de Pedro Mosquera, vicepresidente de la Asociación Campesina de Arauca
Otra victima del plan de exterminio desatado por el gobierno colombiano contra las organizaciones sociales
Rosalba Ramírez
Rebelión
Pedro, se llamaba Pedro.
Era un hombre joven, joven eternamente por la ternura que lo animaba.
Era un hombre lleno de vida, desbordante, él nos hablaba y nos mostraba los
caminos de lo esencial.
Sus ojos estaban llenos paisajes, de clamores, brillaban por transmitirnos la
injusticia que sufre todo un pueblo, brillaban por conmovernos, por movernos al
fin, para que hiciéramos algo por evitar mas muertes y sufrimiento.
Se llamaba Pedro Mosquera, era padre de un bebecito, y sabía bien lo que la vida
significaba, por estar viviendo a contracorriente.
Cuando nos hablaba contándonos la realidad ocultada, cuando vibraba pidiéndonos
que esta no quedara en el silencio, sus manos eran trémulas de amor y de
resistencia.
Sus manos rajaban el aire frío de la indiferencia, dibujaban los precipicios del
abuso cuando contaban las masacres sin fin, cuando denunciaban la impunidad y la
estrategia asesina de un Estado represivo, sus manos eran puños cuando contaban
la tortura, la muerte de un hermano, o la violación de una niña.
Y sus manos estaban vivas porque llenas de amor, y cuando narraba las masacres
sus manos acariciaban a las personas, cómo diciéndoles que no estaban solas, que
su dolor no quedaría en la impunidad.
Pedro nos contó cómo en Colombia el propio Estado a través de sus militares y a
través de su brazo oculto paramilitar, asesina a los que piden justicia, asesina
a los que reclaman la tierra, asesina a los que le estorban a las
multinacionales para explotar una zona.
Pedro nos contó las barbaridades, no por ser Pedro, sino porque era un portavoz,
de los miles que nunca la gran prensa deja oír, de los miles de humanos presos
de la barbarie. Y no presos de "una barbarie sin razón", de una "violencia
generalizada" o de "el conflicto armado", como quisieran hacernos creer los
medios de difusión, sino presos de una estrategia estatal militar directamente
dirigida contra ellos.
Millones de campesinos son el blanco de los militares y de sus grupos
paramilitares, no "porque si", no sin razón, sino con las razones de la codicia.
Porque son asesinados por querer vivir en sus tierras, porque son asesinados
siguiendo la teoría del "enemigo interno", enseñada por "formadores"
estadounidenses a los militares colombianos.
Pedro nos contó cómo se vive en la práctica, en lo cotidiano, esta barbarie del
Estado colombiano y de las multinacionales, nos contó cómo la Oxy hace "proteger
sus intereses", en la riquísima zona petrolera de Arauca, limítrofe con
Venezuela, formando paramilitares, y como estos, coordinados por la Brigada 18
del ejercito oficial de Colombia, perpetran las más atroces violaciones a los
derechos humanos.
Con él siempre traía las denuncias de los campesinos e indígenas de Arauca, nos
contaba las historias de vidas truncadas, las masacres con motosierra, y en los
informes traía la voz de los sobrevivientes, que con un hilo terco de voz, nos
gritan que los ayudemos a romper el silencio sobre este genocidio, a romper la
desinformación y manipulación de la realidad colombiana.
Estos miles de nombres sobre papel, esta cantidad de apellidos que le
corresponden a torturados, desaparecidos, presos y asesinados reclaman que los
crímenes no queden en la impunidad, que su sufrimiento nos mueva, más allá de
conmovernos.
Vamos a citar aquí una parte de un informe que nos dio Pedro, elaborado por la
Asociación Campesina de Arauca (ACA), de la cual Pedro era vice-presidente, el
informe es del 2002:
"El 26 de marzo de 2002 a las 8:00 PM en Saravena fueron retenidos los
jóvenes WILSON DUARTE y LEONARDO BUENAHORA , por la Policía Nacional al mando
del teniente SASTOQUE MURILLO Comandante de la Estación de Policía; los jóvenes
fueron sometidos a torturas tales que los aterradores gritos fueron escuchados
por sus familiares que permanecieron en las afueras de la Estación de Policía
entre las 8:30 y la 1:00 AM, hora a la cual fueron obligados a retirarse, luego
los jóvenes fueron atados, amordazados y sacados de la Estación en un vehículo
Mazda color gris hacia el barrio COOVISA con la intención de asesinarlos,
LEONARDO BUENAHORA intento fugarse y recibió un disparo en la pierna a pesar de
lo cual logró huir, no contando con la misma suerte WILSON DUARTE quien fue
brutalmente asesinado. Tememos por la vida del joven LEONARDO B. y la de su
familia.[...]
· Con las medidas de conmoción interior, crece la persecución y
violación de los derechos
[...]es la puesta en marcha de un plan que suprime todas las libertades
individuales y colectivas.
Es muy preocupante la "cacería de brujas", que han emprendido las fuerzas
militares investidas de facultades especiales de policía judicial[...]
He aquí algunos ejemplos de esta situación: [...]El día 2 de octubre 2002,
siendo las 11:00 PM tropas del ejercito nacional adscritas al batallón de
Arauquita incursionaron en la vereda las Bancas, a esa hora caía un fuerte
aguacero y un soldado tocó a la puerta de una familia donde vivían
FRANCISCO GUERRERO e INOCENCIA PINEDA, con sus tres hijos, el individuo que tocó
a la puerta se identificó como miembro de las fuerzas militares y pidió que le
abrieran la puerta de la vivienda, cuando el Señor FRANCISCO procedió a abrir
fue acribillado delante de su familia. La Señora INOCENCIA, ante este hecho
procedió a esconderse debajo de la cama, pero el militar entró hasta la
habitación y le dijo a la Señora que si no hacia lo que el decía los asesinaría
a todos, luego violó toda la noche a dicha señora. El caso fue denunciado en la
Personería de Arauquita-Arauca y hasta la fecha no hay ningún pronunciamiento de
las fuerzas militares al respecto.[...]
El silencio de los medios de comunicación.
Con el asesinato del Doctor EFRAIN VARELA, dueño y director de la emisora
Meridiano 70 en Arauca el 28 de junio, se silenció la prensa regional ya que los
demás periodistas de los diferentes medios de comunicación, abandonaron la
ciudad por las amenazas en su contra por parte de los paramilitares que hoy
realizan retenes, no solo a las afueras de Arauca, sino en el casco urbano en
una de las ciudades mas militarizadas del país. Paradójicamente el único medio
que tiene patente de corzo para desinformar a la población es la emisora del
ejercito ubicada en Arauca y con cobertura en todo el departamento, los demás
medios fueron reducidos a narrar deporte y anécdotas sin ninguna importancia
cuando el pueblo esta sumido en el terror y la muerte."
Este informe es referente al 2002, pero hoy, en 2004 la barbarie continúa,
se ha intensificado.
Pedro contaba como se vive en una zona donde la riqueza petrolera es inmensa, en
un país cómo Colombia. En Arauca la mortalidad infantil es enorme, no hay
servicios de salud convenientes, no hay servicios de salubridad, y sin embargo
las multinacionales del petróleo sacan inmensas riquezas de Arauca.
Pedro amaba a su comunidad y por ello la defendía, siempre estuvo comprometido
con las organizaciones de la comunidad, por ello era parte de la ACA, Asociación
campesina de Arauca. Desde muy niño había vivido la injusticia, y cómo otros
campesinos, habían decidido unirse para sobrevivir, para reclamar sus derechos a
la tierra, a la renta del petróleo para la región, a una preservación del medio
ambiente, y finalmente reclamar el derecho básico de poder seguir en vida.
Colombia es el país más peligroso para ser sindicalista, allí son asesinados 9
de cada 10 sindicalistas asesinados en este mundo, según la propia OIT, que le
atribuye estos crímenes a "los grupos paramilitares", pero sabemos que lo que se
esconde tras "los grupos paramilitares" es el propio Estado Colombiano.
El paramilitarismo es la estrategia del estado colombiano para conseguir la
impunidad absoluta, porque gracias a estos grupos de guerra sucia, el estado
comete las masacres , reprime de las mas atroces maneras, pero salvaguardando su
imagen.
El paramilitarismo es pues la estrategia de represión del propio Estado y esta
estrategia se basa en la gran complicidad de los medios de difusión que
propagandizan a los paramilitares como "terceros" , como "grupos autónomos".
La estrategia paramilitar está teorizada y recomendada en los propios manuales
del ejecito colombiano, los formadores estadounidenses e israelíes que se
encuentra en Colombia, lo "enseñan" a las fuerzas militares oficiales. El propio
Castaño( líder paramilitar) cuenta cómo estudió en Israel, con "amigos oficiales
del ejercito" colombiano, todo acerca de las técnicas de contra-insurgencia,
interrogatorios y guerra sicológica.
La doctrina contrainsurgente, hija de la CIA contiene en sí el concepto de
"enemigo interno", siendo este la población civil, el campesino, el estudiante,
el profesor, el sindicalista, todo aquel que pueda de una manera u de otra dar
el sustento social a las guerrillas alzadas en armas. Así el ejercito y su
para-ejercito tienen como blanco a la población civil, y es así cómo desplazan
miles de personas, siguiendo las enseñanzas gringas de "la tierra arrasada" y de
las "aldeas estratégicas".
La guerra sicológica es perpetrada intensivamente como una estrategia
planificada, consiste en infundir el terror para lograr la parálisis de las
reivindicaciones sociales, y para lograr desplazamientos forzados masivos.
Porque los desplazamientos forzados masivos no son, como lo presentan los
grandes medios de difusión, consecuencias de "la violencia ambiente "(abstracta)
o consecuencias de"un desbordamiento del conflicto armado", o desplazamientos
causados porque las aldeas son "presas en tenaza" entre las "partes en
conflicto", sino que la realidad es más cruel y cínica aún: estas personas se
desplazan después de una violencia directamente y planificadamente dirigida
contra ellas.
Las masacres con motosierra no son "desbordamientos del conflicto armado", son
actos ejercidos dentro de un marco preciso de estrategia del terror, llevada a
cabo por las fuerzas militares y para-militares bajo la línea de la doctrina
contra-insurgente que contempla a los campesinos como el "enemigo interno".
Las masacres con motosierra así cómo los desmembramientos de niños son cometidos
delante de la comunidad que es prealablemente reunida y obligada a asistir a
estas barbaries, porque el objetivo no es sólo el muerto, sino todos los
sobrevivientes, a los cuales se les infunde el terror como "medida
disuasiva"(Reglamento de Combate oficial del ejercito Colombiano 1987, en "Tras
los pasos perdidos de la Guerra Sucia")
El desplazamiento forzado de poblaciones es una estrategia más del terrorismo de
estado, así como la desaparición forzada, el método empleado para lograrlo es la
violencia, la barbarie, y los motivos de su práctica son político económicos.
Primero está el motivo de "sacarle el agua al pez"( el pez es la guerrilla y el
agua las poblaciones campesinas), es decir acabar con la base social de la
guerrilla acabando con la vida en ciertas zonas. La segunda motivación es
económica: no es una simple coincidencia que las zonas de Colombia de donde se
han desplazado mas poblaciones, son precisamente las zonas de mas alto interés
económico para las multinacionales y terratenientes. Así pues las tierras que
codician las multinacionales y terratenientes son vaciadas de su población.
Es el caso en Arauca, donde la población se ve claramente atacada para dejarle
la "libertad de acción" a la Occidental Pertroleum y a la Repsol.
Los habitantes de la zona denuncian al peligro de sus vidas los abusos
cometidos, Arauca ha sido transformada en "zona de rehabilitación" por el
gobierno colombiano, pero lo habitantes denuncian la hipocresía del nombre y
dicen que la realidad es más la de una zona de "concentración y represión".
Los habitantes viven con toque de queda, la reunión es un delito, no hay habeas
corpus, los militares tienen facultades judiciales....
Todo ello se traduce en una sucesión de abusos y de aniquilación de las
libertades y derechos fundamentales. La tortura es practicada cotidianamente por
los militares que tienen garantía de impunidad, y las masacres más bárbaras son
practicadas por el dúo militaro-paramilitar, casi semanalmente, esto en medio
del más absoluto silencio mediático nacional e internacional.
En Arauca opera la brigada 18 del ejercito, ha sido denunciada por múltiples
organizaciones de defensa de los derechos humanos como una de las brigadas del
ejercito mas violadoras y está abiertamente develada como fomentadora de
paramilitarismo.
Los Estados Unidos la apoyan constantemente a través de presupuestos y
"formadores", la propia Ann Patterson cuando era embajadora de Estados Unidos en
Colombia, declaró acerca de un presupuesto de 90 millones de dólares atribuido a
la 18 brigada, que era para "proteger los intereses de la Occidental Petroleum
en Colombia"...
Seguramente para "proteger los intereses de la Occidental Petroleum" en
Colombia, fueron asesinados el 5 de agosto de este año (2004) 3 sindicalistas en
Arauca. Héctor Alirio Martínez, Leonel Goyeneche y Jorge Prieto fueron abatidos
por un batallón del ejercito.
Y después de este fusilamiento extrajudicial, el ejercito y los medios oficiales
salieron a decir, para justificar la barbarie, que: "Los 3 dirigentes eran
delincuentes, perdieron la vida en combate. Además portaban armas y tenían
órdenes de captura por el delito de rebelión."(sic el ministro de defensa Jorge
Uribe).
La procuraduría, sin embargo, ante la magnitud de las evidencias y testimonios
tuvo que concluir que los tres sindicalistas asesinados fueron fusilados por los
soldados del batallón contraguerrilla y que estaban desarmados. Sin embargo
todas las declaraciones de voceros oficialistas propagandizadas ampliamente por
la prensa de los monopolios tienden a criminalizar a estos tres sindicalistas.
El criminalizar a la contestación social y a las organizaciones sociales es una
política del gobierno colombiano, inscrita en su política de exterminio de la
oposición social y política.
Es por ello que son miles los presos políticos en Colombia, que están acusados
de "rebelión y terrorismo" que son sindicalistas, líderes campesinos,
estudiantes, indígenas, comunitarios....
De la asociación campesina de Arauca, se encuentran varios integrantes con
"órdenes de captura", o encarcelados bajo los más burdos montajes judiciales, es
el caso de la presidenta de esta asociación, Luz Perly Córdoba, que pertenece a
la comunidad indígena y campesina y que toda su vida fue y es, desde la cárcel,
una defensora de los derechos humanos. Luz Perly es cabeza de familia, madre de
dos niños y al encarcelarla el gobierno colombiano pretende silenciar aún más a
los campesinos e indígenas de Arauca.
Pedro Mosquera también era de la asociación Campesina de Arauca, que es víctima
del plan de exterminio desatado por el estado contra las organizaciones
sociales.
Lo conocimos y lo quisimos enseguida, porque sus ojos y sus manos, nos dibujaron
los abismos de la barbarie cuando la contaba , para hacerla cesar. Y porque esos
mismos ojos y manos supieron transmitirnos todo el amor que tiene un pueblo
hacía la tierra, hacía la justicia, hacia la vida, y que por preservar ese amor,
hombres y mujeres cómo Pedro están dispuestos a darlo todo, hasta la vida.
A Pedro lo encontraron el 7 de octubre del 2004, asesinado, su cuerpo tenía
signos de tortura bárbara, sin duda sus asesinos y torturadores pensaron que con
quitarle la vida lo silenciarían, que mutilándolo llenaban a la gente de miedo y
conseguirían paralizarla.
Y talvez la tortura de miedo, pero el amor es más fuerte que la barbarie, y por
ello habrán más Pedros, y Pedro Mosquera nunca morirá.
Porque el amor hacia la vida, la búsqueda de la justicia, son fuertes de una
belleza que los Kissinger y Occidental Petroleum no pueden ni entender. Son
fuertes de la belleza del río, del vuelo de las garzas, le la música llanera, o
de un vallenato que nos canta libertad, y cuando otro muchacho lo baile con el
amor de Pedro a su identidad, sentirá fortalecerse en él la rebeldía, le
saltaran por los ojos luces de alegría, y con ellas combatirá el miedo, con
ellas reclamará que todos nuestros pueblos puedan liberarse y amar en paz.
A nosotros los que escribimos esto y a los que lo lean les queda el pedido de
Pedro y de todo un pueblo, de que no solo se conmuevan, sino que se muevan, para
hacer cesar este genocidio silenciado.
De denunciar por fin claramente al estado colombiano como una dictadura
camuflada de democracia.